Prensa Opción Obrera 26 Agosto - Septiembre 2013
Continúa la Escasez
Y el Pueblo sigue
pagando las consecuencias
En las calles, los supermercados, los centros
comerciales, o en los lugares donde los consumidores, realizamos largas y
kilométricas colas para comprar lo artículos de primera necesidad, se escuchan
los siguientes comentarios: A DÓNDE HEMOS LLEGADO, ESTO NUNCA HABÍA SUCEDIDO, A
LO QUE NO HAS LLEVADO ESTE GOBIERNO, ESO ES CULPA DE LA OPOSICIÓN. Es decir
cada persona opina según su tendencia o preferencia política sin tomar en
cuenta que, fuera cual fuere, somos los que pagamos los platos rotos.
Sin lugar a dudas tanto el gobierno como la
oposición (empresarios, comerciantes y distribuidores) son los únicos y
principales responsables del problema de desabastecimiento y el acaparamiento.
Primero: las empresas que elaboran artículos para el
consumo humano que fueron nacionalizadas, no están funcionando al ritmo de la
demanda de consumo puesto que están en manos de unos gerentes que son incapaces
de ponerlas a funcionar. Con esto se demuestra que las empresas solo serán
productivas si son controladas y administradas por sus propios trabajadores y
no por la burocracia gerencial, puesta a dedo.
A esto se le puede sumar que la industria privada,
que controla, maneja e importa las materias primas que utilizan y necesitan las
empresas nacionalizadas, mantiene un boicot para que éstas no funcionen. Por su
parte el gobierno es incapaz de tomar medidas contra este tipo de sabotaje sino
todo lo contrario, están pensando devolver dichas empresas al capital privado
(cosa que los trabajadores tienen que evitar a toda costa).
Segundo: los empresarios dejan de producir lo que la
demanda de consumo exige, sencillamente porque ese es un mecanismo para
presionar al gobierno para que éste le quite la regulación a los precios de los
productos que estos elaboran o importan.
Esa táctica de bajar la producción y de esconder
los productos para presionar al gobierno no es nueva, es la misma que
utilizaban en los tiempos cuando gobernaba Acción Democrática y Copei. La
diferencia radica en que ahora esos empresarios son los principales opositores
del gobierno y su táctica tiene doble finalidad, desacreditar al gobierno y que
éste se vea como responsable y al final, como ya sucedió, éste les termine
negociando aumentos en sus productos donde, como siempre, el pueblo termina
pagando.
Todo ello sin contar las inmensas limitaciones que
tiene la sociedad capitalista que ya no es capaz de ni siquiera garantizarle
comida al pueblo. El gobierno de Maduro representa y mantiene este sistema
capitalista de producción, aunque insista en llamarse socialista.
Tercero: Para atacar la escasez y el acaparamiento el
gobierno ha tomado una serie de frágiles medidas (frágiles porque aún se mantienen
ambas). Destituyó a unos cuantos directores del INDEPABIS, realizó operativos
dirigidos por la guardia nacional donde se decomisaron toneladas y más
toneladas de artículos de primera necesidad, se reunió con diferentes
empresarios y comerciantes del sector privado, incluyendo a Lorenzo Mendoza de
la Polar, convinieron en realizar mesas de trabajo. Aún así la situación
respecto a la escasez se mantiene.
Cuarto: Algunos revendedores, quienes se aprovechan de esta
triste y lamentable situación, andan monitoreando a los establecimientos
comerciales donde llega la poca mercancía existente para vaciar los estantes y
anaqueles, para luego venderlos en la calle con un sobreprecio, que en mucho de
los casos es hasta por el triple de su valor, sin que exista alguna acción por
parte de las instituciones que se encargan de sancionar a los que infringen la
ley contra el acaparamiento.
La organización popular es la mejor repuesta contra el acaparamiento y
la escasez
La única salida a toda esta problemática es que el
pueblo y los trabajadores organizados en el poder popular comiencen a tomar
cartas en el asunto comenzando por aplicar la contraloría social en la empresas
nacionalizadas y privadas, comprobar cuáles son realmente los motivos y las
razones que les impiden elevar y mantener un ritmo de producción para
satisfacer la demanda. Para ejercer el derecho que tiene el pueblo a la
alimentación es necesario la inspección diaria y permanente, vigilar en todos
los centros donde se expenda productos de la dieta básica a los fines de
detectar a los revendedores que tengan en sus manos productos con el doble o el
triple de su precio, y actuar decomisándoselos y vendiéndolos al precio fijado.
SÓLO EL PUEBLO ORGANIZADO SERÁ LA GARANTÍA DE ACABAR CON LOS MALES QUE
LE AQUEJAN.
NO A LOS ACAPARADORES Y REVENDEDORES.
FUERA LOS GERENTES INCAPACES DE LAS INDUSTRIAS NACIONALIZADAS.
CONTROL OBRERO YA.
Héctor
Parra
Puerto La
Cruz
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