PO nunca construirá una internacional
Puntualizamos que siempre estamos aprendiendo de PO, y es
una de nuestras fortalezas, dentro de las inmensas debilidades que padecemos, pero
nos toca como a cualquier cuartainternacionalista, expresar nuestras diferencias
con el fin avanzar en la reconstrucción de la organización internacional, para
dar pasos concretos y claros, en un momento donde el chavismo como la mayor expresión
del nacionalismo burgués en los últimos veinte años, para mantenerse en el
poder regional utiliza toda su maquinaria
e involucra duros choques contra los centros de poder capitalistas, las
repercusiones que esto tiene para el proletariado venezolano y para el resto del
continente tienen la mayor importancia, explosión social, golpe e intervención extranjera
son los escenarios que se perfilan en el país. Nuestra actuación, nuestra
claridad, nuestro plan de lucha en la clase obrera, en los sindicatos es
cardinal para el auténtico trotskismo desde el Rio Grande hasta la Patagonia
para sacar el mejor provecho o para evitar el mayor desastre.
En la declaración, Venezuela se pasa por alto, y donde se
menciona, excepcionalmente, no aclara sino confunde, como este dislate
“Maduro, por su lado,
instrumentará la amenaza de Bolsonaro para reforzar el estado policial en
Venezuela, y golpear más todavía la organización independiente de los
trabajadores del país”
Porque Bolsonaro lo amenaza, ¿en vez de apoyarlo?, Sí Bolsonaro
es un peligro y lo primordial es organizar independientemente a los
trabajadores en Venezuela esto no concuerda. De aquí parte la lucha, tenemos
que cerrar fila contra Bolsonaro, por ahí pasa tener una política independiente
para los trabajadores
Por su debilidad, Maduro se apoya cada vez más en los
militares y sectores para militares, sin embargo en la decadencia de su
bonapartismo, aun arbitra entre las clases y cuenta con bases populares, un
ejemplo de esto es el alcance de las misiones como salud y educación, (bien deterioradas
por cierto) Esos elementos que acompañan su política nos permiten decir que todavía
no es una dictadura, inclusive con la fragmentación de la MUD y todavía a pesar
del descontento se sustenta en sectores de las comunidades más empobrecidas, y se
diferencia políticamente de la ultraderecha venezolana.
Tanto el gobierno como la derecha proimperialista, cada
quien a su ritmo, tienen como salida de la crisis, la liberación de control de
cambio, o sea dólar libre y legal, liberación de precios, así como facilidades para
la inversión extranjera y nacional, es
decir regalar el país al capital especulativo, ante sus propuestas oponemos el
salario igual a la cesta básica familiar y escala móvil de salarios, a la
inversión de donde sea, y los recursos que se dispongan le oponemos que tiene
que ser mediante la planificación de una banca única, y es obvio que no puede
ser privada, debe ser nacionalizada, en conjunto con esto, la importación y la
exportación también tiene que ser para bien del país, por lo tanto debe
nacionalizarse el comercio exterior, todo bajo control obrero auténtico y
suspensión de la deuda externa para utilizar todo lo disponible para poner a
producir al país.
Sin este conjunto de medidas, la lucha por el salario, es
para la burocracia sindical de los partidos de la derecha tradicional, pura demagogia
y un sector de la izquierda le sirve como furgón de cola al no luchar para arrancarle
la dirección de los frentes de trabajadores. Todo este plan de lucha tiene que
ir enlazado en la perspectiva de un gobierno de los trabajadores, ya que solo
así se puede emprender la reconstrucción del país en beneficio de los
trabajadores.
Volviendo con lo de Bolsonaro, este es enemigo de Maduro, y también
es verdad que este se aprovecha de una amenaza de invasión y refuerza el Estado
policial para golpear a los trabajadores, también Duque y Macri son enemigos de
Maduro y aprietan contra los trabajadores, la diferencia y es esencial, la
política de Maduro no concuerda con los intereses de Trump y sus socios.
En Venezuela, la crisis originada por el bajo precio del
petróleo, condujo, a través del gobierno, a arruinar la economía y para salir de la crisis, este gobierno aplica
el más feroz ataque en toda América Latina a los trabajadores, incomparable y
bestial, violando su propia constitución y las leyes del trabajo e impone una
banda a los salarios que los limita aproximadamente entre un mínimo de 10 dólares
mensual y un techo de 30 dólares, incumpliendo con la contratación colectiva y subsidiando
con bonos y bolsas de alimentos compuesta por carbohidratos, granos y azúcar a
sectores de las comunidades. Ningún
país, ni los más de derecha aplican un paquete de esa dimensión, y sin embargo
todos están en contra de Maduro.
Esto ha originado una resistencia y reclamos con
movilizaciones de los trabajadores en todo el país y en todos los ámbitos,
públicos, privados, siendo aprovechado por la vetusta burocracia sindical vinculada
a la oposición de derecha, donde es notable el apoyo de todo el trotskismo
morenista, ligados a IS, PST, MST argentino y al PSTU brasileño, antiguamente
chavistas.
Es complicado entender como Maduro impone salarios de hambre
a los trabajadores, pero a su vez es cercado por sus enemigos los gobiernos de
los países vecinos, en particular Colombia y Brasil, pero también Guyana,
Trinidad, Aruba, Curazao y Bonaire, todos apoyados por Trump y por la Union Europea.
Venezuela es apoyada por China, Rusia y también Turquía. A su vez, el bloqueo a
Cuba, es adversado por Venezuela que, a pesar de su crisis, intercambia
comercialmente y sigue siendo aliado transcendental para Cuba.
En otras palabras, Venezuela y su “nacionalismo fracasado e
impotente” sigue siendo la piedra de tranca para los planes de Trump en América
Latina, política de la derecha mundial, dentro de un contexto energético clave,
PDVSA y la política petrolera de Venezuela trae consigo bloqueos económicos,
dura lucha contra los trabajadores, crisis migratoria en Suramérica, amenazas
de invasión con movimientos reales, preparativos e intentos de golpes son el
pan de cada día, la situación venezolana pende de un hilo muy delgado y con repercusiones
para todo el ámbito latinoamericano y hasta para los EEUU en lo inmediato.
La economía del país sigue deteriorándose, la solución, de
continuar así, es drástica una explosión social o una intervención de facto,
apoyada en factores externos inclusive invasión, si ven que la capacidad de
contención del gobierno es excedida
Lydia Barraza portavoz del Departamento de Estado de EEUU
ante una entrevista al periódico El Mundo de España, el 30 11 18, responde los
siguiente
“Trump ha explicado cómo podemos lograr acuerdos y alcanzar
la paz y seguridad mundiales respetando al mismo tiempo la soberanía de cada
país, pero ha mencionado ciertas excepciones: Irán, Corea del Norte, y
Venezuela… Con Corea del Norte hay
esperanza de que pueda haber paz en un futuro cercano. Con Venezuela no vemos
una voluntad de cambio, de integrarse más en el sistema internacional… (respecto
a la consecuencia de Venezuela sobre Colombia) EEUU está comprometido con la
seguridad de aliados como Colombia, porque una amenaza a la seguridad nacional
colombiana es una amenaza a la seguridad nacional estadounidense”[1]
Hay que sacar a fondo el balance del nacionalismo burgués
del siglo XXI, el chavismo, luego de 20 años de gobierno y 7 años mas desde que
insurgió a través de dos alzamientos militares en febrero y noviembre de 1992, su
gravitación va desde Cuba, donde ha sido esencial y abarca todo el continente
americano.
El peronismo con sus 73 años de dominación con sus altos y
bajos, después del argentinazo, desde el 2003 se vio afectado y favorecido por
el chavismo, hasta Trump en la reciente campaña electoral legislativa de medio
período amedrentaba a los electores calificando un posible gobierno demócrata
como chavista, lo mismo fue utilizado por Bolsonaro en Brasil y hasta el mismo
Macri se favoreció endosando a sus contendientes como chavistas
Este es un problema central para América Latina, la clase
obrera venezolana experimenta un lance muy importante por superar ante la tentativa
del gobierno de hacerle pagar todo el peso de la profunda crisis económica,
solo vista en otras situaciones luego de guerras o catástrofes de la
naturaleza. Sin embargo, las guerras por el control del suministro energético,
en el mundo, incluye a Venezuela dentro de ese contexto estratégico, por eso la
lucha entre el slogan de la democracia norteamericana de los republicanos y
demócratas “abajo la dictadura de Maduro” es algo más complejo.
Este slogan es apoyado por la derecha continental, y muy
importante por la derecha tradicional nacional que recoge el descontento de los
trabajadores y también de todo el combo del morenismo “nacional” coaligado en
un frente donde cumplen la receta de luchar por el salario en conjunto a una
burocracia sindical pro imperialista y privatizadora a la cual no la denuncian
ni la combaten.
El problema o el camino de la clase obrera es superar todas
esas direcciones que evitan su independencia y su organización y con base a
esto, dirigir sus propios destinos y los destinos del país. El chavismo cumplió
su función cuando fracasaron los partidos y sus gobiernos basados en el pacto
de punto fijo, y reventó el descontento ante el paquete impuesto por el FMI en
1989. La izquierda se embarcó del frente de salvación burgués, llamado
Convergencia (el chiripero compuesto por el MAS, El PCV, ex copeyanos y
organizaciones de derecha) en el gobierno presidido por Caldera, de 1994 al 98.
Esto permitió que llegara un outsider partir de 1999. Ahora se hunde el chavismo, que “salvó al país”,
que impidió el camino para la conformación de una alternativa revolucionaria,
con su eje sobre la clase obrera, para eso es el papel fundamental del PSUV.
Ahora de cara al 2019, será más convulsivo y en Venezuela
sin duda, por eso definir a Maduro de contra revolucionario, es ubicar adonde a
sus adversarios, partiendo de Trump, Bolsonaro, Duque, la unión europea, Macri,
en fin, el grupo de Lima, ¿son progresistas?
Este es el balance de fondo, indispensable, vemos que están
todos metidos allí como una entente contra Venezuela, no contra Maduro, este es
el papel del imperio y sus lacayos, en especial en Venezuela contra su clase
obrera porque los recursos no se producen solos.
De este análisis parte una línea estratégica para
reconstruir la IV Internacional en América latina, Venezuela tiene más de 100
años extrayendo petróleo, y ahora es cuando le quedan reservas, pero sin poder
explotar producto de su crisis económica, la cual luego de 100 años, no tiene
alternativa capitalista.
El proletariado petrolero, pero también el minero y el
industrial es su baluarte, pero las comunidades animadas por el chavismo son un
complemento bastante a tomar en cuenta. Por reducción al absurdo, si aceptamos
que nos den por desahuciados, allí está Colombia al lado, como dicen los
gringos su aliado con numerosas bases militares y esto no lo pueden permitir,
que se contagie de un levantamiento en Venezuela
El PO dicta cátedra cuando analiza la situación política de
un país, pero esto tiene en muchas ocasiones un fallo, al ubicarse por encima de los campos en lucha, ve el bosque, el conjunto de los árboles, donde el
planteamiento de la independencia obrera puede convertirse en una formalidad,
en un decreto programático, además de esto en el caso venezolano, al PO no se le
ocurre señalar la dimensión
internacional de lo que ocurre en Venezuela, la medida de lo económico
como deriva en lo político no es
mecánico, Brasil está entre la octava o décima economía del mundo, en números,
pero la posibilidad de una invasión a ese país que a su vez afectaría o
incidiría en toda la América, no es probable, pero sobre Venezuela hasta el
presidente de Brasil lo promueve.
Una exposición sobre los acontecimientos debe derivar en su
aplicación práctica, y nos referimos a la vanguardia, en el caso de una
reconstrucción de la internacional, no se debe excluir sino todo lo contrario,
no se puede vislumbrar si no se toma en cuenta la sección oficial, reconocida y aprobada, en su defecto, los amigos, los
simpatizantes, los probables compañeros de ruta, y las posibilidades de
intervención, cualesquiera sean su inserción, lugar, cantidad de militantes, si
se quiere construir una organización que dirija la vanguardia. Se debe partir
de lo que hay
Un buen ejemplo lo da hace días la organización turca el DIP
en sus análisis sobre los sucesos en Francia y alude a su organización hermana,
ROR, donde por el tamaño que sea y su lugar, liga las dos cosas, la actividad
de esa organización con el análisis de la situación francesa. Solo así se
construye la sección nacional correspondiente como parte de la internacional
PO hace todo lo contrario, analiza la situación del país,
impecable, pero desconectada siempre de la acción de los militantes de esa
sección, enlace, o aspirante, es una ausencia del “rol del partido” en esa circunstancias
o condiciones concretas donde todos desde Venezuela hasta Grecia o Turquía no
existen, por lo menos en sus escritos, en sus notas, for ever, con la excepción
casus belli que la organización del lugar diga, haga, actúe o demuestre que se
desvió del análisis del PO sobre el país, de resto no se toma en cuenta, para
nada.
En otras palabras, la configuración del trotkysmo en cada país,
su desenvolvimiento no cuenta, otro ejemplo, suele contar Altamira de una
visita a Venezuela, en enero de 2003 en pleno lock out petrolero, el PO decide
mostrar su apoyo, ¿solidaridad? Enviando a Altamira a nuestro país, muy loable,
donde realizó una serie de actividades propuestas y organizadas en común con
OO, reuniones con la dirección del partido
chavista más a la izquierda, el PPT, también se reunió con su comité sindical, lo
entrevistan en el programa matutino de TV de mayor audiencia nacional, da una charla
en plena actividad de control obrero y de lucha con trabajadores petroleros del
movimiento La Jornada, de la refinería
de Puerto la Cruz y del complejo petroquímico, criogénico y petrolero de
Jose, es invitado y asiste a una acto en
un barrio de trabajadores para resaltar
la lucha, se reúne en Valencia con directivos sindicales del mayor centro
industrial manufacturero del país, luego
en otra visita, se reúne con trabajadores de la Zona del hierro en Ciudad Guayana en pleno lucha
contra la dirección del consorcio Techint en la Siderúrgica del Orinoco Sidor, días más tarde Chávez para desviar la lucha de
los trabajadores, se vio obligado a la nacionalización forzada. Después en
diferentes charlas en Argentina donde da análisis sobre Venezuela y el
chavismo, en las cuales resalta sus visitas
a Venezuela, y no fue un acto de magia la participación de Altamira, sino
por la colaboración fundamental de OO, en ningún caso ni por equivocación dijo
que fue con Opción Obrera que se dieron todas esas actividades, en una nueva ocasión
en el pasado año 2017 en pleno combate
con las guarimbas y el llamado a elecciones de la ANC, donde OO se preocupó por
la diferencia sobre la participación o boicot a esa actividad, y se intentó intercambiar
con la posición del PO, la respuesta fue que ellos sentaron precedente con sus
notas y no respondieron a nuestras inquietudes, todo muy solemne y paremos de
contar para evitar redundar.
Por eso mismo PO regularmente concluye los análisis más allá
de Argentina, como tomar una cápsula para responder al diagnóstico, proponiendo
un congreso de bases sindicales. Desde OO proponemos un congreso que en su
preámbulo se haga una convocatoria amplia de las organizaciones que integran la
CRCI, en caso de estos no poder asistir, solicitarles sendos análisis de la
situación de sus países, el cual amalgame el análisis internacional, igualmente
la elección de una dirección que debata permanentemente y sus decisiones se
lleven a cada organización para que se apliquen en pro de una verdadera unidad
de los trabajadores, donde la situación de uno no le sea ajena al otro.
Por último y no menos importante, es obvio que cada quien se
construye en su respectivo país, no se trata de eso, pero la dirección
internacional pivotea sobre lo más sólido, lo más anclado, y coordina a todas
las secciones, organizaciones o grupos sobre los puntos más álgidos, como
prepararse para intervenir de con un programa, plan o plataforma de lucha, de
acuerdo a la “caracterización política de conjunto acerca de la etapa y el régimen
político”, esto no es cualquier cosa.
José Capitán
Diciembre 2018
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