Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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domingo, 29 de diciembre de 2019

Revolución Latinoamericana Chile y Bolivia


La Revolución Latinoamericana

Una mirada hacia Chile y Bolivia desde Venezuela


Latinoamérica entró en una etapa de convulsiones sociales, donde las rebeliones se pueden convertir en revoluciones sociales, esto significa que las masas directamente elijan su destino histórico, o lo que es lo mismo, se cansaron de que decidan otros por ellas, sus vidas y su miseria.

El problema se presenta para los trabajadores de la región por la ausencia de una dirección revolucionaria (organización y programa) para enfrentar la descomunal y catastrófica crisis económica capitalista mundial. Estamos penando como en el limbo o el purgatorio, en la frontera al infierno o directamente en el infierno, entre regímenes de la ultraderecha tradicional y proimperialista y los llamados progresistas, populistas, con rasgos mínimos de choque o de diferencias con el imperialismo, todos ellos, sin distingo, intentan paliar la crisis económica capitalista a su modo, sucumbiendo al final, agotados, descargan sobre los trabajadores el peso de la crisis, pero se están acabando las ofertas y las masas hastiadas de todos esos gobiernos, insurgen con demandas para salir de esta crisis, sin llegar a plantear una alternativa de gobierno autónomo, el cual no puede ser más que el gobierno de los trabajadores, única forma de no ir al infierno y también la única forma de asaltar el cielo, o sea, de acabar la explotación.

Esta falta de una dirección revolucionaria permite que diversos factores incidan sobre las masas para desviarlas, adormecerlas o aplastarlas, en este sentido, el imperialismo tiene dos recursos políticos, como dice el Programa de Transición(1), uno es el fascismo y el otro es el frente de conciliación de clases, este último se presenta con diferentes nombres, frente amplio, unidad popular, concertación y junta patriótica entre otros nombres.

El fascismo, como alternativa para imponerse, requiere algunas condiciones materiales, por ejemplo, la derrota (el aplastamiento) de las luchas de la clase trabajadora, por medios coercitivos, el otro recurso, el frente de conciliación de clases además de la intermediación de leyes, decretos, reglamentos o acuerdos entre gobiernos y capitalistas requiere de la participación directa de la pseudo izquierda. Innumerables organizaciones sociales, sindicatos y partidos políticos se prestan para la conciliación o colaboración de clases, simplemente le son funcionales a la derecha, quienes ante el descontento popular conducen a las masas hacia los sectores de la oposición de la derecha tradicional pro imperialista.

En la actualidad hemos podido observar como este fenómeno se expresa entre sectores que se reclaman de izquierda, sirviéndole a la derecha sin tapujos, al ver diezmados sus beneficios por parte de gobiernos en crisis por sus malas políticas, esta misma pseudo izquierda que primero se cobijó en esos gobiernos acabados, luego al no servirles, van contra ellos a lado de los intentos de la oposición de ultraderecha apoyados por el imperialismo.

Son errores que se pagan caro, con sacrificios y muertes, más que errores son políticas totalmente equivocadas que llevan al desgaste e inclusive a un retroceso en la economía, como nos está sucediendo en Venezuela.

Sin embargo, el problema crucial en todo el continente, es el choque entre las naciones opresoras y naciones oprimidas, estas últimas dirigidas en ocasiones por gobiernos llamados progresistas con cierto grado de nacionalismo pero que actúan dentro del capitalismo sin adversarlo, por lo que terminan arruinándose indefectiblemente y descargando la crisis sobre los trabajadores, “socializando” la miseria y empantanando a la izquierda.

El inicio de la revolución chilena

En Chile, existe una situación revolucionaria, expresada en movilizaciones permanentes de las masas pidiendo la renuncia de Piñera, planteando la alternativa de Asamblea Constituyente con poder, autónoma, con organismos de deliberación genuinos, con huelgas generales donde los principales bastiones del proletariado como los mineros del cobre y los portuarios se pronuncian, además de los estudiantes incluidos los de enseñanza secundaria y las comunidades. Esta es la respuesta del pueblo chileno ante los ajustes, por el hundimiento de la economía, por parte del gobierno.

La caída del precio del cobre y el pago de los intereses de la deuda externa, puso en aprietos a la supuestamente boyante economía capitalista chilena, el modelo que daba envidia a los propulsores de la economía en los otros países latinoamericanos, el “Oasis” se comenzó a secar y por supuesto, pagan los trabajadores y las comunidades.  

Desde el inicio de la rebelión popular el 18 de Octubre, para fines de noviembre, se dio un aumentó 116 pesos por dólar representando un alza del 16,7%,  el Banco Central de Chile rápidamente interviene para socorrer al mercado cambiario y proyecta desembolsar, de diciembre a mayo un monto de hasta 10.000 millones de dólares para la venta de dólares spot y también por hasta 10.000 millones de dólares para ventas de instrumentos de cobertura cambiaria, nada que ver con las penurias del pueblo chileno, le preocupa a Piñera son los pingues negocios de la burguesía parásita. 

Esta democracia en crisis proviene a través de la Concertación, como una transición con anestesia, desde un régimen asesino y fascista, la dictadura pinochetista, solo posible por la participación de los partidos tradicionales, el PC y el PS chilenos cuyas direcciones traidoras fueron indispensables para este tipo de traspaso indulgente con los fascistas. De todas maneras, les ha llegado su sábado, sin olvidar todo el daño que han sufrido los trabajadores para que el país siguiera “adelante” por la senda de la explotación y la represión.

La contrarrevolución ejecuta un golpe en Bolivia  
           
Por el contrario en Bolivia se vive una contrarrevolución, promovida por el imperialismo, el gobierno Bolsonaro y la ultraderecha boliviana, ese golpe preventivo ante el descontento popular, inclusive es pautado antes del cambio de gobierno en Argentina, de Macri (derecha sin tapujos) a Fernández (centro derecha), como medida de advertencia a su plan económico, sobre todo por la situación que pueda ocasionar un default permanente, produciendo la quiebra para los acreedores, el FMI y los fondos especulativos de la bolsa de New York.

En Bolivia, los ingresos más importantes son y se esperan mejorar por la producción de gas y la extracción del Litio, este es el objetivo de los intereses de capitales extranjeros con apoyo de los nacionales, algo muy concreto producido por los trabajadores de los pozos, de almacenamiento, de la distribución del gas y de las minas, todo se extrae de la Pachamama con la mayor tecnología de punta, no es por explotación precapitalista no olvidemos esto.

El recién terminado gobierno de Evo, como expresión política resultó en un fracaso que lo indujo, -cobardía aparte- a la renuncia de la presidencia, también la de su vice y así sucesivamente, los representantes del MAS en el gobierno, la pérdida del apoyo militar y sus posteriores amenazas aconsejándole a abandonar la presidencia. Esto, a pesar de los detalles, no tiene otra forma de caracterizarlo sino de golpe de estado de la derecha con elementos fascistas. Por otra parte, tanto con represiones y asesinatos se empoderó la contrarrevolución de forma preventiva, ante la posibilidad o inminencia de una radicalización de las masas y trabajadores protestando ante los abusos de Evo y el MAS al extender su gobierno con métodos arbitrarios no democráticos.

Por otra parte, la sedición de derecha, pescando en río revuelto, se aprovechó de la situación, se adelantó para impedir, drásticamente, la participación autónoma de las masas, en la lucha diaria, movilizándose por sus demandas

El papel de Evo, y su partido el MAS, su burocracia sindical minera y fabril, los sectores pequeño burgueses cercanos al gobierno, jugaron a servirse de una economía en progreso relativo favoreciendo una burocracia gremial que promovió una división en los mineros, en la COB debilitaron su vanguardia, por lo que, en las movilizaciones, se observa una participación mayoritaria campesina, de origen indígena y de las comunidades, he aquí una muestra de las consecuencias del fenómeno de colaboracionismo de clase.

En Bolivia, la lucha en el campo, de cualquier origen, campesino o indígena, juega un papel fundamental si entiende que debe impulsar al proletariado minero y fabril, junto a sus consignas sobre la tierra y sus demandas para poder producir.

En Las tesis del congreso de Caranavi, Bolivia 1964, propuestas por Guillermo Lora, se plantea:

“La alianza obrero-campesina constituye la piedra angular de la revolución boliviana. Es una desviación derechista considerar esta alianza como un pacto de igual a igual entre dos potencias; consiste en realidad en que los campesinos reconocen como a su dirección política al proletariado (mineros, constructores, fabriles, ferroviarios, etc.). La clase obrera de las ciudades y de las minas constituye la expresión más acabada de la conciencia revolucionaria y el campesinado es el motor que impulsa la lucha revolucionaria. Nuestra necesidad de libertarnos y de solucionar el problema de la tierra se convierten en la fuerza que empuja al proletariado a tomar el poder político”

En la Rusia de la revolución, los bolcheviques tempranamente supieron respaldar las demandas de los millones de campesinos y luego en el poder, se abocaron a concretar esas alternativas como las cooperativas privadas y cooperativas estadales, las propuestas de supervivencia al campesinado pobre en la medida que iba solucionando los problemas inherentes a ese pasado que todavía pesaba, se presentaron problemas entre las diferencias de precios entre a ciudad y el campo, y se plantearon respuestas, liderizadas por Lenin, para ir enfrentándolas

Esta breve digresión, es para ejemplarizar, porque todo lo vivo tiene una riqueza a analizar, para proponer la alternativa sin descuidar el papel de la dirección revolucionaria por la organización de los trabajadores en alianza con los sectores ligados a la tierra, que también lucha duramente por sus necesidades. Evo a su modo, ha servido de freno al accionar independiente de los trabajadores y los indígenas, lo que preparó la alfombra para que viniera a posarse la derecha de la media luna

El proletariado boliviano tiene con que elevarse, por su tradición de lucha, cuenta para reconstruir la vanguardia e impulsar el Gobierno de los Trabajadores. Sus aportes políticos son trascendentales, son hitos históricos reconocidos dentro del marxismo, tienen un camino programático hecho que son ejemplo en el mundo, para todos nosotros.

Venezuela, sin llegar al mismo resultado todavía, se asemeja más a la situación de Bolivia, a la acción contrarrevolucionaria, que a la de Chile, donde las iniciativas, las acciones, son revolucionarias por parte de los trabajadores y el pueblo chileno, la llamada revolución bolivariana convertida en una tragedia, está totalmente desgastada pero se aferra al poder y crea un impasse, donde las masas llevan la peor parte, sin embargo las mismas líneas políticas que produjeron el golpe en Bolivia, no han podido imponerse en Venezuela, todavía no todo está dicho, por algo es motivo de preocupación para la reacción mundial, en su centro hegemónico desde Washington DC

Los gobiernos llamados progresistas son un lastre para la Revolución Latinoamericana

El escenario de la crisis latinoamericana presenta a todas las economías colapsadas, las cuales se sustentan participando en el mercado mundial, como proveedores de materias primas, cuyas inversiones de capital están dando muy poco o ningún valor agregado, y no se genera plusvalía a pesar de los salarios por debajo del mínimo establecido por ellos mismos. Sobre estos cimientos, donde cada gobierno y su economía necesariamente presentan particularidades, todos, debido a la caída de los precios responden con recortes en ayudas sociales, aumentos en tarifas a los servicios, mayor flexibilidad laboral, dificultades en la importación necesaria, acompañados de leyes más coercitivas, en conclusión, no tienen salida pacífica, el ejército y la gendarmería son sus “leyes” para imponerse.

Ante estas condiciones, la mal llamada izquierda se presta para colaborar y salir adelante participando mediante concertaciones, diálogos, acuerdos de “Paz”, anteponiendo sus intereses mezquinos y consintiendo o apoyando las desmejoras en las condiciones de trabajo, las reivindicaciones salariales y contractuales, así como las conquistas históricas alcanzadas por los trabajadores. Todo dentro de las relaciones capitalistas podridas.

Es necesario hacer énfasis en un hecho concreto, los gobiernos progresistas son capitalistas, con diferentes motes o fachadas, llamándose impúdicamente revoluciones bolivarianas, ciudadanas, pluriculturales, frente de todos, con objetivos tan espurios o ambiguos como el buen vivir y promoviendo retrocesos en las relaciones de producción, a formaciones precapitalistas, son utópicos y tan modernos como los acuerdos con el FMI y otros buitres para aumentar la deuda y salvar a los acreedores.  

Estas formaciones de producción precapitalistas como el huerto, el anhelo de la propiedad de la tierra para poder producir a pequeña escala, es una involución como eje, no son alternativas para superar la crisis global capitalista porque si bien es cierta esa situación y no se puede saltar, la solución está en planificar la forma de superar lo más pronto posible estas aspiraciones, se manipula al alimentar las falsas expectativas y cambiarlas por otras, como se ha hecho el resultado está allí a la vista de todos, no se ha superado mínimamente la crisis.

Por otra parte, el nacionalismo tiene presencia mientras las masas todavía lo siguen y lo votan, pero hasta una dictadura tiene rasgos nacionalistas, no estamos diciendo que este es su eje, sin embargo esta tiene sus etapas como cualquier otro régimen, y en ese choque real, donde se presenta la diferencia entre los atropellos e imposiciones imperiales y la defensa nacional de estos gobiernos, que más temprano traicionan hasta sus propias promesas y ¡ahí está el detalle!, es ahí donde tenemos que disputar la subordinación de las masas que todavía esperan algo del gobierno y la incapacidad de este para salir del atraso que le imponen los centros de poder del capital.

El capitalismo no tiene arreglo posible, por un gobierno sin explotadores

La crisis de la Izquierda, no puede conducirse a beneficio de imperialismo y la ultraderecha criolla, que es quien dirige la oposición al gobierno. La crisis económica y el dominio mundial del capital, no tienen salida, de allí emergen procesos que conducen inevitablemente más allá de los límites de la propiedad capitalista y del Estado burgués, esto es lo que pone de manifiesto la actualidad de la revolución, como está sucediendo en Chile en este momento.

Viva la revolución chilena

Por la derrota de la contrarrevolución en Bolivia

Derrotemos la agresión del imperialismo y sus lacayos sobre Venezuela

José Capitán


(1) Programa de la IV Internacional

Nota aclaratoria: la foto afiche en el artículo no pertenece a Opción Obrera.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

La Revolución Latinoamericana y Venezuela


La Revolución Latinoamericana y Venezuela      



La Revolución Latinoamericana, es un título, cuyo acontecimiento es muy caro a la izquierda, (Quizá quien mejor lo entiende y toma acciones es el gobierno de Trump) ya volveremos con esto.

Venezuela como nación, es uno de esos países parias del mundo, hace escasos días, aplicando el Tratado de Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) fue prohibida la posibilidad, mas que un derecho para 29 representantes del gobierno, de los más altos cargos, incluso Maduro de pisar tierra en los 15 países que conforman este organismo. Mike Pompeo, el líder del TIAR, comentó que una posible invasión a Venezuela estaba descartada por los riesgos que implicaba, ergo disminuyendo estos riesgos, la posibilidad es probable, los malo no es invadir, sino los riesgos para la piel de los gringos, con qué desparpajo habla este desgraciado personaje y esta es la moneda corriente acerca de Venezuela.

Así como el plan cóndor de los años 70, obvio que no es lo mismo, los gobiernos de fachadas democráticas, pero en el fondo gorilas, conformados en el Grupo de Lima, en nombre de la democracia, atentan contra Venezuela, dirigidos por Mike Pompeo, secretario de estado gringo, ex director de la CIA y por Elliot Abrams, designado  para las acciones contra Venezuela, personaje con un largo historial de encargos, de trabajos sucios y criminales de la mano a gobiernos dictatoriales  en América Latina desde los años 80 del siglo pasado.

Es importante señalar que Venezuela constantemente sufre embargos económicos, agresiones, golpes, e intentos de golpes hace varios años, con el apoyo de los organismos antes nombrados y la Unión Europea, por tanto, es considerada actualmente junto a Yemen, Sudan del Sur y Siria, como los mayores desastres sociales del mundo, estos tres países sufren guerras cruentas, y Venezuela por la gestión combinada de su gobierno y de la crisis global capitalista desatada desde el 2007-2008. La cifras lo demuestran: son muchos más de 2 millones de venezolanos desplazados, emigrando hacia otros países producto de la falta de trabajo, la hambruna y la miseria, la hiperinflación lleva más de dos años activa, el salario mínimo es uno de los mas bajos del mundo, están colapsados el transporte, la electricidad, el combustible, el gas, el acceso a las medicinas, materiales para la construcción el acero y el cemento entre otros, paralizada la industria, el PIB en escasos 5 años ha caído más de un 50%.

Vale destacar el potencial energético que representa Venezuela para el mundo, sus cuantiosos recursos, algunos estratégicamente indispensables para otros países, sobre todo el petróleo, (EEUU todavía lo consume, suministrado a través de los rusos, quienes lo compran al país y lo negocian con los gringos), además tiene gas, productos petroquímicos, oro y otros metales, necesarios y requeridos en otras partes del mundo es la razón fundamental de los constantes ataques.

¿Por qué Venezuela?

Desde 1989, el pueblo venezolano se impuso contra las intenciones del FMI y el gobierno de turno, con un costo de más de 3000 personas asesinadas en la insurrección social del 27 y 28 de febrero de ese año conocido como El Caracazo, 10 años después quedan pulverizados mediante elecciones el régimen adeco copeyano impuesto en 1958, tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. En 1999, se inicia el gobierno populista de Chávez, imponiendo una estructura cívico-militar, el cual derrota varios intentos de sedición, promovidos por el imperialismo, la oligarquía rancia venezolana y un sector militar, lo cual lo obliga a una depuración de las FFAA, resultando como lección un ejército no alineado a los propósitos del pentágono norteamericano.

Por otro lado, se crea una milicia, con muchos defectos, pero entrenada y sin duda popular, ahora subordinada a Maduro y a los altos cargos del ejército, desde el año 2000 se ayuda a Cuba todavía revolucionaria, quien presta asistencia en educación y salud, sobre todo, pero es el otro país agredido permanente por los EEUU, quien aun resiste y se mantiene, también con todas las anomalías el gobierno colabora con la guerrilla colombiana.  Vale destacar también, que Venezuela no participó en la invasión junto a los ejércitos de países latinoamericanos a Haití, mediante la Minustah. Otro elemento de avance histórico fue el desplazamiento de las históricas burocracias sindicales, gansteriles de AD y COPEI, sin embargo, hay que denunciar que el gobierno de Maduro fomenta una nueva burocracia sindical con elementos corporativos, como representantes de los trabajadores y a su vez funcionarios del gobierno, es decir patronos, apoyados en los cuerpos de seguridad represivos, pero todavía no ha derrotado al movimiento de los trabajadores.

La ultraderecha tradicional lleva varios años con intentos de golpe, preparados y financiados por la derecha norteamericana, con acciones fascistas inclusive con la quema de personas vivas, y muchos otros asesinatos, estos personajes son los que más hacen llamados a  la democracia, derechos humanos, libertades democráticas, todo esto sabemos es solo parte de un plan, pero por el otro lado, la llamada izquierda latinoamericana, al intentar ser neutral en este conflicto, demuestra su ceguera para solidarizarse con el país oprimido, agredido y todavía mucho menos para el proyecto de construcción de una organización internacional de los trabajadores, la IV internacional.  

Sobre el nacionalismo:

 “está(mos) obligado(s) a combinar la lucha por las tareas más elementales de la independencia nacional y la democracia burguesa con la lucha socialista contra el imperialismo mundial” tomado del PROGRAMA DE TRANSICIÓN de la IV Internacional.[1]

El nacionalismo no ha muerto, sigue vivo y tiene múltiples formas de expresión, no es una relación biunívoca, sin embargo, pareciera muchas veces que fuera así, y eso confunde, el peronismo es un ejemplo de esta expresión, aunque su etapa progresista se agotó no significa que no siga existiendo el nacionalismo, cabe destacar, las organizaciones, estudiantiles de desocupados o piqueteros, incluso asociaciones gremiales y sindicatos todavía tributan a ese “cadáver insepulto” demuestra que esta consideración es imprecisa, y no ayuda, todo lo contrario, impide superar o agotar esa experiencia, que todavía existe y pesa, no robusta como antes pero viva, esas son las condiciones reales de la lucha de clases, no se puede ser despreciativo y aislarse de esa lucha doméstica, para  derrotar sus limitaciones y que sus bases comprendan nuestras propuestas transicionales.

La tarea central es que las masas sobrepasen al nacionalismo, quitarles su dirección, esa es la principal contradicción, y con esto no estamos diciendo que apartamos la lucha por el socialismo, en la época de decadencia y de crisis capitalista global, esas dos formas de lucha están muy entrelazadas, pero no podemos saltar etapas, a riesgo de aislarnos, por mucho avance que tengamos como organización política de los explotados, no podemos menospreciar al nacionalismo, no es un cadáver, es un error recurrente, nefasto que puede degenerar y ser trágico.

Por otra parte, necesario entender que la revolución es latinoamericana, este escenario si lo tienen claro nuestros enemigos, la contrarrevolución latinoamericana, representada en el Grupo de Lima, como mecanismo ad hoc contra la nación Venezuela, (el eslabón más frágil de la cadena imperialista) en coordinación con la OEA, con la Unión Europea y directamente con el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, representante del gobierno de Trump.

 El imperialismo tiene una estrategia para América Latina, todos sus gobiernos y sus ejércitos no están enfrentados, más bien están subordinados a ellos, en diferentes grados, al pentágono, la CIA, resucitaron al TIAR, Venezuela es la diferencia porque no se encuentra alineada con su política, representa la “piedra de tranca” para realizar su política de conjunto, esta agresión es en común contra Cuba y hasta cierto punto contra Nicaragua.

En  América Latina, la crisis del capital se entremezcla con el fracaso del nacionalismo burgués, con diferentes grados en la totalidad de los países que lo conforman, entonces queda claro que no son sucesos regionales, sino la expresión de la globalización de la crisis capitalista en nuestro subcontinente, ahora bien, EEUU asume su prioridad, porque sufre la principal consecuencia de la crisis, de protegerse a costa de nosotros los países proveedores de materia prima, de allí su ofensiva sistemática, como el ataque mediante aranceles a Brasil y Argentina por el aluminio y el acero.

Opción Obrera y la IV Internacional

Todo análisis político se debe enlazar con la perspectiva de los trabajadores y su vanguardia, a nivel que se encuentre, sino se entiende eso, no se presta servicio al objetivo de construir el partido internacional del proletariado, su sección latinoamericana.

¿Como se construye la IV internacional, esperando que nazca la organización idónea, solo así? De resto no sirve y no se toma en cuenta nuestra lucha, nos referimos no exclusivamente a Opción Obrera. El chavismo, ahora dirigido por Maduro y los suyos, con toda su debilidad, todavía moviliza, lo siguen y lo votan, ¿no tiene vigencia? De ser negativa la respuesta, va contra el devenir dialéctico, es decir ¿de dónde viene?, inclusive dentro del marco latinoamericano, más allá de nuestras fronteras, pregúntenle a Trump. Los que dicen ¡Fuera Maduro! ¿Pretenden con esto derrotar al imperialismo? No se puede ser neutral entre los dos campos burgueses en lucha, el programa nacional debe ser superado por las masas en su lucha, por supuesto la vanguardia proletaria dirigiendo, en la cual nosotros debemos estar, no nos quedemos esperando un milagro.

José Capitán
Eva Lopéz



[1] parágrafo “Los países atrasados y el programa de reivindicaciones transitorias”