CÁRCELES ABARROTADAS DE ARMAMENTOS

Prensa Opción Obrera 21 Junio - Julio - Agosto 2011

CÁRCELES ABARROTADAS DE ARMAMENTOS

Lo sucedido en El Rodeo I y II es una pequeña muestra de cómo están las cárceles en el país. Basta con meterse en internet, en la página youtube, buscar cárceles de Venezuela; y allí se podrá comprobar que en todas las prisiones del país los reclusos poseen desde chopos de fabricación artesanal hasta armamentos de guerra como son las granadas, las ametralladoras y fusiles; aparte de contar con una logística impresionante de municiones. El verdadero problema no es que los presos están armados hasta las metras, sino que existen mafias de funcionarios, custodios y guardias nacionales que están amasando fortuna permitiendo o vendiéndole armamentos y drogas a los presos. El verdadero problema es cómo desarticular esas mafias. Esto demuestra lo corrompidas y podridas que están las instituciones del Estado que administran justicia. Aquí se evidencia claramente que los mismos que se encargan de detener a una persona que supuestamente[1] cometió un delito, resultan ser peores delincuentes. Se dice que las cárceles están abarrotadas, lo que demuestra que esta sociedad y su sistema judicial están fracasados y colapsados para dar audiencia, abrir los juicios y dictar sentencia para que esto no suceda.

Las cárceles están repletas de gente pobre que no tiene dinero para pagarle a un abogado, ni para comprar a un juez que los ponga en libertad, esa es la cruda realidad pues para nadie es un secreto que los ricos compran la justicia y no pagan condena. Otro elemento es que las cárceles no están hechas bajo la concepción de reinsertar a la sociedad aquellas personas que cometen un delito, el que tenga el infortunio de entrar en una de ellas (sí es que logra salir vivo), sale peor ya que no existen programas para desintoxicar a los que tienen problemas con drogas, no existen tratamientos psicológicos, ni talleres artesanales, cursos de siembra y cultivos, un buen sitio para el descanso, y lo más cruel, la comida es una porquería.

La sociedad capitalista y su crisis mundial de sobreproducción de bienes de consumo bombardea constantemente a los jóvenes a través de los medios de comunicación que promueven la violencia y exaltan valores o patrones de consumo  donde los televisores de plasma, los zapatos, las camisas y las tiendas de marca, los celulares, las cámaras digitales, los frenillos (brackets) y los tragos exquisitos,  estimulando así a los jóvenes, que en su mayoría son pobres, hasta a robar para obtener aunque sea una imitación de todo esto que promocionan los medios antes mencionados. Mientras la derecha ante esto sólo se queja como un problema de delincuencia, el gobierno bolivariano hace mutis del tema social de conjunto que es la sociedad capitalista en que estamos que es la que lo genera. Como colofón, la presencia de la niñez abandonada se nutre con los jueces, los administradores, los policías, guardias nacionales y los custodios de las prisiones, corruptos todos.

Cuando los padres y las instituciones tengan las condiciones y protejan a nuestros hijos, que haya posibilidad, tras 8 horas o menos de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de recreación, se le podrá dar cariño, respeto, amor y comprensión a nuestros jóvenes y acabaremos el problema de la delincuencia. En fin, los funcionarios públicos corruptos y los poderosos empresarios corruptores deciden en esta sociedad porque el dinero lo compra casi todo y ellos lo tienen. Sólo en una sociedad socialista, la cual debemos impulsar a través de un gobierno de los trabajadores, se puede diseñar un sistema carcelario apto para seres humanos y darles tratamientos para reinsertarlos a la sociedad. Es de esta forma como estaremos acabando con la delincuencia.

Héctor Parra desde Puerto La Cruz

[1] El 80% de los presos están esperando el proceso que determinará si es culpable o no, generalmente en esto pasan años y también puede sucede que el veredicto indica que son inocentes.