Prensa Opción Obrera 21 Junio - Julio - Agosto 2011
Contra la Especulación y el Acaparamiento
En la actualidad, productos de primera necesidad tales como: la leche en polvo, el aceite, la margarina, el papel sanitario, la harina de trigo, el azúcar; se encuentran desaparecidos de los estantes de las grandes cadenas de auto mercados tanto del sector privado (central madeirense, makro, unicasa, líder, en las distribuidoras pertenecientes a chinos, árabes y portugueses entre otros) como en el sector publico (mercal, pedeval y bicentenario); y cuando los hay tenemos que someternos a colas maratónicas para poder adquirirlos y en muchos de los casos, un número considerable de personas se quedan sin poder obtener dichos artículos. Sin embargo, vemos con mucha “naturalidad” como trabajadores de la economía informal colocan a la venta tales los productos que se encuentran total o parcialmente desaparecidos pero con un sobre precio del doble o el triple de su costo normal.
¿Los distribuidores y mayoristas no; los buhoneros sí?
La respuesta a la pregunta ¿Por qué en las grandes cadenas de auto mercados públicos y privados y los distribuidores y mayoristas se encuentran los productos mencionados, total o parcialmente desaparecidos? Reside en el modus operandi de estas mafias que consiste en algo sencillo: muchos de estos mayoristas y distribuidores no colocan estos productos al público en los expendios mencionados sino que, para sacarle una ganancia exorbitante, prefieren vendérselos a los buhoneros quienes les sacan el costo de ese sobreprecio aparte de su jugosa ganancia, y los pendejos que tenemos la necesidad de adquirir el producto somos los que pagamos las consecuencias. Está sobreentendido que la mayoría de las personas que se dedican al trabajo informal, y específicamente se dedican al expendio de alimentos, son aquellas que el actual modelo capitalista por su crisis les niega el derecho a tener un empleo digno con un salario justo. Lo que no se justifica es que se pongan del lado de los que monopolizan los artículos de primera necesidad y perjudiquen a la gente de su propia condición social. No podemos permitir que se consoliden mafias que atentan contra la alimentación del pueblo, menos a nivel de los trabajadores informales que inclusive explotan a otros compañeros estableciendo redes que a ese nivel de la venta de productos trafican con las necesidades de nosotros.
Ni el Indecu, ni la nueva ley de costo y precio justo
Las cosas suceden bajo la mirada cómplice de los funcionarios del Indecu y nada se resuelve porque para nadie es un secreto que ellos también reciben su pedazo de la torta. Ninguna de estas dos instituciones, ni cualquiera otra que se forme desde arriba, podrán parar los abusos y atropellos que se vienen cometiendo contra los consumidores, sólo las comunidades organizadas con los trabajadores y los estudiantes sabrán hacer justicia. ¿Para qué confiar entonces en estas instituciones? Desde Opción Obrera hacemos un llamado a las comunidades para desde ya se organicen y se comience por controlar de manera rigurosa a todos aquellos mayoristas y distribuidores que atentan contra el derecho a adquirir los alimentos al precio sugerido y decomisar todas las mercancías que tengan sobreprecio y recuperarlas para las comunidades para así sancionar efectivamente a los acaparadores y especuladores por atentar contra el derecho a la alimentación de la colectividad.
LA ESPECULACIÓN Y EL ACAPARAMIENTO SE ACABAN CON LA DECIDIDA ORGANIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES ASUMIENDO ESTAS EL CONTROL QUE NO EJERCEN LAS INSTITUCIONES DEL ESTADO.
DEJEMOS DE EXIGIR QUE ESTOS MAULAS NOS GOBIERNEN. PLANTEÉMONOS YA LAS COMUNIDADES EL GOBERNAR.
domingo, 28 de agosto de 2011
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