Escasez, desabastecimiento, responsables y víctimas
La grave situación por la cual está atravesando el país respecto a los alimentos es el reflejo irrefutable del fracaso del “modelo” de producción capitalista y más grave (peor aun) cuando no hemos dejado de ser un país monoproductor.
Primero que nada debemos empezar por decir que nuestro modelo productivo es netamente capitalista, aunque el gobierno pregone que es socialista. Es indispensable tener claro esto para poder abordar la situación y responder con una propuesta. Dentro del mismo orden de ideas, debemos decir que el gobierno es el principal responsable del desabastecimiento, no el único y también del acaparamiento. Ambas palabras, con su diferencia de significado, no explican la realidad que padecemos, de no encontrar muchos productos que consumimos los venezolanos.
En el 2002, vivimos una amarga experiencia, sufrimos el lock out empresarial y un sabotaje petrolero. Esto dejo la evidencia de lo frágil que somos cuando se nos ataca por la vía de los alimentos, agravado por ser un país que cada vez menos produce lo que consumimos. Esa experiencia no fue lo suficiente al gobierno para tomar previsiones necesarias y elaborar un plan nacional de siembra e impulso de la producción insuficiente, para garantizar al pueblo una autentica soberanía alimentaria. Al tener petrodólares para tirar para arriba, lo que se hizo fue dilapidarlos e incrementar la importación y acelerar la dependencia de los alimentos de otros países. Se crearon corporaciones y redes de distribución, nada de producción con miles de millones de bolívares entregados a acólitos para seguir el festín y olvidarse de la seguridad alimentaria.
Otro caso fue el de las empresas expropiadas, las cuales ni con la mejor gerencia llegan al 50% de su capacidad, sobre todo dirigidas por militares incapaces para hacerlas funcionar, al margen de llenarse sus bolsillos.
Esta guerra económica estaba anunciada desde el 2002
El gobierno que sea, de derecha o populista, cuando a los intereses de la burguesía nacional y a la imperialista no les conviene, una de sus tácticas para desecharlo es por la vía de los alimentos. Esto no significa exceptuar de su responsabilidad al gobierno nacional, todo lo contrario, para criticarlo severamente. Luego del 2002, de otras experiencias como la chilena o el largo bloqueo a Cuba, nada se hizo para evitar adonde hemos llegado.
A la burguesía nacional solo le importan sus intereses
A estos empresarios y comerciantes no nos cabe la menor duda, les interesa son sus grotescas ganancias y su apoyo al gobierno si se los garantiza. Esto con respecto a los alimentos, a los medicamentos, a las colas kilométricas para obtenerlos.
El apoyo del bachaqueo
Ante la escasez, ante la miseria producida por el gobierno y los sectores privados, se añade el ventajismo o el aprovechamiento de minorías afectadas, cómplices de la situación que generaron las mafias de la distribución. Esta novedosa y particular forma de especular, por quienes sean, tienen y comparten la degeneración con los encargados por el gobierno de controlar y fiscalizar, en particular de guardias nacionales, policías, inspectores de transito. En las redes privadas de abastecimiento fomentan y se aprovechan del desorden, anarquía y mala planificación.
Propuestas de Opción Obrera
El derecho del pueblo a alimentarse es legítimo, es utilizando un término religioso, sagrado y con ese fin hay que garantizarlo, conquistarlo. En consecuencia no debe estar en manos privadas ni de la burocracia gubernamental.
Los trabajadores y el pueblo organizadamente debes ser controladores y planificadores políticos del objetivo principal: La soberanía alimentaria. Para ello es indispensable el control total y absoluto de los medios de producción. Comencemos a debatir en cada línea de producción, en toda la fábrica, en la distribución, pero también en los barrios, en cualquier sector popular.
Hay que incrementar la producción y abrir nuevos puestos de trabajo en el agro, la ganadería y la pesca, Exigir desde cada sitio de estos, la inversión necesaria para estos menesteres como prioridad, no la importación. La financiación tiene que venir de la banca nacionalizada y con control de los trabajadores para garantizar esto como prioritario y del control de comercio exterior nacionalizado para importar los insumos necesarios para la producción.
E. Barrios Puerto La Cruz
martes, 26 de mayo de 2015
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