Editorial Venezuela

Editorial

Venezuela:
Hiperinflación, intereses y deudas para arriba, reservas internacionales a la baja, recesión económica

El gobierno venezolano raspa la olla ¿y luego?

El Gobierno venezolano recurre a las reservas para cumplir con sus compromisos de deuda externa y financiar las importaciones. En abril Venezuela redujo en 380 millones de dólares su posición en derechos especiales de giro (DEG), parte de los ahorros que mantenía en el Fondo Monetario Internacional (FMI) para aumentar la liquidez de sus reservas internacionales, que cayeron este mes a 17.875 millones de dólares, su nivel más bajo desde septiembre del 2003, debido a la caída de los precios del petróleo, su único sustento. Hace unas semanas, el BCV realizó un "swap" de una parte del oro que mantiene en sus reservas para obtener unos 1.000 millones de dólares en efectivo. En enero negocio con Republica Dominicana su deuda con Venezuela, contraída por el suministro de petróleo durante 7 años, mediante Petrocaribe, como resultado acordó un descuento por el 52%, y recibir como pago, 1.933,2 millones de dólares, con una quita de 2.093,8 millones de dólares. Por si fuera poco, el BCV no halla como maquillar sus resultados y no presenta sus números, que sin duda en este primer cuatrimestre debe arrojar una inflación de mucho mas del 50%.

Las banca no tiene por qué quejarse

Un crecimiento de 71,77% registró en utilidades el Sistema Financiero Nacional, en los primeros cuatro meses del año, en comparación con el mismo período de 2014. En abril de este año, los activos de la banca sumaron Bs 2,924 billones, el 68,04% adicional a lo alcanzado hasta ese mismo mes del 2014. La Cartera de créditos (Hipotecarios, Agricola, Turismo, microcréditos, manufactura) creció 89,01% con respecto al año pasado.

La crisis económica no pisa fondo. ¿Cómo se recuperara el país?

La incertidumbre para los acreedores respecto a Venezuela es el 2016, este año es probable que se incurra en Default, pero, luego de raspar la olla ¿que nos queda?

La disyuntiva ante la bancarrota, ya no se puede cubrir por la renta petrolera, ni con arengas discursivas o el vocerío destemplado. No es patria o nada, los obreros no tenemos patria, en realidad es una patria burguesa o es un estado obrero. La patria no está construida en el aire sino sobre su economía que responde a una política, y a una determinada relaciones de producción. Estas relaciones se expresan mediante las empresas transnacionales manufactureras, radicadas aquí hace mas de 50 años y que no han cambiado de ser meros ensambladoras, las que explotan el petróleo, que funcionan como inversoras y socias en el subsuelo desde la faja hasta el occidente del país, y debajo del lecho marino desde el Golfo de Venezuela hasta el Golfo de Paria, con acuerdos y empréstitos con empresas Chinas, rusas, bielorusas, árabes e iranies y por último en las llamadas empresas nacionales como la Polar y los Cisneros, unidas por muchos lazos con capitales extranjeros, todo esto junto a capitales financieros, especulativos y fondos buitres.

Los dos campos gobierno y oposición de derecha expresan intereses nacionales e internacionales ligados a la producción capitalista, por lo que son opresores, y no aliados de los trabajadores.

El agotamiento del gobierno (que está llevando una política de regulación en contra de la clase trabajadora), y el intento de diversos sectores ligados a los empresarios para sustituir a este gobierno, parlamento mediante por ahora, anuncia el comienzo de una importante crisis del sistema político.

Los trabajadores y la izquierda deben defender su independencia política frente a las teorías del "golpe de estado inminente" o el "mal menor".

Los trabajadores, sus sindicatos y sus agrupaciones luchadoras, necesitan, más que nunca, organizarse, mantener su independencia política y prepararse para futuras crisis, que se desarrollan con grandes avances. La independencia de las organizaciones de trabajadores frente a las diferentes fracciones en pugna, son el primer paso para su ulterior desarrollo, que no sería otro que un partido de los trabajadores.

Ante la quiebra económica, ¿a quienes vamos a rescatar? al país que todavía es capitalista. La única salida hacia adelante es hacia el socialismo, que solo se forja con un gobierno obrero.

La solución tendría que ser una salida como República Socialista de Venezuela