Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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domingo, 30 de mayo de 2021

Colombia y Venezuela La unidad de los opuestos

 

Colombia y Venezuela. 

La unidad de los opuestos



El imperialismo se juega a dos bandas sus perspectivas con los gobiernos respectivos de esta región Duque y Maduro, ambos son estratégicos para su dominio sobre toda América latina, uno es su principal pilar y el otro es –con la excepción de Cuba- su mayor impedimento para tales fines.

Es muy grave la situación particular de cada uno de estos países, las relaciones entre ellos, (incluido el conflicto armado en la frontera, en el margen norte del rio Arauca), sus vasos comunicantes con el resto de América Latina y por último la relación de supremacía de EEUU con todos ellos, todo esto es decisivo para el futuro próximo, es un problema vital. Esto significa que es esencial para la hegemonía financiera y política sobre todos estos países, por parte del país del norte, que inclusive va más allá, se cuela en la lucha comercial entre EEUU y China, que profundiza la crisis del mercado mundial capitalista y su salida mediante conflictos armados y guerras.

En América Latina, la clase obrera es una sola, sometida a una economía mundial, por supuesto tiene especificidades de acuerdo a cómo encara el nacionalismo cada país, sus burguesías y los trabajadores en sus forcejeos y sus pleitesías sobre la dominación del capital financiero mundial norteamericano, europeo y japones.

Un caso muy especial es el tema de la energía primaria, la que mueve al mundo, recientemente EEUU dio muestras de su vulnerabilidad, con el hackeo al oleoducto Colonial, la red de suministro de gasolina y diesel para la costa este o atlántica de ese país, unas líneas de tuberías, desde Houston de 13.000 km de longitud, ellos mismos estimaban que el desastre causado, sería normalizado para la gasolina en 2 semanas y para el diesel, en 3 semanas.

En la actualidad, Colombia y Guyana son proveedores de petróleo para ese país y Venezuela potencialmente pudiera darle casi todo el que necesita importar, de paso sus refinerías de Texas, estaban adecuadas para refinar el tipo de petróleo que desde Venezuela se les enviaba tradicionalmente, el del fracking no es el adecuado para estos patrones de refinación. 

Por otra parte, Colombia es hasta hoy el mayor aliado político y militar de los EEUU, en América, inclusive su ejército es entrenado y asesorado por expertos gringos e israelíes, no por casualidad también es el mayor productor de cocaína del mundo y representa su mayor ingreso económico. 

Ahora bien, producto de su crisis económica, para Duque era crucial alcanzar un ingreso adicional de aproximadamente 5.600 millardos de dólares para evitar un mayor desplome de su economía, por supuesto con el consentimiento del FMI, y con este fin se recurrió a una reforma tributaria en medio de la pandemia para sacarle al pueblo colombiano esos pesos tan necesitados y urgentes. La respuesta, inmediata del pueblo colombiano que logró derrotar este intento fueron las movilizaciones más bastas que se hayan dado en la historia de Colombia que no cesan, continúa la lucha ante tantos asesinados, violaciones, desaparecidos y torturados, haciendo tambalear la permanencia de Duque y el uribismo en la presidencia.

En Venezuela, la izquierda mundial e inclusive la trotskista se sorprende por la falta de movilización del pueblo venezolano, ante la mayor crisis económica de América, de las peores en el mundo, pero por lo mismo, se neutraliza, enmudece y no atisba nada mientras todos los gobiernos recurren al coco, del supuesto socialismo venezolano para asustar a sus trabajadores y al pueblo en general, incluido Trump que todavía está vivo y se mueve. Aunque lo más grave, son las permanentes agresiones criminales económicas, políticas y militares al arruinado país.

En Venezuela no se dan movilizaciones, porque ya se dieron y esto no es una justificación sino una constatación. Se dieron las mayores movilizaciones, las más profundas políticamente, esto tampoco significa que eran marxistas, sino chavistas, prestadas al nacionalismo, al populismo de este régimen bonapartista y conformaban la vanguardia para todo el continente e inclusive más allá. Por supuesto, por sus limitaciones, por sus taras, tenían que fracasar, aunque por un buen tiempo, arropó a la izquierda incluida la trotskysta, a la cual se la engulló y luego la vomitó. Ahora todas esas mismas pasiones son furiosamente antichavistas, hacen acordar la disyuntiva Braden o Perón o mejor la Rosca o Villarroel, respectivamente en Argentina y Bolivia, apenas terminada la 2da guerra mundial, las cuales expresaron la disyuntiva entre esas dos vías -el imperialismo y el nacionalismo- ante la ausencia de una política concreta para masas y en especial para los trabajadores, que ahora se repite, estrepitosamente. Las recetas de cocina, se quedan obsoletas si hay nuevos o desconocidos condimentos.

Es necesario en nombre de la IV Internacional, expresar una salida, un camino para las masas que luchan y se atascan ante el nacionalismo como la única salida real que se presenta, mayormente quienes se atribuyen una intención de refundar la IV Internacional, solo se quedan en el estribillo inicial y ni siquiera disputan, un palmo, de la lucha de las masas al nacionalismo burgués de estos países, se quedan atrás, recitando programas caducos, están por debajo de los roces reales que se dan, entre el país colonial y  su dominador.

Es lamentable observar, lo hemos dicho infinidad de veces, la agudeza de quienes tienen intereses dominantes sobre cada país, en este caso sobre Colombia y Venezuela en tanto actúan real, concretamente y la ausencia por parte de la clase obrera a una respuesta integral y latinoamericana ante esas acciones

En Colombia se lleva a cabo una profunda y vasta movilización contra el gobierno de Duque, el mayor aliado de la política de los EEUU hacia este continente y al lado, en Venezuela sin movilizaciones prácticamente, se lleva a cabo el ataque despiadado por parte de EEUU y sus aliados, en contra del único país (con la excepción honrosa de Cuba, desde 1959) bajo el gobierno de Maduro, con una política ajena o autónoma respecto a los planes de los EEUU

La disputa entre los dos gobiernos, se expresan estratégicamente ante su papel respecto a EEUU, uno por ser el mejor acólito de EEUU, el entrenamiento militar contra la “subversión” hace años se desplazó desde Panamá a Colombia (Base militar Tolemaida), y el otro por ser díscolo, desde Obama se declaró a Venezuela como una amenaza para EEUU.

Sobre la región septentrional de América del Sur, es necesario infundir un llamado a todos los trabajadores de América, proponiendo un paso real y concreto a los trabajadores de Colombia y Venezuela, con el fin de ir construyendo una alternativa, la única alternativa, un Gobierno de los Trabajadores, no podemos dejar  sin propuesta alguna a la actual coyuntura, como por ejemplo, la situación actual en Perú, Castillo o  Fujimore, o hace poco fue Arauz, Pérez o Laso en Ecuador,  Arce o Mesa en Bolivia, en Chile Piñera o las nuevas vanguardias sin partido, en Brasil Lula de nuevo ante el fracaso de Bolsonaro, asimismo adolecemos de difundir nuestro llamado sobre el resto de los países, Paraguay, las Guayanas, en Centro América, en Méjico y en el Caribe.

No puede haber partidos exclusivamente nacionales -nacional trotskismo-, la respuesta es cuartainternacionalista, construyendo desde el inicio, paso a paso, el partido mundial de la revolución.

Fuera los cuerpos militares de EEUU en Colombia

Abajo el gobierno uribista de Duque, la represión del paramilitarismo y del ejército sobre el pueblo colombiano

Fuera la injerencia de EEUU y de la Unión Europea en Venezuela, no a las sanciones económicas en contra de Venezuela

Por un gobierno de los trabajadores en Colombia y en Venezuela

Por la unidad Socialista de América Latina y el Caribe

Oswaldo Ramírez

Opción Obrera Venezuela

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