Prensa Opción Obrera 27 Enero - Febrero 2014
SOBRE LA
VISITA DE LA MISIÓN DE LA OIT EN VENEZUELA EN ENERO DE 2014
La OIT creada en 1919, más antigua que
la ONU, es un organismo internacional tripartito cuya función sobre los países que
la suscriben es recomendar sobre las relaciones del trabajo para evitar
conflictos y salvaguardar la explotación en “sana paz”.
Desde 1917 la ley que regía al trabajo
en Venezuela era la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos, la cual se
sustituyó con la Ley del Trabajo emitida en 1928, entre otros detalles con la cooperación
de un delegado de la OIT. El reglamento de esa ley, casi exclusivamente
relacionada con los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales, no
llegó a sancionarse y para su cumplimiento se encomendó al Ministerio de Policía
(Relaciones Interiores); también, no por casualidad, en esos años fueron
acontecimientos, entre otros, la creación de la Federación Obrera de Venezuela
fomentada por la dictadura y cuya representación asistió a las reuniones de la
OIT.
Ahora en enero tuvimos una visita de
una comisión de la OIT, solicitada en principio por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de
Venezuela, FEDECAMARAS, máximo organismo empresarial, debido según ellos a
incumplimientos por parte del gobierno a esas instancias, sin embargo, la alianza sindical “Unidad de Acción” representada
por
4 centrales sindicales independientes del gobierno, UNETE, CTV, CODESA,
CGT, y varias corrientes sindicales donde participó la FLEC, lograron
concertar una reunión con la misión de la OIT que se realizó el miércoles 29 de
Enero para aprovechar el momento y
denunciar la situación del movimiento obrero venezolano con base a las
violaciones a la libertad sindical, la contratación colectiva, el derecho a
huelga y la criminalización de la protesta obrera.
En esa reunión fue presentado un
pliego con serias denuncias de incumplimientos por parte del gobierno de seis
convenios suscritos por Venezuela: la libertad sindical (Convenio 87),
contratación colectiva (Convenio 98), discriminación política (Convenio 111),
tripartismo y diálogo social (Convenio 114), contratación colectiva de los
empleados públicos (Convenio 154) y seguridad y salud de los trabajadores
(Convenio 155). Dicho pliego, sin embargo, aún no ha sido hecho público al seno
de las bases de los trabajadores luego de entregado a los representantes de la
OIT.
Del mismo modo
fueron expuestos varios razonamientos respectivos por cada central y 31
presentaciones testimoniales de casos bien diversos y demostrativos de la
arremetida patronal desde el gobierno y el sector privado en contra de gremios
y trabajadores. Estaban representaciones de toda Venezuela, Guayana, Oriente,
Caracas, Región Central, Zulia y Los Andes, y áreas como petróleo, azúcar,
cemento, fábricas recuperadas, aluminio, hierro, acero, electricidad, alimentos,
los casos de SOUTO y CIVETCHI, asociaciones de médicos, jubilados, empleados
públicos, instituciones como la Asamblea Nacional, la Alcaldía de Libertador en
Caracas, Instituto de Canalizaciones del Zulia, trabajadores de la salud,
docentes y empleados universitarios, entre otros. Como resultado de las 31 denuncias testimoniales no se puede menos que concluir que el
gobierno es enemigo de los trabajadores.
¿Qué se puede esperar de la OIT?
Lo importante es no generar falsas expectativas, pero parece que sucede
todo lo contrario. Las declaraciones, recogidas por diferentes voceros de los
participantes de la reunión, cifran sus esperanzas en que la misión de la OIT elabore
un informe que sea llevado al Consejo de Administración en la 103ª asamblea
del organismo, en Ginebra, y que allí se decida la instalación de una comisión
permanente en el país.
Hay que reconocer que es un avance el que se haya dado una unidad de
distintos sectores de trabajadores y federaciones sindicales, aunque fuese en
base a la visita de la OIT. Nunca, ni en el siglo pasado ni en el actual, se
había dado una reunión unitaria de esas centrales sindicales y ahora se formalizó
la alianza “Unidad de Acción”, pero en función a la comisión de la OIT y sus
esperanzas en sus respuestas. También se están realizando reuniones de esta
unidad de acción con los empresarios organizados en FEDECAMARAS, y se hace el
llamado al dialogo y a las reuniones tripartitas incluyendo al gobierno.
La salida no presupone motivar a las bases de los trabajadores por su
independencia política como clase aunque manifieste “cierta” autonomía frente
al gobierno bolivariano. Los acuerdos “unitarios” así alcanzados representan el
deseo de las centrales sindicales en conseguir una salida “concertada” en el
marco de la conciliación de clases que fuerce al gobierno a sentarse a una mesa
tripartita bajo la exigencia de un cuerpo supra-nacional como es la OIT.
La independencia política de la clase obrera venezolana para avanzar a
través de la UNETE debe medir al detalle ese esquema “concertado” para no
postrar sus bases a la espera de lo que decida la OIT y por el contrario ganar a
las de las otras centrales sindicales hacia una salida de los trabajadores que
frene definitivamente la arremetida anti-obrera de los patronos y la
regimentación laboral desde el gobierno y las instituciones del Estado en su
apoyo.
El diálogo, para nosotros los explotados, no se pide, se impone para que
nos reconozcan, y eso porque nos podemos hacer valer con nuestros métodos como
clase. Esperar que con el diálogo, implícitamente por sus argumentos o deseos
conciliadores, logremos enderezar las desviaciones laborales existentes es
vivir en las nubes y fomenta ilusiones en la paz laboral en pleno momento
histórico donde el capital en nuestro país está signado por la crisis que carga
sus costos sobre los hombros de la clase trabajadora.
Reconocernos por lo que valemos y llegar a acuerdos con el explotador privado
o público es arrancarles las concesiones con la lucha.
¿Cómo
avanzar?
Para Opción Obrera
el alcance nacional, e inclusive el alcance mas allá de nuestras fronteras,
provendrá de la forma como nos hagamos sentir, organizándonos, movilizándonos y
luchando con nuestras propias herramientas donde la ocupación de las fábricas,
el paro o la huelga, el control obrero auténtico sobre la producción y los registros
contables de la gestión administrativa, serán los medios para alcanzar nuestros
requerimientos tanto locales, regionales como nacionales.
Opción Obrera
plantea que la Unidad de Acción contemple la lucha por los siguientes puntos:
- Por
la libertad sindical sin injerencia del CNE y del RNOS.
- No
a la criminalización de la protesta laboral y por la derogación de todas las
leyes anti-obreras.
- Por
la defensa y el derecho irrestricto a huelga.
- Por
la contratación colectiva y el reconocimiento salarial por todo el tiempo de
retraso que alarguen sus discusiones.
- Contra
toda regimentación gubernamental basada en normativas laborales que sean
impuestas y a la vez cercenen derechos alcanzados por la contratación colectiva.
- Por
un salario mínimo igual a la cesta básica familiar de 5 personas y su
indexación mensual para contrarrestar los efectos de la inflación y la
devaluación; por un aumento general de sueldos y salarios.
- Por
el fin de la tercerización y/o el trabajo eventual, y de ser éste temporal con
iguales condiciones a los que tienen los trabajadores fijos.
Opción
Obrera
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