Por un presupuesto que peche a los grandes
capitalistas.
Por la eliminación del IVA, por la exoneración del
impuesto al salario
Los empresarios y los comerciantes pagan impuestos muy bajos y siempre
trasladan sus costos, dizque para no perder, a los consumidores. Mientras, nosotros los
consumidores, además de tener salarios miserables, ¿a quién le trasladamos
nuestros costos?
En Venezuela
otra prueba que la lucha por el poder entre chavistas y escuálidos es a espaldas
del país es el show mostrado en la polémica sobre la aprobación del presupuesto
del 2017.
Si antes, el
presupuesto del país transfería el dinero por la venta de petróleo a la burguesía extranjera y nacional Ahora, el presupuesto nacional transferirá vía
impuestos, el dinero producido por un trabajador, su salario, a la burguesía
Por la vía de aprobación, a través de la Asamblea Nacional o de la
sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, tomaron partida tirios y troyanos sin decir una
coma sobre el contenido del presupuesto. Respecto a los ingresos y a los
egresos, nada, sólo la forma, nada del contenido. De cómo se distribuirá el
dinero de la nación para todo el año primero es someterlo a la discusión entre
ellos pero nada se dice de donde provendrá y en qué cantidades. Su proyecto
debe pasar, pero los trabajadores, quienes son los que producen esos ingresos,
nada que ver, para eso tienen las leyes laborales y si no se adaptan tienen al
SEBIN, la ley de “abastecimiento seguro” y la de “soberanía alimentaria”,
la fiscalía, en fin, la criminalización
de la protesta obrera y social.
No puede ser que
sólo la AN o el TSJ deban conocerlo, el llamado por Chávez el “soberano”
es el soberano burlado. Si bien vía Asamblea Nacional sería devuelto, negado o
rechazado, de la otra sería absolutamente aprobado sin objeciones, pero a la
luz pública no hay nada, no se presentó para quienes somos la mayoría, los
trabajadores.
Ahora se asoman
elementos como que el ingreso por la venta de petróleo aportará un 3% y la
recaudación de impuestos será cerca del 80% y lo demás será endeudamiento. Es evidente
que el ingreso petrolero, de alguna forma será desviado para que no ingrese en
el presupuesto y se utilice para cumplir con los compromisos de las deudas a
vencerse, puede ser con una figura bastante utilizada como los gastos extraordinarios.
Este gobierno
hizo algo nunca visto en la historia contemporánea petrolera. Visto el fracaso
de la economía producto de la merma estrepitosa del ingreso por la renta
petrolera, ahora será del bolsillo de los trabajadores, de su trabajo que saldrá
el presupuesto nacional.
En Venezuela,
desde Vielma Mora en adelante, se aumentó pechar el salario a través del SENIAT,
ahora será la panacea. Aparte del retrogrado impuesto al consumo, el IVA, el ISLR incidirá cada vez más sobre el bolsillo del trabajador, y el próximo
año, con un salario un poco más por encima del mínimo, pasará por encima de la
exención y habrá que declarar y pagar su cuota, salario que a pesar de todo
está lejísimo en alcanzar para cubrir la cesta
básica familiar, mientras al capital privado lo siguen privilegiando con
subsidios, exoneraciones y escandalosa liberación de precios.
El año que viene
se estima el mayor traspaso al tesoro de la nación por ingresos provenientes de
los bolsillos de los trabajadores, no del petróleo, es decir, el mayor y más
descarado robo público. A eso no se opone la oposición.
Cómo reactivar la producción
Para poder
desarrollar la industria nacional es necesario nacionalizar el comercio
exterior y la banca bajo el control de los trabajadores, y direccionar ambos en
razón de los intereses del país que son sus intereses y los que con ellos
conviven en comunidad, no los del puñado de comerciantes, empresarios y
banqueros. También se debe suspender de inmediato el pago de la deuda externa e
interna (aquella con la que hace pingües negocios la banca al ser prestamista
usurero del Estado). Si pagándola estamos en la miseria, con nuestros recursos
dirigidos a nuestras necesidades y no al pago de la deuda, podremos avanzar con
nuestra producción.
Por un aumento
del impuesto a las ganancias, a mayor ganancia mayor recaudación en el impuesto.
Por un aumento
general de salarios igual a la inflación de un año y un salario mínimo que
alcance para adquirir el valor de la cesta básica familiar. Por la escala móvil
de salarios de acuerdo al índice del
costo de la vida.
José Capitán
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