Con el chavismo y la oposición de derecha Venezuela seguirá igual
El único sujeto político para trascender el binomio PSUV-MUD, son los trabajadores para construir un nuevo país. El país se hunde con los gobiernos del chavismo y de la MUD, atarnos a cualquiera de ellos es hundirnos con ellos.
La situación del país es un cuadro trágico sobre la vida de los venezolanos.
Por un lado está la escasez de alimentos, de medicinas, de productos para la higiene personal, accesorios para la vivienda, de utensilios necesarios para la vida diaria, ferretería, vestido o electricidad, papelería, repuestos de autos.
Por el otro, se agudizan en estos últimos días, las demostraciones de fuerza y enfrentamientos entre chavistas y escuálidos, donde indudablemente para los de “arriba” es una lucha por el poder, no por salir de la ruina económica en que está sumido el país, y para los de abajo, es servir de carne de cañón en estas trifulcas.
El argumento de que lo primero es salir del contrario para poder iniciar o afrontar los problemas del país, no exime sino demuestra que es el poder como ambición a costa de los problemas y no llegar a él con base a un plan o programa que diagnostique la situación y proponga respuestas.
De hecho, ambos contendientes no se diferencian en cómo salir de los problemas del país, las recetas que aplica el gobierno o propone aplicar la oposición de derecha son las mismas, las cuales sólo varían en el ritmo de aplicación.
Para superar esto, el gobierno va de fracaso en fracaso y la derecha no propone algo mejor. Las medidas económicas para salir de la crisis, a costa de los trabajadores y del pueblo, son devaluación de la moneda, mayor apertura económica al capital desde las compañías extrajeras hasta los pequeños comercios de los chinos, nuevas privatizaciones, bajos salarios, violación a la convención colectiva y violación de las condiciones de trabajo, alta inflación y lo peor, recesión económica. No se produce, el petróleo, que es de lo que vive el país, tiene 10 meses en caída de su producción.
Las diversas organizaciones representadas en la MUD se radicalizan ante la intransigencia del gobierno al impedir una salida democrática electoral vía revocatorio y/o vía elecciones de gobernadores.
La lucha fratricida, cada uno a su manera, en nombre de la constitución, en realidad es una lucha a muerte por el poder y ponen, como teatro, las violaciones que le han hecho, lo cual ha sido siempre. Cumplen con los artículos que les convienen, pero cuando benefician a los trabajadores, burlan las pocas leyes que los protegen, desde la Constitución en su parte sobre la protección del trabajo y la vida, hasta las leyes judiciales, criminalizando la protesta laboral y social, y atentando contra la salud, la educación, el transporte, la vivienda, la alimentación, el vestido, la seguridad y hasta al ambiente.
En cuanto a la protección al trabajo, la Constitución, la LOTTT, y la LOPCYMAT son letra muerta.
Una respuesta independiente a las dos propuestas capitalistas, la puede dar la clase trabajadora a través de una Asamblea Constituyente soberana con plenos poderes para determinar las relaciones sociales y económicas.
Es sustituir a las FANB por milicias populares autónomas, y las castas que dominan el Poder Judicial, por tribunales populares seleccionados entre la comunidad y elegido por la misma comunidad y con posibilidad de ser revocados por ella.
Ante una desenlace por la vía de facto
Si se alarga la situación y sigue agudizándose como se está viendo, es muy probable un golpe preventivo para evitar un estallido social, o de iniciarse éste, se dé un golpe para contrarrestarlo. Las FANB como institución no son un adorno.
Estamos en contra del golpe, venga de donde venga, y para derrotarlo hay que responder con movilizaciones en la calle y con una huelga general indefinida.
No se trata de salvar a la "revolución" en nombre del "presidente Chávez". Mucho menos de actuar en nombre de la constitución para evitar que se viole, lo que todos ellos siempre violan a cada rato. Se trata de actuar en nombre de la vida de los trabajadores, de sus necesidades, primero las vitales que se están evaporando en el país.
La derecha esta radicalizada y pretende sacar del poder a Maduro, pero saben que están limitados, pueden tener gente en los barrios y militares descontentos pero no los suficientes, y los mandos están con Maduro y muchos de estos representan sectores del gobierno.
La derecha se cuida de convocar en los barrios de sectores de la clase media, no se atreven a convocar a los sectores más empobrecidos porque no tiene que ofrecerles, y también les temen, no son todavía mayoría allí y no están dispuestos a disputarle al chavismo esos lugares.
No hay duda que la derecha no tiene escrúpulos para tomar medidas antidemocráticas, tipo fascistas pero les falta fuerza y están divididos, y temen algunos en ser desbordados. También les falta la bendición y la ayuda material desde el pentágono y del gobierno de Obama.
El gobierno, por su parte, no se defiende democráticamente sino tomando la ley a su gusto e imponiendo cualquier subterfugio legal con el fin de sostenerse en el poder, de cuidar su negocio.
A diferencia del golpe parlamentario tipo Paraguay, ellos se defienden e intentan con métodos nada democráticos, y con medidas populistas que todavía sobreviven, se afianzan donde hay oportunidad.
Hay que oponerse a la lucha fratricida, frontal entre los dos bandos, que inclusive utiliza y manipula a sectores que reclaman legítimamente, entre ellos trabajadores y comunidades, las cuales no pueden ser enviados como carne de cañón en nombre de una burocracia corrupta y servil a los explotadores, la burguesía venezolana. Proponemos una agenda propia de las clase obrera a través de una Asamblea Constituyente Soberana
Oswaldo Ramírez
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