viernes, 15 de abril de 2016
PROBLEMÀTICA VENEZOLANA CON AROMA A CAFÉ
PROBLEMÀTICA VENEZOLANA CON AROMA A CAFÉ
A pesar de que poco se habla de sus propiedades, así como de sus efectos estimulantes en el sistema nervioso central, el café es para muchos un importante rubro de la cesta básica. Sin embargo, a pesar de que 80% de la capacidad torrefactora está en manos del gobierno venezolano, el país no cuenta con su normal y justa distribución.
Es importante recordar la estatización de las grandes empresas torrefactoras del país (Fama de América, Café Madrid), marcas que al momento de sus respetivas intervenciones y posteriores expropiaciones, abastecían el 80% del mercado nacional. Cabe afirmar que estos procesos se ejecutaron con la premisa de garantizar la “soberanía alimentaria”, se nos prometió que dichas empresas pasarían a manos de los trabajadores, que transitarían el camino hacia el socialismo, es decir, se convertirían en empresas socialistas.
Resulta fácil, para los más acérrimos ocultadores de esta grave problemática, los auto-engañadores, aseverar que dicha escasez se debe a algunos infiltrados en la red de distribución, que se debe sólo a la actividad de “bachaqueros”, nada más falso, exculpando de responsabilidad a los altos cargos, que deciden en todos los aspectos relacionados con la producción y la distribución, personas que aún permanecen en esos cargos.
No hay nada más dañino para cualquier actividad productiva que la falta de seguimiento, de supervisión; por un lado, se nos mintió con respecto a lo de la participación de los trabajadores, por el otro el gobierno central dejó al libre albedrio de las juntas directivas de estas empresas todo lo concerniente a la producción y distribución; donde las decisiones se tomaron en oficinas cómodas, sin ni siquiera escuchar a los verdaderos trabajadores, a los campesinos, acerca de las verdaderas problemáticas que afectarían más tarde tanto la parte de procesamiento de la materia, así como la propia cosecha; sólo escucharon a mini elites (cúpulas sindicales, gerentes, jefes, etc.).
Hoy el resultado de esta mala praxis es el siguiente: Escasez (aún en los momentos de mayor producción), plantas paralizadas, siembras poco productivas, abusos de autoridad, violación de los DDHH, violación a la propia legislación laboral vigente, así como a la propia constitución en los artículos donde se inclina a favorecer a los trabajadores.
Hay que tomar medidas urgentes, para recuperar a estas empresas, lo cual no será tarea fácil, sin embargo la demora en tomarlas lo único que traerá como consecuencia es el agravamiento de esta problemática. Dichas medidas deben estar fundamentadas en la verdadera participación de los trabajadores.
Amilcar, un trabajador de una torrefactora y ex-chavista
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