El
show debe continuar
RAMIREZ TORRES
Y EL PLAN DE SEDICIÓN
Un
plan de sedición de la ultraderecha en lo absoluto se puede dejar pasar.
¿Y
qué hace el gobierno? Puro discurso, aunque tiene su objetivo.
¿Qué
hacemos nosotros los trabajadores?
La crisis económica en el país es de mucha
envergadura, los despidos masivos y las suspensiones sin pago de salario es lo
que viven hoy en carne propia los trabajadores luego de los acuerdos del gobierno
con FEDECAMARAS.
Los aumentos en los precios a la cesta
alimentaria siguen en ascenso y las
tarifas del agua y el transporte ya se han comido los menos de 1.000 bolívares
de aumento al salario mínimo para esperar en julio la de la factura eléctrica y
un poco más allá el aumento al precio de la gasolina que para Maduro en forma
desvergonzada no es un aumento sino una “adaptación”. O sea, una “adaptación”
que nos despojará más del bolsillo de lo que ya han venido quitando los
capitalistas con la crisis por ellos creada y que pretenden, junto al gobierno,
que seamos nosotros los que paguemos estoicamente sus costos.
En Carabobo los trabajadores han dado unos
pequeños pasos, para responder ante la crisis. Dos días de actividades, el 30 de abril, una jornada simultánea, apoyada
por más de 30 sindicatos, denunciando en las cuatro inspectorías del trabajo
del estado (dos en Valencia, una en Guacara y la otra en Puerto Cabello) las
gestiones anti-obreras de los funcionarios del trabajo, sobre todo a favor de
los despidos y las suspensiones de actividades sin goce de salarios. Luego, el
1ro de mayo, marcharon por su salida, con sus consignas para que la crisis la
paguen los capitalistas. Demuestra esto que hay que organizarse y unirse con
base a propuestas de lucha propias a nivel nacional.
Ramírez Torres plantea más circo ante
la falta de pan, que es lo que se observa de todo esto, para tapar el ajuste
económico a los trabajadores y al pueblo llano con los acuerdos del gobierno y
FEDECAMARAS, circo que no le da salida a la crisis política ni dándole
concesiones favorables a la MUD, así los denuncie en forma pública mientras todo
sigue igual o empeora. Maduro, por su parte, no dejó de hacer su parte en este
melodrama barato que incluyó lágrimas en vivo al dirigirse a los trabajadores el
1° de mayo: “Estoy seguro que el pueblo
decretaría una huelga general y se iría a la insurrección cívico militar”,
señaló. Puro efectismo desde el alto gobierno pero el ajuste a los trabajadores
va a troche y moche para salvarse ellos y también los capitalistas de la crisis.
La salida la tenemos que forjar los
trabajadores con alternativas de lucha, con independencia política como clase
obrera por nuestro propio gobierno, el gobierno de los trabajadores, el único
capaz de impedir la sedición de la
derecha fascista y de la burguesía y a la vez que obligue a pagar a los
capitalistas por la crisis que han creado.
Si la clase obrera no responde ante la
crisis, la derecha se apoderará del descontento popular.
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