PRENSA OPCIÓN OBRERA
28 EXTRAORDINARIO MAYO 2014
EDITORIAL
Que la crisis la
paguen los que la causaron, los capitalistas, no los trabajadores
Este año ya se manifiesta muy duro para la clase
trabajadora. Comenzamos padeciendo una inflación de 56% que nos dejó el 2013,
según cifra oficiales, y sus perspectivas son aun más peores. El compromiso
para la clase obrera es extraordinario para salir de esta crítica situación
económica, que como siempre, es a costa nuestra y en beneficio de los
empresarios y los comerciantes. En este año de crisis no hay dólares para
seguir el festín de los importadores y la banca, con la total complicidad de la
burocracia en el gobierno. El deterioro creciente de la producción, tanto en el
agro como en la industria, la escasez de materia primas y accesorios, el pago
de la deuda y su servicio, un mayor endeudamiento, la merma en la explotación y
exportación del petróleo, todo ello prefigura un empeoramiento de la crisis
económica y por tanto más penurias para nosotros los trabajadores.
El aumento en los precios de los productos de la
dieta básica, pollo, azúcar, carne de res, café, aceite, leche y queso, es
apenas el comienzo. Junto a la devaluación de la moneda, los nuevos precios al
alza, inclusive los de los productos regulados, son el resultado del “pacto de
caballeros” entre el gobierno y FEDECAMARAS, y peor aún, también incluido en este pacto, es el
procesamiento de despidos masivos, la persecución y el acoso a los trabajadores
que luchan o simplemente reclaman lo suyo.
Por
un plan de acción concreto de la UNETE, con propuestas y movilizaciones a nivel
nacional
Las razones para un paro general sobran, pero hay
que irlo discutiendo con las bases, explicar el motivo, proponer la alternativa,
denunciar a los falsos líderes que se pliegan al carro del chavismo en el
gobierno o de la derecha podrida. No se puede avalar el plan anti-obrero para
salir de la crisis; a costa de mayores penurias; la crisis que la paguen los
que la causaron, no nosotros los explotados de siempre. No es posible que sigan
dándoles dólares producidos por los trabajadores petroleros para que ellos salgan
de su crisis con más y más importaciones. Tenemos que nacionalizar el comercio
exterior y ponerlo bajo el control de los trabajadores y el pueblo para que se
importe sólo lo necesario, y en el corto y mediano plazo, en lo posible sustituirlas
con producción nacional. Nacionalización de la banca para que los recursos, el
capital, sean invertidos, con el control del pueblo y los trabajadores, para
responder a nuestras necesidades y no para el enriquecimiento de los
explotadores.
La Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) tiene
que deslindarse nítidamente de la burocracia sindical afecta a la derecha, las
declaraciones en conjunto sólo deben ser por
puntos comunes como en aquellos donde los adecos y copeyanos, por
salvarse ellos, defiendan a sus sindicatos, y no al revés, obviando los que no
le convienen como la independencia política de la clase obrera y su autonomía
frente a instituciones, gobierno y/o partidos políticos. No hacerlo como se
plantea es terminar apoyándolos en su
supervivencia con el viejo y maltrecho diálogo tripartito que cohonesta la explotación
capitalista de la fuerza de trabajo.
No es el viejo cascarón vacío de la CTV y de las
otras centrales sindicales moribundas quienes deben fijar la pauta para el
movimiento obrero representando en UNETE en esta época histórica de crisis
social, económica y política. La unidad de los trabajadores no puede estar
supeditada al contubernio de burócratas sindicales, patronos y gobierno. La
unidad de los trabajadores es para suprimir la explotación en estas relaciones
sociales basadas en el capital, mediante el gobierno obrero, y eso sólo es
posible organizado en su propio partido, es decir, independiente de los
partidos de los patronos o del gobierno,
ajenos a sus intereses de clase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario