SI TIENE QUE VER LA GIMNASIA CON LA
MAGNESIA
Una opinión ante la posición asumida por Luisa
Ortega Díaz, Fiscal General de la República y la respuesta de Isaías Rodríguez, ex fiscal y
actual embajador en Italia, respecto a la decisión del TSJ sobre la AN.
¿Cuál es el poder? en Venezuela el poder es
tener la potestad de administrar o beneficiarse con los pocos dólares que todavía
entran con el precio del barril a 40$, en ese sentido el móvil urgente y
desesperado de dictar una sentencia con el Tribunal Supremo de Justicia, sobre
la ilegitimidad de la Asamblea Nacional fue para aprobar la creación de empresas
mixtas en la explotación de petróleo, por eso fue ese diktat por parte del
ejecutivo, quien es realmente quien maneja a su antojo al TSJ. En resumen es
darle más participación al capital privado y extranjero con tal de percibir
unos dólares más.
La Asamblea Nacional es un aparato
inoperante, no solo por las actitudes del ejecutivo hacia ella de no tomarlo en
cuenta, o como se dice ahora de invisibilizarlo, sino de la misma oposición de
derecha la MUD, quien domina la
asamblea, que tampoco le interesa representar ese llamado poder legislativo, sino su móvil es
conquistar el poder, el mismo que advertimos líneas arriba, el de hacerse de la
renta petrolera.
El llamado poder del pueblo, no existe en ningún
de los poderes mentados por Isaías Rodríguez,
ni siquiera en una sola y remota comuna, de esas que conforman el llamado poder
comunal.
Respecto a esa ridiculez, de desacato de la
AN por nombramiento de los tres tristes diputados amazonenses, patentiza el vulnerable
poder electoral, su legitimidad es cierto que se alcanza con compra de votos,
dinero y cualquier ventajismo, como sucede para las dos camarillas en todo el país,
pero también refleja que el poder ejecutivo no se atreve de hacer cualquier elección,
porque quizás sus huestes salgan en algunos lugares hasta por knockout
electoral.
Respecto a la constitución, ese papel
escrito de acuerdo a los intereses quienes detentan el poder en ese momento de
su creación, también pasado el tiempo, esos intereses se trastocan, y no
reflejan lo mismo del momento de su creación, sino todo lo contrario, reflejan
la debilidad de esos que en oportunidad plasmaron ese escrito, y ahora no
pueden hacer valer esos mismos intereses porque, son cosas del pasado, mas nada,
como “un periódico de ayer”.
Oswaldo Ramírez
Opción Obrera
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