Alexandra Kollontai: “El Día de la Mujer”
(1913)
Una manifestación de trabajadoras de la
planta Putilov en Petrogrado durante la revolución de febrero de 1917 en Rusia.
El cartel izquierdo dice: "Alimenten a los hijos de los defensores de la
patria"; la bandera derecha dice: "Aumenten los pagos a las familias
de los soldados - defensores de la libertad y de la paz mundial". Ambas
pancartas hacen referencia a la carga económica que la Primera Guerra Mundial
representaba para la vida de las trabajadoras cuyos maridos habían sido
enviados al frente. foto y nota tomada del Facebook de Daniel Gaido
¿Qué es el Día de la Mujer? ¿Es realmente
necesario? ¿No es una concesión a las mujeres de clase burguesa, a las
feministas y sufragistas? ¿No es dañino para la unidad del movimiento obrero?
Esas preguntas todavía se oyen en Rusia, aunque ya no en el extranjero. La vida
misma les ha dado una respuesta clara y elocuente a estas preguntas.
El día de la mujer es un eslabón en la
larga y sólida cadena del movimiento de mujeres proletarias. […]
Ahora la carga del trabajo para atraer a
las trabajadoras al movimiento socialista recae sobre las mismas trabajadoras.
Los partidos obreros en cada país tienen sus comités de mujeres, con sus
secretariados y burós para la mujer. Estos comités de mujeres trabajan sobre la
todavía gran población de mujeres no conscientes, levantando la conciencia de
las trabajadoras a su alrededor. También examinan las demandas y cuestiones que
afectan más directamente a la mujer: protección y provisión para las madres
embarazadas o con hijos, legislación del trabajo femenino, campaña contra la
prostitución y el trabajo infantil, la demanda de derechos políticos para las
mujeres, la campaña contra el alza en el costo de vida…
Así, como miembros del partido, las mujeres
trabajadoras luchan por la causa común de la clase, mientras que al mismo tiempo
definen y postulan las necesidades y demandas que las afectan más directamente
como mujeres, amas de casa y madres. El partido apoya esas demandas y lucha por
ellas… Estas necesidades de las mujeres trabajadoras son parte de la causa de
los trabajadores como clase.
En el Día de la Mujer las mujeres
organizadas se manifiestan contra su falta de derechos. Pero algunos dicen ¿por
qué este énfasis en las trabajadoras? ¿Por qué hay un Día de la Mujer especial,
panfletos especiales para trabajadoras, conferencias y mítines de trabajadoras?
¿No es, en fin, una concesión a las feministas y sufragistas burguesas? Sólo
aquellos que no comprenden la diferencia radical entre el movimiento de mujeres
socialistas y las sufragistas burguesas pueden pensar de esa manera.
¿Cuál es el objetivo de las feministas?
Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismos derechos dentro de la
sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y hermanos. ¿Cuál es
el objetivo de las trabajadoras? Abolir todos los privilegios que se derivan
del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su
patrón es hombre o mujer. Junto con toda su clase, puede aliviar su posición
como trabajadora.
Las feministas demandan la igualdad de
derechos siempre y en cualquier lugar. Las mujeres trabajadoras responden:
demandamos derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, pero no
estamos dispuestas a olvidar que nosotras no sólo somos mujeres y trabajadoras,
sino que ¡también somos madres! Y como madres, como mujeres que tendremos hijos
en el futuro, demandamos un cuidado especial para nosotras y nuestros hijos,
una protección especial del estado y de la sociedad.
Las feministas están luchando para
conseguir derechos políticos: también aquí nuestros caminos se separan.
Para las mujeres burguesas, los derechos políticos son simplemente un medio
para moverse más cómodamente y más seguramente en un mundo basado en la
explotación de los trabajadores. Para las mujeres trabajadoras, los derechos
políticos son un paso en el camino empedrado y difícil que lleva al deseado
reino del trabajo.
Los caminos seguidos por las mujeres
trabajadoras y las sufragistas burguesas se han separado hace tiempo. Hay una
diferencia demasiado grande entre sus objetivos. Hay también una gran
contradicción entre los intereses de las mujeres trabajadoras y las damas
propietarias, entre la sirvienta y su señora… No hay ni puede haber puntos de
contacto, conciliación o convergencia entre ellas. Así pues, los trabajadores
no deberían temer que haya un día separado para el Día de la Mujer, ni que haya
conferencias especiales de mujeres trabajadoras y una prensa especial para
ellas.
Cada forma de trabajo especial y concreta
entre las mujeres de la clase obrera es simplemente un medio para elevar la
conciencia de las trabajadoras y acercarlas a las filas de aquellos que están
luchando por un futuro mejor… El Día de la Mujer y el lento, meticuloso trabajo
llevado para elevar la auto-conciencia de la mujer trabajadora están sirviendo
a la causa, no de la división, sino de la unión de la clase trabajadora.
Que un sentimiento alegre de servir a la
causa común de la clase trabajadora y de luchar simultáneamente por su propia
emancipación femenina inspire a las trabajadoras a unirse a la celebración del
Día de la Mujer.
Fuente: Pravda, No. 40 (244), 17 de febrero
de 1913, San Petersburgo. Tomado de la versión inglesa en Alexandra Kollontai:
Selected Articles and Speeches, New York: Progress Publishers, 1984, pp. 62-65.
Manifestación del Día Internacional de la
Mujer, Rusia, 1917: Trabajadoras textiles van a la huelga reclamando pan,
provocando una huelga general y el derrocamiento del zar en la Revolución de
Febrero. El cartel dice: "¡Gloria a las mujeres luchadoras por la libertad!"