El
gobierno engaña descaradamente para desprestigiar la lucha de SUTISS
No puede
existir un gobierno socialista en una sociedad capitalista
En
una sociedad capitalista el gobierno de turno defiende sus relaciones sociales,
para eso es que está aunque diga lo contrario.
Los trabajadores de SIDOR no deben
pagar la crisis producto de la incapacidad de la gerencia que les han impuesto
desde el gobierno. Desde 2010 se les marea con la aprobación de su contratación
colectiva y todavía nada. Las inversiones que no se tienen y se necesitan hoy
para sacar a la empresa de sus condiciones de quiebra, ese año sí las tuvieron para
pagarle al pulpo TECHINT 1.970 millones de dólares por sus acciones. Sí
pudieron salvar a los capitalistas en ese momento, a sus trabajadores se les sigue
exigiendo sacrificio y aceptación.
Maduro llama “chavistas” a los trabajadores
de los sindicatos dóciles al patrón estadal; a los que reclaman sus derechos,
establecidos con la contratación colectiva que por ley se acuerda entre las partes,
les llama “capitalistas” y/o “anarcosindicalistas” (sic). Para Maduro los
trabajadores chavistas son los que cierran los ojos y se someten, lo opuesto
cuando son ellos los que dicen que abrieron los ojos con Chavez y por eso
reclaman sus derechos. El ser “chavista” es entonces lo que a Maduro le
convenga definir ahora.
Los sindicatos nacieron como un frente
elemental de los trabajadores para defender el salario y mejorar sus
condiciones de trabajo. Hasta Lenin luego de la revolución rusa y la
instauración del gobierno de los bolcheviques defendió la vigencia y la autonomía
de los sindicatos, porque todavía faltaba mucho para el socialismo y por lo
tanto eran muchas las penurias por las que aún tenían que pasar los
trabajadores. El gobierno que defiende el Estado de los capitalistas le
tergiversa a Marx su muy conocida frase sobre la necesidad y la producción. Para
Marx era en la fase superior del capitalismo y aquí Maduro engaña para que la
producción lo sea bajo normas totalmente capitalistas donde los derechos de los
trabajadores son pisoteados.
Los militares ahora son los
interventores de las Inspectorías del Trabajo y los que deciden sobre las
demandas de los trabajadores. Su lema es que primero tienen que producir –mientras
coaccionan con la fuerza que representan si no se obedece–, para después
solicitar respeto por sus derechos laborales. La resultante no es otra cosa que
una vulgar patraña a favor de los patronos, sean estos públicos o privados.
El colmo de decirles “parásitos” a los
sindicatos es el mayor cinismo, los parásitos son los gerentes,
mayormente militares, que tienen a todas las empresas del Estado en ruinas.
TRABAJADORES DE SIDOR, EL CAMINO ES DE LUCHA
FUERA LOS
MILITARES Y CIVILES IMPUESTOS POR EL GOBIERNO QUE LLEVAN A LA RUINA A LA
EMPRESAS DEL ESTADO
CONTROL OBRERO AUTENTICO SOBRE LA PRODUCCIÓN Y LA
ADMINISTRACIÓN
Opción Obrera
25/11/2013
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