Prologo a una nueva publicación del manifiesto
comunista
El Manifiesto Comunista de Carlos Marx y Federico Engels es un documento extremadamente importante. Por ser histórico, trata sobre la sociedad capitalista, la última sociedad de clases. El escrito en sí es conciso, unas 20 páginas, cuatro capítulos, 62.262 caracteres para ser más precisos en nuestra edición digital. Es profundo, desnuda la realidad sobre la que funciona la sociedad capitalista y partiendo de ella, de su existencia y de sus premisas, su ocaso inevitable. Es revolucionario, describe las herramientas para el cambio positivo hacia la sociedad socialista. Tiene vigencia luego de 166 años de su primera edición, y releyéndolo en el tiempo sin importar los años, resaltan pasajes o líneas que interpretan y aclaran la situación, no por dogma, sino, como decía Federico Engels, como una guía para la acción.
En Venezuela no sabemos quién ha publicado
el Manifiesto Comunista, o siquiera promovido su lectura en la llamada
revolución bolivariana, su reproducción es tanto más importante en cuanto más
sacan basura que desvía y confunde el proceso abierto con el alzamiento popular
en 1989.
Por lo mismo, es un lugar común hablar como
alternativas de “un mundo posible”, de la “utopía”, la “apuesta”, etc., es decir, vaguedades en lo
mejor de los casos románticas.
El único mundo posible es la sociedad
socialista y será real porque es racional y necesaria, como hoy es real la
sociedad capitalista y en su última fase económica expresa las condiciones
materiales que conducen hacia la salida que desnuda el Manifiesto. El crédito y
la expansión del capital financiero al propagarse socializan cada vez más todas
las formas de producción y son los elementos que conducen a lo que queremos,
pero sólo por la única vía que hay, la revolucionaria.
La utopía, el sueño, son ideas absolutas,
están invertidas, hay que aterrizar y colocar los pies en la tierra y Marx
volteó lo que estaba de cabeza y puso la situación al derecho. En sentido
taxativo el socialismo no es humanista, es científico, son leyes de la
naturaleza, de la sociedad, del hombre como un ser social, todo lo contrario a
lo que siembra como ideología el capitalismo, porque realmente sería la más equitativa
de todas las sociedades. La única, fundamental y abismal diferencia a erradicar,
es el lucro, que es individual y para unos pocos, para convertirse en beneficio
para todos los productores, producción social y apropiación igual.
La sociedad socialista es lo más fácil y la
salida más corta a esta crisis económica capitalista mundial.
Todo lo demás es lo más difícil porque es
imposible. Todo lo demás es más largo y no conduce sino a fracasos y derrotas
por parte de quienes nos dominan. Contradictoriamente, nuestra intervención por
la salida más fácil y corta también es lo más difícil porque tenemos que ser
los que vemos más allá y debamos tener el compromiso más grande en la historia
de la humanidad: emancipar la sociedad dividida en clase sociales de una de
ellas que disfrutan la riqueza producida por todas las demás clases sociales
productivas.
A esta edición le hemos añadido un análisis
sobre el Manifiesto Comunista, a 90 años de su primera
publicación (1938), por la persona para ese
momento más genuina en su seguimiento, León Trotsky,
el cual, demostró junto a Lenin y el
Partido Bolchevique el valor del Manifiesto, realizando la primera revolución
proletaria victoriosa en el mundo.
Unas cuantas líneas más es necesario
expresar, ahora que Opción Obrera lo publica Es imprescindible
resaltar un aspecto sobre el cual Trotsky,
en su análisis sobre el Manifiesto, expone de la siguiente forma: “La parte más
anticuada del Manifiesto -no en lo que respecta al método sino a material- es
la crítica de la literatura “socialista” de la primera parte del siglo
diecinueve (capítulo III) y la definición de la posición de los comunistas en
relación a varios partidos de oposición (capítulo IV)”.
El capítulo III Marx lo titula “Literatura
socialista y comunista” y lo divide en tres partes:
1. Socialismo Reaccionario, el cual a su
vez lo subdivide en
a) Socialismo feudal
b) Socialismo pequeño burgués
c) Socialismo alemán o socialismo
“verdadero”;
2. Socialismo conservador o burgués;
3. Socialismo y Comunismo critico-utópico.
El capítulo IV Marx lo titula “Actitud de
los comunistas ante los diferentes partidos de la oposición”.
Pero Trotsky también dice: “sin embargo,
también en esta sección, el Manifiesto quizás está más cerca nuestro ahora”, y
luego termina el comentario así: “A la búsqueda de fórmulas salvadoras, los
profetas en la época de decadencia descubren nuevamente doctrinas enterradas
hace muchos años por el socialismo científico”.
Para nosotros los venezolanos, después de 166 años y a más de 8.000 kilómetros de donde se originó el Manifiesto, el soporte revolucionario que nos ofertan es “El Socialismo del siglo XXI” fundamentado en el llamado árbol de las tres raíces: los pensamientos de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, los dos primeros anteriores a la época de difusión del Manifiesto Comunista, el tercero contemporáneo a sus creadores, pero todos ellos lejanos, para la época, del papel preponderante como ahora de la clase obrera venezolana. Lo positivo de esos tres proyectos o experiencias: la independencia nacional en respuesta al coloniaje español, la educación y la cuestión agraria, respectivamente, por supuesto no se desdeñan, pero hay que decirlo, la soberanía y el problema de la tierra, aún vigentes como tareas pendientes no resueltas por la burguesía en su mejor época, parásita de la renta petrolera en los últimos 100 años, no puede ser encarada ni por sus sucedáneos civiles ni, peor aún, por la casta militar, “los profetas en la época de decadencia” que “descubren nuevamente doctrinas enterradas hace muchos años por el socialismo científico”. Basta comprender ambos capítulos en el Manifiesto Comunista para darnos cuenta de lo previsivos que fueron Marx y Engels, 166 años antes,.por lo científico del socialismo expuesto, respecto a las “ofertas” disponibles para la clase obrera venezolana hoy en día,
Sólo la clase obrera con la alternativa de
educarse en el Manifiesto Comunista, en los avances y experiencias de las
cuatro organizaciones obreras internacionales, organizándose como partido
político
Independiente, con un programa nacional como
refracción del análisis internacional, puede y tiene que aspirar al poder
político e instaurarse como gobierno de los trabajadores, el primer paso en la
vía para iniciar el socialismo. La sociedad socialista se erige sobre la base
de destruir todo vestigio del aparato del Estado burgués, de destruir todas las
instituciones que lo sostienen, en particular su ejército, su policía, su
religión y su burocracia.
Esta publicación como otras que estamos
preparando, son necesarias e indispensables en el camino de la revolución
proletaria victoriosa.
José Capitán
Opción Obrera 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario