Gobiernos a la carta
¿Cuál prefiere tipo Maduro o tipo Macri?
Macri, Piñera o Kuczynski fueron la preferencia para
quienes los aterrorizaron planteándoles que si no votaban por ellos, el triunfo
del candidato opositor los llevarían a una economía colapsada como la
venezolana producto de 20 años de chavismo, pero sucede que Macri, el modelito
vendido tras dos años de gobierno
solicita un rescate financiero por parte del FMI para evitar que explote su
economía, este FMI no tiene mucho que ofrecer, para evitar el fracaso
capitalista, porque ellos no están por encima de la actual crisis mundial.
El préstamo urgente, por supuesto no tiene que ver con ninguna ayuda que favorezca
a los trabajadores, solo se trata en este
caso de intentar remendar un hueco financiero debido al vencimiento de
unos títulos de deuda a muy corto plazo del gobierno argentino llamados lebac,
donde las alternativas son fuga de capitales o seguir parasitando la economía
con beneficios de letras del banco central, y sin producir.
Argentina, aumentó las tarifas de los servicios, se mantiene una devaluación “gradual”, ahora
con la tasa más alta de interés del mundo.
Venezuela y Argentina son dos caras de una misma moneda, sus políticas económicas han
fracasado, aunque sabemos que el desastre de Venezuela tiene dimensiones
históricas, sin embargo Argentina tiene ciertos elementos que la superan como
las cifras de su deuda, su refinanciamiento y sus tiempos de pago.
El FMI no viene a salvar o a ayudar a ningún país,
interviene para salvar sus intereses o sus negocios en ese país, quizás a
evitar o frenar la bancarrota económica en tanto se ponga en peligro sus pagos
de deuda, pero siempre intentando sacar un mayor provecho y en ese sentido son
sus recetas, es decir sus planes con condiciones para reestructurar la deuda o
refinanciarla, siempre imponiendo como garantía parte del país.
Las recetas del FMI son, ajustes fiscales, aumento de la
edad para las jubilaciones, recortes del presupuesto para obras sociales, devaluación,
salarios a la baja, disminuir los gastos sociales, en fin ser más competitivos
es decir desregular las leyes que favorecen al trabajadores entre otras.
Eso busca Macri, mientras Maduro hace lo suyo, permite e
impone aumentos de los precios de todas
las mercancías, desaparece el salario, el mínimo mensual no llega a 2 dólares,
paga deudas, las que alcanza a cubrir, siguen las importaciones, créditos a los
empresarios, legisla a favor de ellos sobre todo a los capitales extranjeros
mediante la ley de protección o incentivos a las inversiones y creación de zonas
económica especiales, es decir mejoradas para la explotación, entrega parte del
país sobre todo a los chinos.
Venezuela acaba de hacer un convenio con la ONUDI para
reactivar la industria, no sabemos cómo pero no es para beneficio del país,
esto se complementa con la ley de promoción y protección de inversiones, ley
constitucional (emitida por la ANC) de inversiones extranjeras
productivas y zonas económicas especiales.
Algunos indicadores del fracaso en Venezuela son el PIB
anual es negativo los últimos cuatro años, inflación record mundial, salarios
volátiles, escasez, alta emigración, casi sin transporte, el petróleo con una producción
a la baja en más de 100.000 barriles diarios mensual.
La diferencia es otra
La salida para evitar que sigamos pagando una crisis que no
generamos conduce en ambas partes a lo mismo, un gobierno de los
trabajadores pero la respuesta ante la
situación es diferente, y en esto se van todos los tiros. Mientras Macri es respaldado
por Trump y Christine Lagarde, la representante de EEUU en la ONU, Nikki Haley,
ante el Consejo de las Américas, en Washington, dijo la semana pasada (08-05-18) "No podemos permitir que
Maduro represente su “victoria” el 20 de mayo como una validación de su
gobierno”. Eso no será así" y aseguró "es hora de que Maduro se
vaya" del poder
Y para fortalecer su argumento o su deseo indicó “La
prosperidad de EE.UU. está críticamente ligada a la prosperidad del hemisferio. Nuestro
futuro está ligado a nuestros vecinos".[1]
¿Qué tendrá de
bueno Maduro para ganarse la rabia de Trump?, su séquito y toda la legión de
gobiernos acólitos, esto es básico, para dar una perspectiva desde los
intereses reales como país -sobre lo que aquellos quieren y ponen al orden del
día- una actitud por parte de la clase obrera, la clase revolucionaria enfrentada
al imperio.
Venezuela es importante para construir la IV Internacional
Ante una probable desestabilidad del gobierno debido a la
catástrofe que viven los venezolanos, es
necesaria una acción independiente de los trabajadores, y eso solo puede ser
real si hay una vanguardia que la represente, cuando mucho ante una acción espontanea
de los explotados no se puede descartar su radicalidad que impida o enfrente a
cualquier alternativa burguesa que se presente tenemos que presentar la acción
consciente como parte de un eje independiente.
Esta eventualidad, no se puede desechar, más aún es bastante
probable, por lo tanto se debe responder con las consignas que puedan articular
para esa situación. Lo cual implica, no recetas ni propuestas que no aterricen,
sino que sean capaces de manifestarse como hechos, cuya viabilidad debe basarse
en los motivos reales que conducen a ese escenario.
El problema vital, cardinal son los recursos petroleros de
Venezuela, disputados entre Maduro por un lado y el por el otro principalmente
EEUU pero también la UE. Maduro se niega o se resiste a entregar el petróleo o
a privatizarlo como desean los gringos, no como tienen a Ecopetrol, Petrobras o
Pemex a sus anchas.
El imperio no acepta que, todavía, la mejor contención ha
sido el chavismo para evitar un desequilibrio en el poder o una crisis de
gobernabilidad, sin embargo no están tan equivocados hoy por la incertidumbre
que arroja el gobierno de poder continuar sin una explosión por el hambre y por
las condiciones de vida, aunque también
se les complica su acción al no tener una alternativa confiable para hacer la sustitución, los militares
todavía están aprovechándose de la crisis.
Para las elecciones del 20 de Mayo, apuestan a la abstención
y prometen no reconocer la reelección de Maduro, la última sanción es el embargo que realiza
Conoco Philips en Curazao a los envíos de petróleo, además de la amenaza que
ratificó la representante de EEUU en la ONU en una reunión en Washington donde
dijo que Maduro no podía continuar luego del 20 de mayo, sin embargo un sector
de la oposición de derecha participa en las elecciones
Esto quiere decir que los gringos apuestan a la caída de
Maduro, de por sí difícil de mantenerse como gobierno, día a día, la crisis se
alarga a punto de explotar, un kilo de carne, de pollo, de queso, o un “cartón”
de huevos, cada uno en particular, su precio está por encima del salario mínimo
mensual, además hay caos por la crisis
del transporte, los enfermos muriéndose por falta de medicinas y por falta de asepsia en los lugares para
atención a la salud.
La renta diferencial de la riqueza extractiva venezolana es cuantiosa,
abismal y Maduro no está dispuesto a abandonar
o entregar la cuota que beneficia a una casta venezolana, donde los militares
tienen muy buena participación, donde a diferencia de Petrobras y Ecopetrol, no están casados o no son afines a los
intereses del lobby petrolero norteamericano.
¿Por qué estas diferencias? porque la lucha por el petróleo
es el punto esencial de los intereses políticos y económicos del mundo, los
escenarios de guerra son originados por esta lucha de rapiña, que se ha desatado
como producto de la crisis de la economía capitalista mundial. El 60% aproximadamente
del consumo de la energía del mundo es de petróleo y gas, y EEUU consume un 25% de esa energía, la cual en
parte la importa, sin ese suministro regular colapsaría el imperio en poco
tiempo y Venezuela tiene una cuota de ese petróleo, históricamente, por cien años se ha ejercido esa función y
por más que lo escondan o traten de minimizarlo, en este caso ellos dependen de
nosotros y lo será por mucho tiempo sean las relaciones capitalistas o
socialistas.
El proletariado petrolero venezolano, desde la exploración,
la perforación, producción, distribución, almacenaje, refinación, petroquímica,
gas natural y licuado ya logró derrotar al imperio y sus lacayos en el lock out
del 2002-2003, mediante el control obrero y eso lo toman más en cuenta ellos
que nosotros, que nos dormimos en los laureles, creándose una nueva camada de
burócratas sindicales dirigidos por Will Rangel.
PDVSA tiene la 2da refinería más grande del mundo, pero
también está un proletariado en las áreas claves de la industria manufacturera
en el centro del país, la industria pesada en Guayana, en los servicios, la
clase obrera no ha tenido una derrota contundente y todavía lucha.
No hay un partido de la clase obrera, pero si hay núcleos de
lucha que todavía con trabas burocráticas de sindicalistas y presión del
ministerio del trabajo, están disponibles para que podamos desarrollar una
política obrera como opción ante la inminencia de una etapa dura donde se
pulverizó su salario y la industria está contraída a menos de un 40% de su
capacidad.
A la movilización hay que vincularla con una perspectiva de
poder, a través de un frente trabajadores con una perspectiva política de
construir el partido de la clase obrera.
Es una necesidad impostergable proponer la respuesta ante la
caída del salario real a niveles nunca vistos en el país dejando a los
trabajadores al borde de la subsistencia, mientras el pago de la deuda mas las
importaciones en los alimentos de primera necesidad, en detrimento de la producción
nacional agrava aún más la situación y
mantiene la economía en condiciones similares a una situación de guerra.
La preparación y unificación de las fuerzas clasistas y revolucionarias
de izquierda es una necesidad bajo una plataforma de lucha revolucionaria hacia
un gran paro general con las siguientes consignas concretas, el Salario Mínimo igual a la Canasta Básica
Familiar que va para los 80 millones y la Escala Móvil de salarios indexada a
la Inflación. Los cierres de fábrica deben tener como respuesta la ocupación de
estas por los trabajadores y asumir la reactivación bajo el Control Obrero. Para
sustentar los recursos es necesario nacionalización de la banca y del comercio
exterior, con control obrero auténtico, elegido en asambleas de trabajadores,
con entrega de cuentas regulares, auditables y derecho a revocatorio si no cumplen los acuerdos de la
asamblea. Se debe suspender el pago de la deuda externa y utilizar esos recursos
para el país, como prioridad. Las deudas de por si son impagables, las restructuraciones
o refinanciamientos eternizan las deudas a costa del sacrificio de los
trabajadores.
Luego de las elecciones próximas vendrán por “caída y mesa
limpia”, aumentando los servicios y acentuando la represión laboral.
Una movilización contundente y un paro general es la vía de
las masas trabajadoras para acabar y desenmascarar la corrupción, las mafias de
venta de los productos especulando debido a la escasez, para derrotar el chantaje
político acusando las protestas y reivindicaciones genuinas de los trabajadores,
de serviles a la oposición e imperialismo y resulta que ellos son los serviles
y verdaderos contra revolucionarios. Para eso es necesario organizarse y
preparar asambleas en las fábricas para debatir una plataforma de lucha
revolucionaria que sea finalmente aprobada en un congreso de los trabajadores y
sindicatos en lucha Esta es la forma de revertir la situación actual y ponerla
en razón de nuestros intereses de clase.
Es necesario, en razón de construir una organización
internacional convocar a una acción conjunta y permanente a los trabajadores de
América Latina con solidaridad de otros continentes de denuncia de las
agresiones por parte de EEUU, de la UE y
de los países vecinos hacia Venezuela, el reconocimiento de Maduro o de quien
sea en Venezuela queda a la potestad de los venezolanos, colaboración y
solidaridad con los emigrados venezolanos por el mundo, por los Estados Socialistas de América Latina.
José Capitán