Producir para alcanzar un salario que cubra las necesidades básicas de una familia no para mantener
a una burguesía especuladora y parasita
En Venezuela no hay una vía posible para salir de la crisis sin
producción
Para reiniciar la producción hay que poner en pie un aparato industrial desmantelado
El constante y vertiginoso aumento del gasto público produjo
un profundo déficit fiscal, al cual el gobierno de Maduro recurrió a la emisión
de masa monetaria para cubrir ese déficit. Desde hace casi 100 años todos los gobiernos de
turno han cubierto el presupuesto de la nación con los ingresos de la venta de
petróleo, que cuando disminuyeron fueron paliados con endeudamiento e
impuestos, luego al hacerse más gravoso el peso de la deuda llegamos, producto
del parasitismo centenario, a la etapa actual.
Tras varios años de
disminución del PIB, es decir sin respaldo de bienes y servicios, la guinda la
puso un control de cambio, donde buena parte de los llamados dólares
preferenciales fueron otorgados a los empresarios, sobre todo foráneos, que prefirieron importar con dólares baratos abandonando
la poca producción nacional, esto condujo al desmantelamiento del insuficiente aparato
industrial que existía.
Como casos particulares, es bueno resaltar que a PDVSA sobre
todo, pero también a las empresas básicas de Guayana, todas quebradas, les pasó
lo mismo, ellas generan divisas como ingresos los cuales son entregados al BCV
o a la institución sucedánea, sea eufemísticamente el Fondo de Inversiones o
cualquier cosa, llámese Cadivi o Cencoex, a cambio el gobierno les suministra bolívares
para su funcionamiento, produciendo un déficit y faltando dinero para sus
inversiones, de todas estas plantas solo quedan sus despojos.
La etapa en que nos encontramos, se ha convertido en un círculo
vicioso, donde la masa monetaria se incrementa para cubrir una brecha fiscal
cada vez mayor, un agujero negro que se traga los pocos recursos hábiles que
nos quedan.
Ahora bien, esa emisión de moneda sin sustento, ha llegado
al desastre, siendo más costoso el papel de la emisión monetaria de mayor valor
que su valor nominal, además la emisión nuevos
billetes con mayor denominación, también la ha sobrepasado la inflación, con el
nuevo billete de bs. 100.000 no se compra un cartón de huevos, creando un caos
por falta de efectivo, todo eso ha originado una espiral hiperinflacionaria,
que ahora supera las tres cifras anuales.
Adicionalmente y perjudicial es la magnitud de la extracción
desde gasolina, alimentos, hasta los billetes mismos hacia los países vecinos mediante
el contrabando, agudizando el déficit nacional, así como la escasez donde los “guardianes”
de la nación, desde la policía hasta la GNB, son los actores principales y cuando
menos cómplices de las mafias. Producto del diferencial cambiario, un camión
cisterna con 37.000 litros de gasolina no llega a valer ni tres dólares en el
mercado negro o paralelo.
Otro punto intolerable es el corralito bancario que estamos
padeciendo, no solo con la falta de efectivo debido a los montos que entregan
los bancos, sino con las deficiencias de los pagos electrónicos, permitidos por el gobierno e impidiendo que la
banca explote. El gobierno en este caso protege al sistema bancario, al evitar
la ruina de esa aberración financiera a costa nuestra.
Hay dos maneras para dirigir el país y dar respuestas para
salir de la crisis
Ante este diagnóstico, las vías o las respuestas desde la
academia, los asesores económicos, las consultoras, los economistas críticos
hasta los llamados marxistas así como los que representan al gobierno, todos tienen
un mismo objetivo, solo con diferencias de ritmo o de método, rescatar o
reflotar la economía capitalista.
Todas sus alternativas no plantean nada fuera de lo
siguiente, su meta es cerrar el abismal déficit fiscal, y como proviene de un gasto
público dispendioso, promueven el recorte del mismo, lo llaman racionalizar, y
con ello buscan como resarcir las ganancias, mediante el argumento de la
inversión privada que generará bienes y servicios, y el mercado capitalista les
presentará donde realizarlas. Asimismo, el gasto público será eficiente,
transparente y para ellos justo, para lo cual requerirán reafirmar y cumplir
con el Estado del derecho burgués, el respeto a la propiedad privada,
facilidades o eliminación de trabas burocráticas, financiamiento a las
inversiones y por supuesto ayudas sociales a los puntos críticos o
compensaciones para evitar un desbordamiento social. Por supuesto, unificación
del tipo de cambio, renegociación de la deuda, sin descartar bajo condicionamiento
del FMI.
La vía opuesta, es no continuar viviendo solamente de la
renta petrolera, esta alternativa antagónica se ubica ante la crisis con
propuestas para que la paguen quienes la causaron y no los trabajadores. No hay términos medios, o paños calientes
debido a la profundidad de la crisis.
Que planteamos nosotros, para que la crisis la paguen ellos
El control de cambio es necesario, en EEUU, el país más
liberal del mundo hacia afuera y hacia los trabajadores, es proteccionista de
su capital, y con el desquiciado de Trump aun más, ¿o acaso Citgo puede
transferir sus dividendos a Venezuela? Respecto al tipo de cambio único,
nuestra moneda no tocará fondo mientras no haya producción que lo respalde, seguirá
depreciándose. Un tipo de cambio aislado del contexto de toda la economía del
país es absurdo, el dinero está en los bancos, hasta el de las casas de cambio
y su destino o prioridad va en razón de los intereses del gran capital. Para
determinar los destinos de ese dinero hay que nacionalizar la banca, no bajo
control de los Merentes, ni de Sanguino o de Ramón Lobo, sino bajo control de
los trabajadores para que lo destinen para su beneficio, por lo tanto para las colectividades
urbanas y del campo, no de los empresarios ni de la banca privada, solo así se
puede, por ejemplo, eliminar la “agricultura de puertos”.
Conjuntamente se debe nacionalizar el Comercio Exterior,
para no importar lo que quieran los empresarios para su beneficio, mas no así para
Venezuela, se debe importar lo estrictamente necesario para echar a andar la
industria nacional, y no favorecer la industria de China, o de cualquier otro
país, siempre bajo control de los trabajadores y del dominio público, abierto
sin diplomacia secreta, no bajo control del ministerio de comercio exterior e
inversión internacional para que continúen destinando las divisas para importar
alimentos que antes se producían en el país, como el café, el azúcar o las
caraotas.
La deuda externa, el gobierno se ufana de ser pagador serial
y ahora para no decaer plantea una reestructuración de la deuda, lo que
significa más deuda y en peores condiciones, solo corren la arruga. No hay
inversión internacional, ni para la reserva más grande de petróleo del mundo, el
capital financiero solo viene a comprar o refinanciar bonos, la respuesta es la
suspensión del pago de la deuda y que los recursos del país sean para
invertirlos en el país y no para pagar más endeudamientos. Grecia y Argentina
son dos países con reestructuraciones de
deuda con la banca internacional y los fondos buitres, cada vez se endeudan
más, aplican el ajuste y sus acreedores
son los que salen beneficiados.
El salario debe cubrir las necesidades de la cesta básica familiar,
todas las estructuras de costo bajo el capitalismo son prioridades para el
empresariado y así funciona la economía del país, pero la estructura de costos
del asalariado es la única que no se toma en cuenta, no da ni para pagar el
transporte para ir a seguir siendo explotado. Aumento Urgente y General de
Salarios para compensar la inflación de los últimos doce meses, así como
continuar con una escala móvil de salarios de acuerdo a la inflación mensual.
En la crisis capitalista global, hasta prestigiosos dueños
del capital o sus representantes, advierten sobre un posible un nuevo crash, empeorando
la debacle iniciada en el 2007, por lo tanto nadie va a venir a socorrer a las
aspiraciones de recuperación capitalista propuestas desde la ultra derecha
fascista hasta por los llamados economistas marxistas, de ahí, su expresión en
una fragmentada MUD, que a pesar del desastre económico del país gobernado por
Maduro, no atina a unificarse ni en una elección de alcaldes.
Ante eso reiteradamente proponen diálogos o negociaciones
para llegar a un acuerdo, resultando de
ellos solo fracasos, debido a sus incapacidades -ambos bandos- para
cumplir nada, este es el problema político actual, una economía a la deriva sin
ningún horizonte, el equilibrio es frágil y la izquierda le hace comparsa a través
de su impotencia.
Nuestra alternativa, los sindicatos combativos, las
organizaciones comunales, las respuestas de los trabajadores tras una
plataforma de lucha revolucionaria son la única vía, hacia un gobierno de los
trabajadores. El capitalismo venezolano no reúne las condiciones necesarias
para estabilizar su dominación política y de clase. La mesa está servida
José Capitán
EXCELENTE, yo creía que el PCV Obrero había desaparecido, pues olo se ve en las cúpulas del poder y ene las elecciones...cuenten conmigo
ResponderEliminargracias Cultura Ecológica, le invitamos a leer, los últimos artículos de blog, referidos a la situación venezolana, y una aclaración, no somos PCV obrero, sino Opcion Obrera, le invitamos a leer en este mismo blog, está en la pagina principal en la columna a la izquierda, nuestra critica a la linea política del PCV y esperamos mas comentarios, saludos
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