Declaración de la Plataforma de Lucha Aragua (PLA):
El país se encuentra padeciendo de la peor crisis hasta
ahora vivida en la historia de Venezuela desde el punto de vista de la
economía, lo cual repercute en todos los ámbitos de la vida nacional.
Aunque el déficit fiscal pretende ser usado para justificar un ajuste contra el pueblo, lo cierto es que la quiebra de las finanzas públicas es el resultado directo del saqueo que realizan los capitalistas sobre su propio Estado. Producto de esa quiebra por la disminución de los ingresos de divisas por los bajos precios del petróleo, la falta de producción nacional y la emisión de dinero inorgánico que es la base de la inflación, ocurre la bancarrota del capital cuya mayor demostración es la caída abrupta del PIB. En un continuo estancamiento del proceso de acumulación nacional iniciado en la gestión de la cuarta república (específicamente en los años 80), hoy se pretende salir de la bancarrota privilegiando al capital y sacrificando a los trabajadores.
Esto tiene su manifestación concreta en las colas (escasez, por la caída de las importaciones), pérdida del poder adquisitivo salarial, desmejoramiento de los servicios sociales, cierre de empresas, aumento de la conflictividad laboral, entre otras, lo que es el producto de la forma específica en la cual el capital encontró para reproducirse, la dilapidación de la renta petrolera.
Estigmatizar la renta petrolera ha sido un comodín impuesto por quienes han detentado el usufructo de ella, cuando, todo lo contrario, es un don, una ventaja. Venezuela más bien es un país privilegiado por tener acceso a esa renta y vilipendiarla se pone de moda cuando baja el precio del hidrocarburo, sin embargo, se sigue gastando lo poco que ingresa, importando, verbigracia los CLAP, mientras los comerciantes y ensambladores privados siguen esperando dólares baratos para seguir el festín.
Frente a esta situación el chavismo oficial y la MUD, se presentan como dos caras de la misma moneda en la arremetida del capital en contra de las condiciones de vida de la población venezolana.
Sin embargo, en el marco de esta mencionada polarización el gobierno lanza la ANC, mientras la MUD profundiza su radicalización fascista. En este sentido la PLA construye un planteamiento para el pueblo venezolano, como forma mínima para potenciar la capacidad de lucha en contra del capitalismo, el causante de los males que padecemos, partiendo del análisis de dos elementos que determinan la coyuntura actual.
LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
En casi 200 años de historia republicana, hasta hoy, el pueblo venezolano siempre ha sido oprimido, la clase trabajadora ha sido y sigue siendo explotada, los argumentos a través de más de 20 constituciones renovadas o reformadas en todo ese período, han sido que por medio de elecciones o de consultas hemos sido tomados en cuenta o se nos ha complacido, donde los candidatos a elegir o las aprobaciones a referendo, se plantean a la medida de los gobernantes de turno y del poder burgués o alguna de sus fracciones. Siempre se ha pretendido que todo ande bien o se arregle como la constitución lo permite.
Advertimos sobre el hecho que constituyen los cambios jurídicos, siendo expresión de las necesidades económicas del capital, por consiguiente en una crisis como la actual se hace necesario prender las alarmas y llamar a resguardar lo nuestro y no se permita más la venta del país al capital extranjero.
Vemos como en el proceso de la ANC, se vienen generando mecanismos que imposibilitan la participación genuina desde las bases, en contra de esto se levantan las mismas caras de la maquinaria del PSUV, evitando las auténticas propuestas de los trabajadores y de las comunidades.
Por su lado, la MUD, aprovechando el descontento popular, alimenta un ascendente proceso de fascistización convocando a las calles a sectores de la clase media y del lumpen proletariado
El FASCISMO
En Venezuela el empobrecimiento de la clase media, junto a la delincuencia lumpen que contratan los de la MUD, con la ayuda de la inteligencia imperialista norteamericana, estimulando el odio racial, más el afán de aplicar políticas de ajuste a los trabajadores para salvar al capital, es un caldo de cultivo para un movimiento de masas reaccionario como el fascismo. El terrorismo, en este caso, es una herramienta utilizada por los fascistas.
La poca producción y el cierre de empresas, junto a la política conciliadora de la central bolivariana de trabajadores que impide la movilización son un mecanismo disciplinario contra la clase trabajadora, paralelamente a esto, en abril de 2002, con la “salida” en el 2014 y ahora con mayor violencia asesina en este 2017, la derecha realiza acciones fascistas, por ahora embrionarias para el aplastamiento de los espacios políticos para la lucha social, expresando los intereses del capital en crisis.
Esta crisis económica y política que vive el país es irreversible, administrando el país como hasta ahora se ha hecho y ante el avance de la derecha fascista la respuesta es, como se lucha desde la comuna o desde la clase obrera, luchando contra el capitalismo.
Proponemos los siguientes puntos para vencer los intentos fascistas y salir de la crisis actual:
• El presupuesto del Estado debe dejar de ser una herramienta de perpetuación de la explotación capitalista. Para ser direccionado en función de un desarrollo armónico e integral del país, el gas y la petroquímica son dos ramas derivadas de la explotación petrolera que pueden ser la industria de punta en este sentido, así como también la producción agrícola ventajosamente aprovechable mediante la energía solar ante la ubicación del país en el trópico.
• Nacionalización de la banca, para direccionarla en la Producción Nacional. No a la importación de productos terminados, piezas, repuestos, alimentos, desarrollando los recursos del país, en nuestro beneficio y no para los importadores, comerciantes, banqueros, militares y burócratas de las instituciones públicas.
• Es imperiosa y urgente la nacionalización del comercio exterior ante la caída de las importaciones, por ausencia de divisas y la falta de producción nacional, para determinar qué se debe importar de acuerdo a las prioridades del país. El enriquecimiento de unos privilegiados a través del negocio de importación, junto a la escasez y la venta con sobreprecios de las mercancías, sólo conduce a terminar de hundir al país.
• No al pago de la deuda externa. Además de revertir esos recursos en inversiones para el país, tengamos en cuenta que tanto la vieja como la nueva deuda externa se obtiene para favorecer a los importadores a quienes se le entregó divisas para su enriquecimiento, así como a la burguesía parasitaria que siempre ha desangrado al país. Igualmente exigimos se muestre la lista de las "bien llamadas empresas de maletín", como de los que en la gestión cambiaria favorecieron a estas empresas en actos de corrupción, ya es tiempo de limpiar la casa empezando por aquellos que han dilapidado los recursos de la renta petrolera.
• El Poder Popular, la soberanía, el poder constituyente, son palabras huecas, no podemos tener el poder si no tenemos el control de la propiedad sobre los medios de producción
• La planificación y la rendición de toda gestión, sobre todo de los servicios públicos, no sólo deben dejar de ser secretos, todo lo contrario, tienen que ser de acceso regular y público para todos los venezolanos.
• Las Comunas deben ser autónomas, en particular su presupuesto no puede depender de la dádiva a discreción de un funcionario.
• El control auténtico obrero sobre la producción y sobre los libros contables de la administración es indispensable. En especial, sobre la gestión de las empresas expropiadas, que son bastante y han fracasado, a tal punto, sean de servicio o de producción, están paralizadas, inservibles o con poca producción, tanto por la dependencia tecnológica como por una gerencia burocrática. El fin es impulsar un desarrollo armónico e integral, de acuerdo a las necesidades del país con los trabajadores ejerciendo el control, electos en asambleas, revocables y rindiendo cuentas. No a la intervención o imposición de la gerencia de personas extrañas al proceso productivo, incluido los militares que con el mando y las órdenes violan la democracia más elemental de procesos netamente civiles. Fuera la corrupción. Fuera los elementos extraños a los reclamos laborales internos de las empresas.
• Por una milicia popular autónoma y armada que responda directamente a las comunidades, a los trabajadores de la ciudad y del campo. Los milicianos también tienen derecho integral a los beneficios económicos y sociales para su sustento y el de sus familias.
• Por el derecho a Huelga. Restablecer el ejercicio del derecho a huelga para conquistar los requerimientos de los trabajadores, ante los abusos y las arbitrariedades de los patronos. No más dilaciones por parte de las inspectorías y las instituciones laborales del estado.
• Por la libertad sindical, fuera la intervención del CNE y el RNOS. No a las trabas que imponen para los registros de las organizaciones y las elecciones sindicales.
• No a la criminalización de la protesta laboral y social. Por la eliminación de las leyes que coartan la libertad de protestar. Libertad inmediata para los trabajadores que sufren de este atropello.
• Aumento general de sueldos y salarios de acuerdo al índice de inflación anualizada, e imponer la escala móvil de salarios de acuerdo al aumento del costo de la vida, hasta alcanzar un salario que cubra las necesidades fundamentales del pueblo, además de crear procesos de seguimiento y control. El objetivo es centrarnos en un salario mínimo suficiente para cubrir la cesta básica familiar. Por el pase inmediato de la cesta ticket a salario para incluir ese beneficio en el cálculo de horas extras, bono nocturno, vacaciones, aguinaldos, utilidades y prestaciones sociales de los trabajadores.
• Los diputado, si son representantes del pueblo, no pueden tener un salario mayor al que devenga en promedio un trabajador calificado. Si los diputados quieren aumento de salarios, deben aumentar el salario del trabajador.
• El salario no es ganancia, tampoco es renta que se equipare a la ganancia de los capitalistas. Es a la renta de los capitalistas, sus ganancias, a donde deben ser aplicados los mayores impuestos.
• Para avanzar en realidad en el estado de bienestar social hay que darle rango constitucional a las misiones, lo cual significa eliminarlas como fundaciones y pasarlas a institutos autónomos o directamente al tren ministerial, aboliendo la condición de tercerizados a sus trabajadores.
• Para potenciar el funcionamiento del sistema de justicia y protección del pueblo hay que dejar de seguir exaltando la inmaculada concepción tanto de los jueces como de los corruptos, que están asociados. Para acabar con la impunidad de ambos se requiere de jueces elegidos popularmente, por períodos de tiempos moderados y revocables en todo momento.
• La autodeterminación de los pueblos originarios pasa por no violar ni mucho menos explotar sus espacios y respetar su autonomía.
• Aumentar la inversión en la educación y la investigación la cual debe estar en función de los intereses nacionales.
Llamamos pues a quienes participan en el proceso de la asamblea nacional
constituyente, a quienes no les interesa participar, a la clase trabajadora, a
luchar tras una Plataforma de Lucha concreta por nuestros intereses de clase hasta
suprimir a explotación. Por último y no menos importante, la sociedad
socialista es la única alternativa para alcanzar la paz.
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