El motivo de
la protesta no es pedir por la solución de los
problemas del país
La devaluación deriva de que no
producimos, pero la banca sigue con inmensas ganancias y los empresarios
exigiendo dólares para continuar importando, como las automotrices con más de
50 años en el país todavía solo ensamblando con piezas traídas de sus casas
matrices o las firmas extranjeras como la mayoría de las casas comerciales de
los súper centros comerciales, lo peor es que el gobierno los sigue subsidiando,
inclusive alcahueteando a vulgares especuladores. La inflación, la especulación
y la escasez son las consecuencias de defender ese esquema con una bolsa de
dólares que no alcanza para ser repartido a manos llenas. La inseguridad, si
bien es cierta, no puede dejar de sonar absurda en boca tanto del la MUD como
del gobierno, ambos con cuerpos de seguridad que son los primeros beneficiados
por su complicidad con la delincuencia.
Para los trabajadores el problema del
país son los salarios, todo deriva de ahí. El derecho a huelga, la contratación
colectiva, la criminalización de la protesta obrera, la libertad sindical
clasista, la tercerización y el derecho al empleo, son todas consecuencias de
un salario deficitario que así pretende ser impuesto por los patronos mientras
los trabajadores se niegan a quedarse de brazos cruzados.
El
fascismo y la guarimba, qué tienen en común
Trotsky llamó al fascismo, en tanto que
movimiento de masas, “el partido de la desesperanza
contrarrevolucionaria”. El
fascismo es un fenómeno de masas como respuesta política a la crisis económica.
Su base social es la clase media desesperada y el lumpen proletariado, es decir,
capas degeneradas sin perspectivas u horizontes, dispuestas a cualquier cosa
para salir de sus niveles de precariedad. Es posible por faltas de alternativas
ante la crisis, a frustraciones, descontentos. Su salida se la ofrece un sector
aspirante al poder que propugna soluciones con medidas arbitrarias, sin pararle
a métodos democráticos, ni qué decir, planteando los derechos elementales de la
clase trabajadora. Se basa en las aspiraciones más sórdidas de sectores
desesperados, la burguesía no les da esperanzas, tampoco hay alternativas por
parte de la clase trabajadora, y asumen su salida, dentro del mismo marco
burgués, de forma despótica.
Wilhelm Reich en su libro “Psicología
de Masas del Fascismo”, cita a un intelectual nazi: "Dado el carácter elemental del nacionalsocialismo,
resulta imposible atacarlo con «argumentos». Los argumentos sólo tendrían efecto
si el movimiento se hubiera impuesto con ayuda de argumentos". Reich prosigue, “los discursos
nacionalsocialistas [fascistas] de propaganda se caracterizaban por hacer
hábiles llamadas a los sentimientos
de los individuos integrados en la masa y por la renuncia, en la medida de lo posible, a toda argumentación objetiva… en
presentar a las masas solamente la gran meta final". En nuestro caso,
“la salida de Maduro” es porque yo
quiero.
En Venezuela estos pichones de
fascistas tienen sus métodos a la vista
de todos, menos de los medios de comunicación que los promocionan. Destruyen
todo lo que está a su alcance, hacer la barricada para obstaculizar el tránsito,
sobre todos de sus propios vecinos, muchos de ellos simpatizantes de la MUD y
antichavistas, sin medir las consecuencias ni aceptar mediaciones, y resaltan
el “argumento” que es porque están construyendo “el futuro del país”. Por lo
localizado, por lo escuálido respecto a la ciudad, no es un fenómeno masivo,
aunque reviste financiamiento tanto interno como por organismos extranjeros y
bajo el amparo de alcaldías, organismos o instituciones afines, empresas y
medios de comunicación privados.
En Venezuela las guarimbas son brotes
aislados en cada ciudad, con gran propaganda y despliegue de sus “bondades” en
los sectores de clase media en gran medida por su difusión en las redes
sociales, pero son un germen, un precedente. Para poder progresar como
movimiento de masas, entre otras, tienen que alzarse sobre grandes derrotas de
las luchas de la clase trabajadora. Estas derrotas a la clase trabajadora pueden
darse por el empeño que en esto pone el gobierno, de ahora en más, con las mesas
de paz con FEDECAMARAS, principal protagonista del golpe de derecha y el
saboteo económico del 2002 y 2003, donde les son aceptados todos su
planteamientos, sobre todo el de permitir la flexibilidad laboral, el quite de
regulaciones, despidos, liberación de precios, mientras por parte del gobierno
se continúa devaluando o se plantean aumentos en los precios de los servicios
públicos y de la gasolina. Como complemento, medidas de no permitir protestas
laborales y su represión en caso de manifestarse. Respecto a la burguesía,
utiliza a estos movimientos como un último recurso, cuando, y es lo principal,
la clase obrera tiene que ser aplastada para poder sobrevivir de la crisis
política y económica que han creado.
Para impedir el ascenso del fascismo
en el país la clase trabajadora debe levantar las banderas de su independencia
política respecto a todos los que pretenden hacerle pagar los costos de una
crisis que no han creado. LA CRISIS QUE LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS, LOS ÚNICOS
RESPONSABLES DE ELLA.
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