¡Saquen las
manos de Siria y del pueblo!
Declaración de
la CRCI ante la agresión imperialista a Siria
¡Paremos
la agresión imperialista! ¡Fuera las tropas, flotas, bases y mercenarios imperialistas del Medio Oriente y del
Mediterráneo Oriental!
La Coordinadora por la Refundación de
la Cuarta Internacional (CRCI) condena y se opone resueltamente a la inminente
agresión liderada por el imperialismo estadounidense contra Siria y su pueblo.
Llamamos a la clase obrera, los campesinos pobres, la juventud y los pueblos
oprimidos de la región y a nivel internacional a movilizarse contra este nuevo
crimen en contra de los pueblos árabes y contra la humanidad; a contrarrestar y
vencer al imperialismo y sus planes.
La guerra permanente y la devastación
de pueblos enteros –país tras país– son la manifestación de una crisis
económica sin precedentes y sin un final previsible, que ha sumergido al capitalismo
mundial en su decadencia histórica desde hace ya seis años.
Al mismo tiempo, la crisis manifiesta
el callejón sin salida político y estratégico que enfrentan las clases
gobernantes y las fuerzas imperialistas, debido a las movilizaciones de millones
de personas que luchan contra el impacto catastrófico de las medidas de
canibalismo social tomadas tanto en los centros metropolitanos como en la
periferia del mundo capitalista por los gobiernos capitalistas, el FMI, la
Unión Europea, los Estados Unidos y sus sirvientes para hacerle pagar a las
masas la crisis del capitalismo.
La revolución árabe que comenzó con el
derrocamiento de los tiranos Ben Ali y Mubarak en 2011, a pesar de todos los
reveses y contratiempos, es todavía la mayor amenaza para el dominio
capitalista, el sionismo y todos los regímenes corruptos del Medio Oriente.
El imperialismo ha tratado –y todavía
está tratando– desesperadamente de restaurar su orden por todos los medios –la
intervención militar en Libia, maniobras electorales, jugando la carta
islamista, ya sea con la Hermandad Musulmana como con los Salafistas, Al Nusra[1]
y el propio Al Qaeda, con el lanzamiento de bárbaras represiones estatales por
los tiranos locales, golpes de Estado contrarrevolucionarios como en Egipto, y
guerras tercerizadas mediante el uso de mercenarios, tomando de rehenes a los
movimientos de masas. A pesar de los golpes que las masas populares y la
revolución han sufrido hasta el momento, el imperialismo y los regímenes
reaccionarios locales fallaron en restablecer su control en una región
volcánica, a las puertas de una Europa convulsionada que se ha convertido en un
centro de la crisis mundial.
Los planes de guerra imperialistas del
gobierno de Obama, apoyados abiertamente por el primer ministro británico
Cameron, por el presidente social-demócrata Hollande en Francia y por otros
gobiernos y regímenes en la región, incluyendo los gobiernos de Italia, Grecia
y Turquía, tienen como origen esta crisis insoluble y a su vez la alimentan. El
voto negativo en el parlamento británico y las divisiones dentro de los cuerpos
gobernantes de los propios Estados Unidos reflejan la profundidad de las
divisiones dentro de la clase capitalista y de sus cuerpos de gobierno e
instituciones políticas. Ningún velo de mentiras e hipocresía puede esconder la
barbarie “humanista” de los agresores.
Diez años después de que el secretario
de Estado estadounidense Colin Powell clavara su mirada en el mundo y mintiera
acerca de las armas de destrucción masiva en Irak para justificar la guerra en
ese país, el imperialismo nuevamente ha tomado una todavía más dudosa
oportunidad para emprender una guerra contra Siria. Incluso los agentes del
imperialismo estadounidense no pueden suministrar la mínima razón por la cual
Bashar Al Assad hubiera escogido el uso de armas químicas en este preciso
momento, cuando tiene ventajas contra la oposición en el terreno miliar, cuando
se está preparando la cumbre Ginebra II y cuando los expertos de la ONU acaban
de llegar al país para investigar el uso de armas químicas.
En la década de 1980, los Estados
Unidos aprobaron el uso de armas químicas por parte de Saddam, primero contra
los iraníes en su guerra contra ese país y luego contra el pueblo kurdo. Luego,
en 1988-89, los Estados Unidos incluso apoyaron al ejército iraquí en
operaciones químicas a través de la provisión de inteligencia táctica, como se
ha hecho evidente hace algunos días en base a documentos desclasificados de la
CIA. ¡Ese mismo gobierno de los Estados Unidos afirma ahora de manera hipócrita
que intervendría por razones humanitarias para defender a las masas sirias de
las armas químicas!
Los verdaderos motivos detrás de la
inminente agresión imperialista contra Siria son dos. Por un lado, intentan un
restablecimiento, luego de las debacles de Irak y de Afganistán, de la política
imperialista para controlar desesperadamente los recursos de petróleo y gas
natural desde el Golfo Pérsico y a lo largo de Asia Central, a fin de contener
el ascenso de China y de Rusia. Por el otro lado, es una guerra táctica en el
objetivo estratégico de aplastar la amenaza que representa Irán para el Israel
sionista. Siria, junto con Hezbollah en el Líbano e Irak cada vez más dominado
por Shia[2], es el mayor aliado de Irán en la región. Por esta razón, los
imperialistas están tratando de derribar al régimen del partido Baath en Siria,
con Israel esperando entre bambalinas.
Las fuerzas reaccionarias locales en
el Medio Oriente también tienen su propia agenda. Arabia Saudita –el centro de
la reacción en el mundo árabe con su propia rama del más esclerótico
fundamentalismo suní–, el wahabismo y Qatar –patrocinador del pan-árabe
Hermandad Musulmana– son los faros de la lucha contra Irán. Es por ello que
adoptan el rol de defensores del islam sunita contra las supuestas masacres del
shiísmo en el Medio Oriente, provocando conflictos sectarios en todos los
lugares posibles. El gobierno de Erdogan en Turquía se ha convertido en el
ejecutor de esta política urdida en esos centros de reacción. Son estos tres
países (Turquía, Arabia Sauditas y Qatar) los beneficiados por el levantamiento
de los desposeídos de Siria que comenzó en marzo de 2011, para lanzar su guerra
reaccionaria, pro-imperialista y sectaria en ese país.
El gobierno de Erdogan en Turquía
tiene el objetivo adicional de utilizar la guerra en ciernes para sofocar la
región autónoma kurda formada en el norte de Siria en julio de 2012, una región
ahora llamada Rojava (“Oeste”, ya que ésta es la parte oeste de Kurdistán, un
país sin Estado dividido entre y oprimido por Turquía, Irán, Irak y Siria).
Turquía está impaciente por iniciar la guerra contra Siria, con dos objetivos:
destruir a Rojava y llevar al poder a la Hermandad Musulmana, de forma tal de
crear un estado clientelar en su vecino del sur.
Citar razones humanitarias para esta
intervención imperialista es ridículo. La guerra en Irak, impulsada por motivos
totalmente inventados, llevó a más de un millón de víctimas, dejando el legado
de una guerra sectaria encubierta. Es probable que la guerra en Siria, ya sea
de forma inmediata o dentro de un tiempo, se extienda como el fuego sobre todo
Medio Oriente (y más allá) con una amenaza potencial de masacres sectarias de
civiles en los distintos países.
La CRCI se opone totalmente al
lanzamiento de una guerra imperialista en Siria. Hemos apoyado el levantamiento
de los pobres y desposeídos de Siria y estaremos del lado de la revolución
contra el régimen de Al Assad también en el futuro. Pero la guerra que ahora se
está preparando no tiene nada en común ni con los objetivos progresivos ni con
las fuerzas de esa insurrección. La CRCI está del lado de Siria y su pueblo, y
hará lo que sea posible para que sean vencidos el imperialismo y el sionismo,
así como los Estados reaccionarios de la región que se alían con esas fuerzas.
•
¡No a la guerra en Siria!
•
¡Fuera el imperialismo del Medio Oriente!
•
¡Basta de destruir el Medio Oriente para beneficio del Israel sionista!
•
¡Por los derechos del pueblo palestino!
•
¡Libertad a Rojava y autodeterminación para Kurdistán!
•
¡Cese de los preparativos para la guerra sectaria Suni-Shia en el Medio
Oriente!
•
¡Por la Federación Socialista de Medio Oriente y Norte de Africa!
Septiembre
de 2013
[1] Al Nusra es una organización de
inspiración sunita, de las más importantes dentro de las filas de la oposición
a Al Assad. Algunos sostienen que tiene vínculos con Al Qaeda.
[2] Shia, rama del islam más conocida
como chiísmo.
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