Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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domingo, 17 de febrero de 2013

Las ganancias de la banca son astronómicas año tras año, mientras el salario real (poder de compra) se hunde abismalmente.

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

Tapa
Las ganancias de la banca son astronómicas año tras año, mientras el salario real (poder de compra) se hunde abismalmente.



¡POR UN AUMENTO GENERAL DE 50% EN LOS SUELDOS Y SALARIOS!

¡POR UN SALARIO MÍNIMO IGUAL AL VALOR DE LA CESTA BÁSICA FAMILIAR!

¡HAY QUE OBLIGAR A PAGAR A LOS CAPITALISTAS LOS COSTOS DE LA CRISIS QUE HAN CAUSADO!


Los trabajadores de Supermercados Lúxor y los de Galletera Carabobo marcan el camino que se debe asumir ante los patronos

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

En Carabobo
Los trabajadores de Supermercados Lúxor y los de Galletera Carabobo marcan el camino que se debe asumir ante los patronos


Tras una huelga de 14 días en Supermercados Lúxor en Guacara y de 120 días en Galletera Carabobo en Tocuyito, los patronos se vieron obligados a discutir la discusión de los convenios colectivos. El rechazo de los patronos a hacerlo, aunado a la complicidad del coordinador regional del  trabajo, José Aponte, en retardar la aceptación de los pliegos con carácter conflictivo, fueron derrotados por la movilización y la tenacidad de los compañeros trabajadores, de esa forma se demuestra que es con su lucha organizada, a partir de sus sindicatos clasistas y combativos, lo que obliga a los patronos a que reconozcan nuestros derechos.





No podemos, sin embargo, decir que se ha alcanzado la victoria. Para conseguirla debemos mantener los métodos de lucha, la movilización y la denuncia por los retrasos que ya se están dando para que transcurra el tiempo sin que se concrete la firma de un contrato colectivo que nos dignifique, más porque la devaluación oficial aprobada nos hará reducir el poder adquisitivo del salario.

LA DEVALUACIÓN ES UN GOLPE AL SALARIO

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2012

EDITORIAL
LA DEVALUACIÓN ES UN GOLPE AL SALARIO

El valor de la moneda está en correspondencia con la capacidad industrial y agroindustrial interna que produzca los bienes que en ella se consuman. La falta de una industria y agroindustria nacional que satisfaga nuestras necesidades es sustituida con el recurso de las importaciones. Pero importar requiere de divisas que el mercado mundial acepte, o en su defecto, medios de cambio a los que éste les reconozca algún valor. El bolívar, que es nuestro medio de cambio con el cual transamos el intercambio de bienes y servicios, no sirve en el mercado mundial si no es en forma de su valor de cambio más conocido, el dólar.

Para una economía como la nuestra que importa el 80% de lo que consume –antes que hacerlo con una producción nacional al menos a la mitad–, el valor del dólar como medio de intercambio es el que termina rigiendo los valores con los que se tranzan en el mercado nacional bienes y servicios. Por más valores oficiales que se impongan al bolívar respecto del dólar como mercancía de intercambio, su valor real estará supeditado a la disponibilidad para adquirir todo lo importado o al valor nacional de su producción efectiva valuada en bolívares. Esto último no ocurre y lo primero se torna ya insuficiente.

Disponemos de las divisas que el petróleo nos deja, pero como fuente de ingresos no han servido para que el país disponga de una industrialización adecuada que a partir de ellas transformen materias primas e intermedias en bienes que necesitemos. ¿Cuántas veces hemos escuchado de la necesidad de transformar aguas abajo el acero, el aluminio, otros minerales, el gas o el petróleo para no tener que comprar afuera lo que otros países producen a partir de ellas? ¿Cuántas de hacer productivas para una agroindustria estable nuestras tierras ociosas en manos del latifundio? Del petróleo entonces disfrutan en mayor medida los que ejercen el poder económico en el Estado, las miserias las recibimos a cambio los asalariados en forma de explotación a nuestra fuerza de trabajo o como misiones devaluadas que preservan una distribución social mayoritaria de la riqueza a favor de una minoría social, la burguesía. En la quinta república, como en la cuarta, lo que se sigue preservando es a los dueños del capital.

El gobierno bolivariano se planteó corregir tal entuerto sin afectar las relaciones de producción existente, o mejor dicho, sin afectarle el provecho de la riqueza nacional a la minoría social que controla la economía, esto es, sin tocarles el capital. Con un rimbombante uso de la palabra “socialismo”, en nada cambió las relaciones sociales existentes que impiden disponer de una industrialización o una agroindustria propia que suministre los bienes que necesitamos. Suficiente renta ha producido el petróleo para acometer tal objetivo pero eso sólo podría haber sido posible imponiéndose sobre la minoría social que lo usufructúa acumulándolo como capital. Tal posibilidad no la puede acometer el nacionalismo o la pequeña burguesía en el marco burgués del Estado, es el papel que deben encarar los explotados desde su propio gobierno, el de los trabajadores. Hoy, cuando las divisas provenientes del petróleo le son escasas al gobierno bolivariano, los que disponemos de un salario, o de una pensión, o de una beca-misión, nos los desvalorizan abruptamente con una nueva devaluación oficial del 47%. Terminamos pagando nosotros la crisis que los capitalistas han creado.

La excusa del gobierno bolivariano es que debe satisfacerle las divisas a la burguesía para que siga importando, y también a la banca mundial con el pago de la deuda externa y su servicio de intereses –otra forma de importación pero mucho más costosa–, pero con más bolívares por dólar a disponer para el gasto público a cambio del petróleo vendido. Se recurre entonces a la devaluación como una máquina de hacer bolívares sin destinar las divisas hacia una producción nacional imprescindible y necesaria, a la par, los bienes importados terminan costando más a lo interno porque la especulación del comercio jamás reduce precios, y como guinda del postre, los asalariados terminamos pagando más IVA por todo lo que compremos que no esté exento del mismo.

El bolívar fuerte, más bien bolívar débil, como se observa, no tiene con qué respaldarse. En el capitalismo nuestro sustento de vida la alcanzamos a través de las mercancías (productos) y servicios, comprados con los bolívares adquiridos como pago (salarios) por el trabajo que realizamos, si la moneda como intermediaria vale menos, nuestra capacidad para poder adquirir lo que necesitamos merma de forma equivalente, por  lo tanto nuestro problema es cómo hacer para respaldar el salario y así cubrir nuestras necesidades básicas. Nuestra prioridad, con la mayor urgencia, es restituir el poder adquisitivo mermado con la devaluación, y aún así nos quedarnos cortos porque ya era bastante inferior a la canasta básica familiar que no podemos satisfacer con un mísero salario mínimo.

Las leyes que nos favorecen son las que no se cumplen, las efectivas son las que impiden que podamos tener un salario que cubra nuestras necesidades. Nuestro problema es cómo contrarrestar eso. Echar a andar la economía para beneficio de los venezolanos que producimos tiene que ver con nuestras relaciones de producción, correspondientes o enmarcadas en una sociedad capitalista, y la alternativa de cambio no reside en que se cumplan las leyes ni tampoco otras medidas económicas como el aumento de las tarifas de los servicios públicos: agua, luz, gas, teléfono y transporte; y de la gasolina.

La gasolina, un privilegio para nosotros que la producimos para nuestro consumo y exportamos el excedente, es el combustible esencial para que funcione el transporte de carga y de pasajeros, individual y colectivo. Un aumento, en respuesta al desequilibrio en que se encuentra la economía como consecuencias de las relaciones de producción capitalistas, terminará afectado aún más el salario.

El transporte como servicio es catastrófico, las dificultades que atentan contra una salida favorable a los que lo padecemos tienen muchas ramificaciones, pero nada que ver con el precio de la gasolina; peor aún, su aumento repercutirá en hacer del servicio de transporte, además de encarecerlo, más catastrófico. El poder de las empresas fabricantes de vehículos de pasajeros, camiones y gandolas es inmenso, he ahí el escollo principal. Es un monumento al despilfarro que tras más de 50 años la industria automotriz lo siga siendo como meros ensambladores e importadores de los insumos (material CKD).

Un aumento en el precio de la gasolina sería una vía para destinar hacia pingües negocios capitalistas los recursos de este subsidio que hace el gobierno Los combustibles alternativos a la gasolina, como el gas o el diesel, requieren cuantiosas inversiones para producirlos y distribuirlos. Más lejos estamos para invertir en otras fuentes menos contaminantes como la electricidad a manera de combustible para automóviles.

Solo el control de los trabajadores sobre la industria petrolera haría que la producción de gasolina se revirtiera para beneficio de los trabajadores y el pueblo que poco o nada tiene, por ahora consigamos con la lucha un aumento general de sueldos y salarios en respuesta al retroceso económico por la devaluación.

DEBEMOS TOMAR LAS CALLES PARA IMPONER UN AUMENTO GENERAL DE 50% EN LOS SUELDOS Y SALARIOS

DEBEMOS TOMAR LAS CALLES PARA IMPONER UN SALARIO MÍNIMO IGUAL AL VALOR DE LA CESTA BÁSICA FAMILIAR

DEBEMOS OBLIGAR A PAGAR A LOS CAPITALISTAS LOS COSTOS DE LA CRISIS QUE HAN CAUSADO


Primera asamblea del 2013 de trabajadores afiliados a FUSBEC

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

Primera asamblea del 2013 de trabajadores afiliados a FUSBEC el sábado 19 de Enero 2013

En realidad fue una asistencia extraordinaria donde estaban presentes representantes de más de 40 sindicatos y en particular muchos compañeros de Galletera Carabobo y de trabajadores de la salud de Barrio Adentro. Asistieron como invitados especiales de Inpsasel, diputados de la AN y de la CLEB ambos del PCV, el secretario general del buro sindical del PCV y Marcela Maspero de UNT.

Como positivo se confirmó que con la lucha es que se satisfacen los reclamos, que se necesita solidaridad efectiva no proclamativa, que se debe ir de frente en denunciar a todos los agentes de los patronos, sean sindicales o del gobierno, que en general el Ministerio del Trabajo está para eso, para poner a producir en las reglas de juego que hay, es decir, con explotación que el gobierno bolivariano comparte con los patronos privados.

Hablaron las respectivas secretarias generales de Galletera Carabobo, Supermercados Luxor, y Even Espojas. Las tres reivindicaron la huelga como herramienta de lucha para poder responder a los abusos de los patronos, que sean mujeres indica el necesario papel que deben demandar ante la doble explotación capitalista. Como infaltable nuevamente se denunció del papel nefasto en contra de los trabajadores por parte del coordinador regional de trabajo José Aponte.

Johana, de Supermercados Luxor muy bien explicó que las trabajadoras, durante el conflicto, lucharon contra la fiscalía, los tribunales, la policía, la GNB, el Sebin, Dibise, pues todas estas instituciones del gobierno están a la orden de los patronos y están donde está el dinero.

El compañero Pedro Gonzalez de Barrio adentro denunció la falta de dotación de equipos, infraestructura en ruinas, despidos a trabajadores violando la inamovilidad que tanto hace alharaca el gobierno. Una declaración denuncia de los atropellos del gobierno hacia los trabajadores de Barrio Adentro fue leída ante la asamblea. Es necesaria su difusión por cualquier medio disponible, desde Opción Obrera ofrecemos el espacio.

Por otro lado la asamblea no salió de vitorearse y sólo una propuesta concreta de los de Barrio Adentro llamando a la movilización para un reenganche forzoso a realizarse el lunes 21 de enero, fue votada y aprobada. No se plantearon propuestas concretas sobre la legalización de FUSBEC, sobre el atropello del CNE en intervenir en la legitimidad de los sindicatos los cuales deben ser autónomos, sobre el incremento al salario que se debe demandar el próximo  1° de Mayo.

Plantearse la lucha por la legalización de FUSBEC va mas allá de un deseo, excusarse que es por falta de tiempo para abocarse a llenar los requisitos exigidos demuestra más bien falta de iniciativa desde las bases de los trabajadores a conquistarla como se logró lo de Luxor y Galletera Carabobo, con la lucha. La situación con la legitimación de UNETE parece estar dispuesta bajo un marco similar. 

El derecho de palabra de Opción Obrera no se respetó. Las propuestas igual las planteamos por esta vía y no dudamos ponernos a la orden para hacer avanzar a FUSBEC y las luchas del movimiento obrero carabobeño.

Para Opción Obrera se trata de concertar un frente de sindicatos para la lucha. En función de eso es que cada quien propone la vía, abrir el debate para llevar un plan de acciones comunes, así es que se puede dar ese gran paso adelante.

No basta con ser un coro de autoproclamados autónomos y con independencia de clase. La autonomía es decidir por nuestra propia cuenta y en función de nuestros intereses, más exactamente es contar con los trabajadores, su fuerza, su organización, su movilización y sus herramientas de lucha –la ocupación, la huelga–, no con padrinos y conciliábulos en tal o cual organismo del gobierno. Eso es la independencia de clase, golpear donde más les duela, es decir, en sus intereses que es la producción para seguir beneficiándose a costa de nosotros.

Se suele utilizar un término algo ambiguo para no decir las cosas como son –la tecnocracia, la burocracia de los funcionarios–, para referirse a un ente etéreo que es el culpable de todos los desmanes que se realizan en el Ministerio del Trabajo en contra  de los trabajadores, una palabra para soslayar o minimizar su rol y el de su máxima representante, la ministra, como máximos responsables de esa política antiobrera. De ella para abajo, en cargos iguales de funestos, se encuentran personajes como Elio Colmenares.

Quien piense que no se puede denunciar a todo el ministerio no es revolucionario. Para la lucha hay que reconocer quién es el enemigo de clase, quiénes lo representan, y comprender que sólo con un gobierno de los trabajadores se termina la represión y el desprecio hacia los reclamos de los trabajadores.


El resultado de la gestión económica del 2012

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013


El resultado de la gestión económica del 2012

La presentación de los resultados de la economía por parte del gobierno, reflejan algunos elementos –también ocultan u omiten otros– inconvenientes para poder defender su gestión. Algo similar sucede con los informes de la enfermedad de Chávez, dicen muchas cosas pero la situación exacta y fundamental es ocultada. La oposición de derecha hace algo similar con los datos de la economía, son ciertos en parte pero en conjunto con cifras abultadas, manipuladas e inclusive a veces hasta absurdas, sus totales no corresponden con sus sumas de las cifras parciales, todo con el objetivo de fundamentar sus salidas neoliberales. En nuestro análisis, los datos presentados son obtenidos de ambas fuentes pero con la objetividad suficiente para expresar la salida que deben dar los explotados.

Las cifras oficiales se originan al llevarlas al valor del dólar oficial a 4,30 en sus análisis comparativos como es el caso de la deuda, la cual calculan a una tasa de cambio oficial que no es la real porque existen varios tipos de cambios, además con la administración de fondos paralelos como el Fonden, el fondo chino, los intercambios bilaterales con Irán o Rusia, o las deudas de Pdvsa, que no son estimados por el presupuesto oficial, al estar fundamentado tal presupuesto en un precio del barril de petróleo por menos de la mitad de su precio de venta real, se disfraza, a conveniencia para el gobierno, el déficit respecto a la realidad.

Lo importante de la gestión económica 2012 que el gobierno no dice es que independientemente de los resultados del avance en el PIB, la diferencia entre los ingresos y los egresos fue negativo quedando un déficit fiscal que corresponde al 16% del PIB, es decir, no producimos lo suficiente para los gastos. Esto trae muchas consecuencias para los venezolanos que no participamos de esa fiesta, ya que el Estado intentará paliar el déficit a costa de los trabajadores y los sectores populares.

La banca es la principal fortaleza de la economía del país

El sistema financiero muestra excelentes ganancias durante todos estos años de “socialismo del siglo XXI”. Para el 2012 sumaron 16 mil 808 millones de bolívares, magnitud que se traduce en un incremento de 86,9% respecto al año 2011. 

Las áreas económicas que registraron mayor crecimiento en el PIB, por caso durante el tercer trimestre del 2012, las instituciones financieras (35,9%) y la construcción (12,6%), impulsada ésta por las actividades de la Misión Vivienda, según el BCV. 

La rentabilidad respecto al patrimonio en la banca es un indicador clave para observar la magnitud de las ganancias. El sempiterno representante del gobierno que dirige la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), Hernández Behrens, es fiel promotor del enriquecimiento de la banca, siempre indica mes tras mes que “(las) cifras permiten constatar el importante aporte del sector bancario en el crecimiento económico del país” (informes mensuales de SUDEBAN de octubre, noviembre y diciembre de 2012).

El aumento de los ganancias se debe a la combinación de inversiones en bonos públicos, libres de impuesto sobre la renta, las comisiones obtenidas (3% de la transacción) de las subastas de bonos en dólares del Sitme además de la recompra “offshore” de los dólares transferidos en el trámite para traerlos de regreso como “negros” por sus intermediarios, créditos con muy buenos réditos por la expansión del gasto público que aumentan los bolívares en las bóvedas de la banca, y altas tasas de interés con el crédito al consumo. Esto es lo que permite explicar que los préstamos otorgados por la banca se hayan incrementado 50% durante 2012 para ubicarse en casi 395.000 millones de bolívares.

Es la casi ausente intermediación financiera la que le sigue dando a la banca sus utilidades que crecen año tras año mientras ha prácticamente eliminado los depósitos a plazo –por los que deben cancelar la mayor tasa de interés–, y esto se traduce en menores costos y más ganancias.

Para la banca no hay intermediación financiera –la diferencia entre los intereses que obtiene por los créditos a tasa activa y los que paga por los ahorros a tasa pasiva–, lo que tiene la banca es una patente de corso otorgada por el gobierno bolivariano de manos del BCV para funcionar, piratear, como operador cambiario de las divisas que éste le pone a su disposición a través del Sitme a valor devaluado del bolívar a 5,30 producto del endeudamiento con los bonos soberanos y las letras del tesoro.

De tal tamaño es la piratería bancaria que el portafolio de inversiones en valores, que incluye los bonos soberanos y las letras del tesoro, se ha ensanchado en 64,8% en los últimos doce meses y ya cuenta con papeles por el orden de 206 mil millones de bolívares. Regularmente el Ministerio de Finanzas emite bonos y letras del tesoro que reportan beneficios libres de impuestos a la banca. 

Desde 1999 a la fecha, el negocio bancario ha generado unos beneficios que han sobrepasado las expectativas de muchos de sus dueños capitalistas en pleno proceso “socialista” bolivariano. Los cinco mayores bancos en Venezuela tienen el 58% de todo el patrimonio, 4 de ellos son privados y el otro es el Venezuela que tiene el 13% aproximadamente. La concentración de capital en manos de los capitalistas es tal, que los bancos del Estado (4) sólo representan el 21% del patrimonio, 7 bancos privados tienen el 59% y los restantes privados tienen el 20%.

Todas están cifras son astronómicas en comparación con el miserable salario de un trabajador.


INFLACIÓN Y SALARIOS

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

INFLACIÓN Y SALARIOS

La inflación

Durante los primeros diez meses del año pasado el gobierno bolivariano informó de sus esfuerzos para contener la inflación –con una clara intencionalidad electoral al 7 de octubre– aplazando el aumento de los productos regulados, es decir, de una larga lista de alimentos, medicinas y artículos de cuidado personal que sólo pueden aumentar con su autorización e importados masivamente con dólares baratos. A partir de noviembre los precios reflejan nuevamente su ascenso como consecuencia, a partir de septiembre de 2012, de una reducción en la autorización de divisas a ser liquidadas por parte de CADIVI, el BCV constriñera a la mitad la subasta de dólares a través del SITME y también esta institución aumentara el plazo en su entrega a la banca que los liquida vía cartas de crédito, todo en un marco donde el Ministerio de Comercio del mismo modo limitara los permisos de importación por insuficiencia productiva nacional sin haberse, tales insuficiencias, subsanado, todo lo contrario, al final de septiembre de 2012 el monto por importaciones aumentó 21,6% respecto al mismo lapso en 2011 (bcv.org.ve).

Fue, por tanto, una respuesta concertada desde el gobierno bolivariano para enfrentar la escasez de divisas luego de verse obligado a cancelar 9.000 millones de dólares en servicio de la deuda durante el año, la última de 4.000 millones en septiembre que ni con la venta de oro monetario por parte del BCV en el exterior pudo impedir la merma de las reservas internacionales.

Con todo, el gobierno bolivariano aprobó a finales de noviembre aumentos en el precio del arroz, café y harina de maíz. Todo lo demás en la realidad cotidiana no cumple con los controles, el queso blanco, leche pasteurizada de larga duración, pollo y carne de res, embutidos de pollo, cerdo y pavo, entre otros productos, se comenzaron a conseguir muy por encima de sus precios regulados y en condiciones de escasez a partir de octubre del año pasado.

Las cifras del Banco Central revelan que en 2012 el precio de los productos agrícolas aumentó 35,2% versus 15,4% en 2011. En diciembre la inflación aumentó a 3,5%, el mayor salto en 33 meses; en este resultado incide de manera determinante que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan 5,7%, el alza más fuerte desde abril de 2010, y los productos agrícolas se disparan 11%, variación que no sucedía desde julio de 2011. Ya con las cifras de enero (3,3% global y 5,3% en alimentos y bebidas no alcohólicas) en tres meses consecutivos se acumula una inflación de casi la mitad de todo el año 2012, 9,1%.

Salarios

Objetivamente hay una desvalorización del salario como también hay una acción sistemática en su contra que se expresa en el no reconocimiento a la discusión de los convenios colectivos vencidos en la administración pública y empresas del Estado, su violación flagrante, el apoyo de las inspectorías del trabajo con el retardo en la discusión de los mismos en las empresas privadas, la dilación en reconocer el derecho de huelga, la aceptación de la tercerización o subcontratación de trabajadores, el estímulo y reconocimiento de cooperativas fraudulentas.

El salario como concepto, según la LOTTT, esta violado al no incluir el bono de alimentación (cesta tickets) como parte integrante del mismo, es decir no entra para los aguinaldos o utilidades, ni para la liquidación, hora extras o vacaciones, mucho peor es decir que eso corresponde a una cantidad en dólares cuando desde el gobierno bolivariano se dice que es el más alto de Latinoamérica, tomados estos a razón de BsF. 4,30, cuando no tenemos derecho a esos dólares sino a unos al cambio del mercado negro que es aproximadamente cuatro veces más –por encima de 18 bolívares por dólar– que es como nos venden los bienes importados porque la producción nacional de los mismos es exigua y ha venido en franco descenso luego de 14 años de “revolución bolivariana”.

En respuesta a la desvalorización continuada del salario el gobierno bolivariano ajusta el mínimo. De 32,25% lo fue en total para 2012, pero implementado en dos partes: 15% el 1º de mayo, para ubicarlo en 1.780,45 bolívares, otro 15% a partir de éste el 1º de septiembre para ubicarlo en 2.047,52.

En realidad como consecuencia de la inflación entre septiembre de 2011 hasta abril de 2012, y de mayo a agosto de ese año, el valor del salario mínimo no se incrementó en la proporción indicada. Para mayo de 2012 el 15% incrementado al de septiembre de 2011 hay que restarle 11,7% de inflación en ese período, y al otro 15% de septiembre de 2012 hay que restarle 5,1% entre mayo y agosto. Como no hay expectativas de otro aumento al salario mínimo sino probablemente hasta mayo de 2013, el hecho claro y notorio es que para el 1° de enero de este año el valor del salario mínimo, respecto a septiembre de 2011 (BsF. 1.548,21), y luego de disminuirse por la inflación mensual e incrementarse por decreto en mayo y septiembre de 2012, vale tan sólo 1.583,13.

Si se compara ese valor “real” del salario mínimo con el valor de la Cesta Alimentaria Normativa del INE a noviembre de 2012, BsF. 1.989,09 (ine.gov.ve), que del mismo modo se ajusta “realmente” con la inflación y por lo tanto a diciembre de ese año debiera ser más cara, nos damos cuenta que el salario mínimo es el peor de los mínimos al que un sistema social basado en el expolio a que nos someten los dueños del capital, nos dan a casi ¾ de los asalariados que devengan tal cantidad mes a mes.

Un análisis similar aplicado (ver el gráfico anexo) desde que el gobierno bolivariano por vez primera dictó el valor del salario mínimo, BsF. 120,00 en mayo de 1999, establece que su valor al 1° de enero de 2013 es de apenas BsF. 129,44, que si se mantiene el esquema altamente inflacionario de noviembre, diciembre de 2012 y enero de 2013, cae a menos de los BsF. 120 de hace 14 años. En otras palabras, la “revolución bolivariana” lo que ha hecho es mantener un principio esencial del sistema capitalista, el de disponer de un mínimo que nos permita, a la gran mayoría de los asalariados, alimentarnos para poder reponer la fuerza de trabajo para quien dispone de uno formal y estable. Cualquier otra necesidad como seres sociales deberá esperar a mejores momentos.

Si el salario debe cubrir las necesidades básicas de vivienda, alimentos, educación, salud, transporte, vestido y descanso o recreación, debe estar entonces por los 7.000 bolívares fuertes para poder cubrir una verdadera Cesta Básica Familiar en contrario a la escuálida CAN del INE.

El Bolívar, débil.

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

El Bolívar, débil.

El bolívar, sin producción nacional no tiene respaldo, peor aún, si las reservas caen y la demanda de divisas es cada vez mayor debido al aumento sin parar de las importaciones.  La producción interna disminuyendo constantemente conduce a un bolívar más débil y la vía expedita a una devaluación. Esto trae de la mano al gobierno con los capitales privados, los primeros para generar más bolívares por dólar petrolero, y los segundos, para seguir parasitando al Estado con dólares preferenciales, ambos son liquidadores de la economía del país.

El 22 de enero de 2003 Hugo Chávez decretó el control de cambio con el  objetivo de evitar la fuga de divisas y contener la inflación. De esa fecha para acá han ocurrido devaluaciones al bolívar, la inflación no ha bajado de dos dígitos, el mercado negro de compra de divisas ha permanecido por más del doble del valor oficial, el IVA como el más regresivo de los impuestos fue incrementado de 9 a 12%, y la fuga de capitales se mantiene con un promedio anual de 20.000 millones de dólares.

Mientras el precio del barril del petróleo, con un altibajo de menos de un año, ha mantenido records históricos de precios altos también ha aumentado vertiginosamente la importación, el endeudamiento tanto externo como interno, el déficit fiscal y … continua la fuga de capitales promovido por el gobierno  por la emisión de bonos en dólares de Pdvsa y el Ministerio de Finanzas, o a través del Sitme, un sistema donde las empresas compran tales bonos en dólares en el Banco Central con la excusa de disponer de ellos para poder seguir importando. 

El Gobierno, inclusive disminuyendo los gastos, no puede cubrirlos con la recaudación de impuestos y la renta petrolera, por eso además del endeudamiento, la vía a otra devaluación también estará acompañada a disminuir el salario real con fines de evitarles menos sufrimientos a los dueños del capital sean comerciantes, industriales o simplemente usureros.

Hay, por tanto, etapas claras en la forma como el país interviene en el mercado mundial y en él con sus altas y bajas. Cuando arranca el gobierno bolivariano en 1999 el precio del petróleo, nuestra única fuente mayoritaria de divisas y de renta antes como hoy, estaba por los suelos como consecuencia de los efectos recesivos de la economía mundial y la innata dependencia a ella de los gobiernos cuartorepublicanos. Hasta 2002 la política monetaria del gobierno bolivariano no se diferenció en mucho de ellos: fuga de capitales y devaluaciones fueron la tónica esencial. La respuesta con el control de cambios en 2003 es por el efecto de la intervención imperialista en desalojarlo del poder al atacar con fiereza la industria petrolera con el paro de finales de 2002 y principios de 2003. La recuperación posterior de la economía mundial, por tanto de los precios del petróleo, culmina sin embargo en 2007 con la quiebra de la banca norteamericana que arrastra a todo el sistema financiero mundial a una vorágine de bancarrotas. Con todo el gobierno bolivariano, y sus capitalistas, dispusieron de ingresos extraordinarios con el precio del barril petrolero a 140 dólares hasta el tercer trimestre del 2008 para llevarlo a menos de 40 a finales de ese año, demostrando una ley de hierro del capital como lo es la incapacidad del nacionalismo en el marco capitalista y burgués de resolver las tareas democrático-burguesas pendientes como lo son una industrialización y productividad propias aún disponiendo de condiciones boyantes en la economía nacional.

De aquellos polvos estos lodos. Lo que ha permitido que la burguesía a lo interno de nuestras fronteras sobreviva son sus modos de producción que no escatiman en ser trasladados de un esquema productivo nacional al del mero comercio importador cuando la incapacidad nacionalista, muy expresiva al denunciar al imperialismo, no puede obligar a su clase burguesa a producir como debería. La bancarrota mundial del capital ha desatado las costuras del atraso capitalista en nuestro país. Mientras ingentes recursos financieros estuvieron disponibles para un desarrollo productivo nacional de envergadura hasta buena parte de 2008, los mismos fueron dilapidados en el disfrute de la renta petrolera por parte de la burguesía, la tradicional como la boliburguesa nacida al calor del “proceso” bolivariano.

El círculo vicioso entonces deviene en torbellino en expansión. Las divisas provenientes del petróleo se disponen para que la burguesía “nacional”, se convierta en compradora-importadora, es decir mas parásita,  mientras una porción, relativamente cada vez menor, se transforme en un fondo social para alimentar las misiones y evite las protestas y estallidos sociales por las penurias de las masas, pero al resultar insuficientes tales divisas el gobierno bolivariano se endeuda vía bonos soberanos o fondos chinos producto de tasas de interés de usura como consecuencia del alto riesgo país impuesto por las finanzas mundiales, tales endeudamientos deben ser cancelados a corto plazo y con las mismas divisas provenientes del petróleo; el precio negro de la moneda venezolana se incrementa respecto al dólar ante el flujo reducido de las divisas para importar haciendo que los bienes de consumo, esencialmente importados, incrementan su valor para el consumidor final; y como efecto de apagafuegos el gobierno libera más divisas a la burguesía a cambio de un nuevo endeudamiento internacional mientras la banca privada y pública acrecienta aún más sus utilidades como agentes intermediarios de Cadivi o el Sitme.

El plan de endeudamiento aprobado a finales de 2010 contemplaba cancelar en el lapso 2011-2015 la bicoca de 20.000 millones de dólares en amortización y servicio de la deuda, en 2012 fueron cancelados 9.000 millones perturbando sensiblemente la economía nacional y obligando al BCV a vender oro monetario por 3.000 millones de dólares para intentar reponer las reservas internacionales líquidas, en 2013 está previsto cancelar 18.000 millones de dólares por el mismo concepto donde 15.000 millones de ellos son sólo servicio de la deuda.

El sentido del control de cambio se trastoca para colocarle pulmones a una burguesía incapaz de un desarrollo nacional propio. Que los asalariados terminen pagando los costos de la crisis del capital con una más pronta que tarde devaluación no es más que la incapacidad del nacionalismo en el marco burgués de resolver los problemas nacionales inclusive si para sobrevivir debe hacer uso de la máscara del “Socialismo del Siglo XXI”.

Resulta asombroso cómo a las puertas de una nueva devaluación se termine explicándola en términos del “sacrificio en tránsito al socialismo” que debamos hacer los explotados para que los capitalistas no paguen los costos de la crisis que han creado. Como socialistas reivindicamos el control de cambio, pero no este sojuzgado manejo de las divisas provenientes del petróleo a favor de la burguesía. Control de cambios y monopolio del Estado del comercio interno y externo, bajo control directo de los explotados y el pueblo, deben ir unidos de la mano para disponer de las divisas hacia lo estrictamente necesario para las mayorías mientras se alienta con bienes de capital el proceso productivo nacional bajo un proceso de planificación de la economía por los que directamente producen la riqueza, los explotados, bajo condiciones de salarios que satisfagan la cesta básica familiar. 

Industria nacional

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

Industria nacional

La tasa de crecimiento de la industria nacional no pasó del  2% anual mientras la banca lo hacía en 35%, según relata el informe del BCV. Su peso en el PIB, 14%, ha retornado a niveles de 1965. Como generadores de divisas, sus 4.000 millones de dólares exportados no alcanzan ni para el 10% del pago de las importaciones del país.

El presidente del BCV, Nelson Merentes, indica que las exportaciones petroleras representan 96% del total de las ventas realizadas en 2012.

Industria petrolera

Petróleo. Durante 2012 el crudo venezolano obtuvo un precio promedio en los mercados internacionales de 103,46 dólares por barril, lo que representa un incremento de 2,45% respecto a los 101,6 dólares por barril que alcanzó en 2011.

Crudo pesado y ultrapesado. En los proyectos de producción de crudo en la Faja del Orinoco las metas de extracción temprana se redujeron a 20 mil barriles diarios de los proyectado en más de 160 mil barriles por día. Los proyectos para adecuar los procesos de refinación a los crudos pesados (conversión profunda) tienen también retardos debido a la falta de inversión financiera, así mismo los mejoradores para el petróleo ultra pesado de la faja por el mismo motivo..

Gas. Pdvsa estimó para 2012 una producción de gas de 11.500 Mmpcd (Millones de pies cúbicos diarios), pero hoy gira en torno a 6.500 Mmpcd. Muchos son los proyectos inconclusos en la empresa mixta con Repsol, costa afuera adyacente a Paraguaná. Previsto para el 2012 se trasladó para el 22/01/2013. Las plantas del proyecto de Gas Anaco tienen un atraso de varios años, los desarrollos de gas directo para viviendas y para vehículos están abandonados, así también la inter conexión centro occidente, proyecto ICO, tan ausente que importamos gas de Colombia, hasta la tubería para los desarrollo gasíferos es importada, sobre todo de china, teniendo el Estado el control de todas las empresa nacionales fabricantes de tuberías.

Agroindustria

Azúcar. La producción nacional apenas alcanza para cubrir 41,7% del consumo del país. En Venezuela se consumen 1,2 millones de toneladas de azúcar al año entre la demanda doméstica e industrial, y la producción de la zafra 2011-2012 llegó sólo a 501.000 toneladas, el déficit se ubica en 58,3%, equivalente a 699.000 toneladas, que tendrán que importarse, esta insuficiencia sucede desde hace 6 años.

Lácteos. La producción de lácteos tuvo su peor desempeño para 2012. Las estimaciones oficiales la ubican con una pérdida de 8,3% en comparación con el 2011.

Café. Se producen unos 800 mil quintales, cerca del 50% del consumo nacional. La producción por hectárea ha disminuido, la superficie a cosechar también se ha reducido.

Carne. El ministro Loyo ha dicho que la producción nacional es de 65% y el Estado venezolano controla 72 grandes mataderos industriales. Un 35%, por tanto, es de origen importado.

Servicios

Energía eléctrica. La generación de energía eléctrica no satisfizo la demanda. Si bien hay una capacidad “teórica”, realmente funciona por debajo de de ella debido a la obsolescencia de algunos equipos, otros por estar en mantenimiento y también por falta de combustible. La generación se dividió en 64% hidroeléctrica y 36% mediante unidades térmicas. Estas fuentes termoeléctricas aumentaron su producción en unos 15% con base al gas –que en parte importamos desde Colombia para abastecer al Zulia–, diésel –que se importa para sustituir al gas por el déficit en su producción–,  y en una menor medida con fuel oil.

DEVALUACIÓN Y SALARIOS

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

DEVALUACIÓN Y SALARIOS
Se habla alegremente de devaluación por esto o por aquello, sin embargo cuando se trata del salario nada se dice.

Con cualquier devaluación en este esquema social donde las relaciones de producción están basadas en la explotación a la fuerza de trabajo, lo que no se puede dejar de considerar es que los salarios, y los pocos ahorros que se pudieran tener, lo harán en mayor proporción.

Si a las necesidades de devaluar la moneda por el hecho concreto que sobre su valor real existe –la economía venezolana se fundamenta en la importación del 80% de lo que se consume en el país tanto en alimentos como en insumos y productos terminados y no hay divisas suficientes para ser usadas en esto y a la vez pagar deuda e invertir en gastos de infraestructura, lo que hace que el valor oficial de 4.30 en la calle se negocie a 18– adicionalmente se revalorizan los precios, como el de la gasolina o los bienes de primera necesidad, entonces el salario, que ya es insuficiente para la mayoría de los asalariados que en un 70% devengan el mínimo nacional, resultará mucho más devaluado de lo que ya está.

El gobierno bolivariano volverá a devaluar [lo hizo el pasado 08/02/2013] la moneda para satisfacer sus necesidades de bolívares en mantener el gasto público –si se aumenta el valor del dólar en 50% se disponen por el cambio más bolívares en igual proporción de lo único que genera divisas, el petróleo–, sin embargo la cuantía de tales divisas será la misma manteniéndose constante los precios actuales del petróleo, imaginen que pasaría si el precio internacional cae. Si tal cuantía de dólares se sigue usando para más de lo mismo, importar alimentos y bienes e insumos para satisfacer el consumo nacional, y adicionalmente para pagar este año más de 18.000 millones de deuda externa donde el monto por intereses es de casi 15.000 millones de dólares, entonces no hay lo suficiente para construir el 60% de lo planteado en este año para la GMVV ni para los proyectos de infraestructura del sistema ferrocarrilero nacional, metros y plantas siderúrgicas de hierro y aluminio como las de Ciudad Piar o Caicara del Orinoco y el tercer puente sobre ese río.

El impase sigue estando en lo dependiente del país respecto a las importaciones con una burguesía que le resulta de más provecho comerciar –a la que nadie desde el gobierno bolivariano obliga a producir con su capital nacionalmente–, y también al círculo vicioso del endeudamiento para darles a este minoritario grupo social que se lleva el 75% de la renta petrolera los dólares que necesitan para acumular más capital mientras se usa a la banca como intermediario financiero permitiéndoles así usurarios beneficios año tras año. Es por tanto una respuesta totalmente capitalista para salvar a la burguesía en plena época mundial de bancarrota del capital. Pero más endeudamiento también implica más pago a los pulpos financieros internacionales como en este año cuando se pagará el doble de lo que se pagó en el 2012, por tanto, a ellos también se les salva frente a la bancarrota del capital financiero internacional.

Durante 14 años de "revolución" bolivariana la producción nacional está por los suelos y el petróleo sigue siendo nuestra única fuente de divisas lo que obliga su entrega a la burguesía, nacional y extranjera, manufacturera o bancaría, de los fondos disponibles, mientras los explotados cada vez compran menos con su salario ante lo especulativo de los precios fomentados por la demanda inclemente de dólares por parte de la burguesía y así seguir importando.

Las salidas verdaderamente transicionales al socialismo son claras y sencillas:

1.     El control de cambios lo llevan los trabajadores para que así ellos discriminen qué se importa y qué se produce en el país.

2.      El gobierno de los trabajadores implanta el monopolio del comercio nacional e internacional y establece de gobierno a gobierno qué importar, cuánto, cuándo y de dónde y hacia dónde. El comercio entonces pierde de esa forma su carácter especulativo con tasas de retorno inmediatas y usurarias.

3.      La banca se expropia y se estructura en una única bajo el control de los trabajadores y del pueblo para garantizar el valor de los ahorros de la mayoría y para ofrecer créditos sustentables para incentivar la producción nacional.

4.     Se expropian los capitales y los medios de producción de la gran burguesía nacional y extranjera y en manos de los verdaderos productores, los trabajadores, para volcar la producción al consumo nacional primero y sus excedentes a la exportación controlada. El control de los trabajadores sobre la producción implica su decisión para distribuir nacionalmente a dónde se destinan las materias primas y los insumos transformados bajo un esquema planificado y centralizado. Sólo el gobierno de los trabajadores puede implantar tales niveles de planificación ante la anarquía que exhiben los actuales dueños del capital.

5.      El valor del salario se iguala al de la cesta familiar que incluye además de alimentos, servicios, vestido y calzado, transporte y recreación. Esto permite que el valor real de las mercancías y servicios se establezca porque aunque puedan ser mayores a los valores regulados actuales, la premisa es disponer de un salario que lo satisfaga. De más está decir que el salario de referencia para cualquier burócrata o funcionario público no podrá exceder de ese acordado para satisfacer la canasta familiar.

6.     Los esquemas parasitarios del Estado se desmontan. El pueblo en armas sustituye al ejército y ejerce las labores de control delincuencial y de defensa del nuevo Estado. La justicia popular sustituye a los jueces de la república y el ministerio público responde ante ella, su elección y revocatoria se somete a la decisión de las mayorías.

7.   Se establece una suspensión inmediata del pago de cualquier deuda que el Estado tenga a nivel internacional o ante los monopolios extranjeros que se lucran del provecho nacional. No se puede seguir alimentando a los pulpos financieros internacionales mientras haya insuficiencia nacional para cubrir las necesidades de la mayoría, además que la deuda de esa forma adquirida con ellos ya ha sido suficientemente pagada con los intereses que nos imponen. Los excedentes por la suspensión en el pago de la deuda se destinan a la adquisición de bienes de capital que permitan renovar el parque industrial disminuido y para industrializar el campo, a la vez que también se invierte en renovación tecnológica y educativa.

8.     Un plan de empleo productivo a nivel nacional se activa. En aquellas áreas productivas donde la oferta de empleos resulte insuficiente, se procede a reducir la jornada de trabajo para repartir las excedentes entre aquellos que estén desempleados pero capaces de laborarlas, devengando sin menoscabo igual salario suficiente para cubrir la canasta familiar. De aquí en adelante el que está en condiciones de trabajar lo hace como obligación de Estado.

9.      Se procede a desarrollar un plan nacional de industrialización para transformar las materias primas en insumos y bienes que permitirán al mediano plazo dejar de importar los mismos. El campo se industrializa y se proletariza bajo un esquema donde el latifundio se elimina y las tierras productivas se dedican a producir los alimentos que requerimos bajo un verdadero esquema de soberanía alimentaria nacional, planificada y bajo control de los trabajadores.

10.   Se establece de manera forzosa un sistema único de salud que atienda las necesidades de cualquier venezolano en las disponibilidades públicas y privadas. La salud privada con sus clínicas y hospitales progresivamente se expropiaran bajo control de sus trabajadores y el pueblo. El Estado de esa forma sí podrá garantizar el derecho plasmado constitucionalmente que no se aplica en la actualidad.

11.   El gobierno de los trabajadores representa de esa forma la mejor demostración de cualquier democracia participativa y protagónica pues atenderá en forma colectiva las necesidades de las mayorías sometiendo a la minoría explotadora a sus designios y derechos conculcados por ellos por largo tiempo. El poder popular que tanto se nombra adquirirá así total funcionalidad y operatividad. Comunas y consejos comunales, sindicatos y consejos de trabajadores, cooperativas, tendrán su intervención en la justicia popular y como pueblo en armas, además de su papel rector en la economía nacional.

La izquierda, entre la cooptación y el reformismo

Prensa Opción Obrera 25 Enero - Febrero 2013

La izquierda, entre la cooptación y el reformismo

La salida para el movimiento obrero frente a la crisis económica es darle un freno a la tentativa de contraer los salarios para transformar esos recortes en pagos de deudas de capital e intereses y continuar endeudándose. Todo esto significa que el déficit lo piensan pagar a costa nuestra y nosotros por el contrario decimos QUE LA CRISIS DEL CAPITAL LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS  

El nacionalismo está agotado en su ciclo ascendente, su política es cómo descargar su déficit a costa de disminuir el salario real a los trabajadores, no puede controlar más los precios, no hay presupuesto para  inversiones inclusive para el desarrollo petrolero, aumentar las tarifas de los servicios para mitigar el deterioro, las condiciones laborales de los trabajadores petroleros y petroquímicos están en decadencia.

El gobierno tiene a  su cargo, a diferencia del la oposición de  derecha, la de manipular a los trabajadores en nombre del socialismo, utiliza métodos diferentes a través de la burocracias sindical  bolivariana mientras que la derecha gorila lo haría directamente con los patronos por la vía compulsiva.

Ambos bloques capitalistas, la oficialista y la oposición de derecha, concentran al menos el 85 por ciento de los habitantes  que se expresan electoralmente mientras la izquierda está dividida en decenas de corrientes, lo que indica que en esta crisis, o se actúa agrupándose, o se saldrán con la suya, sea manteniéndose los del oficialismo o, en caso extremo y poco probable, se dé un cambio hacia la derecha.

Como árbitro para los trabajadores y las masas desposeídas en sus demandas, el gobierno agotó su prerrogativa, los 103 dólares por barril de petróleo como promedio anual de 2012 no alcanzan, son mayores los egresos que los ingresos, sobre todo pagos de deuda y mas deuda, el deterioro es evidente: el precio del bolívar es infame, todo aumenta vertiginosamente sobre todo los alimentos, los enseres y los servicios, ni que decir de la asistencia social. La cancelación de los pasivos laborales del sector público las debe hacer con papeles (Petrobonos) porque no dispone de los suficientes bolívares para cubrir la gigantesca deuda que mantiene con los trabajadores del Estado.

La izquierda no prospera pero los que apoyan para que no ascienda lo hacen peor, piensan que se puede hacer algo dentro de los aparatos del gobierno, no entienden o no quieren entender que precisamente esa es la función del chavismo, neutralizar la izquierda por ahora, puede que más adelante sea proscribirla, bien porque se agudiza el desastre económico o bien que por su incapacidad se abra paso la ultra derecha. Todo esto por tener precisamente a la izquierda inmovilizada. Nuestro deber es tratar de aglutinar a la izquierda que no se doblega en la perspectiva de armar un partido de los trabajadores.

El problema es la izquierda que adora su ombligo para no crecer como colectivo, no tienen afán porque le amedrenta tener que confrontarse y esmerarse para imponer sus posiciones, las cuales no llegan a un programa de lucha. Las demandas populares han sido sacrificadas ante la “gobernabilidad”. Al reconocer necesario el arbitraje entre opresores y oprimidos ha abonado a una construcción política “por arriba” en la cual la potencia transformadora del pueblo trabajador está cercenada.

La representación sindical impuesta por el gobierno se agota, porque no puede ofrecer nada. Para Opción  Obrera este panorama impone a los trabajadores una ofensiva unitaria. Es necesario movilizarse con un plan general. Es necesario,  entonces, convocarlos a una asamblea general cuyo fin sea la defensa de los salarios y las condiciones de trabajo, y a la vez también oponga una salida obrera a la catástrofe que se nos viene encima. Debemos convocarnos todos, trabajadores y sectores combativos, a esta causa para hacer posible y realmente efectivo para los venezolanos una alternativa de país y sociedad ante el actual capitalismo devastador.

MARCHEMOS UNITARIAMENTE EL 1 DE MAYO POR:
UN AUMENTO GENERAL DE SUELDOS Y SALARIOS Y
UN SALARIO MÍNIMO IGUAL AL COSTO DE LA CESTA BÁSICA