Ricardo Galíndez Un revolucionario
El trotskismo está afligido.
Se nos fue un revolucionario, de esos que son indispensables para el día de la revolución, este homenaje no parte de la frase “a pesar de nuestras diferencias
políticas”, todo lo contrario, Ricardo Galíndez fue de aquellas personas, que
lo personal y lo político era una sola cosa, durante su vida hasta su ida lo
cumplió, se dedicó a luchar siempre, me quedo con eso y admiro su temple. Recuerdo,
en enero
o febrero de 2003, recibió un balazo en el omóplato pero iba para el
corazón, fue atentado hecho por sicarios que fueron a
asesinarlo a su casa, a raíz de la toma de la empresa Covencaucho, en aquella
época del lock out patronal de PDVSA y Fedecamaras, con la complicidad de la
CTV, Ricardo duró mas de un año enconchado para evitar que lo remataran, la lucha en la empresa continuó, los sicarios siguieron actuando, pero esta vez fue
tiroteado un trasporte de la empresa donde iban trabajadores luego de salir de
su jornada, en ese bus iba la mayoría de la directiva del sindicato, nunca hubo enjuiciamiento alguno por
parte de la ley, no hubo ni siquiera sospechosos, todo quedó impune. A mucho mas de un año del atentado Ricardo logró conseguir la prótesis para operarse y seguir la lucha, asi fue siempre él, de frente con su Topo Obrero, hasta el día de hoy. El periódico el Topo Obrero, dirigido por
Ricardo, no tengo la menor duda, tiene el récord en Venezuela por su
persistencia, nada que ver con pasquines
genuflexos como Tribuna Popular. Mis condolencias a Josefina y a toda su
familia, a Santa Rosa en Barquisimeto. Estamos en deuda con Ricardo Galíndez, los venezolanos tenemos que participar, como parte de la Revolución Mundial,
que viva la IV Internacional.
José Capitán