Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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jueves, 28 de julio de 2011

Los yanquis en defol

PO 1187 28/7/2011 Internacionales

Los yanquis en defol

Hace tiempo que Estados Unidos se encuentra en cesación de pagos (‘default'). La deuda pública federal es de 14 billones de dólares -un ciento por ciento del PBI; el déficit fiscal del ejercicio 2011 supera el 10% de ese producto, en las cercanías de los dos billones de dólares. El cómputo de la deuda pública no incluye a los estados de la federación y a los municipios -muchos de los cuales, entre ellos el estado de California, ha dejado de pagar sus cuentas en dólares para hacerlo en una suerte de moneda local, un certificado denominado IOU.

La ruleta

Estados Unidos ha dejado de pagar su deuda pública hace bastante tiempo, porque solamente la renueva. La causa principal de su crecimiento es la acumulación de intereses que se pagan con la emisión de deuda nueva. La tasa de ese crecimiento de la deuda supera la del PBI -por eso ha pasado del 62 al 100% en el curso de cuatro años. De modo que cuando se dice que Estados Unidos podría incurrir en defol, se oculta que ya lo ha hecho. La potencia capitalista más importante está en cesación de pagos, el valor de su deuda en el mercado no tiene nada que ver con la realidad. La cotización de la deuda pública disimula la desvalorización del dólar, la moneda que se usa como referencia mundial. Si se valuara la deuda norteamericana en términos de francos suizos, ni qué decir en términos de la cotización del oro, quedaría claro que ya ha sufrido una desvalorización suficiente como para ser declarada deuda basura o en default. La deuda pública norteamericana vale, en términos de oro, el 12% (un 88% inferior) con referencia a 2005 (lo que cayó la deuda de Argentina, en 2002, en términos de dólares).

Una disposición legal fija, sin embargo, un techo al endeudamiento en que puede incurrir Estados Unidos, que el Congreso va subiendo cada vez que se llega al tope. Es lo que ocurre ahora con el techo de los 14 billones. Pero Estados Unidos no va a dejar de seguir pagando su deuda impagable ni de renovar la deuda que va venciendo. La Constitución misma le exige honrar la deuda pública, aunque no le prohíbe devaluarla, claro, recurriendo a la desvalorización de la moneda. Al llegar al techo sin obtener una autorización del Congreso para subirlo, el gobierno dejará de pagar gastos sociales y hasta salarios, o suspender y despedir personal, pero seguirá con la ruleta financiera. Esta situación muestra el condicionamiento que impone el capital financiero al conjunto de la economía capitalista, en contraste con lo que ocurría en el siglo XIX, cuando los Estados enfrentaban sus crisis mediante el defol y la ruina de los acreedores.

Entre Boudou y los chinos

La deuda pública norteamericana tiene, sin embargo, algunas características explosivas. La más importante es que el cincuenta por ciento de ella se encuentra en manos extranjeras -bancos centrales y tenedores privados. Una inflación interna puede disminuir (desvalorizar) esa deuda en relación con los precios de otros activos en el interior del país y operar como una transferencia de valor entre los tenedores de diferentes formas de capitales. Los acreedores internacionales (China, Japón, Alemania, Brasil) podrían recurrir a deshacerse de los bonos y títulos públicos en su poder, y desplomar el mercado de capitales norteamericano y el comercio internacional. Como el perjuicio para los acreedores sería enorme, el manejo de la deuda pública sería el disparador de una crisis política mundial.

Otra característica es que el Banco Central norteamericano -siguiendo en esto al maestro Boudou- ha estado comprando la deuda de corto plazo, de modo que tiene hoy en sus arcas el 60% de ella. Esta medida inyectó dólares en los bancos y redujo el monto de deuda en circulación, o sea que redujo la oferta de títulos públicos para sostener su cotización -una expresión de que la deuda es impagable y de que su valuación en el mercado es ficticia. El gobierno de Obama tiene la opción de suspender el pago de esa porción de la deuda, o sea convertirla en circulante para reactivar la economía. Esto, sin embargo, no sólo desataría una reacción interna de los grandes bancos sino, con seguridad, una salida de capitales.

Obama pretende que el Congreso suba el techo del endeudamiento, a cambio de lo cual promete reducir el déficit en seis años. Los republicanos se oponen, con dos planteos: que el aumento del techo cubra un año financiero solamente y que la reducción del déficit sea mayor que la prometida por Obama y con acento en la poda de los gastos sociales. La prensa presenta la crisis de la deuda como un enfrentamiento entre dos variantes del ajuste o como una competencia frente a las elecciones de 2012, o como un resultado de la presión de la derecha en el partido republicano, pero relegan la evidencia de la inviabilidad del presente cuadro financiero de Estados Unidos -o sea de la obligación de hacer lo que ya muchos admiten para Grecia: la declaración de un defol.

Yanquis y helenos

En el estadio actual del desarrollo financiero del capitalismo, el valor de una moneda lo determina la cotización de la deuda pública. La deuda norteamericana es el anteúltimo refugio del capital frente a la crisis; el refugio último, el oro, sería, precisamente por eso, el detonante de un derrumbe mundial, porque privaría a los Estados de los medios para financiarse. El defol de Estados Unidos pone de manifiesto el carácter universal del derrumbe de Grecia.

El capitalismo ha llegado a una concentración tan enorme de los recursos económicos que podría salir de esta crisis con un gasto planificado gigantesco, que elevaría la producción y el movimiento comercial, y con ellos las finanzas públicas. El problema es que esos recursos están concentrados en manos privadas, que operan en función de sus propios intereses, y que el capital financiero ocupa la cúspide de esa concentración económica. Por eso, la salida del gasto impone la nacionalización, la usurpación de la propiedad capitalista por el Estado capitalista. En contra de esta tendencia, la crisis, por esto, ha propiciado el florecimiento de un mercado incendiario: el de los seguros contra default, que apuestan a que se produzca una cesación de pagos de los Estados, como si las compañías que venden esos seguros pudieran cumplir con los compromisos en el caso de un estallido.

Al ingresar al quinto año de la crisis, todos los fundamentos del capitalismo han sido puestos en cuestión.

Jorge Altamira

http://po.org.ar/articulo/po1187073/los-yanquis-en-defol

lunes, 25 de julio de 2011

Volante de Opción Obrera para Marcha del 26/07/2011


    26 de Julio de 2011                      opcion-obrera.blogspot.com                      info@opcionobrera.org


¿POR CUAL CONTROL OBRERO DEBEMOS LUCHAR?
¿POR EL DE LOS TRABAJADORES O POR EL DEL GOBIERNO?

ALGUNAS CONFUSIONES QUE HAY QUE ACLARAR PARA PODER ESCOGER BIEN

No se hace por decreto menos por ley ni todavía menos pidiendo que nos lo den. Lo mismo aplica para los Consejos de Trabajadores. Consejos de Trabajadores y Control Obrero se conquistan con la lucha del día a día contra los patronos en cada empresa pública o privada.

Lo primero es plantearnos si nuestro salario alcanza para cubrir nuestras necesidades básicas, si nuestras condiciones de trabajo no deterioran nuestra salud, si tenemos derecho a la recreación y al descanso suficiente.

Ni los sindicatos sustituyen a los Consejos de Trabajadores ni viceversa. Ambos hacen yunta para enfrentar a los patronos. Para que los sindicatos sean efectivos primero hay que sacar de ellos a los burócratas a la vez que se lucha por poner someter a los patronos a las decisiones democráticas de los trabajadores respecto a la administración y producción de las empresas.

No hay empresas socialistas ni hay transición hacia el socialismo desde el capitalismo. El Control Obrero no sólo es para las empresas que están con problemas económicos como las del Hierro, Acero, Aluminio y Electricidad. El Control Obrero es una dualidad de poder ejercida por los trabajadores explotados frente al poder que imponen sus patronos. La dualidad de poder es una experiencia viva de los trabajadores para conquistar su propio gobierno en pos del socialismo.

LO QUE NECESITAMOS PARA CONQUISTARLO
 
La fuerza de trabajo es la única mercancía que podemos vender los trabajadores. Nos pagan con un salario que siempre pretenden que sea el mínimo. La lucha por un salario igual a la cesta básica y por una escala móvil de horas de trabajo para que todos trabajen son consignas fundamentales dentro del capitalismo.

Afrontando la lucha reivindicativa es que podemos lanzar las consignas transitorias para luchar contra el capital y el Estado burgués, es decir, la lucha por el poder, por un gobierno de los trabajadores. Es la única forma de comenzar a realizar nuestras tareas históricas, por la sociedad socialista.

No existe Control Obrero sin democracia plena de los trabajadores. Sin autonomía. Sin independencia de clase.

El Control Obrero se conquista forjándolo, utilizando las propias herramientas de lucha de la clase trabajadora: la movilización, la ocupación donde sea necesario, la huelga; siempre con la organización de los trabajadores.

A la banca hay que nacionalizarla bajo el control de sus trabajadores para orientar todos sus recursos en función de las necesidades reales del país. Una banca nacionalizada y centralizada es la fuente del capital necesario para toda actividad e inversión para la producción sin necesidad de recurrir en primera instancia a prestamistas extranjeros como los del Fondo Chino que se pagan y se dan el vuelto mientras los burócratas se reparten las comisiones.

El mundo está inmerso en la bancarrota del capital. Venezuela no escapa a ella y ya vemos como estamos pagando sus efectos a escala nacional. El Control Obrero es la única alternativa para que los trabajadores no sigamos pagando los costos de la crisis de los capitalistas, por el contrario, es lo única herramienta que tenemos los trabajadores para hacérselas pagar a ellos que fueron los que la causaron.

En la lucha por el poder no lo hacemos por un modelo socialista. Tampoco es un proyecto que diluye la consigna principal: POR UN GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES, como primer paso para avanzar hacia la SOCIEDAD SOCIALISTA.

viernes, 22 de julio de 2011

Crisis mundial: toma forma "la tormenta perfecta"

PO 1184 7/7/2011 Internacionales

Crisis mundial: toma forma "la tormenta perfecta"

Quizá sea culpa de la Copa América o la inminencia de las elecciones porteñas, pero pocos han prestado atención, como es obvio, a la decisión del fondo de inversiones de Singapur, Temasek, de vender el 49% de sus acciones en el Banco de China y el 8% de las que posee en el China Construction Bank. Temasek ha sido el mayor inversor institucional en el Banco de China. Una semana antes, la Auditoría Nacional de China había informado que esos bancos poseen 1,2 billones de dólares en deuda de los gobiernos locales (el PBI de China es de alrededor de cuatro billones de dólares). Luego de conocida esta información, la prensa informó que las ramas financieras de estos gobiernos, en Shanghai y Yunan, podrían declararse en cesación de pagos. La acción de Temasek "hizo sonar las alarmas sobre las perspectivas del conjunto del sector bancario". El Bank of America, el segundo inversor en importancia en el Banco de China, "planea seguir los pasos de Temasek". Siempre de acuerdo con The Wall Street Journal (6/7), "El mercado parece haber llegado a la conclusión de que los principales inversores se encuentran preocupados por los riesgos ocultos en los bancos chinos". Las acciones de los dos bancos cayeron un 13 y un 14%, respectivamente, en junio.

Para la calificadora Moody's, "La escala potencial de los problemas de los préstamos de los bancos de China puede encontrarse más próxima a su hipótesis de tensión que de normalidad" -créditos morosos del 8 al 12% en lugar de 5 al 8%. A menos que China proponga ‘un plan maestro claro' para limpiar su cúmulo de deuda estatal local, la perspectiva crediticia de los bancos de China puede convertirse en negativa".


El mismo día en que el fondo de Singapur ejecutó la liquidación de sus acciones en el Banco de China, el Banco Central de este país volvió a subir la tasa de interés, alegando la necesidad de domesticar la inflación, la cual alcanzó el 6,6% anual. Desde el derrumbe de finales de 2008, el gobierno de China llevó adelante una agresiva política de gasto fiscal y de expansión del crédito, que ha redundado en muchas inversiones no rentables y en el otorgamiento de préstamos impagables. "Proveer estímulos monetarios es la parte fácil; retirarlos resulta ya más embarazoso". Este comentario del Financial Times (6/7) está relacionado a la observación de que "los inversores están alarmados por cualquier desenvolvimiento que parezca elevar las chances de un aterrizaje forzado en China". O sea de una crisis financiera. Un síntoma poderoso de esta posibilidad es que la tasa de interés de corto plazo supera a las que se pagan por préstamos a plazos prolongados; los deudores morosos salen a endeudarse para salir de la mora. Con independencia del curso que siga esta crisis, lo cierto es que asesta un golpe a la demanda mundial que tiene a China como la principal protagonista, en momentos en que se agrava la situación industrial en Estados Unidos y Europa. El ‘desacople' de China, cuyo crecimiento debería permitir balancear la recesión en Estados Unidos y Europa, se viene agotando desde hace tiempo.

Grecia y Portugal

Pero los ‘astros' se han complotado para hacerle otra mala jugada a la burguesía mundial con el anuncio de la rebaja de la calificación de la deuda pública de Portugal, la que ahora quedó convertida en "basura". La ironía es que esta descalificación obedece a que las exigencias puestas a los bancos alemanes y franceses para refinanciar la deuda de Grecia ¡reduce la capacidad para rescatar a Portugal! (Wall Street Journal, 6/7). Como ocurre en los otros países quebrados, sin embargo, la deuda pública es lo de menos: la deuda privada de Portugal es un 260% del PBI. Como en un naufragio, primero los niños y las mujeres -salvar a los bancos es la regla del juego de una misión imposible. "La descalificación va a disparar los costos directos para Portugal en la medida en que producirá un efecto cascada en el sistema" (Wall Street Journal).

Pero, pero... "De acuerdo al Banco de Basilea, el sistema financiero de España es el más expuesto al riesgo de Portugal, por 113 mil millones de dólares en deuda pública y privada, aproximadamente un tercio de la deuda pendiente del país". Entre los principales afectados: BBV, Santander, Popular Español. "La descalificación de Portugal -insiste el Wall Street Journal- llega en un delicado momento para España", nada menos que el país que "es demasiado grande para ser rescatado". El economista conservador Nouriel Roubini, al incluir a Italia en la situación de España, llamó a las autoridades monetarias a hacer una caracterización de conjunto de la crisis. Un derrumbe, el 24 de junio pasado, de la Bolsa de Milán, llevó al Corriere della Sera a advertir que algunos bancos italianos no superarían el examen de ‘resistencia' que está efectuando las autoridades, con la correspondiente baja de calificación de sus deudas; entre ellos no estaría el Unicredit (algo sospechoso), pero sí el Intesa, el Banco Popolare y varios más. La amplitud del derrumbe financiero en Europa excluye la posibilidad de que alcance como salida una refinanciación de la deuda de Grecia, con o sin quita. También aleja la hipótesis de que un bono europeo pueda sustituir las diferentes deudas públicas nacionales, porque al final los rescatistas son nada menos que los mismos siniestrados. La deuda conjunta de Irlanda, Portugal y Grecia solamente -o sea pública y privada, bancaria y no bancaria- suma 900 mil millones de euros -1,3 billones de dólares (The Economist, 16/4). La deuda exclusivamente pública es la cuarta parte de esto: ¿quién está en quiebra, entonces?

Financial Times (21/6) es muy claro con relación a Grecia: "Los retiros mensuales de depósitos de los bancos fueron de 1,5-2 mil millones de libras esterlinas en el primer trimestre del año" -2,5-3,3 mil millones de dólares por mes. En 2010 se retiraron 30 mil millones de euros, o sea 42 mil millones de dólares -el 12% del total de los ahorros. Es decir que hay un vaciamiento bancario que es compensado por dinero del Banco Central Europeo, cuyo balance (títulos acumulados) es de 2,8 billones de dólares, frente a un billón hace tres años. "Además, el organismo posee decenas de miles de millones de euros como aval de los préstamos (o sea que no figuran en el balance del BCE) otorgados a los bancos comerciales griegos, cuyo valor podría derrumbarse en caso de que el país caiga en una cesación de pagos" (Wall Street Journal, 4/7). La salida de dinero de Grecia hacia Chipre -12 mil millones de dólares- sufrió un parate cuando quedó en evidencia la posibilidad de quiebra de ¡los bancos chipriotas! (Financial Times). ¿Quién se anima en estas condiciones a refinanciar deudas que nunca serán pagadas? La mencionada Moody's acaba de advertir a los acreedores de Grecia que rebajaría su calificación si procedieran a una refinanciación (Wall Street Journal, 5/7). La Unión Europea y la sociedad capitalista en general enfrentan el desafío de una reorganización económica para la cual no tienen los recursos financieros ni, al menos todavía, los medios políticos, pero que modificará en forma radical todo el contexto histórico. El inmovilismo que se manifiesta en el recurso exclusivo al ajuste se encuentra en el punto del estallido. Las autoridades políticas pretenden repetir la dosis cavallar de ajuste que aplicaron a los países del Báltico, sin haber provocado conmociones políticas, pero no los han sacado de la depresión, que ahora se agravará con el empeoramiento de la situación financiera mundial en su conjunto.

USA y América Latina
 
¿Y cómo vamos del otro lado del Atlántico? "Los factores que ralentizan el crecimiento de Estados Unidos son crónicos", dice Roubini (La Nación, 26/6), y remite al hundimiento de la demanda como consecuencia del derrumbe financiero. "Y a diferencia del período 2007/10 -prosigue- (...), en esta ocasión las autoridades se están quedando sin municiones". Las líneas de crédito de los bancos han caído de 3,04 billones de dólares a 2,69 y para el sector inmobiliario de 1,33 a 1,15; "el crédito bancario a hogares y empresas en Estados Unidos ha caído un 4% desde que comenzó la recuperación" (Wall Street Journal) (¡!), o sea que no la hubo nunca, porque la economía capitalista no es una economía de transacciones simples, sino de expansión y crédito. Este impasse explica las divisiones políticas en Estados Unidos, donde no se logra que el Congreso autorice una margen mayor del tope de endeudamiento del Estado. Esto explica la caída de la cotización de los bonos del Tesoro norteamericano, o sea una corriente vendedora de deuda pública, lo cual aumenta la tasa de interés en medio de una recesión.

Estos aumentos de tasas de interés, en los bonos Estados Unidos o en la tasa del Banco Central de China, conducen a lo que un columnista del Financial Times adelantó como "Reversión de fortuna en preparación en las acciones de los países emergentes" (21/6), o en porteño básico: peligro de salida de capitales. El periodista cita el caso de la Bolsa de Shanghai, donde el valor de acciones cotizantes pasó del 140 al 62% del PBI. En el caso de Argentina, se estima una salida de capitales, en 2011, de quince mil millones de dólares. El efecto de este reflujo financiero se manifestará, asimismo, en la cotización de las materias primas de exportación; el gobierno intenta controlar una devaluación de la moneda (que se cotiza en el paralelo con un diferencial del 20%), mediante la venta de títulos en dólares de la Anses, que se ha convertido en una caja para todo servicio. Argentina enfrenta una inflación elevada en condiciones de congelamiento de servicios básicos como energía y transporte, que es lo que la hace potencialmente explosiva. Mario Blejer, banquero, londinense de arraigo y fiel a los K, apuntó en Ambito Financiero que "las dos principales amenazas vienen por el lado de una crisis fiscal en Europa y un frenazo de los emergentes para contener la inflación". Podemos concluir, entonces, que la economía política K se encuentra en ‘libertad condicional'. Esto explica que hayan traspasado los bonos que se ajustan por inflación de los acreedores internacionales a la Anses, lo cual equivale a una confiscación económica enorme, porque se aplica el índice del Indec.

Manos a la obra
 
Más arriba citamos a Roubini diciendo que los Estados no tienen los recursos del pasado para afrontar la nueva etapa de la bancarrota capitalista; tampoco cuentan con la pasividad de las masas. La belicosidad de los explotados se va convirtiendo en el factor fundamental del derrumbe, pone límites infranqueables al capital y prepara las condiciones para una salida anticapitalista.

Jorge Altamira

http://po.org.ar/articulo/po1184057/crisis-mundial-toma-forma-tormenta-perfecta