Nuevamente Chávez pide a las Farc que depongan las armas
Chávez le pide a la guerrilla colombiana, una vez más y nuevamente presionado por la derecha internacional, que deje ella las armas, cuando precisamente ni los paracos ni los carteles de las drogas ni los sicarios ni el mismo Estado represor colombiano, o las siete bases militares del imperio yanqui, dejan las suyas. El planteo tiene un alcance por lo menos sombrío. Fidel Castro comparte la posición de Chávez.
Chávez, de nuevo, se siente presionado por el imperialismo. En vez de alentar a que se sostengan en las amplias zonas del país hermano que controlan y también a que incidan en la organización que tanto requiere el proletariado colombiano, enfrentado a una inigualable explotación y al desempleo crónico en sus ciudades, llama al desarme. Las otras vías de acción parecen importar poco a los colombianos explotados y oprimidos, como lo demuestra la alta abstención manifestada en las pasadas elecciones presidenciales.
Chávez, de nuevo, se siente presionado por el imperialismo. En vez de alentar a que se sostengan en las amplias zonas del país hermano que controlan y también a que incidan en la organización que tanto requiere el proletariado colombiano, enfrentado a una inigualable explotación y al desempleo crónico en sus ciudades, llama al desarme. Las otras vías de acción parecen importar poco a los colombianos explotados y oprimidos, como lo demuestra la alta abstención manifestada en las pasadas elecciones presidenciales.