Crítica de Libros
Un libro que hacía falta "Colonia Petrolera"
En noviembre de 2022 salió al público el libro “Colonia Petrolera”
de Jonny Hidalgo, en la contratapa Jonny escribe refiriéndose a Venezuela
"Si la respuesta a la pregunta ¿quién soy? es petrolero y
rentista, entonces el orden que desde allí se genera es el de una colonia
petrolera, rol al que ha sido condenada Venezuela durante los últimos cien años.
Este libro desmonta la falacia que, sin distingo de militancias o ideologías,
sostiene el discurso de los académicos, empresarios y políticos del país"
Además, de manera tajante, también escribe. “el `rentismo’ no
existe”. Y esa afirmación, la sustenta en el desarrollo del libro, basándose en
una buena investigación sólidamente soportada en fuentes. El libro, escrito también
de forma amena, aparte de la introducción, está dividido en cuatro capítulos, el
primero, Venezuela no es un país petrolero, el segundo, Venezuela no es un país
rentista, el tercero La organización petrolera y el cuarto Redención.
Resaltamos de manera sucinta algunos elementos.
"Desde el siglo XVI ha sido constante que las potencias
acusen de “perezosos” a los pueblos latinoamericanos, No es cualquier acusación…
En Venezuela se utiliza el sinónimo “flojo”; difamación que encontró su cúspide
en el término “rentista”. El pueblo es rentista porque es flojo, no vive de su
trabajo sino de abrir el chorro de petróleo que por suerte se encuentra en su territorio
y con este capta una renta generada por otros, que sí trabajan, en el exterior en
las metrópolis" (p. 32)
Luego aclara
"El valor producido por el trabajador es igual al salario más
la plusvalía… en cambio la tierra y el capital, como medios de producción solo
transfieren al producto en la medida en que gastan su propio valor de uso y
nada más. Por otra parte, lo único que le da valor de cambio a la mercancía es
el trabajo… A la conclusión que se llega por esta línea es que la renta es producto
del trabajo, Consecuentemente, la riqueza de una nación no depende de la renta
ni de la ganancia sino del trabajo, -sin trabajo no hay renta ni ganancia. En
este sentido el rentismo no existe" (p. 60).
Mas adelante, añade algo muy esencial
"Al constituirse el Estado nacional acorde a los intereses y dinámicas
del mercado petrolero mundial todos los sistemas productivos, de justicia,
salud, educación, etc., etc., se diseñaron para garantizar la seguridad de las empresas
y de los extranjeros que vinieron al país a realizar la explotación petrolera, …
Así pues, es fácil entender la fortaleza del vínculo entre la estructura del
estado y la industria petrolera. Para romper el orden colonial es necesario cambiar
ambas estructuras" (p. 154, 155).
Suscribimos esta concepción novedosa, todavía muy particular,
la cual no la hemos visto planteada anteriormente, también le añadimos, toda
esta fundamentación es vital, invaluable y necesaria para orientar a Venezuela a
través de una lucha tenaz, hacia su soberanía.
Hasta hoy, el rentismo se utiliza como caracterización fundamental
sobre el país, Jonny manifiesta que es una difamación, nosotros hemos catalogado
al rentismo como un mito, una sustantivación convertida en una reificación, acondicionando
la realidad, todo está supeditado a esta situación “rentista”, en vez de ser la
adjetivación de una actividad extractiva, esta denominación pasa a ser el demiurgo
de lo que acontece, lo que nos pasa se debe a que somos rentistas.
La situación actual deviene porque existe la condición rentística,
la vida funciona de una forma porque está supeditada previamente al rentismo. Ambas
opciones requieren dar una respuesta y en ese sentido lo acompañamos en su reflexión
y su tino para percibir todo este entramado falso respecto a Venezuela,
Definitivamente se debe leer este libro, pero antes de pasar
a otros comentarios sobre el libro es necesario abundar un poco más respecto a
la renta del suelo,
Si bien con la nacionalización petrolera, el estado se hace
cargo por lo menos formalmente de la producción petrolera, finalizan las concesiones
y desaparece, donde existe la renta absoluta, la cual es un subproducto de
relaciones de producción precapitalistas.
La propiedad territorial al darle un valor al terreno útil,
lo capitaliza; el dueño por el uso del terreno, el cual es una actividad específicamente
capitalista, cobra una renta, análoga al pago del interés al banco o
prestamista, todo proviene del trabajo, aunque a ambos, el terrateniente y el usurero
no les cueste trabajo.
Luego de la nacionalización, donde el terreno ahora es
propiedad del productor capitalista, todavía perdura una renta, la más substancial,
la renta diferencial; debido a la limitación de la tierra, por ejemplo, no todos
los terrenos pueden producir petróleo, entonces donde sí pueden producir petróleo
la diferencia de fertilidad o aprovechamiento de los terrenos productivos,
permite respecto al terreno menos productivo, que todos los otros terrenos generen
un ingreso adicional, debido a que el precio del mercado viene determinado por
el costo del peor terreno productivo que genera plusvalía, es decir que participa
del mercado.
Esta es la renta diferencial, la cual se debe a la
producción petrolera, como puede ser por la producción de mangos, de cambures
(bananas) e inclusive de agua, que es muy buen negocio, para la producción de agua
en botellas de plástico. La renta diferencial, puede darse en cualquier país, se
basa en dos condiciones, la limitante del terreno y la existencia de la propiedad
territorial y junto a la renta absoluta, no hay otro tipo de renta, bajo régimen
capitalista de producción.
"Lamentablemente, la creencia de que el rentismo existe predomina
en todo el espectro político del país, sin importar corriente ideológica, fe
religiosa, postura académica, militancia política o condición de clase; a todos
se les ha enseñado y convencido de que Venezuela es un país rentista. se
sataniza a la renta para desprestigiar al trabajo que la produce. Se promueve
el rentismo para hacernos creer que no trabajamos, que no producimos nada. En
tales condiciones es imposible valorar el trabajo de la nación, luego no se
remunera adecuadamente. El problema histórico de la desproporción entre la
remuneración del trabajo y la del capital, en Venezuela, es consecuencia de la
falta de valoración del trabajo nacional. Si el trabajo vale poco, se le paga
poco" (p.146).
Ahora de otra forma, resumiendo y a su vez comentando el
contenido del libro.
Sobre la organización petrolera del país, extraemos lo
siguiente: la caracterización de Venezuela como una colonia petrolera partiendo de principios del
siglo XX, con el manejo directo de las transnacionales de la extracción de petróleo,
luego a inicios de la década de 1960, se funda la CVP con el fin de ir
encarando la producción nacional y directa de la industria luego del vencimiento
de las concesiones, pero antes de la reversión la cual sucedería en 1983, se
adelanta la nacionalización de la explotación, al gusto de las transnacionales
y la guinda va a ser la creación de Petróleos de Venezuela S.A. PDVSA en 1976 “como
una antítesis de lo que fue la CVP” (p. 114) hasta ese momento. Con la creación
de una alternativa a la CVP, con PDVSA como casa matriz “el Estado crea un
monopolio que es sustancialmente más poderoso que cualquiera de sus mecanismos
de control” (p. 136).
Jonny da cuenta del exabrupto que continúa con PDVSA, en la Constitución
de 1999, su artículo 303, avalado o mejor aun reafirmando la particularidad de su
registro como sociedad anónima es decir bajo términos del código de comercio
privado. Contrario a una casualidad, la característica especial que tiene esta
empresa del estado, se blinda constitucionalmente, se precisa como visión el
desarrollo de negocios, para esto, a la vez que el artículo define a la empresa
con el 100% de las acciones por parte del Estado, libera a la creación de sus
filiales de esta atadura, en otras palabras, el poder de compartir acciones con
el capital privado. Jonny da cuenta que, como filiales madre, pueden tener a su
vez nuevas filiales, donde el control regular y directo como sociedad anónima es
a través de su propia asamblea, junta directiva, comisarios, donde el control por
parte de la casa matriz se hace cada vez complejo y efectivo.
En el libro también se comenta que las filiales se crean tanto
en el país como fuera de él, lo que dificulta más aun el control. Nosotros
añadimos un ejemplo, los directivos de Citgo eran tanto venezolanos como nacionalizados
gringos, quienes, a la hora de su seguridad, al actuar contrarios a los
intereses del país, son protegidos o reclamados por su otra o conveniente nacionalidad.
Debemos detenernos, en el punto esencial la razón de PDVSA, expresado
el art 303, el desarrollo de negocios, lo cual corresponde a código o registro
mercantil, esta característica, atiende o corresponde muy bien, en los países capitalistas
mas avanzados, EEUU, Europa y Japón. Pero sucede muy diferente, en este país las
inversiones de esta empresa de la nación, o digamos románticamente de todos los
venezolanos, atendiendo a esta visión, debe responder a una estrategia para
recuperar lo más rápido posible su capital invertido. A la par y contradictoriamente
todos los servicios de la inmensa mayoría de los habitantes del país son
precarios, sobre todo el uso común y vital del gas doméstico, inclusive el uso
del combustible diesel y gasolina para transporte masivo de carga y de
pasajeros, no cuadra la visión o desarrollo de negocios con las necesidades más
elementales de sus accionistas.
Sin duda, los países de los colonizadores están cubiertos
hasta cierto punto plenamente sus servicios. Ahora bien, sucede en Venezuela, impedidos de
aprovechar el gas, con un recurso para “tirar pal techo” o mejor dicho quemándolo
libremente, a su vez exportando crudo e importando combustible o sus aditivos, con
un parque refinador y una industria petroquímica por el suelo, definitivamente
se concluye que el desarrollo pleno de negocios de esta industria no es para el
país.
Se revela en el desarrollo del libro, que La Organización Petrolera
es acorde a una colonia petrolera. Los países capitalistas avanzados, tienen un
aprovechamiento del petróleo, mientras que nosotros con mas de 100 años de producción
y más de 40 de nacionalizado, todavía lamentablemente no se ve la prioridad capitalista
de desarrollo de negocios, en razón de beneficio pleno para el país y de las
necesidades de los venezolanos, conste que quien hace esta crítica, también trabajó
en esta área por cerca de 30 años e incluyendo en el tiempo hasta el día de
hoy, percibe a sus excompañeros de trabajo y amistades proclives a esta visión colonial,
acorde con el desarrollo de los negocios, serán socialistas de “corazón” pero su
cerebro está aun al servicio del capital foráneo, no olvidemos estando aun, dentro
de PDVSA.
Para Jonny, la tarea de organizar una industria petrolera
nacionalizada, así como el de reorganizar el Estado en general, aún está pendiente,
nosotros añadimos, el capitalismo criollo nunca podrá desarrollar en su totalidad
este negocio, entonces la mayor parte del país estará desasistido de este
servicio elemental y básico, para su uso doméstico y para el transporte, hasta
para la industria. El país con reservas
inmensas de petróleo y gas, sin el aprovechamiento vital para los venezolanos.
El capital que impone no vive aquí, no es nacional. Solo queda luchar contra
ese capital tanto extranjero como sus socios menores en el país.
Respecto al último capítulo “Redención” referido a cómo
abordar el problema sobre la Colonia petrolera y la forma de cómo salir de él, queremos
abordar y precisar algunos conceptos tratados en el libro,
La independencia del país entre 1821-1830, de España, fue un
hito importante por el cambio de dueños sobre el país, la economía del país pasó
a ser dirigida por la clase terrateniente autóctona y los militares, que ya se
perfilaba desde el congreso de Angostura en 1819.
Una Colonia si bien es una condición política en la cual el país
opresor (colonizador), acciona sobre el país oprimido (colonizado), ambos
dentro de una relación de producción capitalista, ojo no confundir con otras
condiciones atávicas o que ya no existen. Hoy el sistema de esas relaciones de producción
está en declinación, hace muchos años, mas de un siglo que dejaron de progresar
en su conjunto, solo sobre la base de dos matanzas mundiales de millones de
personas, reinició su ciclo de reproducción que de nuevo se agotó, una nueva crisis
económica muy profunda, explotó en 2007-2008 con su epicentro en el país con la
economía más avanzada, en Nueva York quiebra uno de los 5 bancos de inversión más
grandes del mundo, se entra en una recesión
que hace caer los precios del petróleo, una de sus consecuencias es el hundimiento
de Venezuela. Ahora para intentar salir de la crisis, comienza en Ucrania, la
tercera matanza mundial.
El mayor auge de la economía capitalista, su plenitud, determinó
para unos pocos países su expansión como capital financiero, llamado el comienzo
del imperialismo, con esta etapa se alcanza el reparto total del mundo y por lo
tanto el impedimento para que la mayoría de los países dominados por potencias foráneas
pueda resolver sus grandes y graves problemas nacionales. En ese entorno entró
Venezuela a girar sobre el eje de la economía de otros países que imponen sus propósitos,
en especial los EEUU y las empresas transnacionales petroleras principalmente, pero
también otras como las transnacionales asociadas a la minería ferrosa, el oro y
luego también el aluminio en la región de Guayana.
Dentro del capitalismo en declinación ya no pueden emanciparse
los países oprimidos, el dominio de la economía lo ejercen los capitales mayoritarios
extranjeros, en conjunto con sus socios de capitales nacionales mucho menores,
sin embargo en este dinámico vaivén afloran las diferencias, los problemas nacionales
pendientes, llamadas tareas democrático burguesas no resueltas, sobre todo en
el agro, rezagos precapitalistas y lo clave, la soberanía, la total independencia
del país, que no existe, ni nunca ha existido. Cuba, por ejemplo, luego de una revolución
social, paga un precio muy alto desde hace mas de 60 años por intentar alcanzar
su soberanía. Esto sucede por la falta de avance de la revolución en Latinoamérica.
La riqueza principal de cada país, es compartida entre esos
socios extranjeros y nacionales, aquellos siempre se imponen, el orden es
capitalista y ¡ay!, de quien pretenda romperlo o superarlo. Es esta época, en
declinación capitalista, su máximo representante y en decadencia, los EEUU solo
se pueden mantener, y tratar de frenar su deterioro interno a costa de los
otros países, inclusive si para ellos no hay otro medio que la guerra, la invasión
u ocupación.
EEUU desde inicios de los años 70 del siglo pasado, cuando
decretó el fin del acuerdo de Bretton Woods, no para de devaluarse su moneda respecto
al oro, por otro lado, aumenta su déficit comercial con el mundo, acentuándose
desde este siglo, y en sobre todo respecto de China, el cual tiene una balanza
comercial favorable en su intercambio con EEUU.
En América Latina, la soberanía si bien se presenta como algo
nacional, en ningún país puede alcanzarse aisladamente. La ausencia de soberanía
económica y por tanto política, no tiene que ver con algo subjetivo o mejor
dicho este sería su última incidencia.
Todo país para avanzar plenamente, debe destruir el estado
colonial, quienes lo representan en cada país y las imposiciones desde afuera. La
estructura para la producción, tiene que partir de los mismos productores es
decir los trabajadores, de acuerdo a sus intereses y para eso deben gobernar, a
eso se llama los primeros pasos hacia el socialismo.
A partir de la crisis
capitalista mundial iniciada en 2007-2008 y no zanjada aun, Venezuela fue y es,
uno de los países que mayor sufre sus consecuencias, sino fue el peor que
resultó de ella y por lo mismo no podrá salir de ella o superarla, dentro de
unas relaciones capitalistas de producción subordinadas al capital financiero
mundial,
El estado venezolano es el mayor empleador del país, además el
gobierno se jactaba de tener un alto números de jubilados y pensionados, ambos,
los activos y los pensionados tienen un salario mínimo legal de menos de 6
dólares mensual y decreciendo, alguien tituló ese drama como “la desvalorización
social de los adultos mayores” y le añadiríamos también de los otros, de los adultos
a secas.
No se trata de mejorar la relación social existente, la de
explotación, sino de destruir esta y crear una nueva, sobre las bases materiales
dejadas por aquella, a la disposición del trabajo vivo (la fuerza de trabajo) y
el aprovechamiento del trabajo muerto o ya cristalizado (los medios de producción)
y de los recursos naturales disponibles de la tierra. Esta oferta de alguna forma
hallará la demanda existente en un mundo repleto de contradicciones sobre todo
en la competencia entre capitalistas.
Jonny alude al orden y la razón. Para el crítico la razón es
la satisfacción de las necesidades de los trabajadores y el orden es contrario al
orden explotador de una sociedad donde las relaciones de producción tienen como
fin no la producción de bienes sino la producción de plusvalía, en otras palabras,
la apropiación del trabajo ajeno, donde el Estado hace valer el orden de coerción
hacia la clase de los productores, es decir, de los trabajadores
Pero tenemos que ver la relación de Venezuela con su primer
entorno, el latinoamericano y el más amplio el mundial. Nuestra ubicación como
proveedor de petróleo trasciende todos los ámbitos en el comercio internacional,
como materia prima del combustible (diésel y gasolina), el sector de la energía
primaria más importante para mover el mundo, tanto en el transporte marítimo, aéreo
y terrestre, también en la industria y en los servicios domésticos.
Respecto al gas, además de proveerlo para la industria
petroquímica, es vital para el uso doméstico y mientras lo tienen cubierto los países
que mandan en el mundo, ver esto para el consumo nacional como secundario, es
continuar acompañando las necesidades de otros antes que las nuestras y manteniendo
el objetivo de PDVSA como una visión de negocios, nada más.
El ingreso por la venta de su producción, debe estar bajo
conocimiento público, para determinar cuánto para satisfacer nuestras necesidades
de servicios y cuanto invertir para continuar produciendo y vendiendo, estos
números deben ser conocidos por todos los venezolanos, sus trabajadores en
primer orden y distribuyendo en función de lo posible, pero aprobado por ellos
primero. Igual respecto al salario por lo mismo que su orden es capitalista y su
razón es no producir mercancías sino generar plusvalía, el Estado atiende a
estos intereses y funciona para satisfacerlos, son 500 años de opresión sobre
el pueblo no hay mas oportunidades, este libro aporta una visión que nos
alumbra para salir de esa larga noche.
Terminamos esta crítica, citando del libro un razonamiento demoledor
como respuesta a nuestra situación como Colonia Petrolera.
"Al constituirse el Estado nacional acorde a los intereses y dinámicas
del mercado petrolero mundial, todos los sistemas productivos, de justicia,
salud, educación, etc., se diseñaron para garantizar la seguridad de las empresas
y los extranjeros que vinieron al país a realizar la explotación petrolera… Así
pues, es fácil entender la fortaleza del vínculo entre la estructura del Estado
y la industria petrolera. Para romper el orden colonial es necesario cambiar
ambas estructuras. No se puede cambiar una sin cambiar la otra" (Hidalgo J. 2022,
p. 154, 155).
José Capitán y Eva López
Opción Obrera