Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



Comunícate con nosotros por los siguientes buzones de correo:

info@opcionobrera.org
opcionobrera@yahoo.com
opcionobrera@hotmail.com





domingo, 24 de mayo de 2015

Comentarios al libro "El triángulo Negro" de Martín Balda

En un intercambio de comentarios*, recibimos esta nota de Martín Balda que publicamos debido a lo relevante de su opinión

“ El artículo pierde objetividad por la mención laudatoria que hace de Chávez. ¿Acaso el desastre económico que vivimos no es producto de las políticas económicas de Chávez? Sus herederos, Maduro, están administrando el desastre que Chavéz creó y dejó como legado. Si hubiera planificado el desastre, no había salido mejor.

Será recordado como el peor gobierno de los últimos sesenta años y pudiera ser, de nuestra historia republicana. Es la consecuencia de meterse a hacer revolución sin ser revolucionario. ¿De cuándo acá de las academias militares salen revolucionarios y socialistas? El socialista Arcay, Baduel y la lista de generales y militares que ocupan 14 gobernaciones de las 23. La maraña ideológica de Chávez no tenía remedio.

Con sincretismos ideológicos no se hacen revoluciones ni mucho menos se puede hablar de socialismo. El socialismo es un proyecto serio, para que cualquier advenedizo lo manoseé a su antojo. El socialismo es patrimonio de la clase obrera. Marx y Engels crearon el socialismo para la liberación de la clase obrera, del proletariado.

El socialismo está montado sobre tres objetivos fundamentales:

Lucha de clases
El Cambio de las relaciones de producción.
La lucha contra la alienación.

Chávez no tenía ni idea de esos conceptos. Ningún militar los entiende, los asimila, por cuanto la ideología militar es contraria, es anticomunista y fascista. A Chávez el anticomunismo le brotaba por todos los poros, alimentado por el hiperliderazgo y desenfrenado culto a la personalidad. Por conveniencia política mantuvo relaciones con el PCV y con la izquierda (el Polo). Pero, siempre que se deslindaban, los atacaba con odio, con furor incontenible. Basta oír los !Aló Presidente! Ningún revolucionario que se respete, puede aceptar esas actitudes.

Aquí no hay revolución, por cuanto todo sigue igual, el mismo capitalismo que hemos conocido, adornado con gestos caritativos de la falsa política de eliminación de la pobreza. Pretender humanizar el capitalismo es el más grosero de los reformismos.

Aqui se ha alimentado la pobreza, no se la ha erradicado. La pobreza no se erradica con discursos caritativos ni con dádivas ni limosnas. La pobreza sólo se elimina con trabajo estable.

Luego de 16 años de gobierno chavista, el 50% de la población laboral del país está en la economía informal (buhonería en aceras, semáforos y policías acostados -reductores de velocidad- en todas las carreteras del país), buhonería transformada en "bachaqueo", otra invención o consecuencia de las erradas políticas económicas de Chávez. Si no hay trabajo estable, hay que meterse a buhonero, a "bachaquiar", o a delincuente, para sobrevivir.

La inseguridad creciente en el país es la consecuencia del fracaso en salud, educación, reforma agraria, cooperativismo y, de todos los planes que debían conducir a la seguridad. En una revolución la inseguridad no se combate con policías ni con cárceles. La inseguridad se combate con salud, educación, trabajo estable, reforma agraria, cooperativismo. Todo ha fracasado. Todo se quedó en el discurso populista. Todo fracaso, por cuanto ha sido sustentado en la chequera ideológica de la renta petrolera. Comprar conciencias.

Queda demostrado una vez más que "el petróleo no se puede sembrar, por cuanto lo que se riega con petróleo se seca", decía el doctor Juan Pablo Pérez Alfonso, que sí sabía de esas cosas. No era un improvisado como Chávez. Chávez, desconoció todas esas advertencias, abrió el grifo de la renta petrolera, inundó la economía, la quebró y la sustituyó por la economía del 80% de importaciones.

El subsidio de la gasolina que debía ser el mayor incentivo para la producción nacional, ha cumplido el papel contrario. En lugar de Venezuela inundar con su producción a los países vecinos por la gasolina a 2 centavos de US$/litro, los países vecinos nos inundan con su producción, con la gasolina a 1,50 US$/litro ¿Alguien puede explicar esa paradoja? ¿De que le ha servido al país tener durante 25 años la gasolina a 2 centavos de dólar/litro? ¡Aumento del parque automotor y trancas de tránsito en ciudades, pueblos y carreteras del país! Ha servido para crear una economía ficticia sustentada en subsidios de todo y para todo. Quiten los subsidios ¿y qué queda de esta economía rentista?

En la Cuarta República esa situación persistía, llegó el mesiánico Chávez y la elevó a la enésima potencia. Creó el caos total, "El desastre" que Juan Pablo Pérez Alfonso y Domingo Alberto Rangel analizaron en las conversaciones que recopiló Pedro Duno y las publicó Editorial Vadell con ese título, EL DESASTRE o el otro título "Hundiéndonos en el excremento del diablo". Todo había sido dicho y alertado.

Pero el mesiánico Chávez llegó con un Cristo en la mano a imponer su "revolución socialista cristera y camandulera". El cristianismo ni es socialista ni es liberador. ¿Dos mil años no son suficientes para demostrarlo?

Todas las luchas sociales durante dos mil años han sido contra el cristianismo cristero, inquisitorial, contra el papado. En todos los países la jerarquía católica es la enemiga número uno de las luchas sociales y no permite que se metan con sus pobres. Por eso odia a los comunistas. Para ello tiene la consigna ¡Bienaventurados los pobres! lo cual quiere decir ¡Felices los pobres! Cuantos más ignorantes mejor, para sembrarles el temor y la dominación de las creencias teológicas.

El chavismo es todo eso y mucho más. ¡Fracaso! ¡Desastre! Es lo que está a la vista y padecemos todos los días por la escasez, la carestía, la inflación, la devaluación de la moneda.

La clase obrera y la izquierda revolucionaria deben levantarse a rescatar el país, tanto del chavismo, como de la MUD”

Comentando sobre el libro “EL TRIANGULO NEGRO" de Martin Balda, aun sin publicar

No hay comentarios:

Publicar un comentario