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miércoles, 4 de abril de 2012

Energía nuclear, génesis, resplandor y debacle


Energía nuclear, génesis, resplandor y debacle

El capitalismo desenvolvió la energía nuclear a partir del descubrimiento de la fisión nuclear por dos razones fundamentales: la alta eficiencia (energía por unidad de masa) y el uso del subproducto de la generación (radioisótopos residuales) como materia prima de la industria bélica.
 La primer gran experiencia de uso de energía nuclear se realizó en 1945 sobre Hiroshima (bomba de Uranio) y Nagasaki (bomba de Plutonio).
 Actualmente U.S.A. y otros países (Rusia, Francia, China, Inglaterra) que desarrollaron la energía nuclear tienen grandes arsenales. No solamente acopian el combustible gastado de sus propios reactores si no que también se han dedicado a acumular los subproductos de las centrales nucleares de los países que no pueden producir armamento nuclear. Por ejemplo, Japón entrega gran parte de sus desechos a Inglaterra, que tiene un acopio enorme y constituye el principal pasivo ambiental de ese país. USA acopia barras de elemento combustible gastado de muchos países, incluso Argentina.
 Dado que los países del eje, que perdieron la segunda guerra mundial, no podían desarrollar armas nucleares porque el Tratado de Yalta se los impedía, entregaban su combustible usado a otros países.
 Italia no desarrolló la industria nuclear en principio por las restricciones de Yalta y posteriormente porque un plebiscito le fue desfavorable; se abastece en parte de energía por red desde Francia.
 Alemania tuvo un desarrollo tardío y ahora, por efecto Fuckushima, ha tenido que retirar de servicio las centrales viejas y va a eliminar todas en un plazo de diez años. Aquí se han desarrollado mucho las energías alternativas, como por ejemplo la energía eólica. Además, en este país hay una gran eficiencia en el manejo de residuos, que en parte se incinera y cubre necesidades de calefacción, y el resto se recircula en los circuitos industriales.

 ¿Que intereses sostienen este tipo de energía?

La fabricación de armas y la producción de energía eléctrica son dos negocios paralelos.
 El Tratado de No Proliferación Nuclear (1968) impide que los países desarrollen armas nucleares. Solamente los que ya tenían armas a la fecha de constitución del Tratado pudieron seguir acrecentando sus stocks de materia prima. Son ellos USA, Inglaterra, Francia, Rusia y China. También la AIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) controla que los demás países cumplan con las salvaguardas haciendo inspecciones de los stocks de elementos combustibles usados.
 Argentina suscribe este tratado por presión internacional en 1987 (Tratado de Tlatelolco para América Latina), antes tenía una posición más soberana al respecto. Desde principios de la década y hasta el momento de la firma había una pretensión de compatibilizar el Plan Cóndor de misiles teledirigidos con las ojivas nucleares.
 En estas décadas ha habido una evolución de este tipo de tecnología, en parte para adecuarse al grado de concentración de uranio del combustible. Es decir, para que los países impedidos de desarrollar armas no manipularan grandes cantidades de uranio se desarrollaron tecnologías que requerían menos cantidad de uranio fisionable.  Esto da cierta tranquilidad a los países ya poseedores de armas nucleares.
 Así como hay capitales que se introdujeron en el negocio de la tecnología del hidrocarburo fósil para producir energía, otros o los mismos se han introducido en la tecnología nuclear. Una vez que la maquinaria capitalista encuentra un mercado grande tiende a reproducir su capital en él.
 La disposición de los residuos es una de las grandes preocupaciones de los países centrales. Por ejemplo, en USA hacía más de veinte años que no se construían reactores nucleares debido a que no tenían ya lugar donde disponer los desechos, pero a mediados de la década pasada lograron que el Parlamento les apruebe la construcción de un gran repositorio en Alaska (sitio antes prístino, área protegida). Desde entonces reactivaron la industria de reactores, fundamentalmente para aprovechar las ventajas de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero e ir adecuándose al Protocolo de Kyoto, o al menos al mercado de bonos de carbono.

¿Que pasa con las energías alternativas?

Si se analiza todo el ciclo de la actividad (la prospección, la extracción del mineral, la restauración de  las minas agotadas, la fabricación de las barras de combustible, la operación de las centrales, la clausura y la disposición y el mantenimiento eterno de los reservorios) los costos de la energía nuclear son muy altos.
 Agregando a esto la falta de licencia social, se comprende el desplazamiento de capitales hacia tecnologías alternativas como energía eólica y, en menor medida, solar, hidrógeno, mareo-motriz, geotérmica. También hay mucha producción de combustible a partir de la agricultura, industria más cuestionada porque ejerce presión sobre la forestación y compite con la producción de alimentos.

Declinación


Hubo muchos accidentes nucleares que afectaron el negocio nuclear, los más conocidos: Three Mile Island (Estados Unidos 1979, 140 mil personas evacuadas), Chernóbil, (Ucrania 1986, que causó la muerte de unas 16 mil personas) y Fukushima, con consecuencias todavía difíciles de evaluar.
Otro motivo de la declinación de esta industria es la dificultad de controlar la fabricación de armas nucleares de los países que poseen reactores u otras tecnologías. Los casos más relevantes son Irán y Corea del Norte.
También la afectación de terrenos tanto para disponer los residuos (compuestos de radioisótopos que irradian durante cientos de años) como para confinar las instalaciones obsoletas, afecta la renta del suelo urbano y rural. Además, las personas no quieren vivir cerca de centrales nucleares, los terrenos e inmuebles se deprecian a kilómetros de cada planta.  El negocio inmobiliario también presiona para el cierre de unidades en varios países europeos.
Finalmente todo esto incide en la rentabilidad de las centrales nucleares. La industria privada se hace cargo de operar los reactores pero no quiere saber nada con la disposición de residuos y mucho menos con las consecuencias de los accidentes, impredecibles en un marco de cambio climático y voracidad de ganancias.
Alicia Rodriguez

Energía nuclear: una hipoteca para toda la vida del planeta


Energía nuclear: una hipoteca para toda la vida del planeta


A un año del accidente de la Central Nuclear de Fushima, permanecen evacuadas más de 80000 personas que vivían a menos de 20 km de la explosión, imposibilitadas de volver a sus casas por mucho tiempo más.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha equiparado el accidente nuclear en la central de Fukushima con el de Chernóbil (Ucrania,1986), considerado por el peor de la historia, Nivel 7. en una escala de 0 a 7.
Los suelos han quedado contaminados y lo seguirán estando durante mucho tiempo, dado que se han liberado radionucleidos de decenas de años de vida media. Según el viento se concentran en algunas zonas más que en otras. No puede consumirse ningún alimento agrícola ni ganadero ni peces producido a kilómetros de la planta generadora.
De las 54 centrales nucleares solamente quedan 2 en servicio. Han sido paradas porque no respondían a las normas de seguridad ya sea por su ubicación (emblemático el caso de Hamaoka, situada sobre la unión de tres placas tectónicas), por el tipo de tecnología, por obsolescencia. Se están aplicando rigurosas normas debido también al reclamo de la sociedad.
El día del aniversario de la catástrofe unas 30.000 personas se manifestaron en el parque Hibiya, en la Capital, luego marcharon a la sede de Tepco (Tokio Electric Power), la compañía propietaria de la central de Fukushima. En la ciudad de Koriyama, a unos 60 kilómetros de la planta, unas 16.000 personas se han manifestado para pedir el pago de los resarcimientos y el fin de la energía nuclear.
Se han definido tres rangos para el cobro de indemnización por daño. No obstante pocas personas han cobrado. Para percibir la compensación es necesario presentar un formulario de 60 páginas que desalienta a los damnificados.
La energía nuclear representaba el 30 % del parque eléctrico. Actualmente ha sido reemplazada en gran parte por combustible fósil importado. También hay una restricción al consumo (alumbrado público y otros servicios), no por una disciplina ancestral como se dice, si no por necesidad.  
Así como los tesoros de los países centrales fueron al salvataje de su banca, el gobierno japonés fue al rescate de TEPCO. La operadora internacional está tratando de controlar el desastre con cientos de miles de millones de dólares provenientes del estado. No obstante, apenas puede con la desactivación de los reactores.
La balanza de cuenta corriente japonés registró por otro lado en enero un déficit inédito de 437.300 millones de yenes (4.300 millones de euros). Un año antes, en enero de 2011, Japón había registrado un superávit de casi 550.000 millones de yenes (5.500 millones de euros) (El comercio 8-3-12)
El déficit de balanza comercial se debe a una caída de las exportaciones, en un contexto de crisis mundial, y a un aumento de las importaciones, esencialmente hidrocarburos, para compensar la suspensión de la actividad nuclear. (AFP 8-3-12)
El gobierno ha aprobado un presupuesto de emergencia, para compensaciones, ayuda a las víctimas y reconstrucción por un total de 18,24 billones de yenes (168.600 millones euros). La parte dedicada a reconstrucción asciende a 11,73 billones de yenes.
Se ha realizado durante este año un enorme trabajo de desescombro y limpieza, y han separado y organizado la mayoría de los 23 millones de toneladas de restos que provocó la el terremoto. Pero solo se han deshecho del 6%, en medio de las luchas políticas y el miedo de muchas localidades a que estén contaminados. Los trabajos de reedificación apenas han comenzado.
El Gobierno asegura que la situación de la central nuclear está estabilizada desde diciembre, pero el jefe de la central declaró recientemente que la instalación se encuentra en un estado frágil. Por delante, los técnicos tienen tareas, que incluyen confinar el combustible nuclear fundido y deshacerse de las barras de combustible usado. El desmantelamiento completo llevará entre 30 y 40 años.


Que pasa en Argentina? 
Existen dos centrales nucleares en funcionamiento (Embalse y Atucha 1) que están próximas al final de su vida útil. El reactor Atucha 2, en construcción, no tiene aún licencia de funcionamiento, aparentemente debido a que carece de un mecanismo de seguridad.
Durante el gobierno de Menen la actividad nuclear se separó en tres entidades: la CNEA (investigación y desarrollo), la Autoridad Regulatoria Nuclear y la NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.). Esta sociedad se crea con el objeto de privatizar la generación de energía pero no fue posible. Ninguna empresa quiso hacerse cargo de la actividad dado que en el pliego se incluía la clausura al término de su vida útil de las centrales y el manejo de los residuos (barras de combustible gastado).  Es decir, la rentabilidad de la energía nuclear es un mito, dado que no tiene en cuenta la etapa de cierre y mucho menos la posibilidad de un accidente.  Tampoco se incluye a la hora de calcular el costo del kilowat la remediación de las minas de uranio, actualmente abandonadas en Córdoba y Mendoza.
Queda entonces desarrollar las energías alternativas: eólica, solar, geotérmica, mareomotriz; a los efectos de ir reemplazando el uso de combustibles fósiles responsables en parte del efecto invernadero.  Para imponer otras formas de energía y usar menores cantidades, la sociedad debe organizarse sobre nuevas bases.


Alicia Rodriguez

sábado, 24 de diciembre de 2011

Reiterado fracaso de la XVII Cumbre de las Naciones Unidas


Reiterado fracaso de la XVII Cumbre de las Naciones Unidas
Cada vez son más delirantes los acuerdos que surgen en las reuniones de Naciones Unidas para el Medioambiente

Ya se han realizado 17 reuniones de los países integrantes de la ONU en 17 diferentes países y se firmaron otros tantos acuerdos pero la temperatura del planeta sigue subiendo. Ahora se plantean firmar un compromiso en 2015 para empezar a cumplir con la reducción de emisiones recién en 2020.

El clima y sus consecuencias

El cambio climático, que puede medirse en aumento de la temperatura media del planeta, se debe fundamentalmente a la emisión de gases de efecto invernadero (GEIs) generados en casi todas las actividades productivas y de transporte. Se suele hablar de dióxido de carbono (CO2) como sinónimo de gas de efecto invernadero, debido a que los demás gases se relacionan mediante una equivalencia. En la primera Cumbre mundial realizada en Kyoto en 1997 se atribuyó el aumento de temperatura a la acumulación en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFCs), perfluorocarbonos (PFCs) y hexafloruro de azufre (SF6). Algunos de estos tienen un poder de calentamiento mucho mayor que el CO2, pero su producción es más pequeña.

Ahora se suma el trifloruro de nitrógeno (NF3), un gas utilizado en la fabricación de pantallas de plasma y de algunos paneles solares. El NF3 tienen un poder de calentamiento 17.200 veces superior al del CO2. Comenzó a usarse en cantidades muy pequeñas en combustible de cohetes. Según un estudio de 2008, publicado en Geophysical Research Letters, la producción en 2008 era ya de 4.000 toneladas y podría doblarse en 2010, con la eclosión de las pantallas de plasma.

Este aumento general de las concentraciones de gases en la atmósfera impide la salida de la radiación solar emitida por la tierra y, por lo tanto, se incrementa su temperatura. Este fenómeno provoca deshielos y consecuentemente aumento del nivel del mar. Por ejemplo, las islas Maldivas desaparecerán antes de que este siglo termine. Muchos territorios quedan expuestos a los tsunamis al quedar cubiertos por el agua los arrecifes que protegen sus costas. También se ha aumentado la frecuencia de procesos de intensas lluvias con inundaciones prolongadas y, contradictoriamente situaciones de sequía extrema.

Suele ocurrir que la población más pobre se asienta sobre los suelos más vulnerables.

Veinte años no es nada

El Protocolo de Kyoto firmado en 1997 es la consecuencia de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático (Río '92) que se planteó un lapso de veinte años para cumplir metas de reducción de emisiones.

Según la propuesta inicial de 1997, los países firmantes del Protocolo de Kyoto debían lograr que en el plazo que va de 2008 a 2012, las emisiones de GEIs descendieran un 5,2% por debajo de las registradas en 1990. Desde entonces las emisiones han crecido un 49%. Sin palabras.

En el Protocolo se dividieron los estados en dos anexos: lo países desarrollados (anexo 1) aportantes al sistema, dado que han sido los que más gases generaron desde la revolución industrial, y los subdesarrollados (anexo 2), receptores de los aportes. Este Protocolo tardó muchos años en entrar en vigencia, dado que países muy grandes no lo firmaron. Recién en 2005 lo suscribió Rusia y entró en vigor, y aunque USA nunca lo firmó se ve involucrada en el compromiso de reducción de emisión de gases. Se necesitaba de la ratificación de suficientes países desarrollados responsables de al menos el 55% de las emisiones mundiales para empezar a cumplirse el Protocolo.

Pero ya este tratado había sido un fracaso mayúsculo, y no sólo porque Estados Unidos se negó a suscribirlo. Para alcanzar la meta propuesta de reducción de emisión de gases, el tratado estableció los llamados "bonos verdes", que comenzaron a circular algún tiempo atrás. En la práctica, estos mecanismos habilitan a los países del hemisferio norte a contaminar en la medida en que inviertan bonos verdes en zonas captadoras de carbono, en los países del hemisferio sur.

Cada bono verde (o certificado de reducción de emisiones) se emite por tonelada de gases efecto invernadero que se evita liberar a la atmósfera. En lugar de reducir las emisiones, que pueden cambiar de un lugar a otro, crecía entonces un gran negociado financiero, con bancos que colocan títulos y cobran comisiones. Doce años después, las emisiones de dióxido de carbono de la industria y el transporte, más la deforestación, responsables del calentamiento de la atmósfera, no sólo no se han reducido sino que se han incrementado dramáticamente desde 2002, y nos acercamos al triple de la media anual de los noventa (El País, 15/11).

A medida que se veía la imposibilidad de cumplir los compromisos fue cambiado la jerga, ahora se habla de "adaptación" al cambio climático. Confesando la imposibilidad de influir sobre el aumento de temperatura global con el modo de producción del sistema capitalista.

Resultado de la reciente Cumbre de Durban

Después de dos semanas de intensísimas negociaciones, y en la sesión plenaria del 11 de este mes, para tratar de salvar la conferencia, los representantes de los 192 países participantes han acordado prorrogar los compromisos establecidos en el Protocolo de Kioto.

La colocación del mecanismo de funcionamiento del Fondo verde, destinado a "ayudar" financieramente a los países en "vías de desarrollo" que tienen que hacer frente al cambio climático, también ha sido ratificada en Durban. Sin embargo, la cuestión central de la alimentación de este fondo se queda a este día ampliamente sin respuesta, mientras que el compromiso tomado en Copenhague, hace dos años, es acabar en 100 mil millones de dólares al año a partir de 2020. Una verdadera limosna, además, si se tienen en cuenta los billones destinados al salvataje de los bancos.

En síntesis, la cumbre ha decidido posponer para el próximo año la decisión de definir el periodo de tiempo en el que estará en vigor de nuevo el Protocolo. Asimismo, los países han acordado que seguirán trabajando para aprobar en el 2015 un documento que sea válido para todos los países (no sólo los del anexo 1) a partir del 2020.

Cabe recordar que el status de China, India y Brasil países subdesarrollados (anexo 2) ha ido cambiando en el transcurso de los 20 años.

La anfitriona de la cumbre, la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane, se ha felicitado por el resultado final. "Hemos venido aquí con un plan A y hemos concluido este encuentro con un plan A para salvar el planeta por el futuro de nuestros hijos y nietos", ha señalado. En fin ... de esto vive la casta de burócratas de los organismos internacionales y también nacionales, y algunos capitalistas "adaptados al cambio climático".

Más crisis, más emisiones

La crisis financiera global no ha reducido las emisiones totales de CO2 en el planeta, como muchos esperaban. Tras una ligera caída de las mismas en 2009 (del 1,4%), se ha retomado la tendencia al crecimiento en 2010 (incremento del 5,9%), hasta el punto de que el año pasado se llegó a los 10.000 millones de toneladas, todo un récord. Son los datos de un análisis científico presentado en la revista Nature Climate Change. Las emisiones globales de dióxido de carbono generadas por la utilización de combustibles fósiles han aumentado un 49% en las últimas dos décadas (El País, 12/12).

El crecimiento hay que apuntárselo tanto a los países desarrollados como a los países en desarrollo, o algunos de ellos. "El impacto de la crisis financiera de 2008-2009 en las emisiones globales ha sido breve debido a los fuertes incrementos en las economías emergentes, al retorno al crecimiento de las emisiones en los países desarrollados y al incremento de la intensidad de los combustibles fósiles en la economía mundial", dicen los científicos en el informe.

El incremento global del año pasado "fue debido a las altas tasas de aumento de unas cuantas economías en desarrollo como China (10,4%) e India (9,4%), aunque la contribución de algunos países desarrollados fue también sustancial en términos absolutos: por ejemplo, Estados Unidos, 4,1%, Federación Rusa, 5,8% y los 27 países de la Unión Europea, 2,2%".

Otra particularidad del modo de producción actual es la incidencia del transporte en las emisiones de gases. Los países subdesarrollados aumentan su producción de comodities. El traslado de estas producciones primarias a los centros mundiales de consumo genera emisiones en el transporte. Tanto es así que en una de las convenciones se propuso un aumento del impuesto al transporte marítimo, aunque también incide mucho el aéreo y el terrestre.

Para el capitalismo no se trata de un problema ambiental, sino de ganancias. Para los pulpos petroleros, la crisis energética es una oportunidad: si no hay consenso sobre un cambio en la matriz energética mundial, el barril del petróleo podría aumentar.

Las expectativas en la energía nuclear se desvanecieron con la mayor catástrofe nuclear mundial ocurrida en Fukushima, Japón, que dejó un tendal de 70.000 refugiados permanentes y una zona de exclusión de 30 km alrededor de la Central (National Geografic en Español, diciembre 2011).

Conclusiones

La realidad del calentamiento global, y la imposibilidad de que se llegue a un acuerdo entre los países capitalistas, ha llevado a que se plantee que estamos ante el borde de una crisis civilizatoria, provocada por una suerte de "exceso" productivo e industrializador. La solución sería entonces detener el desarrollo de las fuerzas productivas? O el de las fuerzas destructivas del capital?

Y esto, cuando ya existen las condiciones científicas y técnicas para evitar la destrucción del medio ambiente mediante el desarrollo de técnicas de conservación de la energía y de mejora de la eficiencia energética, junto con tecnologías de energías limpias (eólica, solar, biomasa, vehículos a hidrógeno, etc). Los científicos hasta han calculado su costo económico: se requeriría el mismo nivel de inversiones que hoy se destina a la investigación en energía nuclear o por el uso de combustibles fósiles, unos 10 billones de dólares durante las próximas décadas (El Cronista, 16/11/09). Las conclusiones de los científicos, por más intergubernamentales que sean, no llevan a ningún resultado práctico. El fracaso de las sucesivas "cumbres" intergubernamentales no es casual: en el cuadro de la decadencia capitalista, cuando los capitales buscan desesperadamente evitar la caída de su tasa de beneficio, las rivalidades entre los monopolios capitalistas y entre sus Estados impiden cualquier acción conjunta. La resolución de los problemas ambientales requiere de una acción concertada y planificada del conjunto de la humanidad, pero el mercado es el reino de la anarquía en la búsqueda de ganancias y opuesto a una asignación racional de recursos (Pablo Rabey, Prensa Obrera diciembre 2009).

La crisis climática pone en cuestión la organización misma de la sociedad; junto con la crisis alimentaria mundial, es un aspecto más de la decadencia del capitalismo. El avance de la ciencia posibilita el desarrollo de las fuerzas productivas en forma sustentable; pero, para ello, los trabajadores del mundo deben tomar la palabra. (igual fuente, igual vigencia).

Alicia Rodríguez

viernes, 14 de octubre de 2011

Steve Jobs y la manzana podrida


PO 1198 13/10/2011 Sociedad

Steve Jobs y la manzana podrida

Lo que guía a la ciencia es el criterio de la verdad; la técnica, en cambio, se orienta según el criterio del éxito o la eficacia. Así avanzó el hombre desde que se convirtió en un animal que fabrica herramientas -un signo distintivo de la especie. En el capitalismo moderno, sin embargo, el criterio del éxito se mide en términos de beneficio y lucro, ocultando normalmente su contrapartida en términos de miseria y degradación de la vida humana. Es lo que hay que tener en cuenta al evaluar el legado del recientemente fallecido Steve Jobs, uno de los grandes personajes de nuestro tiempo. Jobs ha quedado consagrado como el inventor de la PC, que convirtió un aparato para expertos en un instrumento de uso personal, con el alcance que hoy le conocemos. También del teléfono “inteligente” (Ipod) y de la eventual combinación de ambos en la moderna tableta “electrónica” (Ipad), una suerte de máquina universal, a la que un dedo puede manejar como celular, computadora, álbum de música, cámara fotográfica, biblioteca, reservorio de los juegos más diversos, etc.
El lado oscuro
Ninguna biografía ha soslayado el hecho de que Jobs, un niño pobre entregado por sus padres en adopción, convirtió su empresa personal en un descomunal imperio empresario, esparcido por el mundo entero. Apple, tal el nombre de la corporación, nació en 1976 en el taller montado en el garaje de su casa; hoy es un gigantesco negocio con un valor comparable al producto bruto argentino, del orden de los 400.000 millones de dólares. Jobs aparece así como un nuevo ícono del “sueño norteamericano”, del país que permite que cualquier hombre no tenga límites para hacerse a sí mismo (“self made man”). Una reivindicación que suena agónica en el momento en que 50 millones de norteamericanos dependen de la ayuda estatal para... comer, en el que la nación se hunde en la crisis más profunda de su historia y las manifestaciones de los “indignados” ponen en acto las denuncias de la farsa del... “sueño norteamericano”.
Casi nadie ha recordado, en cambio, que el imperio de Jobs, como todo imperio capitalista, se basaba en la explotación de la fuerza de trabajo: el año pasado, Apple fue denunciada porque sus filiales en China (que reúnen establecimientos en los cuales se concentran 400.000 empleados -sí, 400.000-) batían todos los récords en materia de trabajo esclavo y eran investigadas por la ola de suicidios que se extendía entre su personal -agobiado por una labor sólo interrumpida para alimentarse y dormir, por un sueldo de 500 pesos por mes y bajo una disciplina dictatorial. Las empresas que fabrican los millones de aparatos informáticos de Apple figuran al tope, además, en el ranking de las destructoras del medio ambiente. Los multiplicados ditirambos sobre Jobs nos informan que el hombre, sin embargo, era un afiliado del progresismo yanqui, y que en sus tiernos años de juventud se supone que fue pareja de Joan Baez y admirador de Bob Dylan. Jobs, entonces, como la luna, tenía un lado oscuro, pero muy obvio para el que lo quiera ver, un signo muy claro de todo “progresismo” de gran capitalista. Sí, Jobs y Obama eran muy amigos.
Una de piratas
Como diseñador con un genio particular, Jobs supo rodearse de los mejores talentos desde un principio, cuando el que aportaba lo mejor en el mentado garaje era su socio, el ingeniero electrónico Stephen Wozniak, que posteriormente se apartó del negocio de Apple. Todos los avances de la producción tecnológica de Apple tuvieron como base no la investigación desarrollada por Jobs, sino la que en su momento se desarrolló en algunas universidades norteamericanas como Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachusetts en la década del ’60. Un conocido documental sobre el origen de las empresas en la cuales nació la industria de la computadora tenía, por eso, el sugestivo título de “Piratas del Sillicon Valley” (el lugar donde se radicó y desarrolló el negocio informático). No está mal que se lo considere como uno de los mayores innovadores tecnológicos de la época, si se despoja al concepto de innovación del halo que encubre su definición literal: “Adaptación o modificación de un producto para colocarlo en el mercado”. Cuando el producto científico se convierte en mercancía, está sometido a las generales de la ley: no sólo se puede comprar o vender, sino también robar o adulterar.
La “innovación” conlleva un monopolio que al mismo tiempo paraliza el progreso técnico, su difusión y aplicación al servicio del bienestar humano. Todos los programas que sirven para poner en marcha los dispositivos digitales de Apple están “patentados” -es decir, privatizados. Pero un “programa” es, en definitiva, una serie de secuencias de operaciones y cálculos matemáticos, que son sustraídos de la posibilidad de su utilización por la comunidad científica, de especialistas y usuarios.
La tesis de que con la difusión universal de los productos comercializados a partir de la iniciativa de Jobs hemos ganado en “libertad” y posibilidades “individuales”, porque pone a disposición de millones una tecnología que se manejaba en el ámbito de los especialistas, es simplemente un verso. Los defensores del “software libre” han puesto de relieve el carácter dictatorial del monopolio de los Steve Jobs, con costos millonarios sobre productos que deberían ser patrimonio de todos. Esto, sin mencionar su rol como fuente de carestía para el ciudadano común, de embrutecimiento para los “analfabetos” digitales, de negocios y subsidios recontramillonarios para el “big bussiness” de la informática. Bajo el control de los servicios de seguridad, los Iphones de Jobs se han transformado, además, en la posibilidad de establecer, no un universo de hombres libres, sino un “Gran Hermano” que controla la comunicación y la ubicación de cada uno de nosotros.
Patentes y más patentes
Si en la época de Newton el patentamiento se hubiera desarrollado a los límites que hoy conocemos, la fórmula de la ley de la gravedad sería... privada. Y estamos hablando de ciencia, no de técnica de programación. Jobs, en cambio, ha dejado a Apple con más de trescientas patentes. Aun así no sabe si esto le asegurará una sobrevida tranquila frente a los monopolios rivales, porque ahora se ha desarrollado lo que un comentarista denominó recientemente una “loca carrera de patentes”, que inunda los estrados judiciales de diversos países. El carácter parasitario de este asunto se revela en el comentario de un analista de la industria que afirma que, si las cosas siguen así, las empresas como Apple (o Google o Samsung y otras) tendrán entre sus empleados más “abogados que ingenieros”.
Se ha comparado con cierta razón a Jobs con Edison, que se mantiene al tope de los “patentadores” yanquis de todos los tiempos, omitiendo que don Thomas Alva es conocido porque su oficio también fue su estafa: no inventó la bombilla eléctrica ni el fonógrafo, ni el proyector de cine, para citar algunos de sus “logros” más conocidos. Eso sí: los “patentó”. Los obituarios de Jobs también lo comparan con Henry Ford. En este caso, se olvidan de su carácter como notorio fascista y antisemita. La pretensión generalizada de los obituaristas de que Jobs y Apple representan un capitalismo honesto, innovador y productivo, diverso del que se viene abajo con la bancarrota de los bancos es, por lo tanto, un invento. Nada más que una fuga hacia adelante frente a la barbarie de un capitalismo en estado de descomposición, que los negocios de Steve Jobs no pudieron dejar de reflejar. Apple, la manzana de Jobs, no era muy saludable.

Pablo Rieznik

martes, 21 de junio de 2011

Interpretación sobre un tema en la mitología griega que nos trae esperanza

Prensa Opción Obrera 20 - Abril - Mayo 2011

Interpretación sobre un  tema en la mitología griega que nos trae esperanza
Reproducción parcial de la editorial  de la revista Topía (Argentina, abril de 2011)[1], un sitio del psicoanálisis, sociedad y cultura


Según una de las versiones del mito, Prometeo descendía de una antigua generación de dioses que habían sido destronados por Zeus. Era hijo de Titán y de Asia, él sabia que en la tierra reposaba la simiente de los cielos, por eso recogió arcilla, la mojó con sus lagrimas y las amasó, formando con ella varias imágenes semejantes a los dioses, los Humanos. Fue así que surgieron, según la leyenda, los primeros seres humanos, que poblaron la tierra. Prometeo entonces se aproximó a sus criaturas y les enseño a subyugar a los animales y usarlos como auxiliares en el trabajo. Les mostró como construir barcos y velas para la navegación, les enseño a observar las estrellas, a dominar el arte de contar y escribir y hasta como preparar los alimentos nutritivos, ungüentos para los dolores y remedios para curar las dolencias.

Pero Zeus, sospechaba de los humanos, ya que no fue él quien los creo. Por consiguiente, cuando Prometeo reivindicó para ellos el fuego, que les era imprescindible para la preparación de los alimentos, para el trabajo y principalmente para el progreso material y el desenvolvimiento emocional, el Dios griego decidió negárselo, temiendo que las nuevas criaturas se volviesen más poderosas que él. Prometeo resolvió frustrarle sus planes, con la intención de conseguir para los humanos ese precioso instrumento. Con un palo hecho de un pedazo de vegetal seco, se dirigió al carro del Sol donde a escondidas tomo un poco de fuego, trayéndolo para los seres humanos, entregándoles así el secreto del fuego.

Solo cuando por toda la tierra se encendieron las fogatas es que Zeus tomó conocimiento del robo de Prometeo, pero ya era tarde. Puesto que ya no podía confiscar el fuego a los hombres, concibió ahí para ellos un nuevo maleficio: les envió a Pandora, de una gran belleza, con una caja portadora de muchos males. Prometeo le advirtió a su hermano Epimeteo de no aceptar ningún presente de Zeus, pero Epimeteo no lo recordó y recibió con alegría a la linda doncella, abriendo la caja de los males los cuales se esparcieron rápidamente sobre la tierra. Junto a ellos se encontraba él más precioso de los tesoros, La Esperanza; pero Zeus le había encomendado a Pandora no dejarla salir y así fue hecho. Los hombres que hasta aquel momento habían vivido sin sufrimientos, sin dolencias, sin torturas y sin vicios, comenzaron a partir de entonces a corromperse sin la Esperanza.

Después de esto, vengándose de Prometeo, le envío al desierto donde fue puesto preso con cadenas a una pared de un terrible abismo, sin reposo alguno, durante 30 siglos. Sufrió la amargura de que su hígado sea devorado por un águila que venia cada día a la región para dicho fin, después de que el órgano se volvía a reconstituir ya que Prometeo era inmortal. Por fin llego el día  de su redención. Hércules al ver al águila devorando el hígado de Prometeo, tomó su flecha lanzándola sobre la misma. Enseguida soltó las cadenas y llevo a Prometeo consigo.

El mito de Prometeo simboliza esa luz, que bajando a la tierra intenta iluminar a los hombres, apartándolos de la oscuridad intentando con ello devolverles al camino de la solidaridad, es así que el sufrimiento de 30 siglos representa ese sacrificio del iniciado, a lo largo de la historia en el ejercicio difícil de liberar a los hombres de la ilusión. El mito esclarece la oposición entre las tinieblas y la luz, entre la conciencia y lo inconsciente del ser. Ser conscientes, significa ser dueños de sí mismo, de los propios pensamientos, de los propios actos, fallas y actitudes. Conocer el propio pasado, proyectar el futuro y estar en el presente con los otros humanos que nos constituyen.

[1] “La locura del sujeto normal” por Enrique Carpintero, Topía, Edicion # 61

lunes, 20 de junio de 2011

Máquinas Asesinas

Prensa Opción Obrera 20 - abril - Mayo 2011

Máquinas Asesinas

Son modernos, fabricados con lo último existente en tecnología de punta, poseen un diseño aerodinámico impresionante, son supersónicos e invisibles (difíciles de detectar) a los radares, maniobrables, dotados con visión nocturna y sistema infrarrojo, utilizan armamentos sofisticados (bombas inteligentes, misiles con ojivas nucleares), algunos desarrollan velocidades superiores a los 940 kilómetros por hora, otros pueden despegar y aterrizar sin utilizar pistas de aterrizaje; según su diseño, tecnología y las funciones que desempeñen sus costos oscilan entre 94 y 2.400 millones de dólares; y de quien más estamos hablando, sino es de los AVIONES PARA LA GUERRA.

Muchas personas en el mundo admiran estas poderosas máquinas, sin tomar en cuenta, que son fabricadas única y exclusivamente para asesinar. Países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Israel, Japón, España, Italia, Alemania, Rusia y otros, destinan enormes cantidades de dólares y utilizan lo más avanzado en tecnología, para fabricar estas supermáquinas, tan sólo para mantener sus hegemonías económicas y políticas; controlando y sometiendo a todos aquellos países que no se supediten a sus dictámenes.

Resulta contradictorio, porque los recursos que se destinan para fabricación de estas armas asesinas, son sacados de los impuestos que pagan los trabajadores y los contribuyentes, quienes se ven obligados a aceptar desmejoras de salarios, los servicios públicos, la seguridad social y su calidad de vida.

Los primeros llamados a protestar contra la fabricación de armas de guerra, son los propios habitantes de estos países y exigir que todo ese caudal de dólares sean invertidos en proyectos para la vida, como educación, salud, vivienda, transportes y vialidad, agricultura, recreación entre otros, para rescatar la calidad de vida.

Hector Parra, Puerto La Cruz.

Mensaje a los compañeros lectores de Opción Obrera

Prensa Opción Obrera 20 - Abril - Mayo 2011

Mensaje a los compañeros lectores de Opción Obrera

Opción Obrera vuelve a salir, es necesario recordar que la clase obrera debe forjarse sus propias herramientas, su medios para alcanzarlas, organizarse, difundir su propaganda, mantenerse en lucha. Este periódico trata de aportar en ese sentido, para lo cual se sustenta mediante su venta. Su precio base, 4,00 BsF, alcanza para publicarlo y distribuirlo. Llega con poca o mediana cantidad a Guayana, Puerto La Cruz, Caracas, Maracay, Valencia y alrededores del estado Carabobo, Barquisimeto y San Cristóbal. También se difunde a través de Internet mediante la dirección http://opcion-obrera.blogspot.com/ y en PDF por correos electrónicos particulares, inclusive a otros países, sobre todo donde la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional (CRCI) tiene secciones.

Nos han llegado felicitaciones por la nueva salida del periódico, nuevos trabajadores se interesan por él, algunos quieren aportar su mensaje, denuncia, testimonios. La forma mas común de colaborar es entregando el artículo directamente al compañero que te lo vende o enviarlo a la dirección info@opcionobrera.org,  o si prefieres, a opcionobrera@yahoo.com o opcionobrera@hotmail.com.

Así como nuestro eje principal es el esfuerzo para organizar la vanguardia de la clase obrera con el objetivo de conformar un gobierno de los trabajadores, nuestro alcance también comprende a sus aliados los vecinos de las comunidades, la juventud, organizaciones culturales, estudiantes y  los trabajadores del campo.

Publicamos artículos que nos envíen con las siguientes condiciones que deban estar reflejadas en el mismo: autonomía de gobiernos de cualquier tipo o jerarquía,  independencia de clase frente a patronos y capitalistas, y que sea de lucha.

Por último, rogamos también sus comentarios sobre el periódico o sobre alguno de sus artículos, única forma de avanzar y mejorarlo. En nuestra dirección web, http://opcion-obrera.blogspot.com/, todos los artículos tienen la opción para colocar sus comentarios.