Balance de las elecciones
Por una alternativa de los trabajadores
Se reafirma la necesidad de construir un frente de
luchadores que sea independiente del gobierno y de la oposición de derecha
El resultado electoral del chavismo
El triunfo de Chavez por casi millón y medio de votos y
una abstención que baja de 25% a 20%, refleja la influencia del chavismo en los
venezolanos. Los resultados también demuestran que el PSUV funcionó muy bien
como aparato electoral, inclusive con la creación de REDES (alianza de varios grupos
de la ultraizquierda, de grupos de protesta en las comunidades y hasta de
lumpen, con una fuerte inyección de dinero por parte del propio PSUV) que recogieron
alrededor de 200.000 votos, les fue funcional junto a la reconstrucción también,
en base a dinero, de los restos del PPT y Podemos, y el inefable PCV. Lo anterior
demuestra la neutralización de la izquierda –en porcentaje aportaron esta vez
menos que en la elección de 2006–, y lo que resulta más vergonzante: pagados
por el gobierno. Demás está decir el ventajismo a través de los organismo
públicos, la coacción a sus empleados como con la “colaboración” de un día de
salario y los días libres para asistir a las marchas o la campaña, y la abusiva
campaña desde los medios de comunicación oficiales.
El resultado electoral de la oposición de derecha
Es notable el avance en votos al candidato de los halcones
y de la derecha recalcitrante, el cual se
expresó primeramente por la tarjeta del “todos unidos” (AD y COPEI entre ellos
pero también Bandera Roja) de la MUD, seguido de los apoyadores de Primero
Justicia y Un Nuevo Tiempo, sin embargo Capriles en su discurso trazó una
política complementaria o semejante a la de Chávez. Comparativamente con las
presidenciales del 2006, la derecha pasa de captar del 36,9% en ese momento al
44,5% en esta oportunidad. Con todo no logra llegar al 45,01% de las elecciones
parlamentarias del 2010. En ese momento el chavismo resultó derrotado en votos
a los que le hacían oposición electoral, no así en el número de diputados
obtenidos a la AN. Este aumento de la votación a la derecha sigue siendo el
resultado de los errores y del desgaste del gobierno bolivariano en vez de
algún convencimiento por parte de la derecha al electorado.
El resultado electoral en la oposición de izquierda
La campaña
electoral de Chirino, lamentable y literalmente, fue testimonial. Intentó
realizarla meramente a través de los medios los cuales fueron renuentes a
tomarlo en cuenta. No participó ni se enlazó a las numerosas luchas nacionales
o regionales de los trabajadores o de sectores o comunidades en conflicto, que
como cosa notable las están llevando a cabo las bases chavistas y a las que se
les hubiera podido haber propuesto el mensaje de la independencia de clase.
Tampoco realizó un acto público nacional.
La izquierda subordinada a Chávez criticó
implacablemente la candidatura de Chirino pero hizo mutis respecto a la campaña
de Chávez donde hasta la demagogia socialista se borró para convertirla en
slogans como el corazón de la patria, o el descalificativo de majunche, o su
llamado al voto por Obama, o la confesión de que a la burguesía le conviene la
continuación del gobierno. La afirmación de Chavez acerca de la inviabilidad de
la dictadura del proletariado o el oprobioso encarcelamiento de Julián Conrado,
una de las más patentes violaciones a los derechos elementales de una persona,
sirvieron para que esta izquierda demostrara aún más su postración ante Chávez.
4.000 votos, sin embargo, recibió la opción del
gobierno de los trabajadores y la independencia de clase. La izquierda
subordinada a Chávez se burla por haber quedado Chirino de último como si los
votos de María Bolívar, o mejor los de Chávez, fuesen por la independencia de
clase de los explotados frente a la burguesía.
Un balance para los explotados a partir de los resultados
Las perspectivas son sombrías ante el descomunal
endeudamiento y los compromisos de pagos en dólares o en petróleo, con el
añadido de la venta de oro –cuando el oro se está revaluando– debido a las
penurias fiscales. A pesar del cuantioso ingreso por el precio del petróleo a
más de 100 dólares el barril, la improductividad tanto de la industria como del
agro, la falta de dinero para invertir en gas (imprescindible para cerrar la
sangría en diesel de los ineficientes generadores eléctrico que lo consumen) o
en la misma producción petrolera para incrementar en 3 millones la producción
diaria, la debacle de las empresas básicas, las nacionalizadas ampliamente
ineficientes debido a sus direcciones burocratizadas y corruptas, todo conlleva
a una nueva devaluación para paliar el déficit y la entrega de los recursos
mediante acuerdos bilaterales con los gobierno del Mercosur, así como también a
las burocracias china, rusa o iraní.
El triunfo de Chávez representa, adicionalmente, una
garantía a la regimentación del movimiento obrero con su bufa Central
Bolivariana de Trabajadores. Ahora sí veremos con mayor amplitud el equivalente
a la CTV con burócratas ávidos de espacios de control e
intervención sindical mientras las inspectorías del trabajo siguen cumpliendo
su papel de aguantadores de los patrones. En cómo intervenga la izquierda
clasista al seno del movimiento obrero, donde éste se encuentre, significará en
mucho cómo pueda servirle de alternativa a los explotados que, aún ilusionados
en el populismo del nacionalismo burgués desgastado, de seguro se plantarán
firmes por evitar que sus derechos y reivindicaciones sean conculcados con el
visto bueno del bipartidismo para que los capitalistas y su Estado puedan
seguir siendo salvados en medio de la bancarrota mundial del capital. El Frente
de Izquierda y de los Trabajadores sigue siendo la única alternativa de
aglutinamiento y oportunidad de la izquierda clasista venezolana. Estamos
todavía a tiempo en activarnos para conseguirlo.
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