Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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jueves, 30 de junio de 2016

Por la ruptura de la UE, por gobiernos de trabajadores


LUEGO DEL BREXIT Y LAS ELECCIONES ESPAÑOLAS
Por la ruptura de la UE, por gobiernos de trabajadores

El Brexit ha puesto a la orden del día la amenaza de disolución de la Unión Europea (UE). Es cierto que las tendencias a la disgregación ya estaban fuertemente instaladas en el escenario europeo. Pero la salida de Gran Bretaña representa un salto en este proceso.

El Brexit ha puesto a la orden del día la amenaza de disolución de la Unión Europea (UE). Es cierto que las tendencias a la disgregación ya estaban fuertemente instaladas en el escenario europeo. Pero la salida de Gran Bretaña representa un salto en este proceso.

En contraste con el escenario idílico de “armonía” y “cooperación” que pintaron sus promotores y apologistas, la Unión Europea ha emergido con su verdadero rostro. La UE no constituye una superación histórica de las fronteras nacionales. Su creación ha apuntado al rescate de Estados nacionales devaluados y desacreditados, y ha procurado restablecer la dominación política de la burguesía europea, comprometida por crisis políticas recurrentes y por la descomposición capitalista. Mucho antes que el Brexit, la crisis que estalló en Grecia fue la expresión más concentrada del grado de explotación y humillación a que fueron sometidos los pueblos de Europa, en especial los periféricos, bajo los dictados despóticos de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y el FMI), un órgano supranacional comandado por las grandes potencias y el gran capital.

No se puede colocar, obviamente, un signo igual entre el Grexit de un país oprimido y el Brexit de un país opresor. Pero hay una cuestión que debe ser apreciada en toda su dimensión. El voto de la clase obrera inglesa, afincada en el norte industrial, fue a favor del Brexit, siendo determinante para el resultado final que arrojó el referéndum. Los trabajadores, ya no de la castigada Grecia, sino de de una de las principales potencias, ven a la Unión Europea como una fuente de privaciones, en sacrificios sin precedentes, y de retroceso en sus condiciones de vida y laborales.

Polarización falsa

Los trabajadores ingleses, pero lo mismo vale para el resto de los de Europa, están atrapados en una polarización ficticia, alrededor de la disputa entre dos bloques capitalistas. Se los llama a optar entre permanecer o retirarse de la UE, cuando ambas salidas están unidas a una política de ataque en regla a los trabajadores.

Quienes abogan por la salida de la UE plantean una devaluación de la libra y lograr una mayor “competitividad” del Reino Unido, un eufemismo para abogar por una desvalorización de la fuerza de trabajo.

Un resultado semejante, por otras vías, es el que depara la permanencia en la UE, a través de la imposición de ajustes y recortes de conquistas sociales y laborales. Las ilusiones en que la Unión Europea podía ser una vía de progreso se ha desvanecido. Esta tendencia se extiende también a la clase obrera de las otras potencias europeas. Es el caso de Francia, donde asistimos a una rebelión contra la reforma laboral. En la base de este fenómeno, está la bancarrota capitalista, que transita su noveno año y que hace su trabajo implacable de topo. La crisis de sobreproducción y la amenaza de una depresión económica han acentuado las tendencias a una guerra comercial y financiera entre los Estados.

La atomización nacional del capital monopolista en Europa no ha sido superada ni por la creación de un Banco Central ni por una moneda única. Las “ventajas“ que prometía la política de libre comercio se ha transformado en su contrario, en un factor de agravamiento de la crisis. Los estados nacionales son más que nunca las herramientas de los monopolios en la lucha por la supremacía en el mercado mundial. Esta disputa, a su turno, alienta la competencia ruinosa entre los trabajadores, que los Estados imponen a través de ajustes en regla.

La izquierda entrampada

La izquierda ha quedado atenazada entre estas dos variantes capitalistas, y como furgón de cola de los bloques en disputa. Una franja mayoritaria de la izquierda democratizante rechaza plantear la ruptura de la UE. Considera que la unificación continental, aún en los términos actuales, es un eslabón y estadio progresivo en la batalla por una Europa socialista.

Esta negativa a pelear por la ruptura de la UE en términos de independencia de clase, favoreció el accionar de la derecha, la cual comandó la campaña en Reino Unido, con un eje chovinista y reaccionario, que procuraba disimular el tema económico de la separación. Uno de los principales heridos por esta elección es el ala izquierda del laborismo, que apoyó el Remain, pero prefirió hacer una campaña de bajo perfil y terminó siendo ignorada por su electorado.

La derecha logró explotar a su favor la corriente "anti-Brexit". Es lo que ocurrió en España, cuando –después del Brexit– se agitó el carácter chovinista y reaccionario de los aislacionistas, volcando a una fracción del electorado al voto al PP. La principal víctima de este proceso fue Podemos, aún cuando aboga por permanecer en la UE y ha ido adaptándose a las imposiciones de la troika. A la hora de permanecer en el campo de los ajustadores europeístas, el electorado eligió a su versión original, no a una copia desteñida.

Los trabajadores están pagando muy caro esta bancarrota política y teórica de la izquierda. Las tendencias a la disolución de la Unión Europa, que van de la mano de derrumbe de los regímenes políticos y de grandes convulsiones sociales, ponen a la orden del día la lucha por gobiernos obreros que rompan con la UE. El eventual retorno a las fronteras nacionales, bajo la emergencia de gobiernos de trabajadores, lejos de consagrar una involución histórica, representaría un progreso político y un salto en la perspectiva de los Estados Unidos Socialistas de Europa.

Pablo Heller


jueves, 12 de junio de 2014

El estado español, entre el ‘tejerazo’ y la república


El estado español, entre el ‘tejerazo’ y la república

Es obvio que Juan Carlos no abdicó por cazar elefantes o por tener una amante alemana. En realidad, asistimos al naufragio del pacto entre el franquismo y los partidos socialista y comunista que alumbró a la llamada ‘transición’ española. Ni siquiera es cierto que la monarquía fuera restaurada como garantía última de ese pacto ‘democrático’. Un libro reciente de Pilar Urbano, una escritora de derechas, establece en forma fehaciente que Juan Carlos conspiró para derribar al primero de los primeros ministros de la ‘transición’, Adolfo Suárez, y alentó de ese modo el golpe conocido como ‘tejerazo’, cuando un teniente coronel mantuvo como rehén, a pura pistola, a todo el Parlamento. El rey volvió sobre sus pasos cuando la acción escapó a los altos mandos y debido a la presión en contrario de las potencias de la Otan. Aprovechó, sin embargo, el empuje del golpe para armar un segundo pacto, el de la Moncloa, que convirtió a la izquierda y a los sindicatos en una rueda del Estado posfranquista.

La descomposición de la familia real, con una hija y un yerno al borde de las rejas, no agota la caracterización de la situación de conjunto del Estado español. Juan Carlos abdica poco antes de que lo haga el jefe del PSOE, Alfredo Rubalcaba, como consecuencia del derrumbe electoral del partido en las parlamentarias europeas; su jefa regional acaba de decir que el PSOE solamente subsiste en Andalucía. En la cuerda floja se encuentra también Rajoy dentro del PP e incluso la dirección de Izquierda Unida. Con el monarca de los safaris se derrumba el sistema político de la ‘transición’. Al lado de este desmoronamiento, se desarrolla un movimiento autonomista poderoso en Cataluña y el País Vasco. Es claro que la separación nacional de estos Estados es incompatible con la monarquía. El próximo rey, Felipe, ya se adelantó a prometer “la unidad de España”. La abstención inevitable del representante catalán en el Parlamento frente a la abdicación provocó, sin embargo, una crisis en el partido de la burguesía catalana, de parte de quienes reivindican apenas una autonomía mayor para Cataluña dentro del Estado español. O sea que el agotamiento del sistema político se extiende al interior de las nacionalidades y autonomías. Obviamente, el test más severo lo representa la descomposición literal de la economía del Estado centralizado, que tiene una desocupación del 24 por ciento bien entrado el octavo año de la crisis mundial y con un inventario enorme de desalojos en poder de los bancos. No deben sorprender, entonces, las incesantes movilizaciones populares por las razones más diversas, incluida la dimisión de todo el régimen político establecido.

En este cuadro, ¿cuáles son las alternativas? Felipe pretenderá fingir que su función es reinar pero no gobernar, pero no hay que olvidar que es el jefe de las fuerzas armadas y por lo tanto de todo el aparato de represión. Recurrirá a la burguesía europea para aplacar los afanes independentistas de Cataluña, pero esta reivindicacón ha penetrado fuerte en la pequeña burguesía y en una parte de los trabajadores, detrás del espejismo de que la separación sería la salida a la crisis capitalista. Por otro lado, la oposición de izquierda que ha emergido en las últimas elecciones es políticamente inconsistente, en especial porque no manifiesta interés en oficiar como instrumento político de la lucha de clases de los trabajadores. Esta limitación ofrece un margen de movimiento a la política tradicional. Pero incluso con estas reservas, la profundidad y la prolongación de la crisis deberán acentuar la lucha popular, en sus diversas formas, y con ello agudizar la crisis política. La renuncia de Juan Carlos ya ha producido un movimiento por la república, bajo la forma de la exigencia a un referendo sobre la organización del Estado. Las encuestas indican una tendencia republicana mayoritaria en la población. La reivindicación de la república traduce la aspiración a una salida popular a la crisis capitalista.

Las alternativas, tomadas en su conjunto, son claras. Si los movimientos nacionales independentistas se fortalecen y la lucha de clases se acentúa, la crisis política resultante pondrá al nuevo rey ante la necesidad de emprender un ‘tejerazo’ con él a la cabeza. La monarquía es el arma de la reacción, no una representación ‘simbólica’. Las masas, por el contrario, avanzarán cada vez más con la reivindicación de la república, de la cual los intelectuales de moda se mofaban hasta hace pocos años. Los revolucionarios somos campeones, desde el comienzo, de la república y el derecho a la separación nacional. En materia de democracia, le ganamos al demócrata más pintado. Pero hacemos un agregado: ni una ni la otra tienen la capacidad de resolver la crisis del capital y de que la paguen los capitalistas. Por eso planteamos una república socialista y la unidad de los explotados de todo el Estado español y de Portugal bajo la forma de una Federación socialista de pueblos ibéricos.

Jorge Altamira


jueves, 27 de septiembre de 2012

Un “comunista” a la sombra del poder


Un “comunista” a la sombra del poder
La muerte de Santiago Carrillo

Santiago Carrillo, histórico dirigente del PCE, murió tranquilamente, a los 97 años, en su cama. Su muerte fue recibida con grandes muestras de pesar por la totalidad del arco parlamentario, desde el derechista PP hasta la izquierda independentista vasca Amaiur. El parlamento se puso de pie y ovacionó unánimemente al fallecido, considerado uno de los padres de la actual Constitución. Hasta el mismo rey tuvo la deferencia de acercarse al domicilio del fallecido. La muerte de los revolucionarios, como Marx, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, Durruti o el Che, fue recibida con grandes muestras de alegría por la burguesía de todo el mundo. Si en vida fueron tachados de criminales, muertos no se les trató mejor. La lucha de clases no perdona. Pero Carrillo murió con los laureles de “defensor incansable de la clase obrera”, de “comunista que renunció a sus intereses partidistas en favor de la convivencia pacífica y democrática” e incluso de “hombre de Estado” (con todo lo que comporta bajo el capitalismo que a uno le tachen de hombre de Estado). El presidente Mariano Rajoy expresó sus condolencias en nombre del gobierno, destacando su papel en la transición. Pero quizá los más entregados fueron sus antiguos compañeros de partido, que se deshicieron en ditirambos del más rancio estilo estalinista. Sin ningún atisbo de vergüenza, Alberto Garzón, la estrella mediática de IU, destacó “su espíritu por superar el capitalismo” y José Luis Centellas, secretario del PCE, resaltó su entrega a la lucha y defensa del comunismo.

¿Pero quién fue este curioso personaje, que ha conseguido unir en sus exequias a los representantes de todas las clases sociales del Estado español?

Santiago Carrillo nació en 1915 en Gijón. Hijo de un dirigente socialista, ingresó en las juventudes a finales de la década de los 20. Nombrado secretario de las mismas en 1934, se declaró partidario de la “bolchevización” del PSOE, invitó al BOC y a los trotskistas a ingresar en él para reforzar su ala izquierda, e incluso llegó a declararse partidario de una IV Internacional1. Detenido en octubre por su participación en la revolución de Asturias, fue liberado a principios de 1936, con el triunfo del Frente Popular. Viajó a la URSS, donde fue cooptado por el aparato estalinista. A su vuelta las juventudes socialistas y comunistas se unificaron, bajo su dirección. En octubre ingresó en el PCE y poco después acusaba en los mítines al POUM (fruto de la fusión del BOC y de la ICE trotskista) de formar parte de la V columna en el seno de la república.

Nombrado consejero de orden público de la junta de defensa de Madrid durante la guerra, fue el responsable de las cárceles, en la que no sólo acabaron los simpatizantes de la sublevación, sino también militantes revolucionarios, anacosindicalistas, poumistas y trotskistas que se oponían a la liquidación del movimiento revolucionario y la restauración del orden burgués.

Derrotada la república partió exiliado hacia la URSS. En las peleas fraccionales de la camarilla dirigente siempre supo estar al lado del sector más servil a Stalin, lo que le valió seguir ascendiendo en la jerarquía. Terminada la II Guerra Mundial se trasladó a París. En 1944 dirigió la invasión del valle de Arán por columnas guerrilleras. La descabellada operación se saldó con más de 200 partisanos muertos. En 1948 formó parte de una delegación que viajó a Moscú para entrevistarse con Stalin. Como consecuencia de la entrevista el PCE renunció a la táctica de la lucha armada. Capítulos como el abandono de las partidas de maquis que no pudieron abandonar la España franquista, o el juicio a Jesús Monzón (que había dirigido militarmente la aventura aranesa) han quedado en la oscuridad porque Carrillo nunca quiso hablar de ellos.

Tras la muerte de Stalin, en el XX Congreso del PCUS, la dirección del PCE se opuso al “informe Jruschev”, en el que se denunciaban los asesinatos del déspota. Pero pronto Carrillo y sus colegas se convirtieron a la nueva línea, como si nada hubiera pasado. El viejo partido estalinista lo seguía siendo hasta las raíces, no sólo en su subordinación a la línea ordenada por la burocracia de la URSS, sino también en sus métodos internos. La disidencia era traición. Julián Grimau, Comorera y otros, sendos estalinistas, fueron enviados a la muerte ordenándoles la vuelta a la España franquista. Sin oposición interna, Carrillo (ya convertido en secretario del PCE desde 1960) y su camarilla, prepararon el terreno para el futuro compromiso con el aparato franquista.

Obedeciendo las nuevas directrices de la burocracia soviética, en 1967 se aprobó la nueva línea del partido en la que se declaraban partidarios de la “reconciliación nacional” y la “vía pacífica al socialismo”, que marcará la política del PCE hasta después de la muerte del dictador Franco. Este deslizamiento hacia el compromiso y la decadencia de la URSS lo llevaron a la aventura eurocomunista, que no era otra cosa que el acercamiento y la subordinación a la burguesía española. Luego vino el abandono de la bandera republicana, la aceptación de la monarquía juancarlista (heredera de Franco), el disciplinamiento del movimiento obrero tras la burocracia de CC.OO., los Pactos de la Moncloa de 1977, y la Constitución monárquica de 1978 (fruto del pacto del PSOE y del PCE con el aparato franquista, por la que éste preservaba la esencia de su poder). Carrillo fue uno de los inspiradores de la amnistía por la que los verdugos quedaban inmunes y se abandonaba la causa de las víctimas de 40 años de tropelías. Gracias al acuerdo con los gerifaltes del franquismo, Suárez, Fraga, Martín Villa… el aparato del viejo régimen pudo transformarse en “democrático”, oculto tras la maloliente cortina de amnesia y olvido.

Tras la muerte de Franco en 1975, Carrillo volvió a España. Disfrazado con una peluca (parodiando a Lenin en la Rusia prerrevolucionaria de 1917), fue detenido y poco después puesto en libertad, en el momento en el que el PCE era legalizado. El pacto con el franquismo le dio respetabilidad ante los poderes fácticos y la burguesía, pero la perdió ante miles de luchadores. El único partido de masas que había sobrevivido al franquismo, empezó a descomponerse y escindirse en multitud de grupos y fracciones. Luego vino la debacle electoral en la que el recién aparecido PSOE se convirtió en el principal referente de la izquierda. En 1982, acosado por la crisis interna, abandonó la dirección y dos años después fue expulsado, fundando un efímero PT, que le sirvió de plataforma para negociar su reingreso en la socialdemocracia, donde se convirtió en un cadáver político.

El resultado de la “modélica” transición fue la desorientación política del movimiento obrero, y un profundo retroceso de la conciencia de clase, que ha durado hasta nuestros días. En los últimos capítulos de su vida, el “comunista” Santiago Carrillo, siguió siendo un entusiasta defensor de la monarquía y del régimen capitalista democrático que había ayudado a crear. Nunca tuvo una sola palabra de autocrítica. Cuando le preguntaban sobre su responsabilidad en los asesinatos de Trotsky, o Andreu Nin, o la persecución del POUM y del anarcosindicalismo, siempre negó cualquier responsabilidad (aunque algunas investigaciones lo colocan en el centro); después, en determinados círculos, repetía las viejas patrañas estalinistas. La causa de su éxito fue siempre el haber sabido en cada momento dónde estaba el poder y doblegarse ante él, fuera Stalin o el gran capital.

Su muerte coincide con los primeros síntomas de agotamiento del régimen que él ayudó a crear. La monarquía, las corruptas instituciones pseudodemocráticas y la reaccionaria Constitución de 1978 hacen aguas por todas partes. Su desaparición ha sido recibida con indiferencia por la juventud y los trabajadores, y no pesará un gramo en el actual ascenso de la lucha de clases.

Barcelona, 25 de septiembre de 2012

Enric Mompó

1. Mucho se ha hablado del “trotskismo” de las Juventudes Socialistas, pero esto sólo fue una verdad a medias. Aplaudieron la propuesta de frente único socialista-comunista en Alemania para frenar el ascenso del nazismo. Consideraban a Trotsky colíder, junto a Lenin, de la revolución rusa, pero estaban convencidos de que en la URSS se seguía construyendo el socialismo bajo la batuta de Stalin.

“Que se vaya Rajoy, se disuelvan las cortes y se convoque a una Constituyente”


“Que se vaya Rajoy, se disuelvan las cortes y se convoque a una Constituyente”

El gobierno del Partido Popular abrió un proceso penal contra miembros de las dos plataformas de luchadores, porque han convocado a una manifestación para rodear simbólicamente el Congreso de los Diputados el 25 de setiembre. Se les acusa “de acuerdo con los dispuesto en el artículo 486 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, como responsables de un presunto delito contra altos organismos de la nación”, el cual se castiga con la pena de prisión de seis meses a un año o una multa de doce a 24 meses a los que promuevan, dirijan o presidan manifestaciones u otra clase de reuniones ante las sedes del Congreso de los Diputados, del Senado o de una Asamblea Legislativa de una Comunidad Autónoma cuando estén reunidos, alterando su normal funcionamiento”. Semejante legislación integra lo que se llama “la transición española”.

La plataforma “¡En Pie! Ocupa el Congreso” y la “Coordinadora 25S” -ambas vinculadas al movimiento 15M- vienen organizando esta manifestación desde mediados de agosto. Una acción que consiste en rodear el Congreso el 25 de setiembre. Originariamente, la convocatoria era única, pero se han separado por un confuso episodio de supremacía, alentado por el periódico Público. La plataforma “¡En Pie!” plantea, entre otros, la dimisión del gobierno y la disolución de las Cortes y de la jefatura del Estado -ejercida por el rey Juan Carlos-; la apertura de un proceso constituyente democrático; la auditoría de la deuda pública de España con una moratoria; la reforma de la ley electoral para facilitar un proceso constituyente democrático; la derogación de los recortes sociales y de las reformas contra el Estado de bienestar, y la paralización inmediata de los desalojos de las viviendas.

Por su parte, la Coordinadora 25S ha hecho un manifiesto genérico contra el capitalismo y llama a rescatar al Congreso de manos de los políticos. La separación en dos plataformas no ha roto la unidad de acción ni ha socavado de momento la coordinación de las manifestaciones previstas.

El gobierno de Madrid acusa a la manifestación de “golpista” y de sediciosa. Intenta trazar una línea divisoria clara entre estas movilizaciones del 25S y las convocadas por la Unión General de Trabajadores (UGT) y por las Comisiones Obreras (CCOO) -que agrupan a un centenar de organizaciones sociales bajo la denominación de Plataforma Social-, con el argumento de que los sindicatos tienen servicios de orden propios, en tanto el 15M y los movimientos del 25S están infiltrados por extremistas “antisistema”. Los dirigentes de UGT y CCOO se limitan a plantear un referéndum sobre las reformas y los recortes del gobierno, pero no su caída y una Constituyente.

Los dirigentes sindicales habían presentado su planteo ante el rey a principios de agosto, para crear una cortina de humo con la cual velar el levantamiento de la huelga de los mineros del carbón, precisamente entre el primero y el seis de agosto. Tanto la UGT como las CCOO habían bloqueado la posibilidad de una convergencia de las luchas de los trabajadores del sector público y del carbón. El levantamiento de la huelga de los trabajadores del carbón fue apalancado por las direcciones sindicales, aún a sabiendas de que el gobierno no cedería ni un milímetro en sus posiciones. El sector crítico exigía la convocatoria a una huelga general inmediata, en oposición a la solicitud del referéndum.

Durante la concentración del 15 de agosto convocada por la UGT, por las CCOO y por la Plataforma Social, la policía obligó a los portadores de una pancarta del 15M a identificarse. Al día siguiente de esta manifestación, el 16 de agosto, la policía obligó a identificarse a unos 40 activistas de la Coordinadora 25S reunidos en el Parque del Retiro en Madrid. El jueves 20 comenzaron a llegar las citaciones judiciales a tres activistas identificados el 15 y a otros cinco identificados el 16. Está claro que la delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha montado una provocación contra los organizadores del 25S, para extender los mecanismos del fuero antiterrorista contra la protesta social. Queda de manifiesto el temor del gobierno a la consigna de destitución del gobierno y a la convocatoria de una Constituyente.

Ni el gobierno ni los sindicatos olvidan que el 15M fue un movimiento de masas, el cual sigue con una fuerte capacidad de movilización y que ha mantenido intacta su organización en asambleas de barrios en las principales ciudades del país. Mientras la afluencia a esas asambleas se ha reducido significativamente, ha crecido el nivel de resistencia de los trabajadores a la ofensiva del gobierno. En las asambleas de barrio y en los grupos de trabajo del 15M y de la Asamblea Popular de Madrid, hay un debate profundo sobre la necesidad de una estrategia de huelga general como método de lucha. También las organizaciones de izquierda y clasistas deben sacar sus conclusiones de la situación presente. Hay quienes afirman que están presentes en este movimiento para darle “contenido de clase”. Olvidan, sin embargo, que el contenido de clase implica la intervención del proletariado, pero también de un programa.

A todo esto, se suma la rebelión de las regiones autónomas y de los trabajadores. No es el 25S el que cuestiona la estructura constitucional española, son las autonomías históricas: Cataluña y País Vasco. El ex presidente socialista Felipe González ha salido a la palestra el 20 de septiembre, al declarar en los medios que es necesaria una reforma constitucional que establezca un Estado federal. No es la primera vez que los políticos burgueses intentan encorsetar los problemas nacionales en un régimen federal. Pero omiten que la condición para un federalismo consecuente es la República. De otro modo, ese “federalismo” no pasaría de una modificación de las responsabilidades fiscales, bajo la tutela de la monarquía. La IV Internacional ha reivindicado siempre la Federación socialista de las Repúblicas Ibéricas, lo cual podría incluir también a Portugal. El otro aspecto es que un Estado federal o la “independencia”, sometidas a la UE, sería una farsa de federalismo, pues sería un protectorado de Berlín y de Bruselas. Además del derrocamiento de la monarquía, el federalismo y la independencia solamente serían tales si van acompañadas por la ruptura con la Unión Europea.

El 21 de octubre próximo, las elecciones en el País Vasco se habrán de dirimir entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y la izquierda nacionalista agrupada en Bildu. El PP y el PSOE se van a desmoronar. El PP puede perder las elecciones autonómicas en Galicia, también el 21 octubre, y cabe la posibilidad de que Convergencia i Unio (CiU), el partido de la gran burguesía catalana, convoque a elecciones anticipadas en Cataluña para barrer a la oposición y para renovarse en el Parlament, con una mayoría más amplia y sólida. CiU agita la soberanía para negociar un pacto fiscal, pero no tiene la menor intención de romper con las multinacionales que operan en la comunidad ni con la Unión Europea. ¿Pero cómo hará Rajoy para aflojar la bolsa fiscal cuando el Estado que preside se encuentra en bancarrota y deberá someterse, en breve plazo, al control completo de la Troika -o sea, la Comisión Europea, el BCE y el FMI?

Carlos S. Hortaleza

jueves, 19 de julio de 2012

En España colapsó el capitalismo (su economía)


Prensa Opción Obrera 23 Julio - Agosto 2012

En España colapsó el capitalismo (su economía)

Mientras Alemania dicta la intervención, la tarea por parte de las instituciones políticas PP, PSOE, CIU, UPD, IU, partidos autonómicos, y los gobiernos, el central y las autonomías, con la ayuda de las direcciones sindicales CCOO y UGT, es resucitarlo a costa del pueblo español.

Días antes de la aprobación del recate, Paul Krugman decía ante el reconocimiento de la quiebra de España, que esta necesitaba un rescate de su sector bancario y que para hacerlo bien el BCE era el único con herramientas suficientes para actuar, pero existía el inconveniente de que España tuviese la desventaja de ser demasiado grande para ser rescatada, al estilo de Portugal. Además alertaba Krugman que si en España no se tenía éxito, el euro tampoco lo tendría. De esa forma el destino del euro está atado al destino de España.

Hoy, en los entretelones del rescate, el gigante gringo de inversiones Goldman Sachs dice: "las transferencias implícitas en el uso del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para apoyar a los bancos españoles probablemente necesitarán extenderse más allá de los bancos para proteger a España de las presiones de los mercados". Y pronostica una caída del PIB español del 1,4% este año y del 1,2% en 2013. Goldman Sachs augura que España no será capaz de cumplir los objetivos revisados de reducción del déficit. Mientras tanto, José Luis Rodríguez Zapatero declaraba que es necesario hacer todo lo posible por evitar la ruptura del euro, pues, a su juicio, supondría un retroceso de cincuenta años en la historia de Europa.

Una información dada por la agencia Reuters dice que las entidades españolas han registrado peticiones de financiación al Banco Central Europeo (BCE) por un valor de 364.997 millones de euros en junio, lo que significa que las entidades españolas tomaron cerca del 30,4% de los fondos disponibles.

Estas dificultades para financiarse en el interbancario indican que el crédito solicitado por la banca española al instituto que preside Mario Draghi, se multiplicó por más de siete respecto al registrado en junio de 2011 (47.777 millones). Antes de la decisión del rescate España sufría una fuerte fuga de capitales. Entre enero y abril salieron de España 121.891,6 millones de euros según cifras que recoge el Banco de España. Cada vez se complican más las cosas, y ya hay quienes dicen que el año 2013 viene peor.

Cómo lo ven los protagonistas al interior de España
Para el presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Francisco González, no es bueno que el Estado controle los bancos y "lo mejor es privatizarlos cuanto antes" … tras el saneamiento por supuesto, y pronostica que cuando se privaticen las entidades nacionalizadas el sistema bancario español tendría dos grandes bancos y otros cuatro o cinco bancos medianos, para ser un sistema "sano y eficiente" con oportunidades para la expansión de la cuota de mercado del BBVA.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Juan Rosell, estima que el 60% de las empresas españolas cerrará el actual ejercicio con pérdidas. Para evitar el menor sufrimiento de estos españoles del CEOE el gobierno de Mariano Rajoy, advirtió, tendrá que tomar decisiones "dolorosas y difíciles" contra el déficit. A su vez, Rosell admite "importantes muestras de responsabilidad" a la hora de valorar las medidas tomadas por el gobierno, tanto que "cualquier medida debe ponerse sobre la mesa".

Como siempre la política de gobierno es la austeridad para los demás españoles
La medida "es recortar el coste de los funcionarios para las arcas públicas, congelar las pensiones, meter también una bajada al coste de las prestaciones por desempleo, cerrar las televisiones públicas". El gobierno dice que el  déficit de tarifa en electricidad, que supera los 24.000 millones, luego se sitúe para este año en los 1.500 millones y no se tenga para 2013. Los ajustes, tanto los ya realizados como la nueva ronda de recortes que el presidente Mariano Rajoy anunciara el 11 de julio, van a tener como resultado la destrucción de alrededor de 300.000 empleos públicos, y se estima que habrá entre 500.000 y 600.000 empleos menos cuando acabe el ejercicio.

La salida, por fin el rescate
Se proponen 120.000 millones de euros para estimular el crecimiento. Para esta ayuda Merkel y Van Rompuy exigen más recortes a cambio de ayudas a la banca, medidas como subir el IVA, bajar sueldos a los funcionarios, retirar la desgravación por compra de vivienda.

Entre idas y venidas por fin el gobierno llegó a un acuerdo para salvar a España, convenido con Bruselas y el FMI, tras el  consentimiento de Merkel la cual recordó que no habrá "prestación sin contraprestación" y control.

Las condiciones acordadas son:
  1. Recapitalización directa de la banca. Por fin Merkel aceptó la recapitalización directa pero solo sí cuando haya una supervisión bancaria única liderada por el BCE.
  2. Compra de bonos por parte del Fondo de Rescate. A pesar de que el primer ministro italiano, Mario Monti, insistía en la compra de deuda en el mercado secundario sin imponer condicionalidad, el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy como la propia Merkel, insistieron en que esta ayuda implicaría una condicionalidad estricta. Es decir, la intervención directa sobre la banca española por parte de la banca que la “socorre”.
  3. El MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) ya no será el primero en cobrar el mecanismo de rescate permanente. Perderá la condición de acreedor preferente en caso de impago, este fue aceptado porque los inversionistas temían perder su condición de acreedor en caso de impago.

El gobierno español espera tener listo en septiembre un análisis pormenorizado para conocer las necesidades de capital de cada entidad para someterse al rescate. Por ahora se eleva la actual alícuota del IVA en 13 puntos porcentuales en algunos productos, del 8 al 21%, conjuntamente con una reducción del gasto estimada en 65.000 millones de euros.

El golpe al consumo y a la demanda que supondrá la entrada en vigor de esta medida el próximo 1 de septiembre, se complementa con una reducción de los aportes patronales a la seguridad social de un punto porcentual este año y otro más en 2013.

Entre el resto de las decisiones están la elevación de las retenciones de impuestos a los profesionales independientes; la liberalización de los horarios comerciales; la supresión del aguinaldo de los empleados públicos a fin de año, y el aviso de nuevas reformas previsionales para bajar las jubilaciones. Todo esto se complementa con un esquema, todavía no concretado, de una liberalización (privatización) de los sectores ferroviario, aéreo y de transporte terrestre, además de una reducción del subsidio de desempleo.

Ante todo esto los mineros de Asturias se plantearon no permitir la ruina de su región, por ahora realizaron un grandiosa movilización hasta Madrid, pero 40 años de dictadura de franco más 37 años de continuidad de los gobiernos que pactaron la transición sin culpables de los asesinatos de la dictadura pesan para construir una vanguardia. Quedan las enseñanzas,  falta que la retomen los sublevados. Los métodos de los mineros asturianos y leoneses colocan en su justo término lo que los “indignados” no han conseguido ni tampoco la pasividad de UGT y CCOO. Para el proletariado español es la huelga indefinida la única salida antes de ser sacrificados por el salvataje a la banca y así no ser ellos los que paguen los costos de la bancarrota mundial del capital. Como parte de esa realidad también existe un proletariado con más de cien años de luchas y conquistas, con una heroica revolución de por medio y un legado hacia los países hispanoamericanos, por su conexión con las luchas de la clase obrera europea y la histórica revolución rusa.


José Capitan

martes, 21 de junio de 2011

Las protestas de los jóvenes en España son la prolongación europea de la revolución árabe

Prensa Opción Obrera 20 - abril - Mayo 2011


Las protestas de los jóvenes en España son la prolongación europea de la revolución árabe

Las protestas de los jóvenes españoles tienen una clara razón de ser en un país donde el desempleo en ellos es de 40% y globalmente es del 21,3%. La respuesta de “La Juventud Sin Futuro”, como se llaman a sí mismos, ha sido una movilización y permanencia en la principal plaza de Madrid que se ha propagado de manera semejante por muchas ciudades del país. Se organizan y preparan para responder al desalojo. Han desafiado al tribunal electoral, y demuestran por último, que no les creen a todos los partidos que intentan “salvar” a España de la bancarrota del capital en que está sumida, en particular el PSOE.

Este partido que ejerce el gobierno de España, es un partido burgués e imperialista, así incluya en sus siglas la denominación “socialista”. Recibió una paliza en los resultados electorales recientemente realizados por el grado de ajustes realizados a la economía para evitar llegar a la quiebra. Ha sido la crisis del sistema capitalista y la bancarrota del capital mundial lo que provocó el rechazo y la movilización de la juventud, y de otros no tan jóvenes, para evitar continuar soportando esa situación.

La ocupación de las plazas en España y las huelgas generales en Grecia marcan el despertar de la revolución en la margen norte del Mediterráneo como continuación a la revolución árabe en su margen sur.

Que lo que sucede en España resulte en algo verdaderamente revolucionario dependerá, en última instancia, del papel que juegue el proletariado español, traicionado por las centrales sindicales que terminaron plegándose al plan anti-crisis de Zapatero.

Una nueva primavera de luchas es la que puede dar al traste con las consecuencias de cargar en los trabajadores, y en particular los jóvenes, la crisis mundial del capital en bancarrota. No cumplir el proletariado con su tarea histórica es acercarnos con paso firme a la barbarie conducida por las criminales medidas de “ajuste” de los gobiernos europeos para contrarrestar la competencia de USA y China.

Propuestas aprobadas en la ACAMPADA del SOL. Madrid, España

Prensa Opción Obrera 20 - Abril - Mayo 2011

Propuestas aprobadas en la ACAMPADA del SOL. Madrid, España

1. ELIMINACIÓN DE LOS PRIVILEGIOS DE LA CLASE POLÍTICA:
  • Control estricto del absentismo de los cargos electos en sus respectivos puestos. Sanciones específicas por dejación de funciones.
  • Supresión de los privilegios en el pago de impuestos, los años de cotización y el monto de las pensiones. Equiparación del salario de los representantes electos al salario medio español más las dietas necesarias indispensables para el ejercicio de sus funciones.
  • Eliminación de la inmunidad asociada al cargo. Imprescriptibilidad de los delitos de corrupción.
  • Publicación obligatoria del patrimonio de todos los cargos públicos.
  • Reducción de los cargos de libre designación.
2. CONTRA EL DESEMPLEO:
  • Reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta acabar con el desempleo estructural (es decir, hasta que el desempleo descienda por debajo del 5%).
  • Jubilación a los 65 y ningún aumento de la edad de jubilación hasta acabar con el desempleo juvenil.
  • Bonificaciones para aquellas empresas con menos de un 10% de contratación temporal.
  • Seguridad en el empleo: imposibilidad de despidos colectivos o por causas objetivas en las grandes empresas mientras haya beneficios, fiscalización a las grandes empresas para asegurar que no cubren con trabajadores temporales empleos que podrían ser fijos.
  • Restablecimiento del subsidio de 426€ para todos los parados de larga duración.
3. DERECHO A LA VIVIENDA:
  • Expropiación por el Estado de las viviendas construidas en stock que no se han vendido para colocarlas en el mercado en régimen de alquiler protegido.
  • Ayudas al alquiler para jóvenes y todas aquellas personas de bajos recursos.
  • Que se permita la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas.
4. SERVICIOS PÚBLICOS DE CALIDAD:
  • Supresión de gastos inútiles en las Administraciones Públicas y establecimiento de un control independiente de presupuestos y gastos.
  • Contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera.
  • Contratación de profesorado para garantizar la ratio de alumnos por aula, los grupos de desdoble y los grupos de apoyo.
  • Reducción del coste de matrícula en toda la educación universitaria, equiparando el precio de los posgrados al de los grados.
  • Financiación pública de la investigación para garantizar su independencia.
  • Transporte público barato, de calidad y ecológicamente sostenible: restablecimiento de los trenes que se están sustituyendo por el AVE con los precios originarios, abaratamiento de los abonos de transporte, restricción del tráfico rodado privado en el centro de las ciudades, construcción de carriles bici.
  • Recursos sociales locales: aplicación efectiva de la Ley de Dependencia, redes de cuidadores locales municipales, servicios locales de mediación y tutelaje.
5. CONTROL DE LAS ENTIDADES BANCARIAS:
  • Prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social.
  • Elevación de los impuestos a la banca de manera directamente proporcional al gasto social ocasionado por la crisis generada por su mala gestión.
  • Devolución a las arcas públicas por parte de los bancos de todo capital público aportado.
  • Prohibición de inversión de bancos españoles en paraísos fiscales.
  • Regulación de sanciones a los movimientos especulativos y a la mala praxis bancaria.
6. FISCALIDAD:
  • Aumento del tipo impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias.
  • Eliminación de las SICAV.
  • Recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio.
  • Control real y efectivo del fraude fiscal y de la fuga de capitales a paraísos fiscales.
  • Promoción a nivel internacional de la adopción de una tasa a las transacciones internacionales (tasa Tobin).
7. LIBERTADES CIUDADANAS Y DEMOCRACIA PARTICIPATIVA:
  • No al control de Internet. Abolición de la Ley Sinde.
  • Protección de la libertad de información y del periodismo de investigación.
  • Referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos.
  • Referéndums obligatorios para toda introducción de medidas dictadas desde la Unión Europea.
  • Modificación de la Ley Electoral para garantizar un sistema auténticamente representativo y proporcional que no discrimine a ninguna fuerza política ni voluntad social, donde el voto en blanco y el voto nulo también tengan su representación en el legislativo.
  • Independencia del Poder Judicial: reforma de la figura del Ministerio Fiscal para garantizar su independencia, no al nombramiento de miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial por parte del Poder Ejecutivo.
  • Establecimiento de mecanismos efectivos que garanticen la democracia interna en los partidos políticos.
8. REDUCCIÓN DEL GASTO MILITAR

9. ELIMINAR EL SENADO.
  • Noruega, Suecia, Dinamarca, no tienen senado, Alemania solo 100 senadores y EE.UU. un senador por cada estado.
  • Los grandes teóricos del derecho internacional y constitucional opinan que es una cámara innecesaria, prescindible y que está en extinción, ¿Entonces por qué tenemos que mantener a 260 senadores? De esta forma ahorraremos 3.500 millones de euros cada año.
  • Eliminar la pensión vitalicia de todos los diputados, senadores y demás "padres de la patria".
  • Eliminar a todos los diplomáticos excepto un embajador y un cónsul en cada país. No es posible que gastemos en esto más que Alemania y el Reino Unido.
  • Con eso, y con rebajar un 30% las partidas 4, 6 y 7 de los presupuestos generales del estado (transferencias a sindicatos, partidos políticos, fundaciones opacas y varios), se ahorrarían más de 45.000 millones de euros y no haría falta tocar las pensiones ni los sueldos de los funcionarios, como tampoco haría falta recortar 6.000 millones de euros en inversión pública.
  • Con la mitad del dinero que el estado se ahorraría con estas medidas, se acabaría la crisis en España.

10. Por el cambio de la ley electoral, y por una democracia participativa de verdad, donde nuestra opinión, la de los ciudadanos, sea lo que gobierne, no una papeleta cada cuatro años y que hagan con ella lo que quieran sin dar cuentas ni explicaciones.
  • Por el cambio de la ley electoral, y por una democracia participativa de verdad ¡Espabilemos de una vez! ¡No sigamos dormidos y aletargados!

SI ESTÁS DE ACUERDO, DIFÚNDELO!!!!