Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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jueves, 17 de septiembre de 2015

La condena de Leopoldo López


La condena de Leopoldo López

El dirigente opositor Leopoldo López, condenado a casi catorce años de cárcel en la prisión militar de Ramo Verde, fue uno de los protagonistas del intento de golpe de Estado de 2002 y del sabotaje contra PDVSA de 2002/2003. Por estos hechos, sin embargo, fue amnistiado junto a otros golpistas en 2007 por Hugo Chávez. La condena que acaba de imponerle la Justicia de Venezuela obedece a una presunta "instigación pública y asociación para delinquir" en oportunidad de una movilización opositora de febrero de 2014, en la que tres personas murieron.

No avalamos la condena a Leopoldo López. El proceso judicial ha sido severamente cuestionado por vulnerar el derecho de defensa del acusado. Entre las irregularidades denunciadas figura que las audiencias del juicio fueron hechas en privado a pesar de que la ley indica que deben ser públicas. A López no se le habría permitido presentar testigos ni material documental. Lo más grave, sin embargo, es que la Fiscalía no presentó pruebas que acrediten los cargos contra López. La condena descansa simplemente en una interpretación de sus dichos, los que supuestamente habrían habilitado las barricadas opositoras y los choques que se cobraron la vida de más de cuarenta personas. En tanto no se apega a derecho, la condena no puede ser avalada porque refuerza las tendencias a gobernar por medio de un estado de excepción. Al mismo tiempo, constituiría un cheque en blanco a un régimen que ha encarcelado trabajadores, y en donde el ejército y los cuerpos represivos cobran un papel cada día más relevante en función del derrumbe económico y social, y de la necesidad de un nuevo ajuste.

No es cierto, como dice Maduro, que de este modo se esté "vacunando" a la nación contra un pinochetista. La condena, como la militarización de la frontera y la deportación de miles de colombianos, forma parte de un operativo de polarización política en el cuadro del proceso electoral de diciembre.

¿Boomerang?

El operativo del chavismo, sin embargo, puede transformarse en un boomerang. En lugar de dividir el campo opositor, podría cohesionarlo. En vez de empujar a un ala de la oposición a acciones putschistas, podría elevar a un personaje de lo más rancio de la derecha a la categoría de prócer de la democracia. Para el 19, la oposición prepara una movilización unitaria. López, a su vez, ha tenido la astucia de llamar a sus seguidores a concentrarse en las elecciones del 6 de diciembre. Un triunfo opositor en estos comicios legislativos allanaría el camino para un referéndum revocatorio posterior.

La delicada situación de Venezuela forma parte de la mesa de negociaciones entre Castro y Obama. Estos no quieren que la situación termine de descontrolarse, entre otros motivos, porque Maduro copatrocina el proceso de paz con las FARC, que es torpedeado intensamente a ambos lados de la frontera por los Uribe y los López. Por esto mismo, Washington protestó contra la condena, pero ha decidido no detener las negociaciones con Caracas para un restablecimiento de las relaciones.

La clase obrera venezolana necesita desarrollar una alternativa propia ante la acelerada descomposición del régimen político y económico.

Gustavo Montenegro

lunes, 7 de abril de 2014

El motivo de la protesta no es pedir por la solución de los problemas del país


El motivo de la protesta no es pedir por la solución de los problemas del país

La devaluación deriva de que no producimos, pero la banca sigue con inmensas ganancias y los empresarios exigiendo dólares para continuar importando, como las automotrices con más de 50 años en el país todavía solo ensamblando con piezas traídas de sus casas matrices o las firmas extranjeras como la mayoría de las casas comerciales de los súper centros comerciales, lo peor es que el gobierno los sigue subsidiando, inclusive alcahueteando a vulgares especuladores. La inflación, la especulación y la escasez son las consecuencias de defender ese esquema con una bolsa de dólares que no alcanza para ser repartido a manos llenas. La inseguridad, si bien es cierta, no puede dejar de sonar absurda en boca tanto del la MUD como del gobierno, ambos con cuerpos de seguridad que son los primeros beneficiados por su complicidad con la delincuencia.

Para los trabajadores el problema del país son los salarios, todo deriva de ahí. El derecho a huelga, la contratación colectiva, la criminalización de la protesta obrera, la libertad sindical clasista, la tercerización y el derecho al empleo, son todas consecuencias de un salario deficitario que así pretende ser impuesto por los patronos mientras los trabajadores se niegan a quedarse de brazos cruzados.

El fascismo y la guarimba, qué tienen en común

Trotsky llamó al fascismo, en tanto que movimiento de masas, “el partido de la desesperanza contrarrevolucionaria”. El fascismo es un fenómeno de masas como respuesta política a la crisis económica. Su base social es la clase media desesperada y el lumpen proletariado, es decir, capas degeneradas sin perspectivas u horizontes, dispuestas a cualquier cosa para salir de sus niveles de precariedad. Es posible por faltas de alternativas ante la crisis, a frustraciones, descontentos. Su salida se la ofrece un sector aspirante al poder que propugna soluciones con medidas arbitrarias, sin pararle a métodos democráticos, ni qué decir, planteando los derechos elementales de la clase trabajadora. Se basa en las aspiraciones más sórdidas de sectores desesperados, la burguesía no les da esperanzas, tampoco hay alternativas por parte de la clase trabajadora, y asumen su salida, dentro del mismo marco burgués, de forma despótica.

Wilhelm Reich en su libro “Psicología de Masas del Fascismo”, cita a un intelectual nazi: "Dado el carácter elemental del nacionalsocialismo, resulta imposible atacarlo con «argumentos». Los argumentos sólo tendrían efecto si el movimiento se hubiera impuesto con ayuda de argumentos".  Reich prosigue, “los discursos nacionalsocialistas [fascistas] de propaganda se caracterizaban por hacer hábiles llamadas a los sentimientos de los individuos integrados en la masa y por la renuncia, en la medida de lo posible, a toda argumentación objetiva… en presentar a las masas solamente la gran meta final". En nuestro caso, “la salida de Maduro” es porque yo quiero.

En Venezuela estos pichones de fascistas tienen sus métodos  a la vista de todos, menos de los medios de comunicación que los promocionan. Destruyen todo lo que está a su alcance, hacer la barricada para obstaculizar el tránsito, sobre todos de sus propios vecinos, muchos de ellos simpatizantes de la MUD y antichavistas, sin medir las consecuencias ni aceptar mediaciones, y resaltan el “argumento” que es porque están construyendo “el futuro del país”. Por lo localizado, por lo escuálido respecto a la ciudad, no es un fenómeno masivo, aunque reviste financiamiento tanto interno como por organismos extranjeros y bajo el amparo de alcaldías, organismos o instituciones afines, empresas y medios de comunicación privados.

En Venezuela las guarimbas son brotes aislados en cada ciudad, con gran propaganda y despliegue de sus “bondades” en los sectores de clase media en gran medida por su difusión en las redes sociales, pero son un germen, un precedente. Para poder progresar como movimiento de masas, entre otras, tienen que alzarse sobre grandes derrotas de las luchas de la clase trabajadora. Estas derrotas a la clase trabajadora pueden darse por el empeño que en esto pone el gobierno, de ahora en más, con las mesas de paz con FEDECAMARAS, principal protagonista del golpe de derecha y el saboteo económico del 2002 y 2003, donde les son aceptados todos su planteamientos, sobre todo el de permitir la flexibilidad laboral, el quite de regulaciones, despidos, liberación de precios, mientras por parte del gobierno se continúa devaluando o se plantean aumentos en los precios de los servicios públicos y de la gasolina. Como complemento, medidas de no permitir protestas laborales y su represión en caso de manifestarse. Respecto a la burguesía, utiliza a estos movimientos como un último recurso, cuando, y es lo principal, la clase obrera tiene que ser aplastada para poder sobrevivir de la crisis política y económica que han creado.

Para impedir el ascenso del fascismo en el país la clase trabajadora debe levantar las banderas de su independencia política respecto a todos los que pretenden hacerle pagar los costos de una crisis que no han creado. LA CRISIS QUE LA PAGUEN LOS CAPITALISTAS, LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE ELLA.


¿A quién clama El PSL por “justicia”? - Ahora sí se subió la gata en la batea


Ahora sí se subió la gata en la batea
¿A quién clama El PSL por “justicia”?

En un reciente artículo publicado en laclase.info el PSL exige “una Comisión Investigadora Independiente que garantice verdad y justicia a las víctimas de la violenciaAnte la detención y destitución de dos alcaldes opositores y separación de M.C. Machado de su cargo de diputada”. Ex profeso asocian lo primero con lo segundo como si los nombrados fueran víctimas de la violencia, y rechazan del gobierno “la forma arbitraria en que se les separó del cargo”. Preocupados están por “las libertades democráticas actualmente bajo ataque”, sin embargo, muy equilibrados, reconocen la existencia de “grupos de choque pro-MUD”.

Es harto evidente que estos rufianes como alcaldes, y la otra como diputada, son autores que dirigen, promueven y pagan las guarimbas, inclusive suministrándoles sus materiales y artefactos. Guarimbas que actúan con métodos fascistas llegando a herir y asesinar a personas ajenas a su conflicto, personas inocentes, y que también destruyen sin ningún criterio lo que se les atraviese o tengan a la mano, servicios e instituciones públicas en particular.

El objetivo del PSL, según el artículo, es el gobierno, su actuación criminal, sus bandas o “colectivos”, pero omiten la actuación, con métodos similares o peores, de las huestes de sus defendidos –para los cuales exigimos castigo–, autores intelectuales en el golpe fascista y saboteo a la economía en el 2002 y 2003, todavía impunes y sin castigo.

Con esa apreciación el PSL pasa a un segundo plano la crisis política en la cual se encuentra inmerso el gobierno de Maduro, crisis que pretende solventarla pactando abiertamente con FEDECAMARAS, para terminar apoyando a Cisneros, cuando le pide al Papa a que el Vaticano interceda, y a UNASUR, cuando delega en una troika –Brasil, Colombia y Ecuador–, para superarla y así recuperar la estabilidad que hasta al gobierno de Obama preocupa.

Los socialistas actuamos ante las crisis políticas con la movilización políticamente independiente de la clase trabajadora, no le ponemos una muleta a las pugnas de fracciones pro-burguesas enfrentadas. Es así como se puede impedir el ajuste que pretende imponer el gobierno de Maduro, y también toda la oposición de derecha, ajuste de proporciones semejantes a las que condujeron al Caracazo con el paquetazo primero de Lusinchi y luego CAP 2. Se necesita entonces darle organicidad a la clase trabajadora para que se movilice por su propio pie en su contra y también en contra de los que lo proponen.

El PSL, bajo la misma tónica, compite con la Comisión de Derechos Humanos que Maduro acaba de crear conformada por ministros del gabinete, la fiscalía y el poder judicial, y por el otro lado con el Vaticano y la UNASUR propuestos por Cisneros y el imperialismo.

La propuesta originada por los atropellos a los líderes de la MUD, desvía la atención de los trabajadores que deberán afrontar el ajuste económico pactado entre el gobierno y los empresarios. El andar del PSL y CCURA de la mano con Provea, con el Fadess y la burocracia sindical sobreviviente de la IV república, confunde en vez de proponerles la movilización con independencia política para enfrentarlo como se acordó para el 10 de abril en el Encuentro Sindical y Popular, convocado por C-Cura, UNETE, Provea el 21 de marzo, junto a 40 resoluciones con las cuales levantar un plan de lucha verdaderamente clasista.

De ese Encuentro Sindical y Popular, sus conclusiones y compromisos las dejó C-Cura y el PSL en el tintero. La propuesta de declaración que pasaron posteriormente a las organizaciones sindicales, populares y políticas que allí participaron, ni con las más que necesarias modificaciones hechas, pudieron hacerla a la luz pública. Más importante, fue clamar por los alcaldes presos y la destituida diputada, aunque el PSL reconozca que sus métodos son “poco democráticos”.

A la UNETE no le queda otra que insistir y continuar con el plan de lucha aprobado con sus trabajadores y sus sindicatos y las organizaciones populares, lo que los organizadores del encuentro prefirieron desechar.

Por una marcha autónoma y clasista para el 1ro de Mayo con las siguientes consignas:

Por un salario mínimo igual a la cesta básica familiar ajustable mensualmente con la inflación.

Por un aumento general de sueldos y salarios equivalente a la devaluación aplicada y a la inflación anualizada

Por el derecho a la contratación colectiva

No a la tercerización ni al trabajo eventual sin mismos derechos que los fijos

Por el derecho a huelga

Por la libertad sindical, fuera el CNE y el RNOS de los sindicatos

Contra la criminalización de la protesta laboral y social, no a las leyes de seguridad nacional y antiterroristas

José Capitán


jueves, 20 de marzo de 2014

Izquierda no chavista confunde brotes fascistas con protesta social


Izquierda no chavista confunde brotes fascistas con protesta social

A las acciones de sectores de ultraderecha, de claro corte fascista que ataca a sus vecinos sin distingo de afinidad política en la ya acostumbrada polarización entre chavistas y antichavistas, le llaman reacción popular. Es decir, cuando a todos los vecinos circundantes no le permiten el paso, ni siquiera en emergencias de salud, atacan indiscriminadamente y dañan ambulatorios de asistencia social (CDIs), instalaciones de servicios públicos y deportivos, talan y queman árboles, transportes colectivos de trabajadores, impiden el paso de todo tipo de transporte de carga para los comercios, supermercados y hasta de combustible, y llegan a colocar trampas mortales para impedir el tránsito. Todo esto dentro de sus urbanizaciones de clase media y sus alrededores, sobre todo si en ellos hay avenidas o autopistas de tránsito intenso. En resumen, tienen cercadas sus urbanizaciones impidiendo la entrada o salida de los vecinos de sus propias comunidades, e impiden todo tipo de intercambio comercial, escolar, inclusive de apremios de salud.

El gobierno nacional, en un principio, permitió las protestas –de origen escuálido y no pacíficas–  para luego combatirlas con la represión de bandas parapoliciales, cuerpos policiales, la GNB, y el  ejército. Su salida fue echarle más leña al fuego fomentando enfrentamientos entre sí con saldo importante de muertos y heridos. Por supuesto que las protestas legítimas e independientes de los trabajadores, ni ahora ni antes, han sido permitidas por el actual gobierno como tampoco lo han sido por quienes desde la MUD pretenden sacar al gobierno para gobernar ellos, como María Corina Machado, la cual pertenece y representa la oligarquía más rancia del país, otros como vestigios de los viejos partidos AD y COPEI disfrazados con nuevos membretes representando a los sectores más reaccionarios de la MUD, sus alcaldes, sus policías, sus medios de prensa, la televisión apoyada por la derecha gringa e internacional, sus acólitos en Colombia, Panamá, y la gusanera cubana de Miami.

En la lucha entre el gobierno y la ultraderecha no cabe para ambos la defensa de los derechos democráticos de los trabajadores. Lo más grave, si no hay alternativa por parte de estos, será el recrudecimiento de esta lucha para, a fin de cuentas, salir favorecidos con acuerdos, a base de pactos muy concretos en contra de los trabajadores.

Es notable que la mayoría de los caídos de ambos bandos lo hayan sido con certeros disparos en la cabeza. Estas bandas fascistas no representan ni al movimiento estudiantil ni mucho menos al pueblo. No es por democracia que así actúan, como dice Ivan Freites secretario ejecutivo de la FUTPV, ni son estudiantes dándoles ejemplos a los trabajadores, ¿o acaso Maria Corina, su líder, es proletaria? Marino Alvarado, coordinador general de Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos) denuncia que “Nicolás Maduro incitó a la confrontación pueblo contra pueblo”, mientras el Sec. General del Partido Socialismo y Libertad (PSL), Miguel Angel Hernández, en una red social alaba un artículo de un periodista argentino que incluye citas como esta: “El gobierno de Nicolás Maduro busca sofocar las protestas, pero no puede liberarse de la crisis que alimenta esa reacción popular”, a lo que cabría la pregunta: ¿cuál reacción popular?

La verdad es que esas bandas, mejor conocidas como guarimbas, entre sus antojos exigen el que Maduro renuncie. Expresan delirios como el “a costa de todo”, es decir, de la forma que sea sin medir consecuencia alguna, en contra de los derechos de los demás, de la vida de los que no aceptan sus deseos desquiciantes. Por tanto, lo que indica la permanencia de estos brotes de la ultraderecha es la salida por la vía fascista como alternativa a los 15 años de gobierno chavista cívico-militar incapaz de sacar al país del fracaso capitalista, rentista petrolero, tanto por la situación internacional con su colosal crisis económica y social en el planeta, como la situación nuestra, en donde continúa deteriorándose la producción de las empresas básicas de Guayana del hierro, acero y aluminio, lo cual impacta en las industrias metalmecánicas; la industria del cemento, el petróleo, la petroquímica; con un déficit descomunal de gas teniendo nosotros grandes reservas; la electricidad; artículos de higiene personal y familiar como desinfectantes, lavaplatos, jabón de baño, papel toilet que ahora integran los rubros de escasez relevante conjuntamente con los alimentos; el agro, con importaciones del 70% de los alimentos, pollo, carne de res, azúcar, granos, leche, café, maíz; por otro lado el deterioro ambiental, los botaderos de basura, la contaminación de los ríos y el mar Caribe, pero en contrapartida la cerveza, las gaseosas, el yogurt  y las golosinas, para nada reguladas, llenan cualquier depósito en los comercios.

Esa crisis imbatible en el marco del capital los sobrevivientes del régimen anterior y los vividores del actual pretenden resolverla haciendo pagar a los trabajadores sus costos. Como la forma de vivir y enriquecerse es a través de la renta petrolera, es la única forma para todos ellos salvarse. Para nosotros es evitarlo y salir adelante, por ello es urgente construir una alternativa política independiente al desastre en que nos encontramos con dos versiones del capital en pugna. Requerimos de un programa para responder a las necesidades sociales y no a al pago de deudas y el traspaso de las divisas a la burguesía parásita por parte del gobierno que vive de él al calor de la corrupción y que ahora ha renovado acuerdos con la “conferencia de paz”, la paz de los verdugos para los explotados.

José Capitán

miércoles, 26 de febrero de 2014

Contra el accionar de los cuerpos parapoliciales y de las guarimbas, por fascistas - Por una salida de conjunto de los trabajadores para enfrentar la crisis capitalista


Entre el golpismo gorila y el autogolpe “chavista”
Contra el accionar de los cuerpos parapoliciales y de las guarimbas, por fascistas
Por una salida de conjunto de los trabajadores para enfrentar la crisis capitalista

La situación nacional sigue entrabada por parte de focos activos llamados guarimbas, diseminados generalmente en el interior de barrios de clase media y avenidas adyacentes. La manifestación y el derecho a la protesta, sobre todo masivo, está lejos de esas actividades cuyos alcances son quemas de instalaciones, transportes, e inclusive asesinatos, sobre todo al colocar trampas, miguelitos (mangueras con clavos), vallas de alambres, algunos con púas, o el quitado del alcantarillado en pase de calles.

Para enfrentar las guarimbas se responde con represión por parte de policías y la GNB, apoyados en algunos casos por brigadas de choque armadas, mal llamados “colectivos revolucionarios”, integrados por sectores desclasados y malandros (lumpen) financiados por distintos niveles de gobierno. El accionar de una oxigena a la otra para que se repita el ciclo con mayor incremento de la violencia entre facciones opuestas, a todas luces minoritarias.

El golpismo gorila con las guarimbas pretende dar cuenta al mundo que estamos en guerra civil y que se requiere la respuesta urgente de los “Estados democráticos” del planeta para que intervengan en su apoyo. Las bandas parapoliciales motorizadas demuestran la debilidad del gobierno de Maduro al no poder controlarlas y también el recurrir a ellas para enfrentar a los golpistas.

Ambas salidas desvían la atención del pueblo y los trabajadores de la abierta situación de crisis económica que les afecta y que se infiltra cada vez más hacia la crisis política.

Los estudiantes están en su pleno derecho a manifestar la incapacidad del gobierno en controlar el tema de la seguridad pública o de otros que los afectan. Sin embargo, sectores dirigidos por la reaccionaria ultraderecha nacional e internacional desde las redes sociales, revierten tal derecho a la protesta impidiendo que otros estudiantes u otros sectores sociales del pueblo y los trabajadores lo puedan asumir de manera colectiva en concentraciones masivas. El manual de terrorismo guarimbero promueve el voluntarismo individual de la acción efectista y suplanta el reclamo válido de la protesta por el vacuo de que renuncie el presidente.

Desde el gobierno, por el otro lado, se les ha dado patente de corso a los mal llamados “colectivos revolucionarios” de claro corte fascistoide, usados hoy contra las guarimbas, que también lo han sido para amedrentar las luchas de los trabajadores por sus derechos laborales, o en las protestas populares que reclaman por el derecho a los servicios públicos, salud o vivienda. Son el complemento a la represión con las fuerzas del orden del Estado con la policía y la guardia nacional. Cuando la tarifa es suficiente hasta el sicariato entra en sus “trabajos”. Son la demostración del lumpen imprescindible para ciertos factores de poder político en el gobierno como en otros tiempos las bandas armadas y/o cabilleras de AD y COPEI.

Las dos salidas conducen a lo mismo: la del golpismo de la derecha, sin posibilidad porque no cuentan con el apoyo militar necesario, y la del autogolpe chavista para profundizar el estado de excepción y hacer pasar por la fuerza el ajustazo, que por ahora tampoco puede ser llevado a cabo porque implicaría la implosión definitiva del "legado" de Chavez y su famosa unión cívico-militar. Ninguna salida apunta contra las fabulosas ganancias del capital de la banca y los grandes pulpos nacionales y extranjeros, verdaderos causantes de la crisis económica.

La crisis económica para ser solventada requeriría de cuantiosas inversiones para continuar el derroche descomunal en corrupción y fuga de divisas, y es hasta posible que desde el capital financiero internacional le sea ofertado al gobierno, sólo sí son barridos del mapa el remanente que permite que aún sobreviva la base chavista con sus misiones en alimentación, salud y educación. Los planes golpistas de desestabilización por parte de la derecha son la consecuencia de la provocada por los gobiernos de Chavez y Maduro al ser permisivos con la fuga de 150.000 millones de dólares de las reservas internacionales por la clase social capitalista. Tirios y troyanos siguen en el juego conflictivo porque todavía la renta petrolera es cuantiosa y apetecible para cualquier parásito, los todavía altos precios del petróleo es lo que está condicionando todo. No es una Ucrania lo que vemos en Venezuela, y cuando los precios del barril petrolero caigan por debajo de los 80 dólares, será peor que en Sudán.

La vorágine continúa y la clase obrera permanece al margen de estas actividades, respondiendo local y aisladamente ante los efectos de la crisis. De las agrupaciones de izquierda, una minoría sólo se limita a clamar independencia política y autonomía sin aterrizar en un plan de luchas concretas que movilice a las masas afectadas por la crisis con el desabastecimiento y la carestía de los productos y bienes de primera necesidad. El resto mayoritario de la izquierda termina haciendo el coro del "coco" del golpe que se estaría dando para postrarse aún más ante el gobierno y los militares.

El llamado del PSL a la Unidad de Acción Sindical y a otras agrupaciones sindicales y populares a un “Encuentro Nacional Sindical y Popular de Sectores en Lucha para discutir un Plan Económico y Social de Emergencia y un Plan de Movilización Nacional en Defensa de los Derechos de los Trabajadores y el Pueblo” es la salida a las ofertadas por una minoría social en pugna por los restos todavía cuantiosos de un país en bancarrota.

POR UNA SALIDA DE CONJUNTO DE LOS TRABAJADORES PARA ENFRENTAR LA CRISIS CAPITALISTA Y REVERTIR LA POSIBILIDAD DEL GOLPISMO GORILA O EL AUTOGOLPE “CHAVISTA”

Opción Obrera
26/02/2014