Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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martes, 16 de octubre de 2012

Atilio Borón, un bolivariano de Shuberoff y Gioja


Atilio Borón escribe en su blog (http://www.atilioboron.com.ar/2012/10/es-posible-que-una-fuerza-politica-que.html) una apreciación bastante jalada de los cabellos sobre la posición política que los del Partido Obrero, sección hermana de la CRCI de Argentina, hicieron sobre la detención temporal y el secuestro de documentos que un grupo de trabajadores de la prensa encabezados por Jorge Lanata hicieron para la fecha de las elecciones presidenciales venezolanas del 7 de octubre pasado. La retención de los pasaportes y el secuestro de lo documental de su trabajo periodístico fue realizado por los cuerpos de seguridad venezolanos en el aeropuerto de Maiquetía. La nota de prensa de PO la pueden conseguir en el siguiente enlace: http://po.org.ar/po1243/2012/10/11/lanata-defendemos-la-libertad-de-expresion/. En respuesta PO elaboró la siguiente nota que les dejamos a continuación a nuestros lectores.

Atilio Borón, un bolivariano de Shuberoff y Gioja

El `intelectual` Atilio Borón se ha llenado de mugre para rendirle tributo a quienes le pagan su sueldo y los viajes. Se interroga si el PO “honra la memoria de Mariano Ferreyra”, cuando defiende la libertad periodística de Lanata (y los trabajadores que lo acompañaron, a los que Borón no menciona) en Venezuela. El punto de este ex asalariado de la Fundación Ebert (financiada por el imperialismo alemán) es, de nuevo, como lo viene haciendo un sector del kirchnerismo desde hace dos años (encabezado por CFK), transferir la responsabilidad del crimen de nuestro compañero de la burocracia apoyada por el gobierno nacional y el Estado, a nuestro partido. Borón, un defensor de la democracia y enemigo de la dictadura del proletariado, defiende la detención de Lanata y los trabajadores que lo acompañaron en Venezuela y el secuestro de su material periodístico por parte de los servicios de inteligencia del gobierno chavista. El artículo de Prensa Obrera que defiende “la libertad de expresión” parte de una denuncia implacable al carácter reaccionario de la cobertura que Lanata y su equipo hicieron de las elecciones en Venezuela. Lo que distingue a nuestra posición es, precisamente eso: defender la libertad de expresión de un adversario de derecha y denunciar al aparato de represión, al Estado y al gobierno que cercena esa libertad sin alegar ninguna amenaza material contra la independencia nacional de Venezuela. Los revolucionarios combatimos los planteos reaccionarios con argumentos revolucionarios, no con la punta de la pistola. Marx era apenas un ‘joven militante’ cuando defendía, contra la censura prusiana, la libertad de prensa, incluida la injuria y la difamación, en tanto que esa misma libertad fue uno de los objetivos proclamados de la Revolución de Octubre. La libertad de prensa solamente puede ser justificadamente suprimida en una guerra civil, cuando la información forma parte de las operaciones militares contra los pueblos que se defienden con las armas en la mano.

Sin libertades políticas, y por lo tanto sin libertad de prensa, es imposible el desarrollo político de la conciencia de las masas. León Trotsky subrayó, en más de una ocasión, que la supresión de las libertades de expresión constituye el primer paso en la burocratización de un Estado de origen revolucionario. La regimentación de la prensa es un arma del bonapartismo pequeño burgués para someter políticamente a la clase obrera y sus organizaciones.

El tono chicanero de Borón, que además fue vicerrector, en la UBA, del nefasto y corrupto Shuberoff, esquiva con el improperio la cuestión fundamental: por qué el movimiento popular se vería beneficiado convalidando el espionaje de los servicios y su acción represiva contra un crítico democratizante de la derecha. Como Borón se autodefine como un `cientista político`, sabe perfectamente bien que el reforzamiento del aparato represivo de un Estado que se reconoce a sí mismo como capitalista, afecta en última instancia al movimiento popular. Venezuela ha firmado acuerdos de seguridad con el régimen paramilitar colombiano, y su integración al Mercosur equivale a lo mismo con los gobiernos capitalistas de este bloque. El aparato de seguridad de Venezuela, precisamente, no ha esclarecido ni uno solo de los asesinatos de militantes clasistas ejecutados por sicarios de las patronales, y ha protagonizado represiones reiteradas contra los obreros de la ex Sidor. Venezuela tienen muchos Mariano Ferreyras; el panelista de 678 no abrió la boca hasta ahora contra la condena proferida en ese programa, por su conductor, Barone, contra Ana Guzzetti, la militante encarcelada y torturada por interpelar en una rueda de prensa a Perón. Ni siquiera aquí ha defendido la libertad de expresión.

A Borón lo enceguece el Partido Obrero, porque recela del avance de nuestro partido en el desarrollo de una alternativa de izquierda al bonapartismo nacionaloide. Se da cuenta de que defender la libertad de expresión para un adversario de toda la vida de nuestro partido, incluso cuando realiza una acción de contenido derechista, refuerza nuestra autoridad política, y hasta puede arrancar a una parte de la clase media de la tutela de la derecha. Cree que su crítica servirá para crear un abismo entre nosotros y los militantes populares del kirchnerismo. Lo que ocurre es precisamente lo contrario: la autoridad de nuestro partido ha crecido en forma exponencial allí donde este asunto es discutido con más vivacidad: los trabajadores de prensa, de la cultura y universitarios.

A Borón le ocurre lo que a todos los alcahuetes, que con su servilismo importunan a sus patrones. Hugo Chávez debe estar puteando por lo bajo ante el desmentido de Borón de que la Venezuela bolivariana es el paraíso de la democracia y de la libertad de expresión. ¿No serán los captores de Lanata y su equipo un grupo de infiltrados que actuaron de ese modo para manchar las credenciales de la revolución socialista del Siglo XXI – a igual título, digamos, que el ministro de Defensa de Argentina, el cual habría complotado, según Horacio Verbitsky, con los fondos buitres para secuestrar la Fragata Libertad? La que más debe estar trinando en su despacho es, de todos modos, la ídola de Borón, la Presidenta CFK, que en medio de su cruzada por la libertad de la palabra contra el monopolio Clarín, se encuentra con un gorila de su palo en el bazar, que asegura que después del 7 o 10D los opositores mediáticos del oficialismo van a ir todos en cana. Salvo que Borón sea el otro yo del doctor Merengue de la mandataria. Su apoyo a Martín Sabatella para el AFCSA, ¿es un anticipo de que los periodistas en Argentina deberán imputar los subsuelos a su trabajo diario?

Atilio Borón, una vieja ‘vedette’ del ala democratizante del trotskismo, se ha convertido en un deshecho intelectual. Nos enteramos que acaba de suscribir la candidatura de Martín Sabbatella para el AFSCA y que anduvo por San Juan, la patria chica de Barrick Gioja, donde dio “ fe del crecimiento de la provincia”. Hasta se mostró comprensible con la megaminería contaminante: “Si en todos lados (sic) se autoriza, uno se pregunta por qué acá voy a dejar de hacerlo”. ‘Todos lados’, para Borón, serían los bolivarianos de Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela, pero también Estados Unidos, Canadá, Australia y China. Por primera vez en su vida, Borón violenta su amor por la UE – donde se cuestiona el gas no convencional , la energía nuclear y hasta las semillas genéticamente modificadas. A Borón sólo le falta dar su okay al acuerdo reciente de CFK con Monsanto. El monopolio semillero otorgado a la multi yanqui, es el último clavo en el ataúd de las pretensiones de ‘soberanía alimentaria’ del kirchnerismo.

De vicerrector de la UBA de Shuberoff a defender de la megaminería. Que nadie se sienta sorprendido si mañana agarra un puesto en el gobierno y es él quien manda los servicios contra los periodistas y los luchadores. Es lo que hace corrientemente la verbitskiana Garré.

¿Tomarán nota de todo esto La Mella y el Frente Darío Santillán, que buscan inspiración en este intelectual de los ‘servis’ bolivarianos?

Gabriel Solano y Jorge Altamira

jueves, 11 de octubre de 2012

Un cuarto mandato para Chávez


Un cuarto mandato para Chávez
Un balance de las elecciones presidenciales desde la sección argentina de la CRCI, Partido Obrero

La conclusión principal que emerge de la victoria, por once puntos de diferencia, en las elecciones del domingo pasado, es que Chávez mostró que conserva su blindaje frente a la desorganización económica por la que atraviesa Venezuela, los índices enormes de delitos y la desvalorización de los salarios de los trabajadores de la gran industria y servicios. La campaña internacional de sus adversarios para perforar la fortaleza de Chávez en la gran masa empobrecida no tuvo efecto: el cabeza a cabeza en los resultados, que anunciaron hasta último momento todas las usinas de comunicación del universo, acabó en el ridículo cuando se abrieron las urnas. Si bien Chávez vio reducido su apoyo en siete puntos porcentuales en relación con las presidenciales de 2006, la concurrencia masiva de votantes compensó esa disminución en el número absoluto de los votos. Chávez dio vuelta los resultados, en relación con las parlamentarias de 2010, en dos estados claves como Miranda y Zulia, y solamente perdió en los occidentales Táchira y Mérida.

Por más que Capriles contrató el asesoramiento de estudios vinculados con el gobierno brasileño, lo que se tradujo en un lenguaje ‘social’ y a favor de la “unión nacional”, la campaña demostró que la divergencia básica entre los dos campos enfrentados sigue como en el primer momento. En su programa de gobierno, Capriles declaró que pondría a PDVSA a producir petróleo y abandonar “la cría de pollos o la construcción de viviendas sociales”, que es el núcleo de la asistencia social con la que el chavismo pretende defender “la redistribución de los ingresos”. PDVSA representa la mitad del producto interno de Venezuela y el 95% de sus exportaciones y divisas. El planteo opositor mantiene el objetivo fundamental de la derecha, de internacionalizar a PDVSA y convertir a sus actividades en objeto de beneficio de los fondos financieros internacionales. Chávez desplegó una propaganda enorme para destacar esta diferencia, y hasta se empeñó en una crítica detallada del programa de Capriles.

En honor a la verdad, Chávez inició su gestión, en 1999, con un programa similar al de sus adversarios, con la llamada “apertura petrolera” y un programa de “estabilidad” que podía provocar la envidia del más pintado de los ‘neoliberales’. Pero dio luego un giro radical cuando el precio del barril pasó de 8 a 100 dólares y cuando la movilización popular que derrotó el golpe de abril de 2002 creó un nuevo marco histórico de gobierno. La “redistribución de los ingresos”, que elogia incluso el Banco Mundial, cuando apunta a la menor desigualdad que hay en Venezuela respecto del resto de América Latina; esa “redistribución de ingresos” no ha modificado la estructura de clases de Venezuela ni ha hecho avanzar la industrialización del país que, en realidad, ha retrocedido. Tres semanas antes de los comicios, Chávez convocó a la misma derecha (textualmente) a votar por él, para evitar la guerra de clases y poder conservar sus privilegios.

Bloqueo político

La otra conclusión de fondo de las elecciones venezolanas es el agudo bloqueo político en que se encuentran las masas. No solamente porque el voto a Chávez implica, hasta cierto punto, ‘más de lo mismo’ (desorganización económica, inflación, delitos, empobrecimiento). Una grandísima parte de la clase obrera y del movimiento sindical, que enfrenta la regimentación del gobierno y el congelamiento y manipulación de las convenciones de trabajo, votó en masa por la derecha, en función de su discurso ‘democrático’. Impera la división y por sobre todo la desorientación.

Se está pagando el precio del larguísimo período de seguidismo de la izquierda y el sindicalismo combativo al chavismo. Esta situación es muy pedagógica para comprender la situación en Argentina, donde el Partido Obrero ha llevado adelante una empecinada diferenciación política del kirchnerismo y logrado, sobre esta base precisamente, una fuerte penetración en el movimiento obrero, la juventud e incluso la ‘opinión pública’ en general.

El bloqueo de la situación política venezolana se manifiesta en el extremo que ha alcanzado la ausencia de una sucesión política de Chávez. De aquí en más están previstas diversas elecciones parciales (gobernadores, municipales, parlamentarias) donde son previsibles derrotas de oficialismo, algo que seguramente neutralizará el alcance político de los resultados del domingo pasado. Chávez advirtió que “profundizaría la revolución”, en alusión a aumentar la jurisdicción legal de las juntas comunales, que operan al margen de las autoridades municipales e incluso los gobernadores. Aunque defienda la Constitución Bolivariana, cada vez que abre la boca, Chávez anuncia un conflicto constitucional de peso. Consciente de su lugar único en la política de Venezuela, Chávez ha limitado la sucesión política de su gobierno a una situación de crisis, que podría ser causada por su incapacidad para gobernar como consecuencia de su enfermedad. En ese caso, el árbitro de la sucesión no será el partido de gobierno, ni las juntas comunales, ni cualquier otra encarnación ‘militante’, sino las fuerzas armadas.

Chávez ha establecido para esto, recientemente, un Consejo de Estado, que se haría cargo del gobierno en esos casos. Capriles procuró, vanamente, acercarse a las fuerzas armadas, cuando anunció que nombraría, en caso de ganar las elecciones, a un general en actividad como ministro de Defensa. Fue el ejército -más precisamente, la brigada de paracaidistas- el que zanjó la crisis provocada por el golpe de Estado de abril de 2002. Desde entonces, el chavismo homogeneizó la cúpula militar, pero es menos claro el impacto que podría estar teniendo la desorganización económica en los escalones inferiores de las fuerzas armadas.

Estabilidad política

La victoria de Chávez no hizo fruncir el ceño al establishment capitalista internacional. Y con razón. A partir del ingreso de Venezuela al grupo de países que colaborará con las negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las Farc, el gobierno de Chávez se ha convertido en una pieza de estabilidad política para el conjunto de intereses capitalistas que operan en la región. Lo mismo vale para su ingreso al Mercosur, que somete a Venezuela a reglas capitalistas inconfundibles. Los conflictos internacionales en los que está involucrado el gobierno de Chávez no dependen de lo que ocurra en Venezuela sino de una vasta negociación internacional, que involucra a China y Rusia, y que tiene dividido al establishment norteamericano.

Las contradicciones del ‘modelo’ bolivariano y el avance de la crisis mundial, podrían minar a corto plazo la gobernabilidad del país. PDVSA se encuentra en situación de semi-quiebra: uno, como consecuencia de una deuda externa creciente; dos, por un déficit operativo debido al desfasaje del tipo de cambio, que deberá llevar a una nueva devaluación de la moneda nacional. Esta situación podría verse fuertemente afectada por el desarrollo, por ejemplo, de la crisis en China, gran demandante de petróleo, y del ingreso de Irak como oferente al mercado petrolero mundial; de un modo general, pareciera que las mineras y combustibles estarían enfrentando un nuevo ciclo bajista.

El estudio de la experiencia venezolana refuerza la conclusión que señala la necesidad imperiosa de una enérgica diferenciación socialista respecto del nacionalismo y por la emancipación de la tutela política de este nacionalismo sobre la clase obrera y los explotados. La preeminencia del nacionalismo, en la medida en que bloquea la intervención independiente de las masas, empuja a muchos sectores de ellas, en circunstancias económicas desesperantes, a la derecha. La tarea de la izquierda revolucionaria es desarrollar y potenciar la tendencia de los explotados a una acción histórica independiente.

martes, 9 de octubre de 2012

Balance de las elecciones - Por una alternativa de los trabajadores


Balance de las elecciones
Por una alternativa de los trabajadores
Se reafirma la necesidad de construir un frente de luchadores que sea independiente del gobierno y de la oposición de derecha

El resultado electoral del chavismo
El triunfo de Chavez por casi millón y medio de votos y una abstención que baja de 25% a 20%, refleja la influencia del chavismo en los venezolanos. Los resultados también demuestran que el PSUV funcionó muy bien como aparato electoral, inclusive con la creación de REDES (alianza de varios grupos de la ultraizquierda, de grupos de protesta en las comunidades y hasta de lumpen, con una fuerte inyección de dinero por parte del propio PSUV) que recogieron alrededor de 200.000 votos, les fue funcional junto a la reconstrucción también, en base a dinero, de los restos del PPT y Podemos, y el inefable PCV. Lo anterior demuestra la neutralización de la izquierda –en porcentaje aportaron esta vez menos que en la elección de 2006–, y lo que resulta más vergonzante: pagados por el gobierno. Demás está decir el ventajismo a través de los organismo públicos, la coacción a sus empleados como con la “colaboración” de un día de salario y los días libres para asistir a las marchas o la campaña, y la abusiva campaña desde los medios de comunicación oficiales.

El resultado electoral de la oposición de derecha
Es notable el avance en votos al candidato de los halcones y de la derecha recalcitrante, el cual  se expresó primeramente por la tarjeta del “todos unidos” (AD y COPEI entre ellos pero también Bandera Roja) de la MUD, seguido de los apoyadores de Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, sin embargo Capriles en su discurso trazó una política complementaria o semejante a la de Chávez. Comparativamente con las presidenciales del 2006, la derecha pasa de captar del 36,9% en ese momento al 44,5% en esta oportunidad. Con todo no logra llegar al 45,01% de las elecciones parlamentarias del 2010. En ese momento el chavismo resultó derrotado en votos a los que le hacían oposición electoral, no así en el número de diputados obtenidos a la AN. Este aumento de la votación a la derecha sigue siendo el resultado de los errores y del desgaste del gobierno bolivariano en vez de algún convencimiento por parte de la derecha al electorado.

El resultado electoral en la oposición de izquierda
La campaña electoral de Chirino, lamentable y literalmente, fue testimonial. Intentó realizarla meramente a través de los medios los cuales fueron renuentes a tomarlo en cuenta. No participó ni se enlazó a las numerosas luchas nacionales o regionales de los trabajadores o de sectores o comunidades en conflicto, que como cosa notable las están llevando a cabo las bases chavistas y a las que se les hubiera podido haber propuesto el mensaje de la independencia de clase. Tampoco realizó un acto público nacional.

La izquierda subordinada a Chávez criticó implacablemente la candidatura de Chirino pero hizo mutis respecto a la campaña de Chávez donde hasta la demagogia socialista se borró para convertirla en slogans como el corazón de la patria, o el descalificativo de majunche, o su llamado al voto por Obama, o la confesión de que a la burguesía le conviene la continuación del gobierno. La afirmación de Chavez acerca de la inviabilidad de la dictadura del proletariado o el oprobioso encarcelamiento de Julián Conrado, una de las más patentes violaciones a los derechos elementales de una persona, sirvieron para que esta izquierda demostrara aún más su postración ante Chávez.

4.000 votos, sin embargo, recibió la opción del gobierno de los trabajadores y la independencia de clase. La izquierda subordinada a Chávez se burla por haber quedado Chirino de último como si los votos de María Bolívar, o mejor los de Chávez, fuesen por la independencia de clase de los explotados frente a la burguesía.

Un balance para los explotados a partir de los resultados
Las perspectivas son sombrías ante el descomunal endeudamiento y los compromisos de pagos en dólares o en petróleo, con el añadido de la venta de oro –cuando el oro se está revaluando– debido a las penurias fiscales. A pesar del cuantioso ingreso por el precio del petróleo a más de 100 dólares el barril, la improductividad tanto de la industria como del agro, la falta de dinero para invertir en gas (imprescindible para cerrar la sangría en diesel de los ineficientes generadores eléctrico que lo consumen) o en la misma producción petrolera para incrementar en 3 millones la producción diaria, la debacle de las empresas básicas, las nacionalizadas ampliamente ineficientes debido a sus direcciones burocratizadas y corruptas, todo conlleva a una nueva devaluación para paliar el déficit y la entrega de los recursos mediante acuerdos bilaterales con los gobierno del Mercosur, así como también a las burocracias china, rusa o iraní.

El triunfo de Chávez representa, adicionalmente, una garantía a la regimentación del movimiento obrero con su bufa Central Bolivariana de Trabajadores. Ahora sí veremos con mayor amplitud el equivalente a la CTV  con burócratas ávidos de espacios de control e intervención sindical mientras las inspectorías del trabajo siguen cumpliendo su papel de aguantadores de los patrones. En cómo intervenga la izquierda clasista al seno del movimiento obrero, donde éste se encuentre, significará en mucho cómo pueda servirle de alternativa a los explotados que, aún ilusionados en el populismo del nacionalismo burgués desgastado, de seguro se plantarán firmes por evitar que sus derechos y reivindicaciones sean conculcados con el visto bueno del bipartidismo para que los capitalistas y su Estado puedan seguir siendo salvados en medio de la bancarrota mundial del capital. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores sigue siendo la única alternativa de aglutinamiento y oportunidad de la izquierda clasista venezolana. Estamos todavía a tiempo en activarnos para conseguirlo. 

viernes, 5 de octubre de 2012

La juventud se abre paso en Chile - ¡A seguir la lucha por la educación gratuita!


La juventud se abre paso en Chile
¡A seguir la lucha por la educación gratuita!

La violencia con la cual actuó la Policía antimotines en la marcha estudiantil del 27 de setiembre, en Santiago y en las principales ciudades del país, marcó esta jornada de protesta. La represión de carabineros es la respuesta constante del gobierno a los luchadores cada vez que se toman las calles. La convocatoria de las principales coordinadoras secundarias copó las calles con más de 70.000 manifestantes, a pesar de que muchos de los dirigentes ligados a los partidos de la concertación -el Partido Comunista y sectores ligados al “socialismo del XXI”- han bajado el perfil de las movilizaciones. Pretenden aportar a la “gobernabilidad” con vistas a las elecciones de alcaldes. En esta línea, esos sectores están levantando una táctica de desmovilización, en abierta traición al movimiento de la juventud. Son cómplices, en última instancia, de la aprobación del Presupuesto 2013, un paso más del proceso de reprivatización de la educación pública en el país. Frente a esto, diferentes sectores de luchadores, como la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), reaccionan con la consigna de “no votar y seguir la lucha por la educación gratuita”.

Un presupuesto fiscal centrado en la reprivatización de la educación

El domingo 30 de septiembre, Piñera dio a conocer los ejes centrales del Presupuesto 2013; según él, con “la mayor inversión en educación de la historia”, con 1.200 millones de dólares (El Mercurio, 30/9). Pero esa cifra está muy debajo de los más de 5.000 millones de dólares que el movimiento ha reclamado como necesarios para fortalecer la educación pública y gratuita. Hasta los senadores de la coalición derechista gobernante, como Hernán Larraín (UDI), han declarado que si no se sube el gasto fiscal en educación “estaría en juego la credibilidad del gobierno”. Un sector del gobierno derechista busca un compromiso con el ala más colaboracionista del movimiento estudiantil. Gabriel Boric -Federación Estudiantes Universidad de Chile- sigue dilatando respuestas de lucha y sostiene que los estudiantes “esperamos una respuesta para esta semana”. Por otro lado, Noam Titelman -Federación Estudiantes Universidad Católica- se desvía de la demanda de la gratuidad y actúa como un lugarteniente del gobierno, al declarar: “La política es el arte de priorizar; urge un aumento de los aportes basales para la educación pública escolar” (La Tercera, 26/9). Este es el discurso de la derecha, que sostiene que gran parte del precario gasto fiscal debe ir enfocado a la educación escolar -primaria-, para poder nivelar desde el “principio las desigualdades”, justificando la propuesta de presupuesto del gobierno y disimulando el corazón de la política oficial, que es la preservación del carácter mercantil de la educación superior. Ello, sin negar que todos los niveles educativos deben ser públicos y gratuitos en el país. El broche de oro de la profundización de la privatización será el proyecto de ley de “financiamiento de la educación superior” -mediante créditos a estudiantes-, lo que incrementará la competencia entre universidades privadas y públicas, y condenará a las últimas a la completa privatización. Incluso defenderá las ganancias de la banca privada, protegiéndolas de la baja de la tasa interés de los nuevos créditos -de un 6% a un 2%-, pues el Estado les pagará la diferencia.

¡A seguir la lucha por la educación gratuita!

Las luchas estudiantiles han cristalizado una corriente dentro de sectores secundarios y universitarios, que está dispuesta a seguir luchando por la reforma estructural que culmine con la educación gratuita para todos y en todos los niveles. Esta corriente busca aliarse con las organizaciones de los trabajadores para llevar a cabo este objetivo, pues es consciente de que sin su incorporación a esta lucha, el gobierno de turno, en conjunto con el Parlamento, mantendrá salidas que protejan los intereses del capital en la educación. Por esto, resulta fundamental el fortalecimiento de la izquierda revolucionaria y de la unidad obrero-estudiantil.

Tendencia Juventud Revolucionaria de Chile

La amenaza de la lucha de clases - ELECCIONES NORTEAMERICANAS


La amenaza de la lucha de clases
ELECCIONES NORTEAMERICANAS

Luego de varios meses empatados, las encuestas electorales muestran una caída del candidato republicano Mitt Romney. Barak Obama tendría cada vez más asegurada una reelección, la cual se veía complicada, a raíz de la persistencia del desempleo y de la crisis.

Cómo perder una elección

Romney no para de sufrir traspiés; en especial, luego de que se filtró un video de un discurso en el que ridiculiza a los votantes de Obama y de la renuncia de uno de sus coordinadores de campaña. Recibe cada vez más críticas dentro de su propio partido. Su candidato a vicepresidente (ligado al derechista Tea Party), el congresista Paul Ryan, es el ideólogo de un plan de rebajas impositivas y de un ajuste fiscal -que mantiene los gastos de defensa- que incluye la eliminación de prestaciones sociales, la revocación de la ley de reforma sanitaria de Obama y la privatización de Medicare -el plan nacional de salud para ancianos-. Esto, acompañado de la tradicional batería conservadora: prohibición del aborto -incluso en casos de violación- y del matrimonio entre personas del mismo sexo, blindaje de la frontera con México y medidas radicales contra los inmigrantes sin papeles.

La adopción de esta agenda es suicida. “El problema republicano -dice ahora un analista- es que el partido ha sido capturado por las fuerzas que lo están empujando fuera de la corriente principal (…), está atrapado en la antigua Norteamérica, sin ver los cambios sociales, demográficos y políticos de las últimas décadas” (Político, 23/9). Otro comentarista advierte: “si por casualidad el presupuesto de Ryan fuera a aplicarse y el pueblo estadounidense repentinamente se diera cuenta de lo que significan para ellos los recortes en el gobierno, la reacción en contra de los republicanos será tan catastrófica que la derrota electoral de 1964 del Partido Republicano de Barry Goldwater va a parecer un simple contratiempo” (The New Republic, 11/8). Romney plantea un programa de choque contra las masas, que la burguesía no tiene aún la capacidad de ejecutar. El “ajuste” que viene luego de las elecciones plantea la continuidad de Obama -o sea, de los métodos sinuosos y no de los de choques. Este problema explica el lugar desacostumbrado que ocupa el tema de la “lucha de clases” en esta campaña electoral.

El Partido Demócrata también está dividido, precisamente porque todas sus fracciones prevén una política de “ajuste” para hacer frente a lo que se llama el “el pico fiscal”, en referencia a un déficit del Tesoro del 12% del PBI y de una deuda pública consolidada del 120%.

“Ajuste”

La presidencia de Obama se orientó a rescatar a los bancos de Wall Street y a las empresas de inversión, mientras millones de estadounidenses perdían sus casas. El “rescate automotriz” recortó puestos de trabajo y salarios; el déficit fiscal llevó a congelamientos salariales y a centenares de miles de despidos de trabajadores estales en todo el país. Obama ya dio su compromiso de que llegará a un acuerdo con los republicanos en el Congreso, si es reelecto (wsws.org, 27/8).

A principios de año, el economista Jeffrey Sachs comparaba el plan de presupuesto de Paul Ryan con el de Barack Obama: “ambos se comprometen a reducciones significativas en los programas de gobierno en relación con el PBI. Estos cortes serán especialmente drásticos en los programas de educación, la protección del medio ambiente, la nutrición infantil, el re-entrenamiento para el trabajo, la transición a la energía de baja emisión de carbono” (Financial Times, 12/2).

Por lo pronto, los gobiernos estaduales y municipales -republicanos o demócratas- en quiebra ya están aplicando severos recortes en los gastos y desarrollando un ataque en regla contra los derechos laborales y sindicales.

En este contexto, la huelga de los maestros de Chicago dejó abierta una perspectiva nueva, porque logró derrotar el intento de la intendencia demócrata de imponerles un “ajuste”.

Obama parece marchar a la reelección en un marco de movilizaciones antinorteamericanas en los países árabes y de una presión descarada del gobierno sionista para bombardear Irán: “Estados Unidos hará lo que tenga que hacer”, amenazó Obama en la ONU, en alusión a una guerra inminente (National Journal, 24/9; El País, 25/9).

Pablo Ramasco

Un nuevo ascenso de la clase obrera griega - Primera huelga general contra el gobierno de Samaras


Un nuevo ascenso de la clase obrera griega
Primera huelga general contra el gobierno de Samaras

La clase obrera y las masas populares de todos los países capitalistas sobreendeudados -llamados, con arrogancia, “PIGS” por el capital financiero internacional y por las cancillerías imperialistas- ahora se encuentran bajo una rebelión incontrolable. Un tsunami de ira popular contra las medidas de canibalismo social impuestas por el FMI y la UE envuelve todo el sur de Europa. En los últimos días, cientos de miles de trabajadores están inundando las calles y las plazas en Lisboa, en Madrid, en Barcelona, en Atenas y, también, en Roma.

Con Grecia en bancarrota, los nuevos recortes draconianos por un valor de entre 10,5 y 13,5 mil millones de euros -que se efectuarán en salarios, pensiones, prestaciones sociales, servicios de salud y educación; la ampliación de la edad jubilatoria de 65 a 67 años, además de enormes nuevos impuestos contra la pequeña burguesía- cargan las espaldas de un pueblo devastado por la troika UE-BCE-FMI y también por su instrumento local: la coalición de gobierno recientemente electa. Este gobierno -llamado, con razón, por el pueblo griego, “la troika interior”- está formado por el partido derechista Nueva Democracia (liderado por Samaras), por los restos de la “socialista” Pasok y por la Izquierda Democrática-Dimar (un ex ala derecha del grupo euro-comunista, que se separó en 2010 de la reformista Syriza).

Mientras las clases dirigentes se preparan para usar nuevamente el arma de destrucción masiva -el Memorando 2, ligado al segundo rescate, que tiene oficialmente recortes de 10,5 mil millones de euros (los que en realidad serían por mucho más, ¡alrededor de 13,5 mil millones de euros y, según fuentes alemanas, hasta de 20 mil millones de euros!)-, acaba de estallar un nuevo escándalo financiero que ha enfurecido a la población. Tres ex ministros de la gobernante Nueva Democracia, incluido el actual presidente del Parlamento, Meimarakis Vangelis, son acusados de lavado de dinero por 10,5 mil millones de euros entre 2005 y 2008; es decir que han equiparado a la bancarrota no oficial de la economía griega: ¡casi la misma cantidad que los nuevos recortes de salarios, de pensiones y de prestaciones para discapacitados!
El nuevo gobierno ya está políticamente desacreditado y perdió toda legitimidad; reniega de todas sus promesas preelectorales acerca de una “renegociación de los términos del Memorando” y se está hundiendo en un escándalo tras otro.

La huelga del 26
La huelga general convocada para el 26 de septiembre -con un gran retraso y sólo por 24 horas- por las dos confederaciones burocráticas -GSEE y Adedy-, a las que se sumó el Pame -fracción sindical del KKE estalinista-, así como también por las federaciones más militantes, por los sindicatos clasistas y por las organizaciones de extrema izquierda, fue un triunfo inesperado -tanto para los amigos como para los enemigos de la clase obrera.

A pesar del sabotaje de la burocracia sindical -¡el único llamado a la movilización por parte de las direcciones GSEE/ Adedy se realizó mediante un spot televisivo, dos días antes de la huelga!- y de la aparente “calma” durante el verano, el país se paralizó. Tuvieron lugar grandes manifestaciones no sólo en Atenas, sino también en las principales ciudades de Grecia, desde Tesalónica -norte- hasta Volos -centro-, Patras -oeste- y Heraclion y Creta -sur.

En la manifestación en Atenas -según el diario británico The Guardian- participaron unos 200 mil trabajadores. Al frente, había un enorme contingente de activistas que trabajan en el gobierno local, el cual está devastado por los recortes. Luego, seguían las federaciones militantes, los sindicatos clasistas -particularmente fuertes en los sectores de salud y de educación-, Syriza, Antarsya, EEK, como también organizaciones de extrema izquierda y anarquistas.

El estalinista Pame/KKE reunió alrededor de 40 mil trabajadores. Antes hizo -como de costumbre- su propio acto por separado en la plaza Omonia, una marcha separada hacia Syntagma. Luego, se apresuró a dispersarse antes de que la manifestación principal de los otros sindicatos y organizaciones los encuentre en Syntagma.

Cientos de personas se unieron a las banderas del EEK, incluida una delegación de trabajadores de una de las mayores fábricas del país -Aluminum Hellas-, con su propia bandera, junto a las banderas de las asambleas populares de los barrios proletarios, del movimiento social de los terapeutas y de los ex adictos a las drogas del departamento de Drogadependencia del Hospital Público Psiquiátrico de Atica, con su impresionante orquesta de tambores, por mencionar algunos. Otros importantes contingentes similares del EEK marcharon en Tesalónica, Volos, Patras y en otras ciudades.

Hay un signo notable de radicalización: en las 17 huelgas anteriores -de 24 o de 48 horas- de los últimos tres años, la consigna del EEK (transformar uno o dos de esos días de movilización en una huelga general indefinida hasta la derrota de las medidas de austeridad impuestas por el Memorando y hasta el derrocamiento del gobierno de la troika) fue seguida sólo por una pequeña minoría. Ahora, el 26 de setiembre, un gran sector de los huelguistas en la marcha -sindicatos como los de trabajadores del gobierno local, del hospital, de la fábrica ocupada y autogestionada Viometal (Tesalónica); la Central Independiente de Obreros en Lucha (Volos); las asambleas populares (barrio Petralona y otras)- la adoptaron por unanimidad y con entusiasmo en sus asambleas generales, ya que la política del EEK se ha desarrollado sobre estas bases.

La huelga general del 26 de septiembre significó un gran avance luego del estancamiento postelectoral. Después de las elecciones de junio se notó decepción, debido a los resultados: la victoria de Samaras y la formación de un gobierno promemorando, así como también un creciente escepticismo hacia Syriza, que actúa como una oposición oficial “leal”, que se mueve rápidamente hacia la derecha y que insiste en su orientación dentro del marco de la UE y en su lealtad a las “instituciones” del orden social existente.

Otros acontecimientos fortalecieron este escepticismo: el programa social económico -más moderado y proUE- presentado por Tsipras en Tesalónica a principios de septiembre, o su reunión con Shimon Peres -el presidente de Israel- durante la reciente visita del líder sionista a Grecia, a fin de construir una -aún más fuerte- nueva alianza estratégica entre Tel Aviv, Atenas y Nicosia.

Los nazis
La fuerza política más activa tras las elecciones fue la nazi Amanecer Dorado, un fenómeno contrarrevolucionario que la izquierda griega e internacional -hipnotizada por el crecimiento de Syriza- ignoró o subestimó durante largo tiempo. Amanecer Dorado no es como otros grupos de extrema derecha en Europa, sino un partido fascista o, mejor, una pandilla que actúa igual que sus predecesores en Alemania bajo Hitler. Después de alcanzar un 7% de los votos y representación parlamentaria -con inmunidad parlamentaria-, en los últimos tres meses las tropas de asalto intensificaron sus pogromos sangrientos todos los días y todas las noches, principalmente contra los inmigrantes, pero también contra los militantes de la izquierda, los homosexuales y los drogadictos, entre otros. Incluso, contra las personas con discapacidad, a quienes consideran como una “amenaza para la raza griega”.

Ellos tienen la plena protección de la policía -53% de ella votó a favor de Amanecer Dorado-, del Estado y del gobierno de Samaras, el cual también efectúa sus propios pogromos -con colaboración de los matones nazis en contra de los inmigrantes, y el que establece por ley campos de concentración para estos refugiados económicos. Los nazis, demagógicamente, tratan de crear redes sociales de ayuda material “sólo para los griegos” y de penetrar en los barrios populares. Recientemente, dos miembros de Amanecer Dorado en Laconia fueron encontrados preparando atentados terroristas y fueron dejados en libertad por la policía. Tienen estrechas conexiones con el Ejército y con las asociaciones de oficiales reservistas, que hacen propaganda para un retorno a los “años de prosperidad y de paz” de la dictadura impuesta por la CIA de la Junta de los Coroneles (1967-74). Es obvio que detrás de ellos están los sectores del gran capital y de los organismos imperialistas.

La mayoría de la izquierda -parlamentaria y extraparlamentaria-, aunque horrorizada por este aumento de la violencia, se limita a la retórica antifascista y a algunas manifestaciones. Syriza, el KKE o los movimientos antirracistas de la SEK (cercanos al SWP británico), Antarsya y la DEA (cercanos a la ISO de Estados Unidos) en Syriza insisten en utilizar exclusivamente los medios legales pacifistas y rechazan, con horror, las propuestas del EEK y algunos otros pocos de formar escuadrones de defensa obrera, como parte de un frente único de las organizaciones obreras, y de desarrollar un programa revolucionario para erradicar las raíces sociales del fenómeno.

Tres meses después de las elecciones, mientras los partidos en el gobierno pierden rápidamente su base electoral, Syriza no registra ningún aumento significativo por esa disminución. Por el contrario, Amanecer Dorado -de acuerdo con las encuestas- se eleva a la posición del tercer partido más popular. En tres encuestas diferentes, Nueva Democracia está entre el 19 y el 24% (30% en junio); Syriza, entre el 20 y el 23% (27% en junio); Amanecer Dorado, entre el 9 y el 12% (7% en junio). Los otros partidos, como el desintegrado Pasok o Dimar, se están quedando atrás y el KKE estalinista viene en el último lugar entre los partidos parlamentarios, tiene entre el 3,5 y el 4%.

Mientras los burócratas y los centristas culpan a los trabajadores por “falta de militancia”, las movilizaciones de gran alcance en la huelga general del 26 de septiembre -y antes: el 6 de septiembre se realizó una fuerte marcha de entre 30 y 35 mil manifestantes en Tesalónica en contra de la troika y de las políticas gubernamentales- demuestran la preparación para el combate de la clase trabajadora, de los desempleados -especialmente de los jóvenes, entre los que hay 55% de desocupados-, de las masas empobrecidas de las ciudades y del campo.

Pero los gobernantes de Grecia, de España, de Portugal, de Italia y del conjunto de la UE no olvidan nada, no perdonan nada y no aprenden nada. El gobierno de Samaras presentará muy pronto en el Parlamento el programa bárbaro de la troika. Los sindicatos están preparando una nueva huelga general, probablemente para la próxima semana.

Muchos sindicatos clasistas, incluidos los militantes del EEK están manteniendo reuniones para discutir un plan de acción y la manera de transformar la movilización en una huelga general indefinida hasta la victoria, inmediatamente después de la huelga general del 26 de septiembre.

Atenas, 28 de setiembre 2012
Savas Michael-Matsas