Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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viernes, 20 de abril de 2018

Latinoamérica y Venezuela en revolucion permanente


Latinoamérica  y Venezuela en revolucion permanente 




Ante un proceso  tan convulsionado como el  que vivimos, la revolución latinoamericana tiene que ser proletaria, si no, no hay alternativa posible dentro del enorme entramado político y económico sustentado en el monstruoso y criminal aparato militar   de  los  EEUU,   epicentro  de  cualquiera  respuesta contrarrevolucionaria en el mundo,  no  podemos apartarnos de  esa  perspectiva,   so pena  de perder  una  vez  más  el autobús,     es    mandatorio    intervenir  y   en  empeño   en reconstruir la IV Internacional como  organización  para   dar esa lucha.  Esta visión,  por supuesto también esta insertada en  un marco  mundial,  donde  las  guerras e  intervenciones bélicas,  incluyendo  genocidios  transcurren  dentro  de  una crisis  capitalista global. 
 

Todos los nacionalismos han fracasado, desde el peronismo, pasando por todas las categorías llamados invariablemente progresistas, hasta el chavismo, que continúa resistiendo a entregar el poder, mientras  los trabajadores llevan la peor parte en esta crisis a expensas de la lucha entre este populismo agotado y el recambio por parte de la derecha tradicional y pro imperialista. Por consiguiente lo que está sucediendo en Venezuela, es clave dentro del contexto latinoamericano. 

Partimos de señalar una verdad elemental, no podemos poner tabla rasa entre la reacción imperialista y el nacionalismo burgués, es más, para no caer en recetas debemos establecer la diferencia fundamental y concreta entre ambos, para poder ubicar la lucha asumiendo nuestra independencia política de clase. 

Primero que nada, el imperialismo (EEUU) amenaza a Venezuela y ya de hecho ha establecido sanciones económicas contra el país, en contra de realizar una privatización energética a favor de los chinos o los rusos, porque quiere una privatización a favor de las compañías norteamericanas, que por cierto ya fueron por décadas dueñas del petróleo venezolano, vía concesiones. Ahora bien, Venezuela se resiste ante los gringos y favorece otro campo privatizador, pero para EEUU, es vital su patio trasero, es estratégico, en general dentro del contexto latinoamericano y en particular porque le suministra más de 500.000 barriles diarios, un 2,5% del total que consume, pero quizás un 10% del total que importa, y que puede ser hasta más de un 50% ampliando la producción del país, lo que es factible, además de ser un suministrador cercano, pocos riesgos, con un barril barato en costos de producción y con grandes refinerías y enormes reservas de petróleo y gas, muy bien pudiera pasar de ser tercero a primer proveedor de petróleo a EEUU. Rusia produce, se auto abastece y exporta petróleo, y China si bien necesita del petróleo, simplifiquemos no pretende ni requiere que Venezuela hoy sea su patio trasero. 

La diferencia entre los privatizadores  es el principal motivo de la discordia y fue lo que originó el conflicto entre la  tradicional Asamblea Nacional, desde el 2016 controlada por la MUD, acicateada por la reacción imperialista y la Asamblea Nacional Constituyente creada en agosto del 2017. Sobre porcentajes de privatización, no sabemos la magnitud de los acuerdos o de intenciones, pero si sabemos y sufrimos de las sanciones económicas y hasta de las amenazas de invasión  por parte de los gringos directamente o a través de sus gobierno aliados, sobre todo el servil ejército colombiano, a diferencia de la “diplomacia” rusa o china. Inclusive ya en el 2002, el cambio de la  directiva de pdvsa dirigida por la tradicional gerencia pro imperialista determinó el golpe que destituyó y secuestró a Chávez, por parte de la derecha gorila apoyada por el gobierno norteamericano

Así que es el control del petróleo, el origen de todo este conflicto, y fue la razón de la octava cumbre de las Américas y que a pesar del conflicto en Siria, aumenta el acoso sobre Venezuela, a través de no reconocer la “dictadura” de Maduro, luego de las elecciones el 20 de Mayo

No son iguales los privatizadores de la ultraderecha sustentada en las transnacionales de EEUU y de Europa,  a las intenciones de Maduro que se recuesta en chinos y rusos. No estamos diciendo que estos últimos no se aprovechan de la ocasión. 

La privatización en beneficio  de EEUU y sus empresas, que tradicionalmente fueron las dueñas del petróleo venezolano como Exxon Chevron Conoco Philips y las operadoras de servicios de perforación Halliburton, Schlumberger, Weatherford y muchas otras, promueve el desconocimiento del gobierno de Maduro, y no es lo mismo, como acción del otro campo, por el grado de entrega a Rosneft o Gazprom rusas o la CNPC china. Venezuela está en medio de esto, pero es absurdo pensar que es un mero títere de una o de todas ellas, para EEUU si es crucial estratégicamente dominar su patio trasero, y en primera línea, el control de su petróleo, y sobre esto Venezuela está en la primera línea de sus prioridades, no así para Rusia que se auto abastece de petróleo y exporta, o China que está bien alejada para pretender ser hegemónica en este “patio trasero” y amenazar con invadir a Venezuela. 


"La cumbre de las Américas es una cumbre más del  imperialismo para imponer sus políticas en la región confirmando una tendencia a la militarización de todo el continente para ayudar a intervenir a Venezuela como un paso previo para recolonizar el continente americano" César Zelada intervención en Conferencia Internacional Buenos Aires 03 04 2018

Denunciamos la intervención sobre Venezuela, porque es un obstáculo en el camino de disciplinar a todos los gobiernos bajo el eje de los EEUU 

¿Cómo expresamos la independencia del proletariado en el contexto latinoamericano? 

Para salir de la depresión económica en la cual se encuentra el país la lucha por el control del Estado es una lucha feroz entre corrientes políticas que forman parte del Estado, y lo que disputan es la conducción de un proceso de ajuste contra la clase obrera, que en su conjunto es todo un plan de guerra destinado a reconfigurar las relaciones de trabajo en beneficio del capital en toda América  Latina.
 
El Chavismo como proceso político de las dos últimas décadas encabezó un reacomodo político en América Latina, este se ha quebrado sin remedio y su superación pasa por una lucha de clases estratégica contra el conjunto de dominación política del capital, para los intereses de los trabajadores todo esto es de vital importancia para transformarse como alternativa política.

En Venezuela, las masas sino acompañan al gobierno tampoco ven un camino independiente, no sacan conclusiones en el tránsito de su experiencia con el nacionalismo de corte populista, un experimento fracasado, pero el problema a diferencia de los otros nacionalismos en declive o acabados es que este sobrevive a costa de una resistencia al imperialismo que ha destrozado al país, a través de una hiperinflación, la parálisis del aparato productivo, del transporte, escasez de medicinas. En fin una tragedia diaria de unas dimensiones que solo en guerra o catástrofes naturales puedan determinarlo en otra parte del mundo. Las migraciones por el desespero están agravando sus condiciones inclusive a estos movilizados en los países vecinos y también afectando o agudizando la crisis en ellos.

El proceso que condujo al fracaso del chavismo mediante el gobierno de Maduro y a su aislamiento internacional, en parte es por sí mismo ante sus propios límites, porque nunca fueron a fondo para emprender el avance del país, más aun, no pretendieron nunca vencer los obstáculos que son productos de unas relaciones capitalistas de producción y de dominación,  eso está claro, la otra parte es el fuerte hostigamiento de los gobiernos de  las metrópolis que dominan al mundo.

El gobierno siempre alimentó al capital, que ahora  desde la oposición, casi todo lo adversa, porque ya no hay para repartirse la torta para todos.

Que salió de la cumbre de Lima

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence y su séquito primario, los presidentes de Colombia, Argentina y Chile señalaron que no reconocerán los resultados de las elecciones en Mayo en Venezuela, dicen en nombre de la democracia  no van a legitimar la dictadura. En su conjunto todos los cachorros del imperio, lanzaron arengas contra el gobierno de Venezuela, hasta Temer denunció ¡la corrupción! y  Peña Nieto expresó su preocupación, cuando en su mandato van 73 alcaldes, en funciones o electos, asesinados, ni que decir sobre los asesinatos a los estudiantes.

Esto es inaceptable. No se trata de defender al experimento fallido del chavismo, de lo que se trata es de discutir cuál es la orientación con la cual los trabajadores deben responder a  los ataques de EEUU, la UE y su seguidores, la camarilla de socios latinoamericanos corruptos. Además dejar pasar este proceso sin tomar una orientación independiente y actuar en consecuencia, es continuar al margen del proceso real de las masas, las cuales todavía no escapan a las variantes que existen, los que  gobiernan desde 1999 ya agotados, o a las organizaciones políticas alternativas, todas en el marco de reflotar el estado burgués descompuesto. 

¿Cómo damos una respuesta para dar la lucha en contra de la reacción imperialista? Con la derrota de las pretensiones imperialistas se abren las posibilidades históricas para los trabajadores, no se trata de asumir la solidaridad con el madurismo, es difícil ver una medida progresista del nacionalismo en relación con los agentes directos del imperialismo, pero catalogar de una dictadura al gobierno de Maduro y definirlo absolutamente reaccionario es poner en el mismo plano al nacionalismo y al imperialismo.  

Las elecciones adelantadas, en otras ocasiones atrasadas, tienen el condimento que son coaccionadas, se usa el ventajismo de los recursos del Estado, del poder electoral, etc. Pero son elecciones, donde van además de Maduro, un candidato de un sector de la MUD, dos candidatos evangélicos, un militar que participó en el segundo intento insurreccional del chavismo en noviembre 1992, otra escisión del chavismo up89 donde participa Marea Socialista, todos con sus representantes por mesa electoral y el grueso de la oposición pro imperialista llama a la abstención.

Quienes la impugnan por la derecha no tienen ninguna 'autoridad moral' para juzgar delitos de corrupción...porque ellos tampoco han  sido limpios de corrupción y represión, y peor aun representan el golpismo en común con el imperio. Ellos simultánea y rabiosamente llaman al intervencionismo junto al gobierno de EEUU, hasta vociferan apoyar una invasión. 

La corriente de la derecha abstencionista no tiene como asegurar el control de las riendas del aparato estatal, denuncian rabiosamente la escasez pero no es para solucionarla, porque no tiene como salir de la crisis económica que ellos también aprovecharon en tiempos de bonanza y aun lo hacen.

Hay que llamar a  votar nulo, explicar cómo expresar ese fórmula electoral, decir que no hay una candidatura que representa los intereses de los trabajadores, que hay que conformar una plataforma de lucha con un programa urgente ante la destrucción del país, pidiendo la nacionalización de la banca y del comercio exterior, ambos bajo control obrero, no pagar la deuda y un salario igual a la cesta básica familiar, junto a una escala móvil de salarios de acuerdo a la inflación. Que la crisis la deben pagar los que la causaron y solo a través de un gobierno de los trabajadores se puede salir de la crisis capitalista.

El único gobierno legítimo para los trabajadores es su propio gobierno

Mientras tanto, de ser reelecto Maduro, solo a nosotros, a la clase trabajadora nos toca combatirlo, no aceptamos que una intervención, vía aislamiento económico y hasta militar, extranjera lo declare ilegitimo  y le impida gobernar para imponer uno a su medida, a la medida del capital financiero en bancarrota, cuyo único fin es tratar de salir a flote a costa de los trabajadores.  

A la par de esto, es necesario una campaña continental contra las intenciones golpistas de EEUU y sus acólitos, porque hasta ahora la amenaza del no reconocimiento del gobierno de Maduro si sale reelecto, es golpismo, no se le puede llamar de otra forma, también es lamentable iniciar una campaña cuando el “mandado ya esté hecho”, para ese momento debemos estar ya movilizados como una iniciativa cuartainternacionalista. 


Estamos empeñados en trabajar para darle una salida por parte de la clase obrera venezolana, construyamos una plataforma de lucha, con un programa que nos delimite del nacionalismo de contenido  burgués, tenemos que construir el partido de la clase obrera. La verdadera alternativa política socialista es El Gobierno de los Trabajadores. Por los Estados Unidos Socialistas de América Latina

José Capitán 
Opción Obrera

viernes, 6 de abril de 2018

Venezuela y la revolución permanente


Venezuela y la revolución permanente 



¿Está Venezuela madura para el socialismo?

La sociedad capitalista está madura para el socialismo, partiendo del hecho prominente de las relaciones capitalistas de producción entrelazadas en todo el globo terráqueo, con una crisis de su economía en su conjunto, en decadencia permanente, sistémica, estructural e histórica, este período de agotamiento se agudizó desde su epicentro, en EEUU a partir de la quiebra bancaria producida por las hipotecas sub prime en el 2007.

Hoy la base social material, la riqueza, separa la inmensa mayoría de los trabajadores y las masas empobrecidas, cada vez más amplia, de una minoría cada vez más estrecha que se apropia de los excedentes de la producción. Esto no solo sucede en África centenariamente esquilmada, países del oriente asiático o de América Latina, sino en el núcleo de EEUU y de Europa, países donde el llamado estado de bienestar social se acabó.  

El capital ficticio varias veces mayor que el capital representado por el valor de activos y de la producción mundial, no beneficia a la humanidad, como tampoco las inversiones en armas y en publicidad que expresa el parasitismo, la improductividad de esa burguesía mundial dominante que vive a expensas de doblegar a todo el mundo. 

Ahora bien, en la extensa banda de países capitalistas de la periferia a los centros de poder imperial, donde todos tenemos rezagos de formas de producciones precapitalistas, suplementarias, sobre todo en el campo, los venezolanos estamos entre los más alejados para alcanzar el socialismo, pero este hecho se expresa en forma contradictoria y dialéctica. En estos países las burguesías nacionales impotentes ante los propósitos del capital financiero imperial, por su fracaso, ponen al orden del día a la clase obrera, para tomar la riendas del país y así poder superar ese atraso, desplegando también los intereses de otras clases oprimidas como los campesinos o sectores pequeñoburgueses y en lo posible ir entrelazándolas con medidas de corte socialistas, lo cual solo se puede realizar a través de un gobierno de los trabajadores. 

En este sentido la revolución es permanente y no debemos deponer nuestros intereses en una primera etapa apoyando alternativas de sectores de una burguesía, ya decrépita en su conjunto. 

 Venezuela y sus recursos

Definitivamente en Venezuela la barbarie solo se le puede oponer con el socialismo, en un país donde el problema del agro por su abandono es el más urgente por emprender, donde el terreno improductivo o poco productivo prevalece desde la colonia 

Es indudable, uno de los ostensibles y más absurdos abortos de desarrollo nacional burgués, a nivel mundial lo tenemos expresado acá, producto de la riqueza petrolera, desde 1925. Un estado hipertrofiado, que maneja hoy los ejes principales de la economía productiva y de servicios, desde el petróleo, la generación de electricidad, totalmente, pero también de bienes primarios en minería, hierro, aluminio y oro, de la producción de cemento para la construcción, de manufactura de tuberías y accesorios sobre todo para la industria petrolera, alimentos como la producción de lácteos, café,  azúcar, de aceite vegetal y que asume la importación del faltante como el trigo para el pan y las pastas. 

Para completar, en estas casi dos décadas de dominio chavista, se ha dado el mayor traspaso directo de la riqueza del país, a los monopolios extranjeros y criollos, ligado al desmantelamiento de la incipiente industria manufacturera nacional, a través de otorgarle dólares preferenciales (baratos) mediante un “control de cambio” que tiene como resultado una atroz escasez, especulación, hiperinflación, pulverización del salario, una devastación de aparato productivo y de la gallina de los huevos de oro, la quiebra de PDVSA. La casta militar es uno de los mayores beneficiados en este desastre. 

La realidad supera a la ficción, el petróleo y el gas generan más del 50% de la energía del mundo, Venezuela es uno de los países exportadores de petróleo e inaudito tiene las reservas certificadas más grandes del mundo, así como también una importante reserva de gas, pero su producción disminuye mes a mes producto de la inacción y la corrupción en el gobierno. 

Se da el caso que algunas empresas cierran, porque no quieren mantener los comedores ni el transporte, porque es superior el gasto de estos que el propio salario que pagan a un trabajador y el gobierno lo permite, argumenta que prefiere importar el producto y que los trabajadores deben asumir sacrificios en aras de mantener la producción. 

Las importaciones, la restructuración de la deuda, la venta de petróleo a futuro, nuevas entregas del patrimonio nacional sobre todo a expensas de la destrucción ambiental y de recursos no renovables como la minería, son las vías de este gobierno, los alaridos que dan contra las sanciones económicas de EEUU y la UE, son en fundamento para conseguir nuevos préstamos o refinanciamiento de deudas, no para generar producción nacional. 

Todo esto demuestra que el Estado venezolano y sus administradores, tanto los gobiernos anteriores como el actual han sido incapaces de solucionar los problemas estructurales del país, la prodigiosa renta petrolera junto a las inmensas riquezas se dilapidan a costa de los trabajadores. 

La Revolución Permanente    
   
Para salir de esta hecatombe, se requiere un vigorosa planificación a través de una gestión económica y política, se trata de qué clase dirige al país y con qué métodos, cuáles relaciones de producción y cuáles fuerzas productivas.

Ante una situación donde se requiere producir, en una economía destruida, hay dos vías que se excluyen recíprocamente. 

Una alternativa en beneficio de los patronos, con una economía basada en las importaciones, parásita, especuladora, a partir de inmensos sacrificios para los trabajadores a través del salario, de las condiciones de trabajo y un aumento bestial del desempleo

La otra vía, sólo puede ser conducida con la toma del poder la clase obrera como dirección de las masas populares o sea de todo el país. El proletariado de todas las empresas del Estado, en especial el petrolero no tiene una burguesía como patrono por delante, tienen a una casta burocrática del gobierno  a la cual le corresponde una burocracia sindical designada y mantenida por ellos. Solo el ejército es quién impide esta vía. 

Por detrás de todo esto, los enemigos de la clase obrera, están por privatizar de nuevo a la industria petrolera. Ante la cual hay que responder con el control obrero auténtico y democrático de toda esa industria, perforación, producción y refinación como única forma de salir de la bancarrota en que nos encontramos.

La producción tiene que ser para nuestro beneficio, el dinero, para que sea direccionado en función de esta necesidad, sale del financiamiento que dan los bancos, por eso quienes producimos tenemos que lograr la nacionalización de la banca. Las importaciones indispensables, no las que piden para enriquecerse los comerciantes, solo se pueden realizar con la nacionalización del comercio exterior. Estas nacionalizaciones junto a las empresas estratégicas, comenzando con el petróleo, pero también las empresas del hierro, el aluminio, y el oro para garantizar su funcionamiento, solo se puede hacer bajo control democrático y autónomo de los trabajadores.

Para materializar esta vía, es necesario un Congreso de Trabajadores con delegados elegidos en asambleas con mandato de ellas, primero regionales y luego uno nacional, que resuelvan un plan de lucha por el salario, por el empleo junto a la reactivación de la producción, todo en beneficio de los mismos trabajadores y en contra de quienes llevaron al país a la quiebra, los patronos privados y públicos. 

Que la crisis la paguen quienes la provocaron y no los trabajadores. 

Por un salario igual a la canasta básica familiar y una escala móvil de salarios de acuerdo a la inflación. 

Nacionalización de la banca y del comercio exterior con control obrero autentico y democrático.

No al pago de la deuda, que esos recursos sean invertidos en el país. 

Por un congreso de trabajadores, primero regionales y luego un congreso nacional en función de reactivar el país para los trabajadores. 

Oswaldo Ramírez