Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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domingo, 9 de abril de 2017

Venezuela: Del autogolpe al golpe

07 04 2017  Prensa Obrera Argentina #1453  Por Pablo Heller
Venezuela: Del autogolpe al golpe



La marcha atrás en el autogolpe promovido por Nicolás Maduro es una indicador de la grieta y división que impera en el campo oficialista venezolano. Esa situación atraviesa todos los estamentos del Estado, desde el Poder Judicial, pasando por el Poder Ejecutivo y la burocracia estatal hasta las propias fuerzas armadas. Maduro ha tratado de disimular ese hecho, en especial, intentando exhibir un respaldo cerrado e incondicional de los militares al régimen bolivariano. Lo cierto es que el paso dado por la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, con declaraciones explosivas condenando el autogolpe -al que calificó de “ruptura del orden constitucional”-, sólo se puede explicar por un guiño de la cúpula militar en este contexto de enorme fractura dentro del chavismo. Si Maduro hubiera persistido en la virtual disolución del Parlamento, esto hubiera acelerado un golpe militar. Ya hubo ultimátums militares en el pasado, como el que obligó al régimen bolivariano a reconocer el resultado de las últimas elecciones legislativas, donde la oposición conquistó una mayoría abrumadora en dicho cuerpo.

Descomposición

El auto-golpe de Maduro se ha convertido en un bumeran, ha precipitado el colapso del gobierno y ofrece la justificación a los militares para su derrocamiento. Maduro conserva la ilusión infundada de que puede maniobrar y seguir prologando su mandato y volviendo al estadio previo al autogolpe. No hay retorno posible. Maduro, a través del autogolpe, ha terminado escupiendo para arriba y pavimentando el terreno para su desplazamiento.

Este “autogolpe” y el recule posterior es el punto culminante de un descomposición cada vez más amplia y notoria del régimen bolivariano. El régimen plebiscitario de Chávez, que revindicaba para sí la masividad del voto popular, se ha ido convirtiendo en un régimen de facto, que gobierna por decreto, con un rechazo mayoritario de la población y violentando la mayoría de la Asamblea Nacional ganada por la derecha en forma abrumadora en las ultimas elecciones.

El autogolpe se da en el marco de una agudización insoportable de la desorganización económica. El desabastecimiento, la carestía incontrolable que llega al 500% anual, la desvalorización de los salarios como consecuencia de ello, están haciendo estragos en gran parte de la población venezolana. A pesar de la escasez de alimentos y productos de primera necesidad -que son en su abrumadora mayoría de origen importado-, el gobierno de Maduro viene reservando las divisas para el pago de la deuda externa.

El chavismo ha pagado escrupulosamente, hasta ahora, los vencimientos de capital e intereses a los fondos internacionales, a costa de crecientes penurias populares, un freno al gasto de mantenimiento y a las inversiones de PDVSA y de la infraestructura estatal y, de un modo general, de los insumos importados, lo que ha redundado en una progresiva paralización de la producción y en un defol con los acreedores locales. Empresas extranjeras de servicios tecnológicos han salido del país. Las operaciones comunes con empresas extranjeras están congeladas.

La suma de la deuda externa de PDVSA y de la administración nacional es de alrededor de 80 mil millones de dólares, sin considerar la deuda con China, que es pagada con exportación de crudo y, que por lo tanto, no reporta ingreso de divisas.

Este descalabro no ha sido un obstáculo para que Maduro persista en esta orientación, que se empeña en preservar a fuerza de nuevos ajustes y devaluaciones. Desde comienzos del año pasado, el gobierno lanzó un paquete de iniciativas económicas en lo que llamó “Agenda Económica Bolivariana”. Los discursos contra la “guerra económica” ofician como pantalla, mientras Maduro viene otorgando nuevas concesiones y prebendas al capital, que van de la mano de un ataque en regla al bolsillo popular.

Entre las medidas económicas sobresalen la fuerte devaluación de la moneda, la mayor apertura económica al capital extranjero en distintas áreas, las mayores facilidades a sectores empresariales, sobre todo exportadores. Además de un mayor endeudamiento, subsidios a empresarios para la producción local, acompañado de liberación de precios, la fuertísima depreciación del salario mediante la inflación y congelamiento en la discusión de los convenios colectivos. 

Apenas tres días antes de la disolución del Parlamento, el gobierno anunció una mayor “flexibilización cambiaria”, que no es más que una envoltura elegante a una nueva y drástica devaluación.

Esta política de seducción al capital, sin embargo, no ha servido para revertir la desorganización economica ni la fuga de capitales, ni el sabotaje empresario. El gran capital internacional toma distancia del régimen y presiona por acelerar el desenlace de la crisis política.

El autogolpe fue precipitado por la intención del gobierno de privatizar las operaciones de PDVSA sin pasar por el control parlamentario-o sea por decreto. Este golpe en favor de los pulpos termina de destruir la principal bandera que reivindicaba para sí el chavismo.

Militarización

Los últimos episodios colocan más que nunca a las Fuerzas Armadas como árbitro de la situación política. Este proceso fue pavimentado por el chavismo. La militarización creciente del Estado fue alentada y justificada con el argumento de que se trataba de una militarización “ bolivariana”. Este proceso, sin embargo, no fue progresivo sino reaccionario. Históricamente, estos gobiernos de facto han presidido las transiciones entre un régimen político y social y otro.

El recule del gobierno va a acentuar el ritmo de la transición. Se van a profundizar las presiones internas y externas para precipitar un desenlace. Por lo pronto, la oposición fragmentada y de capa caída, ha recuperado aliento y ha puesto en marcha un plan de acciones callejeras, con el apoyo de la Iglesia que ha llamado a la “desobediencia civil” contra el regimen. La Asamblea Nacional, a su turno, activó el proceso de remoción de los siete magistrados del Tribunal Superior de Justicia que emitieron la sentencia con la que intentaron atribuirse los poderes del Parlamento.Por su parte, a nivel internacional, aunque no existe homogeneidad en el punto, el secretario general de la OEA, con el apoyo de algunos de sus países miembros -incluido el gobierno argentino y la mayoría del peronismo que apoya la ‘gobernabilidad’ de Macri-, plantea la aplicación de la “cláusula democrática” contra Venezuela. Esto significa declarar a Venezuela oficialmente en defol, porque quita respaldo legal internacional a cualquier préstamo o financiamiento que solicite el gobierno de Maduro, e incluso a sus operaciones comerciales. Estamos en presencia de la mayor de las hipocresías: el golpista Temer, el régimen paraguayo que destituyo, en su momento, al presidente Lugo, así como los que lo mancaron, aparecen como defensores de la democracia.

Esta en marcha un “cambio de frente de la burguesía. La derecha alienta una salida golpista, con mas razón si
tenemos en cuenta el fracaso en su tentativa por hacer prosperar el referéndum revocatorio y el fiasco de la mediación papal tendiente a buscar una fórmula de compromiso. Qué la derecha quiere enfrentar el autogolpe de Maduro con un golpe propio alcanza para mostrar que las apelaciones a la democracia no pasan de la pura demagogia. La derecha tiene un largo historial de golpes fracasados contra el chavismo, por lo que ahora sabe que debe apelar al concurso de un sector clave del régimen como son las Fuerzas Armadas para poder lograr su propósito.

La clase obrera y la izquierda

En Venezuela hay una crisis de poder irreversible: una definición de la situación política depende de una salida de poder. El reconocimiento de una crisis de poder significa que el poder oficial del chavismo es un espectro, cuyo recurso último de defensa no es la movilización popular, que no quiere ni podría realizar, sino que se asienta en una esperanza cada vez más lejana, en un respaldo de las Fuerzas Armadas. La oposición de derecha, por su lado, ya se encuentra llamando a un golpe militar para implantar su salida ‘democrática’. Es necesario explicar este cuadro político a los trabajadores para explotar este momento de la crisis y las etapas subsiguientes de ella para desarrollar una alternativa socialista de la clase obrera.


La izquierda y la clase obrera deben emerger como un factor político independiente en la crisis del país que esta polarizada políticamente por la burguesía. Esto habla de la actualidad de la batalla por la convocatoria de un congreso de trabajadores, motorizado, en primer lugar, por el movimiento obrero combativo y la izquierda para aprobar un programa y una salida obrera frente a la crisis nacional: luchar contra el desabastecimiento, promoviendo la constitución de asambleas populares que elijan comités de control y gestión para evitar los negociados y el control obrero en los lugares de trabajo Asambleas fabriles y sindicales para reclamar la convocatoria a paritarias y la imposición del ajuste automático de los salarios frente a la inflación. Terminar con el flagelo de la desocupación y la tercerización que es impulsado por las patronales a caballo de la crisis, planteando la incorporación de todo el personal a planta permanente y el reparto de las horas de trabajo existentes sin disminuir salarios. La fuga de capitales plantea el problema de la nacionalización de la banca y del comercio exterior, bajo control directo de las asambleas obreras y, en primerísimo lugar, la suspensión del pago de la deuda externa. En oposición al autogolpe y salidas democráticas de derecha y golpistas, llamamos a la izquierda y al movimiento obrero combativo a discutir e impulsar la convocatoria de una Asamblea Constituyente por parte de un gobierno de trabajadores.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Marea Socialista y los resultados del Diálogo

Marea Socialista y los resultados del Diálogo



El diálogo me parece un nombre de lo más adecuado para eso que se dio, o se está dando entre el gobierno de Maduro y un sector de la MUD. Tal cual lo dice el diccionario, discusión sobre un asunto o sobre un problema con la intención de llegar a un acuerdo o de encontrar una solución.  

El grosero pacto como prefiere decir,  la representante de Marea Socialista, Z. Matamoros  en un recién artículo publicado por internet[1]  más bien extraña ante las coincidencias, que luego  pasa a explicar,  entre los “pactantes”

La representante de Marea Socialista expone las coincidencias entre los partner del diálogo,  primero descubre que todos pertenecen a la burguesía, unos son los muy exclusivos y los del PSUV, de su cúpula, son los boliburgueses,  algo nada más falso, y es importante precisar que sí le sirven a la burguesía, de un momento a otro pueden pasar a ser infuncionales y se les acabe su servicio.

Luego continúa  con otra coincidencia, describiendo la acumulación de ambas burguesías mediante la captación de dólares a través de Cadivi, con lo cual Marea se auto incrimina ya que ellos votaron y defendieron al gobierno de Chávez que fue cuando se dieron estos negociados.

Le sigue poniendo  más aderezos,  también descubre que ambos atienden al capital internacional mediante otras pruebas argumentales y cierra denunciando el pago de los bonos. Esos extravagantes bonos fueron emitidos durante la época de Chávez,  donde ellos apoyaban al gobierno de punta a cabo y todavía hoy siguen  haciendo apología como cuestión de fe, denuncian esos casos como correspondientes al modelo rentista, pero como todos los del chavismo puro, ahora que se agoto la renta debido a los precios del petróleo, es que denuncian a ese llamado modelo.

Esas revelaciones  las ubican, para los dos bandos de dialogantes, refiriéndolas a  diferencias tácticas ya que según Marea, la estrategia es la misma para ambos.

Para Marea  ahora sobre la estrategia,  las coincidencias son más profundas. La intervención de el imperio y el vaticano donde, para nosotros, obligó al dialogo, para ellos fue el mediador.  Precisamos y es importante establecer, que esos mediadores impusieron  el dialogo y ahora con los resultados de esa  primera ronda,  prefieren mantener a  Maduro por los momentos, como fórmula de estabilidad débil o crítica,  porque temen  un desbordamiento de las masas ante la grave situación  que  genere una crisis de ingobernabilidad, ante la lucha  por el poder entre los ahora dialogantes. Le temen al  inicio de  un proceso revolucionario.  Para Marea, el diálogo y los mediadores no tienen ya razón de ser porque ya acordaron el reparto del poder.

Quizás esta sea lo más peligroso, sobre un análisis de la situación actual. La lucha por el poder sigue dándose, a pesar de la intervención de los foráneos, que lograron frenar por unos días las situación  crítica, pero solo los corrieron e internamente tanto en el PSUV como en la MUD,  ahora hay más división, lo que indica menos control y más desconcierto, con una peor situación económica, lo que da  mayores elementos para una explosión social, que es lo que quieren evitar los enviados de Obama y del Papa.

Marea votó por Maduro, como buenos chavistas y ahora es cuando denuncian la pelea entre el PSUV y la MUD, por la distribución de la renta petrolera, es decir la lucha por el poder,  antes no denunciaron el “rentismo” porque simplemente ellos disfrutaban también esa renta petrolera, porque entraban divisas y esa es la diferencia fundamental entre el gobierno de Chávez y el ahora defenestrado Maduro.

Lo que ellos llaman ahora patrón de acumulación a través de la especulación y la corrupción por lo dólares que abundaban, viene de antes, con la diferencia que ahora en crisis se denuncia porque no hay para todos.

La exposición es tan aberrante, que  denuncian la desmovilización de la población, como acuerdo del pacto, para nosotros antes, cuando el gobierno de Chávez,  hubo la mayor desmovilización, porque la movilización fue en apoyo al gobierno que conducía al país al despeñadero adonde hemos llegado, tan absurdo es que culpan entre otros a la Central Socialista de Trabajadores de la desmovilización, cuando ellos fueron cómplices de esa central corporativa proclamada por Chávez

Se escapa entre sus líneas, la incongruencia, para mantenerse incólumes  sin descubrirse, “la burguesía tradicional  y la nueva burguesía Roja-Rojita desean seguir acumulando…  capital partir del rentismo…  inherente  a ese modelo…”  desean seguir acumulando significa que antes lo hacían y lo insertan es ese modelo, que también los parió a ellos, y ahora se abren porque el modelo no da lo  suficiente.

Otra  ridiculez de Marea es seguir  esperando un revocatorio, eso se lo ganan eso no se regala, cuando Chávez se lo concedió a la MUD después del golpe, del lock out petrolero y por último de las trampas de la “firmas planas” para exigir el revocatorio, Chávez pactó. Aquí si va  o fue un grosero pacto, y más criminal ya que venía de perdonarlos luego de todo lo sucedido en 2002-2003.

Chávez que le tocó las época de las vacas gordas actuó de la manera más neoliberal con la pequeña crisis de 2009 inclusive fue, en un corto tiempo, más allá que Maduro, aumentó el IVA, mega-devaluó y como siempre se endeudó. Deuda que paga hasta ahora, puntillosamente Maduro, o renueva la deuda.

Las conclusiones de Marea

Marea escribe “Esta nueva referencia política debe, en primer lugar ser profundamente democrática, respetar la pluralidad y sobre todas las cosas, ser consecuentemente anticapitalista”, todo esas categorías fueron precisamente lo que llevo a Chávez a lo que tenemos hoy, fue democrático tan profundo en el sentido de la democracia burguesa, respetando la pluralidad que luego produjo guarimbas,  asesinatos, golpes, lock out y hoy siguen jodiendo.

El chavismo es democracia tanto como AD y Copei, que durante 40 años impusieron  desde el ejecutivo y el congreso nacional  lo que querían, discriminaban el empleo mediante el carnet del partido, reprimían, dirigían los tribunales desde la suprema corte hasta los regionales, los entes electorales cualquiera instancia fue restringida para sus adeptos,  cerrando con el poderoso buro sindical de AD con sus tenebrosas bandas armadas, la diferencia con la dictadura de Pérez Jiménez fue que no se permitían sindicatos ni partidos, ni marchas, ni derecho a la opinión  pública, los militares mandaban directamente, sin el voto de cualquiera forma.

Lo de consecuentemente anticapitalista es un pote de humo, porque ninguno fue anticapitalista ni Chávez,  desde un comienzo y ahora menos, que están ensartados con los pagos de las deudas y las reservas de divisas liquidadas.

Marea Socialista, que vivió la época de las vacas gordas de Chávez, vivió en el sentido  estricto del término, con sus bozales de arepa, les sirvió con su página aporrea, apoyo su burocracia sindical, y apoyo a la asamblea nacional por la cual votó y que no legislaron lo transcendental ni porque tenían mayoría absoluta en la época de Chávez. Ahora sienten en la época de las vacas flacas que los bozales de arepa escasean y se defienden, queriendo regresar al pasado.

Marea Socialista y sus socios de la izquierda quieren generar una renovación del chavismo, esto es funcional al capitalismo al evitar cualquier paso por  pequeño que sea en el camino de crear una vanguardia independiente, revolucionaria, la alternativa política para que la crisis la paguen quienes la causaron y no los trabajadores.

Oswaldo Ramírez

lunes, 24 de octubre de 2016

DE LA TRAGEDIA DE ABRIL DE 2002 A LA FARSA DEL 23/10/2016


DE LA TRAGEDIA DE ABRIL DE 2002 A LA FARSA DEL 23/10/2016

Los "revolucionarios" toman la Asamblea Nacional para impedir el golpe de la derecha, pero al ratito le dejan el recinto a los "golpistas" para que en una declaración política acuerden que estamos en "dictadura".¡Qué grotesca la democracia burguesa venezolana!

PRECIOS DOLARIZADOS Y SALARIOS INSUFICIENTES

Tanto el PSUV como la MUD se reclaman respaldados por millones de venezolanos, pero con tal respaldo, lo que les interesa es quedarse con el coroto para seguir robando impunemente en condiciones del capital en bancarrota. Mientras, los millones de venezolanos lo que están es sobreviviendo a su crisis porque ambos partidos burgueses tienen como política de salvataje al capital, hacérsela pagar a los explotados y no a los capitalistas.

¿Alguien dijo algo ayer de la necesidad urgente de un aumento general de sueldos y salarios que recupere el poder adquisitivo de los venezolanos? ¿Acaso fue incluido en la declaración final aprobada por la AN? Ninguno y ni pendiente, ni los de la MUD ni los "revolucionarios", todos apoyan el PAC de precios súper dolarizados de los alimentos y bienes de primera necesidad como alternativa de recuperar la desfondada tasa de ganancia del capital como consecuencia de su bancarrota.

BANCARROTA DEL CAPITAL Y DEFOL FORZADO EN PDVSA

Quienes se alegran de un "pueblo" alzado tomando la AN, a espaldas de millones indiferentes a los devaneos por el poder del PSUV y la MUD, deberán esperar al verdadero pueblo alzao llevándose en los cachos tanto a la AN como al Palacio de Miraflores, a la par que cualquier híper mercado o negocio de chinos. Sólo hay que esperar que las condiciones económicas del país se pongan más duras con las declaraciones de defol por parte de PDVSA y el propio Estado soberano, que prefirieron pagar deuda a realazos al sistema financiero internacional hasta agotar la hucha antes que preocuparse por las necesidad de producción agrícola e industrial del país que impidiera la hambruna que se avecina.

PDVSA se ha bajado los pantalones ofreciendo canjear parte de su deuda porque le es imposible pagar la que se vence en lo que resta de este año y en el próximo, trasladándolos con más deuda y más intereses al 2020. ¿Quién de los acreedores de PDVSA verá con optimismo ahora esa posibilidad? Con las señales dadas desde el jueves hasta el domingo, tanto por el gobierno como por la derecha, es “olvídense del canje y vengan de una vez a exigir el pago”. Si hasta el viernes pasado no se había logrado canjear el 50% de los 5.050 millones de dólares en bonos a vencerse, con el show grotesco del domingo se terminan esfumando sus posibilidades, y peor aun, cualquier chance de conseguir fondos por parte de Maduro en la arena internacional de los países "amigos", para pagar la deuda por vencerse, se hace aun más cuesta arriba, en peores condiciones y con más ventajas para los acreedores de la deuda externa venezolana, en perjuicio del país.

NI MADURO NI RAMOS ALLUP
CONSTITUYENTE SOBERANA, DEMOCRÁTICA Y REPRESENTATIVA
EL GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES

Necesitamos un gobierno ajeno a los intereses del capital. Necesitamos el GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES. El gobierno que no le tiemble el pulso en declarar ya la moratoria de todos los pagos de deuda externa e interna, el gobierno que respalde a los explotados con un salario igual a la cesta básica, el gobierno que le haga pagar su crisis a los capitalistas. Necesitamos organización para encausar las movilizaciones por venir para que vean de iguales a Maduro y a Ramos Allup, al PSUV y a la MUD, para desplazarlos definitivamente del poder político y derrumbar las estructuras del Estado que le garantizan a los capitalistas y a los arribistas políticos de los partidos burgueses sus privilegios.

Movilicémonos por una Asamblea Constituyente soberana, democrática y representativa de las grandes mayorías sociales explotadas y oprimidas para que nos conduzca al Gobierno de los Trabajadores. No basta sacar a Maduro del gobierno y a Ramos Allup de la AN para cambiar las cosas a favor de las mayorías, es al Estado al que hay que derrumbar y el Gobierno de los Trabajadores es la puntilla para concretarlo en los hechos y el primer paso concreto hacia el socialismo.

24/10/2016

viernes, 3 de junio de 2016

Entre el golpe de la OEA y el autogolpe de Maduro


Entre el golpe de la OEA y el autogolpe de Maduro
Más que nunca, que intervengan los trabajadores


La crisis de poder venezolana atraviesa una nueva escalada. La OEA, ese “ministerio de colonias” según lo definiera justamente el Che Guevara, resolvió “invocar la Carta Democrática”. Se trata de una presión internacional para el apartamiento del gobierno electo -o sea golpismo revestido de “democracia”.

En respuesta a la “invocación” de la OEA, Nicolás Maduro anunció “que demandará a la directiva de la Asamblea Nacional (AN) por usurpar funciones exclusivas del presidente” (www.telesurtv.net). A nadie escapa que este juicio, bajo el control de un Tribunal Supremo que responde directamente al Ejecutivo, apunta al cierre o la disolución del Parlamento, cuya mayoría está en manos de la derecha.

Esto viene precedido por el desconocimiento de Maduro sobre las firmas reunidas por la oposición para convocar al referéndum revocatorio. En el pasado, Chávez había admitido otras iniciativas de referéndum y salió a desafiar a la derecha en ese terreno. Maduro ahora no lo hace porque sería derrotado categóricamente. El jefe de Gobierno dice que la Asamblea Nacional es oligárquica y burguesa, y por eso desconoce las firmas. Es el reconocimiento, por parte del mismo riñón del régimen, que la constitución chavista no era ni es la base para ninguna construcción socialista. Por otra parte, es la confesión de que el chavismo no puede gobernar sobre la base de su propia constitución. La violación que hace de ella es para reforzar un “bonapartismo en descomposición” que se aferra al poder para cumplir una misión que nada tiene de “popular”. En efecto, el gobierno de Maduro pilotea un brutal ajuste contra las masas, que sufren padecimientos insoportables; en Venezuela se observan retrocesos civilizatorios a escala de la salud pública, la provisión de alimentos, y, en definitiva, una aguda descomposición social. El “Estado de excepción” dictado hace 15 días buscó, antes que esta ofensiva contra el Parlamento, reforzar el poder represivo y de arbitraje de la camarilla madurista. Su disgregación, sin embargo, no ha cesado un curso imparable: la vieja guardia de militares chavistas se pronunció públicamente por la caída inmediata del gobierno. El Mayor General retirado Cliver Alcala dijo que “necesitamos destituir al presidente Maduro este año para conectar de nuevo con la gente” (The Wall Street Journal, 31/5), mientras que otro grupo de “héroes del 4 de febrero” (por el levantamiento contra Carlos Andrés Pérez en 1992) firmó un duro texto contra el mandatario, bajo el liderazgo del ex gobernador Porras.

La invocación de la “Carta Democrática” de la OEA llega tras sucesivos fracasos de “mediación” internacional. El último se dio el pasado fin de semana, cuando funcionarios del gobierno y dirigentes de la derecha proimperialista tuvieron encuentros en Dominicana con Rodríguez Zapatero, ex presidente del Estado Español, país que se encuentra a la vanguardia de los lobbys destituyentes en América Latina. Las declaraciones posteriores sugerían un nuevo empantanamiento. La “transición ordenada” se constituyó en obsesión para Obama, el Papa y sus “amigos” venezolanos, asustados por una intervención popular “descontrolada” cuyas consecuencias barrerían también con ellos. La hipocresía de la OEA busca esconder las maniobras que agrupan al imperialismo y sus principales aliados en América -como el gobierno argentino-. Quieren sacarse de encima a Maduro, pilotear mediante la derecha de la MUD el ajuste, y ejecutar un rescate de gran alcance respecto de la economía venezolana -reestructuración de deuda y del negocio petrolero.

Por una salida obrera

La dinámica de los desplazamientos políticos en América Latina está dictada por la envergadura de la bancarrota capitalista mundial y su impacto en América Latina que viene provocando la fractura, el derrumbe de sus economías y de sus regímenes políticos.

Los “nacionales y populares” que persisten en el poder descargan el peso de la crisis sobre los trabajadores, desde Tierra del Fuego hasta Caracas. Al mismo tiempo, las “alternativas” derechistas para reemplazarlos pretenden pilotear ese ajuste en sus términos. La independencia política de los trabajadores es irremplazable. En Venezuela es necesario impulsar la convocatoria de un Congreso que discuta una salida obrera independiente frente a la crisis y pugnar por una asamblea constituyente dirigida por un gobierno de trabajadores, que reorganice el país sobre nuevas bases.

Alejandro Lipco Partido Obrero Argentina

lunes, 14 de diciembre de 2015

Acerca del socialismo y los resultados de las elecciones a la Asamblea Nacional


Acerca del socialismo y los resultados de las elecciones a la Asamblea Nacional

Esta muy de moda exponer que, con el descenso electoral del PSUV, no ha fracasado el socialismo. Esto es obvio, pero ante las aludidas aclaratorias siempre contraponen al gobierno de Maduro, que gusta reclamarse socialista, sin exponer su origen de clase y su perfil como expresión de la sociedad capitalista.

Aparte de ser incierto el socialismo en Venezuela, el mismo es imposible ante medidas o planes que no rebasan siquiera las libertades democráticas y las garantías constitucionales. Demás está decir aquellas propiamente burguesas suscritas por el país.

Sin embargo, para mayor distracción, organizaciones como el PSL, plantean que fracasó un modelo o un proyecto, ergo, los fracasados pudieran ofrecer como alternativa otro modelo u otro proyecto. Para Opción Obrera es un gobierno de los trabajadores, el primer paso para ir en camino al socialismo, la alternativa al fracaso del Nacionalismo Burgués intentado por el chavismo con un bonapartismo populista representado en un gobierno cívico-militar.

Socialismo Revolucionario es todavía más audaz, se refiere a estos años como Revolución Bolivariana o proceso revolucionario, a secas, sin anunciar los elementos que caracterizan a dicha revolución, además de encasillar al sistema de gobierno como un modelo, al igual que el PSL.

Como influye mucho en el balance sobre los resultados del 6D, es importante precisar que la situación desarticula el sistema de gobierno imperante desde el año 1999. Por ejemplo, para el PSL “No es un giro a la derecha, ni mucho menos”. Todo lo contrario, el 6D marca un hito, es un ¡retroceso político abismal! que las masas coloquen a la derecha más recalcitrante a dirigir la Asamblea Nacional producto de los motivos que sean. No es moco de pavo no precisar esto, significa darle un voto de confianza a los “niños de pecho” de la MUD y eludir la necesidad de la unidad de todas las luchas para enfrentar esta debacle.

El conjunto de las fuerzas políticas en el poder se desplaza a la derecha e inclusive, desde antes del 6D, han propuesto medidas de ajuste contra el pueblo y los trabajadores. Ni duda cabe que los diputados recién electos elaborarán una política orientada a complacer a los barones del capital, por lo tanto a perjudicar al conjunto de los trabajadores. Ante el aprieto de la situación económica, tienen que presentar un conjunto de medidas apremiantes, por lo tanto, esas medidas no serán fundamentadas en contra del gobierno de Maduro, o en contra del PSUV, habrá sin duda parte de ese show, pero detrás de todo esto será un conjunto de medidas que socorran a los empresarios tradicionales del comercio, la industria y el agro.

Apelar al voto castigo como explicación no necesariamente significa que no tengan puestas ilusiones en la MUD, que los oportunistas no dejarán de aprovechar dando como argumento el beneficio de la duda. Hay que salirles al paso desnudando su confusión, desenredando su madeja y afrontándolos. Muchos detallan el panorama minuciosamente, advirtiendo lo evidente pero dejan deslizar, entre ellos, su propuesta confusa y peligrosa, apartándose del eje de independencia de clase, tal como el PSL y Socialismo Revolucionario exponen en sus balances.

Otro elemento, sin salir de sus “modelos” donde no ven el ajuste que se viene como respuesta a la actual situación catastrófica de la economía, es plantear una alternativa paralela a la MUD exigiendo un conjunto de leyes, estos las harán desde su poder en la AN y aquellos le harán comparsa desde afuera. El PSL, en su balance, propone que la nueva AN las apruebe, apelando más al carácter burgués de la misma que a la movilización de los explotados por conquistarlas. Sus leyes a ser propuestas: una de Reenganche, otra de Amnistía y otra más de Investigación Parlamentaria, además de reformas a otras tantas como las que restringen el derecho a manifestar y a huelga, no su derogación absoluta. Algunas de ellas son simultáneas con las que proponen los nuevos dueños de la AN, la MUD.

Con la ley de Reenganche, el PSL exige el de Chirino y Carvajal a PDVSA. Por la MUD, también a la misma empresa, por supuesto la directiva proimperialista y los gerentes que sí sabotearon a la industria petrolera, decidido esto por los primeros y el presidente de la CTV y del sindicato petrolero FEDEPETROL, junto con el presidente de FEDECAMARAS, en común acuerdo, Carlos Fernández y Carlos Ortega.

Con la ley de Amnistía, entre otros el PSL incluye a “dirigentes políticos detenidos o con medidas cautelares por protestar o manifestar su posición política”. Muy bien, luchamos por Rodney Álvarez pero también por ¿Leopoldo López, promotor de las bandas fascistas y las guarimbas asesinas? Además, pedimos la libertad plena para Rodney, no una amnistía, no es un perdón por alguien que es inocente y lo utilizaron como chivo expiatorio en un amedrentamiento de las banda armadas y de coacción por parte de FERROMINERA.

Y para completar, dentro de la AN, una investigación parlamentaria por una serie de asesinatos y abusos que cometieron autores representados en ambos bandos de la AN. Otra que plantean es una reforma de las leyes que restringen el derecho a manifestar y a huelga, a resolver por los mismos que antes y ahora desde 1959 hasta hoy, han violado esos derechos. Como mascarón de proa, el PSL también plantea una Ley de Aumento General de Salarios ante la flamante Asamblea Nacional.

Recordemos todos que el PSL no tiene representación parlamentaria en la nueva AN como tampoco lo tuvo en la aun vigente. Imaginamos que todas sus propuestas de leyes las harán por intermedio de algún diputado electo, a saber cuál. Resulta de antología que esta vez si las sometan a la AN y no a la que fenece el 4 de enero de 2016, a final de cuentas el procedimiento de proponerlas será el mismo en enero que en la actualidad. Pero aun más curioso es el método para hacerlo, alejado totalmente con los de la independencia política de la clase obrera, la movilización, el paro, la huelga general. El democratismo elevado a su peor exponente, de la pata de lo que quiere la oposición de derecha para medio satisfacer al sector más talibán de su electorado, que ni respeta lo que su partido hermano en Argentina con el Frente de Izquierda y de los Trabajadores plantea:

"Ya que para los socialistas revolucionarios el parlamento es una institución del régimen al servicio de la patronal. El rol de los diputados del FIT tiene que ser el de denunciar centralmente a los gobiernos de turno y a todas las variantes patronales. Junto a llevar la voz de los trabajadores y propagandizar las salidas de fondo para cambiar las bases de esta sociedad capitalista, no deben sembrar ilusiones en que del Congreso pueden salir leyes a favor de los trabajadores. Si bien está por asumir un gobierno como el de Macri, que es otra variante patronal, hay que señalar que va a profundizar el ajuste que ya vino imponiendo el kirchnerismo en estos años. Política que, bajo ningún punto de vista, el Frente de Izquierda puede dejar de señalar, en las luchas y desde sus bancas".

Tomado de una nota de El Socialista, periódico de Izquierda Socialista, partido en Argentina hermano del PSL. Ilustrativa sobre la nueva situación política en Venezuela, y la posición de los socialistas revolucionarios ante el parlamento. Miguel Angel Hernández, Sec. General del PSL, sacó esta cita de sus compañeros argentinos, que es contradictoria con las medidas propuestas por ellos mismos para la actual situación en Venezuela.

Con la cita coincidimos referidos al papel del parlamento, pero es menester aclarar que el FIT Argentino y su bancada parlamentaria, presentan propuestas de leyes muy bien elaboradas y concretas, respaldadas por los trabajadores afectados y con ellos han logrado aprobar algunas de ellas.


jueves, 8 de octubre de 2015

El apretón de manos de Santos y las FARC


El apretón de manos de Santos y las FARC

Con el apretón de manos entre Raúl Castro, el presidente Juan Manuel Santos y 'Timochenko' en La Habana, el proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC ingresó para muchos en una fase "irreversible". Este optimismo está fundado en la gran cantidad de adhesiones cosechadas por los últimos acuerdos: el Vaticano, el Departamento de Estado, la Unión Europea, el castrismo, y el gobierno venezolano (que copatrocina los diálogos). Sólo el partido de Alvaro Uribe expresó su rechazo.

En el contexto de la última gira papal por Cuba y Estados Unidos, se acordó en La Habana la creación de una Jurisdicción Especial para la Paz que contempla penas reducidas para los involucrados en el conflicto. El contenido del acuerdo, sin embargo, ha desatado una fuerte controversia pública entre ambas delegaciones. Hay muchos puntos de esta justicia transicional que no están claros, por ejemplo cómo se designarán los jueces y si dicho tribunal podrá juzgar a ex presidentes (Uribe). Muchos analistas discuten también la pertinencia de amnistías o reducción de penas para la guerrilla, omitiendo la impunidad de la burguesía y de los paramilitares y el ejército, o sea del aparato estatal, en el desplazamiento de millones de personas y en la expropiación de tierras campesinas y crímenes durante el conflicto.

Las FARC deben desarmarse dos meses después de sellado el acuerdo definitivo. La integración de la guerrilla al orden 'democrático' se ha transformado en un objetivo estratégico, como lo resume el punto 10 del reciente acuerdo: "La transformación de las FARC en un movimiento político legal es un objetivo compartido, que contará con todo el apoyo del gobierno en los términos que se acuerden" (El Tiempo, 26/9). En función de este objetivo, los acuerdos previos sobre participación política habían comprometido ya una serie de garantías y circunscripciones territoriales especiales con acceso a la Cámara de Representantes.

Conflicto en el "posconflicto"

Mientras con una mano Santos negocia el acuerdo, con la otra refuerza el aparato militar con apoyo de los Estados Unidos y la Otan. El objetivo son "las amenazas a la seguridad que pasarán a primer plano tras el desarme de las Farc, principalmente los guerrilleros que no se desmovilicen" (Clarín, 26/9). La experiencia de otros procesos de desmovilización demuestra que el desarme puede dilatarse por años, como en el caso de El Salvador. Al mismo tiempo, todavía no se han iniciado las negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). En cualquier caso, el aparato represivo del Plan Colombia permanecerá intacto y uno de sus máximos exponentes seguirá siendo el presidente de la República.

Motores

El avance del proceso de paz ha tenido por motores el alineamiento de una constelación de intereses agrarios, petroleros y mineros, que vislumbraron a partir del acuerdo un desarrollo de importantes negocios en el campo, de un lado, y la apertura cubana, del otro. El enviado estadounidense a las conversaciones de paz, Bernard Aronson, lo postula como un imán para las inversiones, y la directora del FMI, Christine Lagarde, como "las bases (...) para mejorar el clima de negocios" (La Nación, 4/10).

Pero dado que el ciclo de alza de los commodities ha finalizado, podríamos asistir a una 'paz tardía'. El retroceso en sus filas combatientes empujó también a las FARC a sentarse a la mesa de negociaciones, pese a sufrir durante buena parte del proceso la continuidad de los bombardeos y emboscadas del ejército.

Asistimos al final de una lucha armada no revolucionaria, que reemplazó la acción histórica independiente del proletariado por el foquismo y adoptó (desde su programa agrario de 1964) una política de convocatoria a la burguesía nacional que actualmente se expresa en su reivindicación del chavismo. La revolución social exige una fuerza política pegada a la clase obrera y una delimitación implacable del nacionalismo burgués.

Gustavo Montenegro

jueves, 13 de agosto de 2015

¡Es la crisis del capital, estúpido! - Venezuela y el comodity oro


Venezuela y el comodity oro
¡Es la crisis del capital, estúpido!

El oro para Venezuela es de importancia suprema, no porque tengamos una producción nacional que pueda verse afectada por la caída en su precio internacional como se viene observando en todo el año, sino porque es el 70% de las reservas internacionales que refleja el BCV –para el 11/08/2015 se ubicaban en 16.864 millones de dólares luego de haber caído a 15.391 el pasado 23 de julio de los corrientes, según registra la institución.

El valor del oro monetario en las reservas internacionales es tasado semestralmente por el BCV. Toda vez que estamos en el segundo semestre del año, la nueva valorización del oro en las reservas será la que se promedie hasta diciembre de este año. Ante la caída notable del precio del oro, Venezuela registra un valor inflado en las reservas internacionales, en otras palabras, una ficción monetaria como lo es del mismo modo el valor oficial de cambio del bolívar respecto al dólar. Para más detalles sobre la tendencia irreversible en la caída del precio del oro vean el artículo de Guido L. titulado “La resaca más larga del mundo”, publicado también en el blog.

La situación es adicionalmente tenebrosa cuando la propia OPEP registra que Venezuela ha tenido una caída en su producción de petróleo de 141.000 barriles para el segundo trimestre de este año (Petroguía 11/08/2015), y el propio presidente Maduro ha revelado que la cesta petrolera venezolana ha caído a 41 dólares por barril esta semana (Petroguía 12/08/2015). No sólo hay menos ingresos de divisas por la caída en el precio del petróleo sino que adicionalmente hay menos petróleo en oferta por la caída en la producción.

Lo del petróleo ha motivado a Maduro a buscar una reunión extraordinaria de la OPEP que incluya a Rusia, país de envergadura afectado por la caída de los precios, tal como se viene planteando cuando los miembros de la OPEP y el gobierno ruso establecieron un mecanismo de consulta que se bautizó como Diálogo Energético OPEP-Rusia que el pasado 30 de julio tuvo su cuarta reunión. Sin embargo, la reticencia a no convocarla proviene de Arabia Saudita, la que por su parte, y de manera unilateral, ha reducido su producción en 202.700 barriles diarios en julio, demostrando que su política de inundar el mercado con petróleo barato no está dando resultados. Las reservas internacionales de Arabia Saudita han venido cayendo de casi 800.000 millones de dólares hace un año a menos de 680.000 millones en mayo. Para superar la quema de las reservas, Arabia Saudita propone colocar 27.000 millones de dólares en bonos en lo que resta del año, algo de excepcional importancia para el sistema financiero mundial ávido de acumular más capital a fuerza de intereses en medio de la “resaca” (Financial Times, 11/08/2015).

Bloomberg (10/08/2015) ha puesto el dedo en la llaga al asociar la caída de los dos comodities para Venezuela cuando nuestro país, y también PDVSA, deben afrontar pagos de deuda externa de 6.300 millones de dólares en lo que resta del año, y otros 10.800 millones en 2016. Para Bloomberg las expectativas en el precio del oro son nada halagadoras para el 2016 al hacer referencia a un informe de Natixis Commodity Markets Ltd. que estima en 950 dólares la onza de oro para 2016.

¡Ay, la deuda!

Maduro ha sido un pagador serial de deuda tratando de impedir un defol del país durante 2015. A pesar que los analistas financieros internacionales dan por un hecho que esto no ocurra este año, sí lo ven altamente probable en 2016. Pero el pago de deuda externa no es sólo la preocupación de Maduro. La deuda interna que se soporta para poder imprimir más dinero inorgánico por parte del BCV, contraponiendo una mayor liquidez en el mercado interno para paliar el descontrolado aumento en todo el año en los precios de los bienes y servicios que afectan tanto a los consumidores como al propio gobierno, ha llegado a un callejón sin salida ante la demanda de la banca nacional en que le sean satisfechos sus créditos y la lentitud del BCV en hacerlos efectivos. Ni con haber cubierto la meta el SENIAT a mitad de año la recaudación estimada de impuestos para el 2015 hay suficiente para pagar los bolívares demandados por el sistema financiero venezolano. El impasse ha resultado en una suba notable de la tasa overnight que rige las compensaciones intrabancarias y la recomendación de SUDEBAN de limitar el pago en efectivo de cheques hasta por 40.000 bolívares, que en el peor de los casos serán satisfechos con billetes de 20 y 10 bolívares para dejar en manos de la red de cajeros electrónicos los billetes de 100 y 50.

En contrapartida la banca venezolana ha reaccionado contra los usuarios de la red. El retiro de efectivo está siendo limitado a hacerse desde los propios cajeros del banco del usuario que los solicita. Las perspectivas de un corralito están sobre la mesa. La demanda de efectivo se ha incrementado ante la más que palpable evidencia de la depreciación de la moneda y al mantenimiento del cono monetario que tiene como tope el billete de 100. No hace falta que el BCV deje de publicar las cifras de inflación en lo que va del año, su valor es fácilmente medible con lo que retira la gente de un cajero para suplir sus necesidades de efectivo. Si para inicios de año, con un retiro de 600 bolívares bastaba, ahora la norma son 1.800, o tres “golpes” de 600. Eso es una inflación de 300% en 7 meses.

Desde el gobierno toda la economía está volcada en pagar deuda, tanto externa como interna. El usufructo de la renta petrolera por parte de la burguesía se concentra ahora en la financiera mundial y nacional. La industria “nacional”, dependiente de lo que consiga de insumos en el mercado internacional con los dólares baratos que parasita a 6,30 o a 12,80 bolívares porque los mismos dejaron de producirse en el país, se ha tenido que “sacrificar” al estar recibiendo cada vez menos divisas por parte del gobierno de Maduro en aras de salvaguardar los intereses de los capitales financieros en el país. Obviamente el “sacrificio” no lo pagan ellos sino los trabajadores con suspensiones y despidos, precarización y flexibilidad laboral.

Por otro lado, los valores de cambio de bienes y servicios en el mercado hacen florecer la informalidad a niveles de descomposición social con los llamados bachaqueros, que ven el precio de oportunidad de vender por hasta 5 veces los de los productos aun regulados que puedan conseguirse en kilométricas colas en abastos y supermercados tanto de la red privada como pública. Mientras desde el gobierno se criminaliza el bachaqueo lumpen o marginal, incluyendo medidas violatorias al estado de derecho como con los castigos dictados por ciertos alcaldes sin un proceso judicial, los verdaderos parásitos bachaqueros de la gran burguesía nacional y extranjera han vivido con la “revolución bolivariana” las mieles del mercado sin poner un dólar de sus bolsillos, recibiendo dólares baratos en abundancia cuando había, y colocando los precios, con el aval del gobierno en su política de “precios justos”, a valores del paralelo.

Todo lo anterior demuestra que lo de la guerra económica, que el gobierno no se cansa de enarbolar, es un mito. La economía es la política en su mejor expresión, y cuando el capital se resiente ante lo indefectible que es la caída en su tasa de ganancia, la crisis aparece y recrudece con todo el salvataje que el gobierno coloque. La crisis del capital apenas está dándose forma, lo peor está aun por venir.

Necesitamos las divisas del petróleo para incentivar una verdadera producción nacional de partes e insumos, no para pagar la deuda externa. Necesitamos los bolívares disponibles para satisfacer contrataciones colectivas y salarios, no para pagar con ellos a la banca nacional. Un mínimo accionar nacionalista por parte del gobierno debería ser la suspensión inmediata del pago de la deuda, sin embargo tal nacionalismo está lejos de plantearse.

Está en manos de los explotados con la movilización y la lucha forzar al gobierno a que lo haga. Su necesaria independencia política tanto del Estado como del Gobierno es lo esencial para conseguirlo. La meta para ellos debe ser el gobierno de los trabajadores, no conseguirlo pagaremos todos los proletarios aun más la crisis del capital que ya estamos viviendo.

Roberto Yépez
Opción Obrera

13/08/2105

sábado, 28 de febrero de 2015

VENEZUELA: GOLPISMO CRÓNICO


VENEZUELA: GOLPISMO CRÓNICO

Una de las características de la historia de la Venezuela chavista es el estado de golpismo  permanente. Luego de un comienzo ‘neoliberal’, con un ministerio de Economía afín a la línea del FMI, la orientación nacionalista y la fisonomía bonapartista del nuevo gobierno determinaron, en la oposición de derecha, una política que pusiera fin al nuevo régimen en forma anticipada. El golpe cívico-militar de abril de 2002 y el lockout petrolero y empresarial de fines de ese año no fueron excepciones a la norma. La oposición de derecha boicoteó las elecciones y la pelea parlamentaria hasta muy avanzado el gobierno chavista. Incluso cuando corrigió, con la participación electoral, lo que llamó un “error político”, fue duramente criticada por un ala de ella, que la acusó de “legitimar” al gobierno; la tendencia golpista no dejó de estar nunca presente en la oposición, ni cuando aceptó la disputa electoral. La injerencia internacional fue muy manifiesta en el golpe de 2002, cuando intentó armar una “mediación” integrada por seis países. En el sabotaje económico a partir de finales de ese año, los bancos internacionales, sin embargo, en ningún momento dejaron de refinanciar los pagos de la deuda externa. Hasta el día de hoy, el gobierno de Venezuela ha tenido una relación excelente con la banca internacional y con las corporaciones petroleras a las que se encuentra asociada Pdvsa en la cuenca del Orinoco; en el caso del conflicto con Exxon aceptó pagar las indemnizaciones establecidas por las sentencia de la justicia norteamericana.

El chavismo, de todos modos, no se detuvo en los ‘buenos modales’ cuando la oposición se plegó, tardíamente, a la pelea electoral: luego de las parlamentarias de 2011 intervino todas las administraciones económicas bajo soberanía provincial o municipal, lo que dejó a las autoridades electas por la oposición con un poder ceremonial. El golpismo opositor fue reemplazado, en el escenario político, por el golpismo oficial. La tendencia golpista y contragolpista del proceso político alcanzó a las fuerzas armadas, con el pasaje a la oposición del general Baduel, nada menos que el hombre que desbarató el golpe de 2002 y repuso a Chávez en el gobierno. Como consecuencia de estos acontecimientos, Chávez convirtió a la fuerza armada venezolana en un custodio político del régimen y en una barrera extra constitucional a cualquier oposición política. Finalmente, cuando la oposición cuestionó la legitimidad de las elecciones que Hugo Chávez (Nota de Opción Obrera: por error se menciona a Chavez cuando en realidad se trata de Nicolás Maduro) había ganado a Henrique Capriles por un margen mínimo, el oficialismo respondió con la prohibición del uso de la palabra a los diputados que no rechazaran en forma pública ese cuestionamiento, y recientemente con su expulsión de la Asamblea Nacional. Ni en el golpe de 2002, ni en el lockout masivo de 2002/3, el gobierno chavista recurrió a la movilización popular; mucho menos a la ocupación de las empresas saboteadoras o al armamento del pueblo. En el golpe de abril de 2002, la resistencia popular surgió de abajo y fue despedida por Chávez con la recomendación ‘clásica’ de replegarse de “casa al trabajo”. En el sabotaje petrolero, hubo una movilización de petroleros clasistas en varias refinerías, que aseguraron de este modo su funcionamiento.

Obama
Chávez había construido un régimen plebiscitario secundado por las fuerzas armadas. Con Maduro la base plebiscitaria se va pulverizando como consecuencia del desbarajuste económico, el arbitraje político pasa a las fuerzas armadas y el gobierno aparece con dos o más cabezas. La crisis de conjunto del régimen chavista precipita la nueva onda golpista, que se inicia a principios de 2014 y que divide a la oposición. El término golpista (o putchista) es completamente adecuado, pues convoca a acciones de calle con el propósito declarado de derrocar al gobierno. Pasa a una lucha extra legal, que denomina “la salida”, en oposición a la lucha legal que sigue planteando el sector mayoritario de la coalición opositora. No tiene un carácter revolucionario sino restauracionista – o sea que es reaccionaria por su liderazgo y programa. Pero es un golpismo minoritario, cuya única posibilidad de triunfo, como ocurrió en 1955 en Argentina, reside en una defección política y militar al interior del chavismo. Tiene razón Maduro cuando sitúa como usinas de ese golpismo minoritario a Miami y Colombia, pues sus fogoneros son la derecha republicana y el uribismo colombiano. Pero es precisamente por esta razón que este golpismo está condenado al fracaso, ya que el imperialismo y la mayor parte de los estados latinoamericanos tienen todo apostado al éxito del desarme de las Farc de Colombia, un operativo que cuenta con el apoyo insustituible de Venezuela y de Cuba. Lo último que quisiera el gobierno de Obama es una victoria de este putchismo; entre Maduro y Leopoldo López, para decirlo en términos contundentes, Obama ‘se queda’ con Maduro. La preocupación de Estados Unidos es que la descomunal bancarrota económica de Venezuela produzca un cambio político hostil a las negociaciones del gobierno de Colombia con las Farc.

El gobierno de Venezuela acaba de imputar al intendente de Caracas, que pertenece al ala putchista, por intento de golpe con militares en retiro y en actividad. El relato describe acciones temerarias y criminales de características desesperadas, que los implicados sin embargo niegan y el gobierno aún no ha probado materialmente. Enseguida, sin embargo, la oposición de derecha se unificó en una posición de participación en las elecciones parlamentarias de este año.  La insistencia, incluso por parte de los putchistas de la oposición, en calificar como constitucional el reclamo que circunscribe a una renuncia de Maduro, deja entrever que especula con una definición al interior del chavismo que desplace a Maduro, que es objeto de críticas reiteradas desde las filas del PSUV, por parte de la derecha pero en especial de la izquierda, ante la catástrofe económica que no cesa de agravarse. Si la oposición obtuviera mayoría parlamentaria, sería inevitable una renuncia de Maduro o la disolución de la nueva Asamblea Nacional, que debería contar con respaldo militar. La alternativa a esta opción sería la formación de un gobierno transitorio de unidad nacional, cuyo antecedente se manifestó el año pasado cuando se estableció una “mesa de paz”, bajo la mediación internacional y del Vaticano.

‘Boliburguesía’
La represión desatada por el gobierno contra las ‘guarimbas’ (provocaciones callejeras) de la oposición no apunta a desbaratar un golpe que aún no cuenta con el apoyo del imperialismo ni de la corriente principal de la oposición derechista. En medio del desabastecimiento y una cuasi hiperinflación que destruye las condiciones de vida de las masas, es una advertencia contra cualquier intento de enfrentar al gobierno por el lado de los reclamos populares. El gobierno denuncia una “guerra económica” de las patronales, sin advertir que la base objetiva para esa guerra es la desorganización económica impuesta por el gobierno y que gran parte de ella tiene como protagonista a su propia “boliburguesía”. Es lo que ha denunciado Jorge Giordani, ministro de Economía con Chávez. El chavismo ha pagado a precios de oro las nacionalizaciones, que hoy vegetan como consecuencia del saqueo que les ha impuesto la burocracia estatal. La nacionalización del monopolio de las comunicaciones, Verizon, se hizo a precios de Bolsa, varias veces arriba de su valor real; la de Sidor dejó en manos del Estado todos los pasivos ocultos del grupo Techint. Han producido un desangre del Estado y hoy son responsables del desabastecimiento y de la suba de las importaciones. Se han financiado importaciones con la emisión de deuda pública, que rápidamente fue convertida en deuda externa El sistema cambiario ha sido una fuente de acumulación financiera descomunal, alentada por el Estado. Las autorizaciones a importar, a 6.50 bolívares, son desviadas al mercado negro, que cotiza hoy a 175 bolívares. Para desbaratar este sabotaje económico, el ala izquierda del Psuv reclama la nacionalización del comercio exterior, o sea la abolición del comercio privado de importación y el control obrero de la industria nacionalizada - pero esto es incompatible con un gobierno entrelazado con la acumulación capitalista. La izquierda del Psuv fustiga el “capitalismo de estado”, pero no percibe que su superación está condicionada a la existencia de una clase obrera independiente que dispute el poder a los “capitalistas de estado”.

Independencia
En esta coyuntura de crisis extrema, sería simplemente suicida el seguidismo al chavismo, que recurre a las amenazas de golpe de la derecha para que la clase obrera siga soldada al carro bolivariano. Ha bastado la caída del precio del petróleo para que “el socialismo del siglo XXI” perdiera su base rentista de sustentación. Esto mismo ha comenzado a golpear a los gobiernos bolivarianos de Bolivia y Ecuador, y al gobierno ‘trabajador’ de Brasil. Para que los trabajadores puedan derrotar un golpe de estado de derecha, lo que hoy está en la agenda es la conquista de su independencia política. Cuando la represión estatal que se despliega contra la derecha, quede agotada por el descalabro económico, el mismo régimen que denuncia un golpe acabará estableciendo un compromiso con la oposición derechista.

Es urgente la convocatoria a construir un partido obrero independiente en Venezuela.

Jorge Altamira
Referente del Partido Obrero
Sección argentina de la CRCI

lunes, 5 de mayo de 2014

RAMIREZ TORRES Y EL PLAN DE SEDICIÓN - El show debe continuar


El show debe continuar
RAMIREZ TORRES Y EL PLAN DE SEDICIÓN

Un plan de sedición de la ultraderecha en lo absoluto se puede dejar pasar.

¿Y qué hace el gobierno? Puro discurso, aunque tiene su objetivo.

¿Qué hacemos nosotros los trabajadores?

La crisis económica en el país es de mucha envergadura, los despidos masivos y las suspensiones sin pago de salario es lo que viven hoy en carne propia los trabajadores luego de los acuerdos del gobierno con FEDECAMARAS.

Los aumentos en los precios a la cesta alimentaria siguen en ascenso y las tarifas del agua y el transporte ya se han comido los menos de 1.000 bolívares de aumento al salario mínimo para esperar en julio la de la factura eléctrica y un poco más allá el aumento al precio de la gasolina que para Maduro en forma desvergonzada no es un aumento sino una “adaptación”. O sea, una “adaptación” que nos despojará más del bolsillo de lo que ya han venido quitando los capitalistas con la crisis por ellos creada y que pretenden, junto al gobierno, que seamos nosotros los que paguemos estoicamente sus costos.

En Carabobo los trabajadores han dado unos pequeños pasos, para responder ante la crisis. Dos días de actividades,  el 30 de abril, una jornada simultánea, apoyada por más de 30 sindicatos, denunciando en las cuatro inspectorías del trabajo del estado (dos en Valencia, una en Guacara y la otra en Puerto Cabello) las gestiones anti-obreras de los funcionarios del trabajo, sobre todo a favor de los despidos y las suspensiones de actividades sin goce de salarios. Luego, el 1ro de mayo, marcharon por su salida, con sus consignas para que la crisis la paguen los capitalistas. Demuestra esto que hay que organizarse y unirse con base a propuestas de lucha propias a nivel nacional.



Ramírez Torres plantea más circo ante la falta de pan, que es lo que se observa de todo esto, para tapar el ajuste económico a los trabajadores y al pueblo llano con los acuerdos del gobierno y FEDECAMARAS, circo que no le da salida a la crisis política ni dándole concesiones favorables a la MUD, así los denuncie en forma pública mientras todo sigue igual o empeora. Maduro, por su parte, no dejó de hacer su parte en este melodrama barato que incluyó lágrimas en vivo al dirigirse a los trabajadores el 1° de mayo: “Estoy seguro que el pueblo decretaría una huelga general y se iría a la insurrección cívico militar”, señaló. Puro efectismo desde el alto gobierno pero el ajuste a los trabajadores va a troche y moche para salvarse ellos y también los capitalistas de la crisis.

La salida la tenemos que forjar los trabajadores con alternativas de lucha, con independencia política como clase obrera por nuestro propio gobierno, el gobierno de los trabajadores, el único capaz de impedir  la sedición de la derecha fascista y de la burguesía y a la vez que obligue a pagar a los capitalistas por la crisis que han creado.

Si la clase obrera no responde ante la crisis, la derecha se apoderará del descontento popular.