Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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viernes, 26 de agosto de 2011

Pronostican una nueva recesión en Europa y en EE UU.

Prensa Opción Obrera No. 21 Junio - Julio - Agosto 2011

Lo dicen ellos:
Pronostican una nueva recesión en Europa y en EE UU. 
Los gurúes, del capital financiero,  hasta los más optimistas, coinciden en que están  en el peor momento desde 2008.

Se confirma el análisis del marxismo: el colapso del capitalismo es la consecuencia de la bancarrota mundial del capital.

“En EE UU el panorama es aún peor que en Europa”.

La primera economía mundial ha crecido en los últimos seis meses apenas un 0,8% en términos interanuales, un ritmo insuficiente para crear empleo. El consumo sigue sin remontar y la producción industrial está estancada. La tasa de paro, que lleva 30 meses por encima del 8%, está en el 9,1%. El semanario The Economist cifra en un 50% las probabilidades de que EE UU entre en zona negativa (recesión) en los próximos seis meses. Otros más optimistas  hablan de posibilidades de recesión en 2012 y peor aún en 2013.


Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York, advierte que las autoridades, tanto políticas como monetarias, se han quedado sin munición para combatir la crisis. Los tipos de interés están en niveles históricamente bajos (cerca del 0% en EE UU y en 1,5% en la zona euro). Los países capitalistas más avanzados están extraordinariamente endeudados y bajo las órdenes de los dueños del capital, recortan gastos y aplazan inversiones, por lo que es imposible reanimar la actividad. Los bancos no prestan dinero porque ellos mismos no tienen cómo reciclar sus deudas. Muy castigadas por la falta de préstamos y la debilidad en las ventas, las empresas recortan plantillas y rebajan sus expectativas de beneficios. A los endeudados, la clase media y los trabajadores, agobiados por las hipotecas y alertas ante la posibilidad de perder su empleo –si no lo han perdido ya–, se les achica el límite del consumo.

La crisis, sobre todo el enriquecimiento artificioso debido a transacciones meramente especulativas, dispararon los desequilibrios fiscales de EE UU desde el 2009, año de la recesión. Debido al desfase entre ingresos y gastos, el Estado aceleró su endeudamiento, que hoy es mucho mayor que su PIB. Ahora que su economía indica que volverá a caer próximamente en saldo negativo, la deuda estadounidense será catalogada por sus mismos controles de peor calidad. El desempleo continúa, tocó un máximo del 10% en octubre de 2010 y ahora se sitúa en el 9,1% de la población activa (hay 25,1 millones de estadounidense para los que la recesión no ha terminado).

Para financiarse, JP Morgan calcula que un aumento de siete décimas en los intereses (hipótesis máxima que considera esta firma), el coste adicional alcanzaría los 100.000 millones de dólares. Además, la confianza de los acreedores disminuye y, por tanto, crecen las dificultades de financiación para la principal potencia explotadora y opresora del mundo. Entre los afectados están también los bancos del país, que verán también degradada su posición mientras el dólar se debilita. Esto repercute hasta en China, este país tiene reservas en divisas extranjeras donde 2,1 billones están representados en dólares. De esta parte, 1,2 billones de dólares están en invertidos en deuda del tesoro yanqui.

Respecto a la crisis de la vivienda, las cosas han ido a peor en los últimos dos meses. Los precios están al nivel de 2002 y no tocan fondo tras cuatro años de desplome. En zonas de Arizona, California, Florida y Nevada, o ciudades como Detroit, los precios cayeron un 50%. Hay 11 millones de propietarios (28,4%) con hipotecas superiores al precio de sus propiedades. En este contexto, los bancos prefieren dejar las casas embargadas fuera del mercado, con lo que se acumulan dos millones de inmuebles en la sombra. Por eso, ahora hasta se ve en diarios venezolanos, ofertas de  vivienda en Florida pagando en bolívares. Para dar dimensión al desplome, el valor de las propiedades inmobiliarias de las familias cayó de 13,5 billones de dólares en 2006 a 5,3 billones en 2009, según la Reserva Federal.

Hay un vínculo directo entre vivienda y paro que alimenta la espiral. Cada vez más personas mayores de 65 años siguen trabajando porque sus viviendas perdieron valor. Eso significa que los jóvenes tienen menos oportunidades de empleo y por consiguiente, la imposibilidad de comprar una vivienda.

El acuerdo entre los buitres del congreso norteamericano contempla recortes por valor de 2,1 billones de dólares en una década. El efecto económico a corto plazo se espera, no hay posibilidad de un nuevo programa de estímulos al crecimiento y al empleo. El ajuste estimaba apretar más en el 2013, pero aparece mucho más inmediato.

¿Cómo siguen sus colegas?

Japón, tras dos décadas perdidas el segundo mayor propietario de deuda estadounidense, vende activos denominados en dólares porque está luchando para contener el alza del yen, que se encuentra cerca de su valor récord respecto a la moneda americana; su intervención en los mercados de divisas intenta depreciar el yen para poder ser competitivo.

Reino Unido es el tercer inversor del mundo en deuda de EE UU tras China y Japón. Tiene invertidos 346.500 millones de dólares, seis veces lo que tiene Alemania (61.000 millones). Aunque Reino Unido no forma parte del euro, si sus bancos y sus empresas se vieran afectadas por el deterioro de la solvencia de EE UU, el impacto en Europa será grande. En una economía global, profundamente interconectada, la tendencia acaba por llegar a todos.

La Eurozona a los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal, la situación indica que España está siendo superada, esto no significa que este mejorando para necesitar un rescate, por Italia cuya prima de riesgo superó a la española. Italia pone más nerviosos a los inversores por la pesada carga de su deuda –que supera el 120% de su PIB–, bastante imposible que pueda cumplir con los planes de consolidación fiscal.

La marcha de los mercados de valores tampoco augura nada bueno. El Dow Jones, principal indicador de la Bolsa de Nueva York, ha caído casi un 10% en un mes; la segunda semana de Agosto ha sido la peor para las Bolsas europeas desde el primer rescate a Grecia, en mayo de 2010.

Las apuestas contra la deuda soberana han afectado a Bélgica y a Francia, con fuertes subidas en el diferencial con el bono alemán. Bélgica, con fuerte deuda pública del 97% de su PIB, se anota en la lista y FRANCIA, la segunda mayor economía de Europa, sería la siguiente. Su principal problema es que su banca es la más expuesta a la deuda griega (40.000 millones de euros, un 38,5% del total) y a la italiana (293.500 millones). Su propia deuda pública es, además, elevada: equivale al 81,7% del PIB.

Atención a Venezuela, y su blindaje de papel, entre las repercusiones en la recaída de la actividad económica está el declive del precio del petróleo. El crudo Brent ha bajado un 10% en dos semanas, hasta los 108 dólares por barril, y para el momento de escribir esta nota, se encontraba por debajo de los 100 dólares.

Sólo ganando en sus luchas, lo que pasa por su organización con autonomía frente a gobiernos e independencia de clase frente a quienes los explotan, es que los trabajadores pueden salir airosos de este huracán. La respuesta pasa por superar las direcciones traidoras: las centrales sindicales y los partidos conciliadores con la burguesía.

Ahora también se confirma el programa de los trotskistas. Debido a la crisis de la dirección del proletariado, hoy más que nunca se requiere levantar la organización internacional de la clase obrera: La IV Internacional.

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