Prensa Opción Obrera 19 - Marzo 2011
Una autobiografía que pudiera ser también una historia del PCV.
3 hitos en la historia del PCV. A propósito de su 80avo. aniversario
Comentario sucinto sobre el libro “Mi Línea No Cambia, Es Hasta La Muerte” de Jesús Faría, editado por la Contraloría General de la República Bolivariana de Venezuela 2010.
Sin duda la mejor parte del libro es la narración sobre la Venezuela de comienzos de siglo y la situación de la clase obrera petrolera de la década del 30 del siglo pasado, la vida, las condiciones de trabajo, la resistencia ante los atropellos de los patronos y la colaboración del gobierno de Gómez con las trasnacionales, sus incipientes formas de organización gremial, sus luchas y la solidaridad de las comunidades.
Este breve comentario a un libro de más de 300 páginas, lo ajustamos a unas pocas líneas referidas a acontecimientos sucedidos alrededor de los años 36, a raíz de la muerte de Gomez, 45, antes del golpe de estado a Medina, y 59, con la caída de Pérez Jiménez, donde sucedieron fuertes jornadas de lucha, huelgas, elecciones, creaciones de federaciones sindicales, golpes e insurrección contra una dictadura militar. El PCV en estos tres hitos jugó un papel fundamental que permitió el recambio burgués a costa de la clase obrera.
Una dura lucha que nace ya con el mal congénito de la Internacional estalinista apoyando a los sectores capitalistas aliados en contra del fascismo. El reformismo adeco sacó el provecho.
El PCV, como intento de construir la dirección de la clase obrera, se fundo en el año 31, tras 4 años de actividad en dura lucha contra la dictadura de Gómez era la vanguardia del proletariado petrolero. Muerto Gomez a fines de 1935, suceden las jornadas de Febrero. Con la restitución del congreso gomecista, para diciembre de 1936 el PCV se lanza a una huelga petrolera. Tras 45 penosos días de combate el comité de huelga propuso volver al trabajo bajo los términos del decreto presidencial (pág. 79), luego vino la represión.
Un congreso de trabajadores con un representante de los patronos como orador en el acto de instalación.
En Marzo de 1944 se llevó a cabo un “Congreso Nacional de Trabajadores”. En el acto de instalación “tomaron la palabra Andrés Eloy Blanco, el ministro del trabajo y comunicaciones, el Doctor Julio Diez, el dirigente zapatero de AD Ramón Quijada y yo, como presidente del congreso”, luego sesionó en el teatro Nacional. Debido a una denuncia de los adecos, el gobierno clausuró y procedió a ilegalizar a 3 centrales sindicales y más de 90 sindicatos dirigidos por los Pcvistas, aún así el PCV continuó apoyando a Medina, a pesar de todavía no tener legalidad permitida por el mismo gobierno (pág. 122 y 141).
Apoyó al gobierno de transición para salvar el estado burgués y participar luego en las elecciones presentando a un militar como su candidato a presidente.
Desde 1957, el PCV promociona y crea La Junta Patriótica junto a adecos y copeyanos. “El programa de la junta patriótica fue reducido al mínimo para que el frente se ampliara al máximo”. Caído Pérez Jiménez, el PCV apoya electoralmente a un militar, participa y asienta el llamado a la paz laboral con el fin de evitar romper el equilibrio del gobierno de transición o provisional. Pese a su exclusión del gobierno justificó su creación (pág. 206 a 213).
Faría, siempre presentó a Fuenmayor y a Eduardo Machado como los liquidadores del PCV al elaborar las líneas de la dirección, pero no dice quiénes y por qué los elegían. Faría, si bien reconoce en algunos párrafos todos esos fracasos, los exculpa siempre pronunciándolos como errores, personalizando las situaciones con el fin de ubicar el fallo en la persona y no en la política del partido.
Lo que retrata mejor a estas sucesivas crisis del PCV, donde lo peor de su dirección saca la mejor parte, Faria lo dice para Septiembre de 1970: “Ante la grave situación interna del partido, en el XIX pleno del CC presenté mis proposiciones… 5. Aplazar la reunión del IV Congreso, hasta tanto no puedan participar todas las regiones… [pero la perla está en la siguiente] 6. Autorizar al Buró Político para enviar a otros países en misiones especiales por un período no mayor de 4 meses a los dirigentes y funcionarios del PCV que obstaculicen la buena marcha del partido”. (Pág. 274).
Ahora el PCV, luego de 80 años sigue “rodilla en tierra” tras su líder el comandante presidente.
José Capitán
martes, 29 de marzo de 2011
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