Prensa Opción Obrera 19 - Marzo 2011
La importancia de la revolución en Libia
Antes que nada hay que estar claros que lo que ocurre en los países del norte de África son revoluciones y no simples revueltas. Revoluciones que comenzaron en Túnez para continuar en Egipto y luego en Libia. Hoy el reguero de ellas se extiende a Bahrein, Marruecos, Argelia, Yemen, Siria, Arabia Saudita y alcanzará más temprano que tarde Líbano, Palestina y la propia Israel. Que no sean revoluciones dirigidas por el proletariado de esos países no les niega su carácter transformador del poder político imperante, todos ellos abiertamente a favor del imperialismo en sus distintas facetas a contramano de sus “nacionalismos” pan-arábicos, así como afectados por la bancarrota del capital mundial que eleva los precios de los alimentos que en su gran mayoría deben importar de las metrópolis mientras el desempleo, en particular en sus poblaciones más jóvenes, alcanza niveles alarmantes.
El hecho que el imperialismo tanto yanqui como europeo intervenga, indica que no permitirán que los pueblos y naciones asuman de manera autónoma sus propios gobiernos derrocando auto proclamados emperadores en espera de dejar el poder a sus hijos herederos.
La izquierda nacionalista se encuentra en un callejón sin salida. Alentaron las revoluciones de Túnez y Egipto pero cuando vieron la que le hacían los libios a Ghaddafi cambiaron el discurso para decir que eran simples revueltas alentadas por el imperio. Incapaces de comprender el abrazo mortal del coronel con aquel en la última década debían apoyarse en el nacionalismo desgastado del libro verde de hace 40 años para ir en su defensa. Antes que permitir una revolución se concrete en Libia, en nombre de la supervivencia de los no-alineados terminan defendiendo la permanencia del imperialismo con los ya concretados acuerdos que les deja sus recursos naturales y materias primas a cambio de una renta que sustente el poder político de los tiranos y dictadores del Maghreb africano.
Para salir del callejón anuncian que el imperio va por el petróleo borrando de su memoria que ya estaba en sus manos. El imperialismo no va a Libia a apoderarse de lo que ya es de ellos, va a defender lo que Ghaddafi, metiéndose su nacionalismo en el bolsillo, ya les había cedido. Y debe hacerlo para evitar que la revolución libia se los arrebate con todo y que Ghaddafi masacre la población mediante mercenarios, tanques y aviación. Es por eso que interviene militarmente ante el estorbo que le significa ahora el agotamiento del coronel.
Adicionalmente el imperialismo busca desviar el proceso revolucionario ante el peligro de contagiar algún país europeo producto de la crisis económica por la bancarrota del capital, con la agudización de la quiebra de Grecia, Irlanda y la continuidad en Portugal.
Defender por omisión, o no reconocer los crímenes de Ghaddafi, sus socios y herederos ante el avance revolucionario de las masas libias, ubica en el campo contrarrevolucionario a quienes lo asumen.
Apoyar al gobierno libio de Mohanmar Ghaddafi; silenciar sus crímenes contra el pueblo libio, en particular la matanza de 1.200 presos de la cárcel de Abul Salim el 29 de Junio de 1996 por reclamar ser juzgados y por mejoras en la cárcel; las prisiones, torturas y asesinatos de inmigrantes africanos que buscan llegar a Europa; los negocios que tienen con los capitales italianos, británicos y de otros países, es ubicarse en la trinchera capitalista y hacerle el juego al imperialismo europeo. Esta actitud no tiene nada que ver con denunciar la intervención imperialista para frenar la revolución al asociarse con los sectores reformistas de recambio.
Convocar a la movilización en todos los países, por el fin de la intervención imperial en Libia es lo que nos corresponde por ahora desde Venezuela, lo cual en lo absoluto indica cualquier solidaridad con el dictador. Por el contrario, la solidaridad debe ir hacia los miles de libios que buscan con su propia autodeterminación como pueblos la salida de Ghaddafi, de la misma forma como tunecinos y egipcios tratan de dar el vuelco a sus revoluciones intervenidas por el imperialismo.
SOLIDARIDAD CON LAS REVOLUCIONES ÁRABES EN EL NORTE DE ÁFRICA Y EL MEDIO ORIENTE.
FUERA LAS FUERZAS MILITARES IMPERIALISTAS DE LIBIA.
FUERA GHADDAFI Y SUS HEREDEROS DEL GOBIERNO LIBIO.
QUE SE CONVOQUE A UNA INMENSA MOVILIZACIÓN PARA EXIGIR LA SUSPENSIÓN DEL ASEDIO Y LA INTERVENCIÓN IMPERIALISTA EN LIBIA ASÍ COMO PARA INVOCAR EL DERECHO DEL PUEBLO LIBIO A SU LIBRE AUTODETERMINACIÓN.
martes, 29 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
CHORROS DE INFELICES hp MUERANSE YA & DEJEN DE JODERNOS LA VIDA CN EL CABRON DE GADAFFI POR CULPA DEL PENDEJO ESE TENEMOS QE ASER UN ENSAYO YA NOS TIENEN ABORRECIOS A TODOS MUERANSEEEEEEEEE:@@@@@
ResponderEliminar