Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


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jueves, 13 de diciembre de 2012

Hugo Chávez


Hugo Chávez

Las autoridades políticas de Venezuela están llamando “a prepararse para lo peor”. En distintos puntos de ese país se reúnen colectivos sociales para rezar por la salud de Hugo Chávez. La muerte de Chávez sería un golpe moral para los millones de venezolanos cuyas vidas cambiaron como consecuencia de la acción social de Chávez, así como también para los que han vivido la experiencia bolivariana como una reivindicación simbólica de los oprimidos.

La desaparición física de Chávez sería un golpe fatal para el liderazgo chavista. Chávez no sólo ha gozado de una autoridad personal, sino que lo ha distinguido por sobre todo el ejercicio del poder personal. Salvo una ultra minoría de la vieja izquierda, como el ex vicepresidente José Vicente Rangel, el grupo dirigente bolivariano se caracteriza más como una corte que como un equipo de cuadros. El núcleo duro de la dirección viene del nacionalismo militar, el Movimiento Revolucionario Bolivariano, no de la izquierda. A la sombra del chavismo se ha enriquecido la llamada ‘boliburguesía’, insertada en el presupuesto de PDVSA. El chavismo no puso fin a la condición rentista del capitalismo venezolano, sólo alteró la ruta de esa renta, la cual antes alimentaba a la banca internacional y luego fue orientada al asistencialismo social. En ausencia de una industrialización vigorosa, el asistencialismo se agota por una ausencia de base económica y de desarrollo social. La modificación del hábitat de las masas es imposible sin el desarrollo de las fuerzas productivas. La salida de Chávez coloca al régimen venezolano ante la disyuntiva de convertirse en militar o co-gobernar parlamentariamente con la oposición. El corresponsal de La Nación en Caracas ha dado cuenta de conversaciones entre ambos bandos e incluso de una acentuación de la división entre los opositores, en cuyas filas milita con fuerza un sector golpista con apoyo de los republicanos norteamericanos. Los planes de Chávez de vaciar al régimen constitucional vigente –esto mediante una transferencia de funciones de gobierno de los estados y municipios a las comunas populares– ya eran ficticios o inviables bajo su liderazgo y no podrían sobrevivir en su ausencia.

Al nacionalismo latinoamericano, la desaparición de Chávez lo dejaría sin referencia; el ‘socialismo del siglo XXI’ operó como un sustituto minusválido de la Revolución Cubana. Para la totalidad de los gobiernos latinoamericanos de la nueva hornada, su ausencia será una excelente oportunidad para sacarse la carga que representaba para ellos el radicalismo del chavismo y su abierto desplante a la diplomacia norteamericana y occidental en general. ¡Cuántas veces Kirchner y Lula manifestaron su fastidio por las ‘transgresiones’ del chavismo! Esto no les impidió hacer negocios excelentes, incluso en el plano de las camarillas gobernantes respectivas. Un buen trabajo de ocultamiento mantiene en el olvido la posición ambigua del gobierno Lula en ocasión del sabotaje petrolero de 2002/3, cuando propuso la mediación de un “grupo de países amigos” con representación paritaria de los enemigos del chavismo. En la base de América Latina, el bolivarianismo no hundió raíces y languidece sin prisa ni pausa. El agotamiento del nacionalismo pequeño burgués, de distintas características, está agotado desde mucho antes de que ocurriera el drama del caudillo venezolano. La reorientación de las relaciones entre el bolivarianismo venezolano y la derecha financiera de Colombia, que se plasma con más fuerza con el inicio de las conversaciones de paz con las Farc, son una expresión de la vasta operación internacional emprendida por el gobierno norteamericano para contener dentro de límites precisos la impronta chavista. Los choques seguirán, inevitablemente, porque el imperialismo yanqui no ha renunciado a recuperar el control del oro negro de Venezuela.

Ningún socialista ha dejado de asociarse al dolor de las masas cuando pierden a sus grandes caudillos, pero ello no los ha apartado nunca de continuar con la crítica severa que sirva para apartarlos del callejón sin salida del nacionalismo, que en las naciones oprimidas aparece como un antimperialismo –casi siempre verborrágico. Los caudillos nacionalistas se sirven del influjo que ejercen en las masas, no para abrir una ruta de autoemancipación, sino para someterlas a la regimentación del Estado, como factor de presión frente algunos intereses capitalistas foráneos. Una parte de la prensa ha hecho circular la versión de que estaríamos ante una ‘mise en scène’, para dramatizar las elecciones regionales que tendrán lugar el próximo domingo.

Cuando la amenaza de una desaparición física de Chávez está dando lugar a planteos políticos de toda especie, queremos dejar clara la caracterización de la persona, el movimiento y la situación concreta que hacemos desde el Partido Obrero.

Jorge Altamira

5 comentarios:

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  3. Notificamos que hemos decidido suprimir los dos comentarios a este artículo porque en realidad replican otro del columnista Andrés Oppenheimer de la gusanera mediática cubana, El Nuevo Herald de Miami.

    Para nuestros lectores del blog, y con mayor insistencia a quienes quieran contribuir con sus comentarios a los distintos aportes por nosotros realizados, les ratificamos que cualquier alternativa de salida a la crisis de la humanidad pasa por el gobierno de los trabajadores y la dictadura del proletariado a contramano de la dictadura de la burguesía y sus monopolios internacionales que conciben la democracia como el derecho de tales minorías sociales a sojuzgar a las grandes mayorías explotadas y oprimidas.

    Quien quiera leer la cloaca de la gusanera batistiana en Miami sabe muy bien cómo conseguirla, pero desde este blog en ningún caso sea como enlace o la reproducción a sus artículos de la "prensa libre del imperialismo yanqui".

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  4. Hubiera estado bueno que no los hayan sacado. Si son de la gusanera se delatan por si mismos y en todo caso de esta manera eliminaron la opcion del debate... una pregunta ¿ de que lado están?

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    1. Si estás interesado en leer a Oppenheimer la web de El Nuevo Herald de Miami lo tiene a su entera disposición.

      Nos pregunta usted "¿de que lado están?", muy simple: del lado de los explotados y de los que poco o nada tienen.

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