La patota chavista de la construcción Muralla Roja, emula a los cabilleros adecos de la cuarta república
El pasado 18 de Mayo, José Luis Morocoima, secretario general de SUTRALUMINA de CVG Bauxilum (planta procesadora de bauxita para transformarla en alúmina que es la base para producir aluminio en Ciudad Guayana, estado Bolívar), fue atacado con ensañamiento por una patota de más de 100 afiliados al sindicato de la construcción SINATRACOM mejor conocida como MURALLA ROJA y liderada por Andrés Escalona.
Morocoima fue golpeado con la cacha de una pistola y luego recibió un disparo cuando intentaba, junto a trabajadores de esa empresa, tomar el portón que da hacia el polideportivo para exigir al patrono respuestas a las demandas sobre el contrato colectivo vencido, la evidente falta de inversión a la planta por parte del gobierno al ser ésta una empresa del Estado, y el pago de los pasivos laborales pendientes.
Testigos presentes aseveraron que fue el consultor jurídico de la empresa quien identificó a Morocoima para que la patota actuara. Previamente la patota de la Muralla Roja había roto las ventanas de la sede del sindicato con las mismas armas de fuego que utilizarían luego, en su búsqueda por las órdenes emanadas por quien la lidera, Andrés Escalona.
El fascista dirigente sindical de la construcción habría comentado luego del acto barbárico de su cohorte, al amenazar al también directivo sindical de SUTRALUMINA, José García, delante de la Guardia Nacional y de la Policía, que ante el accionar de la patota se retiraron: “Si no lo mato hoy, lo mato mañana”.
El sábado 21 de Mayo, el accionar de la patota de Andrés Escalona repitió sus procederes pero esta vez con el apoyo del PSUV regional, algunos integrantes manipulados de consejos comunales y el “control obrero”. Con un saldo de 8 trabajadores heridos, uno de ellos con la mandíbula destrozada, fueron destomados los portones en lo que calificó el presidente de Venalum, elegido según “control obrero”, José China: “Aquí hubo una marcha pacífica... no tenemos esa información de que ese tipo de hecho –las agresiones– haya sucedido... aquí están los trabajadores que tomamos el acceso a nuestros portones y nuestra empresa”.
Escalona sería más elocuente: “... terminar con el secuestro –de los portones– que tiene José Luis Morocoima. Esto fue una toma con música, Calipso... La marcha fue un triunfo de la comunidad que ha imperado hoy, un triunfo del PSUV para que la empresa sea productiva y competitiva”.
Mientras a Rubén González se le metía en cárcel por un año y 7 meses al liderar una huelga por reclamar la aplicación del contrato colectivo aprobado por el propio Chavez y no acatado por el presidente de CVG Ferrominera, a Jorge Alejandro Martínez Escalona y Luis Ricardo Alcocer González, hijo y sobrino de Andrés Escalona, ambos de 22 años de edad, quedaron imputados por el delito contra el dirigente de SUTRALUMINA con el detalle que a los dos implicados se les aplicó de inmediato medida sustitutiva de libertad con presentación cada 15 días por esa misma justicia bolivariana. Al jefe de la patota cabillera roja rojita de Muralla Roja, Andrés Escalona, en lo absoluto se le investiga ni imputa de algún cargo. Este exabrupto demuestra la intención de esa justicia a quién escoge para criminalizarlo por la protesta laboral y a quien se le aplica la ordinaria con libertad bajo presentación.
Los trabajadores de las empresas del aluminio de Ciudad Guayana han paralizado sus actividades por reclamos laborales y por la engañifa del control obrero impuesto desde arriba por el ejecutivo nacional. Pasivos laborales pendientes de pago, contrataciones colectivas vencidas y sin plazo para su discusión, el descalabro operativo de las distintas plantas ante la ausencia de inversión por parte del propio Estado, denuncias de corrupción hacia los nombrados por el ejecutivo nacional en el “control obrero” hace un año, la falta de mantenimiento por ausencia de repuestos que obliga a la canibalización de equipos para hacer funcionar los que están en mejores condiciones operativas, y corruptelas en la adquisición de insumos y bienes, son sólo un largo etcétera de pedimentos que no es capaz de resolver el ministerio de industrias básicas y minería, MIBAM.
Las fuerzas de choque de los desempleados de la construcción de Andrés Escalona y su Muralla Roja son usadas para acallar la protesta obrera por sus derechos violentados por el patrono público como hacían los cabilleros adecos en la cuarta república. Los trabajadores del aluminio en Guayana deben salirle al frente para evitar que el miedo y el terror les arrebaten su capacidad de movilización y sus métodos de lucha que son los propios de la clase obrera como el paro, la toma de portones y la huelga.
Ya no es suficiente criminalizar las luchas obreras con las imputaciones y el encausamiento judicial. Para profundizar la regimentación del movimiento obrero de Guayana ahora es necesaria la presencia de los cabilleros chavistas y sus bandas armadas.
JUICIO Y CASTIGO A LOS AUTORES MATERIALES E INTELECTUALES DE LA MURALLA ROJA QUE ATENTARON CON LA VIDA DE UN DIRIGENTE SINDICAL
FUERA LA PATOTA CABILLERA Y ROJO ROJITA DE MURALLA ROJA DE LOS PORTONES DE LAS EMPRESAS DEL ALUMINIO.
FUERA LA PATOTA CABILLERA Y ROJO ROJITA DE MURALLA ROJA DE LOS PORTONES DE LAS EMPRESAS DEL ALUMINIO.
R.Y.
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