jueves, 19 de julio de 2012
Gane quien gane las elecciones no pararán el fascismo
Prensa Opción Obrera 23 Julio - Agosto 2012
Editorial
Gane quien gane las elecciones no pararán el fascismo
El peligro de que gobierne una derecha fascista sólo lo anula un gobierno de los trabajadores.
A los poderosos por su capital les importa que se mantenga el orden de explotación como Dios manda. De acuerdo a como está el rebaño puede ser democráticamente o por la vía represiva. La clase gobernante a veces mantiene su poder realizando elecciones y otras veces en dictadura.
La “derecha pensante internacional”, los grandes capitales financieros e industriales dominadores del mundo, tiene servidores acá en el país, saben cuanta ganancia pueden obtener de acá. Ellos saben que un gobierno nacionalista como el chavismo es transitorio y está vinculado con la incapacidad congénita de los militares de controlar permanentemente a las masas a sus intensiones “democráticas” de acatar sus órdenes.
Ahora la inmensa mayoría del país tiene la vista puesta en el 7 de Octubre, las elecciones presidenciales. Si gana la MUD se deberá al fracaso del gobierno en responder a las necesidades primarias de las mayorías, y si no gana será porque los trabajadores y las comunidades todavía tienen ilusiones en que el gobierno les va a solucionar sus problemas.
El problema es quién se beneficia mientras se continúa llevando a la ruina al país.
¿Quién salva al capitalismo? Será el gobierno que tendremos luego del 7O, la posibilidad del fascismo ante una situación crítica puede venir de cualquiera de los dos bandos: el chavismo desde sus posiciones de gobierno o sus opositores escuálidos en la MUD. No hay ninguna lucha por el socialismo por parte del PSUV y del gobierno, las misiones son las migajas que se les da a las masas para que sigan las mismas estructuras parasitarias del Estado. Si se hace una inversión efectiva para producir lo que requerimos no necesitaremos de misiones, como tampoco reproducir el capital con nuestro trabajo.
Al gobierno bolivariano la crisis mundial sólo le preocupa cuando se trata de seguir repartiendo la renta petrolera que en sus ¾ partes se la siguen llevando la burguesía y los capitalistas. El capital mundial se encuentra en bancarrota para sus dueños imperiales y nuestro país no escapa a su vorágine cuando se observa la tendencia a la caída en los precios del petróleo y éste sigue siendo nuestra única fuente de ingresos. Mientras para los trabajadores el salario es cada vez menos, los patronos privados y públicos, con el apoyo de Inspectorías y el Ministerio del Trabajo, se niegan a que las contrataciones colectivas lo mejoren o restringen, o eliminan el derecho a huelga. Es allí donde el reformismo del nacionalismo chavista, aún usando mucha palabrería “socialista”, se demuestra y no dudará en hacer uso del fascismo para contrarrestar las movilizaciones de los explotados por impedir que sean ellos los que paguen los costos de la crisis.
El gobierno bolivariano aún tiene posibilidades de control pero está jugando con fuego con los trabajadores de las empresas del Estado cuando se movilizan reclamando sus derechos.
Para derrotar al reformismo y su decadencia hay que construir un auténtico Frente de Izquierda cuyo objetivo sea enlazar las luchas de los trabajadores con los requerimientos del país. Esa es la primera piedra en la edificación del socialismo.
José Capitán
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