Nuevo Contrato Colectivo en PDVSA - !!!ASÍ, ASÍ, ASÍ, ASÍ ES QUE SE GOBIERNA¡¡¡ ... a favor de los patronos

Prensa Opción Obrera 23 Julio - Agosto 2012

Contrato Colectivo Petrolero. En PDVSA con los trabajadores
!!!ASÍ, ASÍ, ASÍ, ASÍ ES QUE SE GOBIERNA¡¡¡ ... a favor de los patronos

Nuevamente se demuestra que las empresas del Estado se fundamentan en el capitalismo más feroz que cualquiera se pueda imaginar. Para PDVSA, que como empresa de renombre en FORTUNE 500 pasó del puesto 64 en 2010 al 36 en 2011 por su alto volumen en utilidad neta, cuando se trata de sus trabajadores el robo descarado de la plusvalía es el norte. Las notas de prensa que informan de la aprobación por Chavez del contrato colectivo petrolero con un incremento de común acuerdo entre el ejecutivo nacional junto a los burócratas sindicales fue de apenas 30,00 bolívares diarios a la firma y de 10,00 bolívares a partir del segundo año.

En el contrato colectivo firmado en el 2009, donde no hubo reconocimiento retroactivo del aumento firmado por los también burócratas sindicales de la FUTPV por todo el lapso de tiempo en que la misma estuvo vencida, se fijó un incremento de 25,00 a la firma (al 21/01/2010) y 10,00 al segundo año de vigencia (al 01/01/2011). Nadie aclara aún si el flamante aumento de 30,00 bolívares, como en la contratación colectiva pasada, tendrá efecto retroactivo por los 8 meses de vencida la misma, menos si de lo que tanto se hablaba en todos los centros de trabajo de los petroleros, el enmarcarse sus cálculos de antigüedad y prestaciones sociales en la novísima LOTTT, se habrían perdido, lo que no pudieron quitarles cuando Caldera II en 1997 con la LOT cuando eran los únicos trabajadores del país que en su contrato colectivo las tenían garantizadas retroactivamente a razón del último salario.

Lo que no dirá Wills Rangel, haciendo de tripas corazón con lo aprobado en común acuerdo él con el patrono y a espaldas de las bases de los trabajadores, es que la contratación colectiva pasada nunca fue homologada lo que permitió que el patrono público hiciera con las cláusulas lo que mejor le dio la gana, esto es, no reconocerlas ante los trabajadores amparados quienes por cierto durante su vigencia no eran la mayoría porque la contratación, en particular para los trabajos de preparación de pozos como para los que fueron transferidos de las contratistas nacionalizadas, como nómina mayor los excluía de los derechos que el contrato colectivo plantea.

Si el patrono público y sus burócratas sindicales piensan que con ese "flamante" aumento calman las expectativas de los trabajadores petroleros, mejor que se vayan bajando de la nube en que flotan. Es absurdo que los trabajadores petroleros con su nuevo salario diario de 109 bolívares, con una fuerte ayuda de los burócratas sindicales de la FUTPV, ganen menos que los de CORPOELEC que con su contrato vencido (desde julio del año pasado) tienen un salario básico promedio de 133,00 bolívares, o los de SIDOR, también vencido desde 2010, uno de 132,00 bolívares. Si el nuevo salario de explotación de los trabajadores petroleros se compara con empresas privadas, como las automotrices, la diferencia es aún más abrupta: Mitsubishi tiene un salario básico promedio de 166,00; Chevrolet de 174,00; Chrysler de 176,00; y Ford de 210,00 bolívares. Tanto en Mitsubishi como en Chrysler hay direcciones clasistas en sus sindicatos que con la lucha han logrado las mejoras salariales hasta 2013 (Mitsubishi) o de seguro lo lograrán (Chrysler donde el contrato colectivo está por discutirse). Si vamos a extremos, el obrero de la construcción devenga 96,95 bolívares diarios desde el 01/05/2012.

¿En dónde queda la inflación que liquidó el valor del salario? Imaginamos que en las páginas del BCV y sus notas de prensa porque en el "flamante" incremento salarial brilló por su ausencia. La inflación acumulada entre el 01/10/2009 (momento en que venció la anterior contratación colectiva) y el 13/07/2012 supera con creces el 100% que comparado con el incremento salarial de 38% resulta escandaloso pues los devaluados salarios de los trabajadores apenas recuperan un poco más de 1/3 de todo lo perdido. Para alguien que se promociona de "socialista" de la boca para afuera, con el capitalismo sabe sacar muy bien las cuentas.

La empresa 36 de FORTUNE 500, PDVSA, en el "socialismo" bolivariano cumple su mejor papel capitalista. Los motivos  del nuevo contrato colectivo, luego de 9 meses vencido, están en la bancarrota mundial del capital que ha ido tirando los precios del barril petrolero venezolano de más de 110 dólares a menos de 90. El patrono público ha aprovechado el momento para decirles, o toman lo que les ofrezco, o se esperan más tiempo para ofrecerles menos si el precio sigue cayendo. Para los burócratas sindicales "socialistas" el chantaje patronal los arropa y de seguro se harán los olvidadizos de cuando el precio del barril petrolero llegó a 7 dólares y el contrato colectivo petrolero era lo máximo de todos los contratos que se discutían en el país.

De seguro alguien nos reclamará que los petroleros siguen siendo privilegiados porque tienen una TEA de 2.100 bolívares, aumentada a 2.700 con la firma del contrato. Para quien sepa lo que significa el salario y  las remuneraciones que no lo son, es absurdo sentirse feliz con el  pago por su trabajo en cesta tickets y no con un salario digno. Como colofón, a valor presente la TEA hoy no equivale al valor del comisariato de otros tiempos.

La mejor demostración que estamos bajo los efectos de la bancarrota mundial del capital es que los trabajadores petroleros, los que debieran ser la niña de los ojos porque el 95% de las divisas que necesitamos provienen de lo que ellos producen, están pagando los costos de la crisis que otros crearon.

Esto nos recuerda una consigna que acostumbramos escuchar cuando el gobierno bolivariano actúa como se espera que lo haga aunque ahora lo traigamos con la mayor de las ironías posibles: !!!ASÍ, ASÍ, ASÍ, ASÍ ES QUE SE GOBIERNA¡¡¡ ... a favor de los patronos. De algo estamos  seguro, esa será la forma como la dirán los trabajadores petroleros de base de aquí en adelante.

Roberto Yépez