EDWARD SNOWDEN
Y EL AVIÓN DE EVO
El
avión presidencial de Evo Morales retenido en el aeropuerto de Viena –secuestrado
allí durante 12 horas para comprobar si no viajaba en él Edward Snowden, el
“topo” de la CIA que develó un entramado de espionaje internacional del
gobierno norteamericano– muestra que Washington y sus aliados europeos –aunque
ellos mismos eran espiados– no conocen límites a la hora de defender el Estado
policial en que han transformado al mundo.
Francia,
Italia y Portugal, en violación abierta a la legislación internacional en la
materia, le negaron al avión del presidente boliviano autorización para
sobrevolar su espacio aéreo y lo obligaron a descender en Viena, donde las
autoridades comprobaron que Snowden no estaba a bordo. Ese avión, obviamente,
tiene inmunidad diplomática, lo cual fue limpiamente ignorado por los gobiernos
europeos. Un atropello de extraordinaria gravedad, que señala el
encarnizamiento con el cual el imperialismo persigue a este hombre, como ya se
viera en los casos de Julian Assange y del soldado Bradley Manning.
Como
se sabe (ver
PO Nº 1.274), Snowden, un ex operador informático de la CIA, reveló que
su país ha organizado un sistema de espionaje de redes sociales y correos
electrónicos privados, del cual son víctimas, tanto los ciudadanos de los
Estados Unidos como los de cualquier otro país, e incluso gobiernos
extranjeros. Un Gran Hermano internacional organizado por el aparato de
inteligencia norteamericano.
Por
otra parte, Snowden, con sus cuatro laptops y un cúmulo de información cuyo
valor no puede conocerse, se ha transformado en un fierro al rojo para los
“antiimperialistas” latinoamericanos. El ex espía pidió asilo político, entre
otros, a Cuba, Ecuador, Venezuela, Brasil, Nicaragua y Bolivia. Todos dicen que
sí pero, por el momento, esquivan el bulto. Rusia, en cambio, fue más directa:
condicionó el asilo a que Snowden permaneciera en silencio, cosa a la que aquél
se negó.
“Hay una tendencia pragmática” en esos
países, dice Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, de
Washington (La Nación, 3/7). “A pesar de
sus posiciones –añade– al mismo
tiempo buscan acercarse a los Estados Unidos. Hay varios temas importantes en
juego y, en general, no quieren correr el riesgo de tener un enfrentamiento
real con Washington”.
Por
su parte, CFK despotricó contra la retención del avión de Morales en Viena,
pero no mencionó a Snowden. En cambio, recordó que en la guerra por las
Malvinas los Estados Unidos “estuvieron
con el enemigo”, como si ella misma no mantuviera tropas invasoras en Haití
por cuenta del gobierno norteamericano.
Corresponde
exigir la inmediata libertad del soldado Manning y el derecho de asilo para
Assange y Snowden, perseguidos por quienes pretenden transformar al mundo en un
gigantesco panóptico.
A. G.
NOTA ADICIONAL DE OPCIÓN OBRERA:
¿Y DEL ASILO POLÍTICO A JULIÁN CONRADO QUÉ?
La abierta defensa al tema del asilo político con el caso de Snowden por parte del presidente venezolano Nicolás Maduro contrasta abiertamente con la hipocresía gubernamental demostrada con la solicitud, por el mismo motivo, presentada por el cantor de las FARC, Julián Conrado, secuestrado durante casi un año por los cuerpos de seguridad del Estado hasta que fue denunciado públicamente su sitio de reclusión. Para estas fechas Julián Conrado continúa detenido en una habitación bajo custodia en el Hospital Militar en Caracas donde es atendido por su precaria condición de salud desde hace unos meses atrás y que fuese su motivo para ingresar al país hace dos años para resultar secuestrado por una comisión conjunta de los servicios de inteligencia del país y de Colombia.
El interés de Maduro por el asilo político a Snowden es "virtual" pues pudo haber convenido con Putin, en su reciente visita a Rusia, el traslado del ex de la CIA en un vehículo de la embajada venezolana desde el aeropuerto donde se encuentra "en tránsito" hasta esta embajada o la de alguna otra, como la de Ecuador, que también estarían de acuerdo en otorgarle la condición de asilado político pero ponen como condición que esté de cuerpo presente en alguna de las sedes diplomáticas de esos países en Rusia.
Los intercambios comerciales de Maduro con el mundo resultan más fuertes que la ideología que se pregona. Las inversiones rusas en el gas de Paria y el petróleo de la Faja del Orinoco representan el poder político y económico del capital, algo tan necesario para reflotar la atribulada economía venezolana cuando los fondos de la factura petrolera de PDVSA no alcanzan para todas las expectativas de la burguesía del país y para sostener el "Estado de Bienestar Social" impulsado por Chavez cuando la economía venezolana se mantenía boyante y los efectos de la bancarrota mundial del capital aún no se notaban con vehemencia como ahora.
Es la misma situación cuando Maduro estuvo reunido con Hollande y en lo absoluto se planteara una salida política respecto a la indefensión judicial de Ilich Ramirez en una cárcel de máxima seguridad en Francia al ser sometido a juicio y para nada contar con el apoyo del Estado venezolano con uno de sus connacionales para enfrentar los cargos a que la justicia francesa lo somete pero que para nada considera la forma en cómo fue secuestrado ilegalmente en Sudán y llevado a la fuerza al país galo. Los acuerdos de Maduro con Hollande pasaron por si Francia dará por fin el visto bueno para la instalación de una planta de ensamblaje de vehículos de la Renault en Venezuela, adquiriendo el Estado venezolano en el ínterin 4 aviones de la golpeada por la crisis mundial capitalista empresa Airbus.
El "antiimperialismo" que pregona el gobierno bolivariano es el de la conveniencia ante los favores que en último caso y con sus condiciones los Estados imperialistas terminen planteando. Julián Conrado e Ilich Ramirez son dos casos donde es mejor no decir nada para que las relaciones diplomáticas con Colombia y Francia no resulten afectadas.
LIBERTAD INMEDIATA A JULIAN CONRADO Y GARANTÍA DE ASILO POLÍTICO EN VENEZUELA
POR LA REPATRIACIÓN DE ILICH RAMIREZ A VENEZUELA
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Declaración de
Edward Snowden en Moscú
Hace
una semana me fui de Hong Kong después de que quedó claro que mi libertad y mi
seguridad estaban amenazadas por revelar la verdad. Mi libertad continúa debido
a los esfuerzos de los nuevos y viejos amigos, familiares y otras personas que
nunca he conocido y probablemente nunca conoceré. Confié en ellos con mi vida y
me devolvieron esa confianza con una fe en mí que siempre estaré agradecido.
El
jueves, el presidente Obama declaró ante el mundo que no iba a permitir ningún
“teje y maneje” (tironeo) diplomático sobre mi caso. Sin embargo, ahora se ha
informado que después de haber prometido no hacerlo, el Presidente ordenó a su
vicepresidente presionar a los dirigentes de las naciones a las cuales he
solicitado protección para que nieguen mis peticiones de asilo.
Este
tipo de engaño de un líder mundial no es justicia, como tampoco lo es la pena
extralegal del exilio. Estas son las viejas y burdas herramientas de la
agresión política. Su propósito es asustar, no a mí, sino a los que quieren venir
tras de mí.
Durante
décadas, los Estados Unidos de América han sido uno de los más fuertes
defensores del derecho humano de solicitud de asilo. Lamentablemente, este
derecho, diseñado y votado por los Estados Unidos en el artículo 14 de la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre, está siendo ahora rechazado
por el actual gobierno de mi país.
La
administración Obama ha adoptado la estrategia de utilizar la ciudadanía como
un arma. Aunque yo no estoy condenado a nada, se ha revocado unilateralmente mi
pasaporte, dejándome como un apátrida. Sin ningún tipo de orden judicial, la
administración pretende ahora impedirme ejercer un derecho fundamental. Un
derecho que pertenece a todos. El derecho a solicitar asilo.
Finalmente,
la administración de Obama no tiene temor de los denunciantes como yo, como
Bradley Manning o Thomas Drake. Somos dejados apátridas, somos encarcelados, o
sin posibilidades de poder. No, la administración de Obama tiene miedo de
ustedes. Tiene miedo de una sociedad informada, de un público enojado que exija
al gobierno constitucional lo que se le prometió –y que debería ser.
Sigo
indoblegable en mis convicciones e impresionado por los esfuerzos realizados
por tanta gente.
Edward Joseph
Snowden
1º de julio de
2013
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