LA TOMA DE LA INSPECTORIA DE VALENCIA, UNA EXPERIENCIA A SER REPETIDA POR LOS TRABAJADORES MAS TEMPRANO QUE TARDE

A pesar de los burócratas sindicales, el ministerio del trabajo, el estamento militar y los oportunistas.
LA TOMA DE LA INSPECTORIA DE VALENCIA, UNA EXPERIENCIA A SER REPETIDA POR LOS TRABAJADORES MAS TEMPRANO QUE TARDE

Los trabajadores organizados en sus sindicatos asociados bajo la Federación Unitaria de Sindicatos Bolivarianos del Estado Carabobo, FUSBEC, mantuvimos la toma de la Inspectoría del Trabajo en Valencia durante 9 días entre el miércoles 3 y el jueves 11 de marzo de 2010. La toma obedecía al maltrato con que los funcionarios de esa inspectoría venían tratando a los trabajadores o a sus representantes sindicales. Antes de ser tomada por los trabajadores de FUSBEC, la inspectoría ya estaba tomada por los funcionarios nombrados en sus cargos por la propia Ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, ya que no atendían para nada a los trabajadores y por el contrario sí a los patronos que están despidiendo entre 40 y 50 trabajadores por día en la ciudad industrial de Valencia. Nadie hizo algo por aplicar la “institucionalidad” durante ese tiempo, ni la ministra, ni la coordinadora regional, ni la burocracia sindical ni las corrientes sindicales ni  sus organizaciones partidarias. Tampoco obviamente lo hizo el ahora regimentador del movimiento obrero, el general Clíver Alcalá y sus asesores laborales militares.



La toma de la inspectoría de Valencia fue una acción que tomó de sorpresa a todos los burócratas sindicales que hacen vida con  los funcionarios de alto rango de la propia inspectoría o en el Ministerio del Trabajo en Caracas, y al comandante del Core 2, general Clíver Alcalá. Todos éstos, con sus maneras y formas, intentaron que los trabajadores de FUSBEC genuinos representantes de la clase obrera venezolana, suspendiéramos la acción. La experiencia vivida por los trabajadores de FUSBEC (que afilia a mas de 50 sindicatos del estado y con una nómina estimada en más de 10.000 afiliados) puede ser calificada de exitosa, inclusive si resultamos conminados por la Guardia Nacional, con su consabida demostración de fuerza con su parafernalia militar y represora, a permitir que los funcionarios de la inspectoría ingresaran a sus oficinas para seguir haciendo ahora éstos la toma que ya hacían cuando los trabajadores decidieron intervenir.

Muchos representantes de diferentes tendencias sindicales mostraron sus convenientes caras para terminar aceptando la imposición de la Guardia Nacional, mientras en público decían una cosa y en privado otra. Los trabajadores de FUSBEC nos vimos obligados por la fuerza militar a suspender la toma, pero también lo hicimos por el aislamiento que las otras tendencias sindicales y partidos políticos, en aras de conseguir un acuerdo por encima de las bases de los trabajadores, como siempre, ellos se oponen al accionar autónomo de la clase. La solidaridad que pudieron haber expresado no se concretó en soporte para conseguir un mínimo de exigencias que sí hicimos los trabajadores de FUSBEC, quizás confiados, exigiendo contraloría e inteligencia social y la aplicación de las tres “R”.

Hitos importantes a tener en cuenta durante los 9 días que duró la toma.

1. El miércoles 3 de marzo ya la propia Ministra del Trabajo estaba enterada por los propios trabajadores de FUSBEC de la toma que estaban realizando. La ministra no diría ni pío.
2. El jueves 4 de marzo la corriente sindical Alfredo Maneiro que dirige en Carabobo Luz Coromoto Chacón, por boca de Horacio Silva, denuncia a FUSBEC por la toma e informa que a partir del lunes siguiente procederán a destomar la inspectoría con los trabajadores de la Refinería El Palito si no ha suspendida hasta ese momento. El accionar esquirol de la gente de Coromoto es necesario si quieren mantener las prebendas que obtienen por el beneplácito del propio inspector y sus funcionarios. La burocracia sindical se niega a perder sus privilegios convenidos.
3. El viernes 5 de marzo en asamblea durante la toma, Marea, Ismael Hernández, y el PCV, Douglas Gómez, se pronuncian a favor de la misma. En otra reunión en la sede del PCV relativa a la reorganización de la URT, los convocados presentes: Marea, SINAFUM, Sindicato de Obreros Educacionales, INPSASEL, y la corriente sindical Cruz Villegas, también manifiestan su apoyo.
4. Durante esos tres días, entre el miércoles y el viernes, trabajadores de base de FUSBEC se hacen presentes en la toma. Numerosos trabajadores hacen guardia frente a las instalaciones tomadas por FUSBEC durante el día en esos tres días. Los propios trabajadores de la inspectoría les expresan sus simpatías. Cantidades de trabajadores que se presentan a buscar consejo y reclamo de igual modo los alientan a continuar y no desfallecer hasta que resulte en un cambio positivo para todos ellos.
5. El lunes 8 de marzo, Marea por boca de Ismael Hernandez, informa que se tiene previsto una reunión en la sede del INCE el día martes con la Coordinadora Regional del Trabajo, Maria Teresa Prieto, para discutir sobre la toma. Los esquiroles de Horacio Silva no se presentan. La pelota se la pasa Coromoto al Ministerio del Trabajo en vista que sus amenazas no hacen efecto. Marea se ofrece como intermediario. Siempre hay algo por donde resulte hacer las cosas de manera conveniente.
6. El martes 9 de marzo, en la reunión con la Coordinadora Regional del Trabajo, María Teresa Prieto, lo que ésta informa no son salidas a favor de los reclamos de los trabajadores. Por el contrario, resultan ser mayores presiones para que los trabajadores de FUSBEC suspendan la toma pues si no procederán a inhibirse de todas las solicitudes que FUSBEC tiene pendiente. “Inhibirse” no significa sino con plena intensión y clara alevosía un chantaje en tono de conciliación. La Coordinadora trae las instrucciones de la propia Ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, “no se discute nada con la inspectoría tomada”, de igual forma como tampoco lo hace con cualquier fábrica que sea tomada por los trabajadores. Pero algunas perlas se le escapan pues está al tanto de la situación irregular de funcionamiento de la otra inspectoría de Valencia en la Michelena, mostrando asombro por no haber sido esa la que escogieran a tomar y se exigiera la renuncia de su inspectora por parte de FUSBEC, ya que ésta funciona peor que la “Pipo Arteaga”.
7. Ese mismo martes 9 de marzo, en horas de la tarde, se reúnen Marea (Cristian Pereira), CCURA (Barreto y Alexis Polanco), la corriente Alfredo Maneiro (Luz Coromoto Chacón y Horacio Silva), el Frente de Masas y el Frente de Trabajadores del PSUV (Davalillo y Domingo), los inspectores del trabajo y la coordinadora regional, sin invitar ex profeso a FUSBEC y más bien conminar a dos de sus representantes que se presentaron de improviso a salir. El acuerdo es general entre todos sin distinción, la toma “debe” ser suspendida en aras de la conciliación pero sin ofrecer nada a cambio. La corriente sindical Cruz Villegas no fue invitada a la reunión.
8. El miércoles 10 de marzo presidido por Sixto Rodriguez del PCV y diputado regional, se reúnen todas las fuerzas políticas y sindicales en el CLEC para discutir la toma. Los compañeros de FUSBEC se esfuerzan por desmontar todos los alegatos que concluyen a suspender la toma. Están casi solos cuando la corriente Cruz Villegas del PCV parcialmente los apoyan mientras Sixto Rodriguez habla de defender la institucionalidad a la vez que apoya la propuesta de FUSBEC. Coromoto suelta ante todos que está al tanto que Marea no apoya continuar la toma. Los trabajadores de su tendencia sindical sin embargo, asientan en sus gestos el apoyo sentimental hacia los planteos de los de FUSBEC.
9. En esa asamblea en el CLEC, con la idea de ofrecer más conciliación para que la toma se suspenda, Sixto Rodriguez (PCV) anuncia que una comisión procedente del MPPTRAB intentará mediar entre las partes. Esa comisión nunca aparece. Los de FUSBEC sienten que han dado una dura batalla en las palabras y han demostrado todo el derecho que les asiste a los trabajadores al haber tomado la inspectoría. El oportunismo de las tendencias sindicales y políticas, con la excepción de la Cruz Villegas y el PCV, de mostrar una cara en público para mostrar en privado otra, demuestra que el burocratismo en nada resulta cuando los trabajadores están claros con la experiencia que están viviendo. Mientras los de FUSBEC confiados en la fuerza de los trabajadores regresan a la toma, la gente de Coromoto se va a informar al CORE 2 de los resultados en la asamblea del CLEC. Éste, que se ha mantenido al margen pero al tanto de todo, pronto mostrará que su experiencia militar es la que funciona ante los reclamos de los trabajadores en vista que ni la institucionalidad ministerial ni el oportunismo de las tendencias sindicales burocratizadas han logrado hacerles torcer el brazo a los compañeros de FUSBEC.
10. Ese mismo miércoles 10 de marzo, el Grupo de Antiextorsión y Secuestros, GAES, con funcionarios vestidos de civil y en vehículos sin identificación, se presentan en la toma exigiendo la presencia “voluntaria” de Julio Polanco a la sede del Core 2, en caso contrario de igual modo será llevado pero con los “ganchos” (esposas) en sus muñecas. Julio Polanco, reconocido dirigente de FUSBEC durante la toma, se pregunta por la ausencia de fiscales del ministerio público u orden escrita para su entrega “voluntaria”. La respuesta de los militares de civil de la Guardia Nacional Bolivariana y Socialista es sencilla: “Te tenemos un seguimiento desde que sales de tu casa, y si hubiéramos querido haberte detenido antes ya lo habríamos hecho, así que olvídate de los fiscales del ministerio público”.
11. En la sede del Core 2, un “coronel” se encarga de abrirle un expediente a Julio Polanco. Durante 2 horas estará sujeto al amedrentamiento que infunde la bota militar cuando son los encargados de aplicar la “justicia”. Los derechos humanos no se respetan aunque no es maltratado físicamente. No hay abogado o fiscal que intervenga debido a su aceptación “voluntaria” de concurrir. El coronel le informa que será imputado por cargos pero no todavía “mientras hablamos antes”, que está siendo vigilado desde la toma al igual que los otros compañeros involucrados, que el general (Clíver Alcalá) está “arrecho por el proceder anárquico en la toma de la inspectoría”, que “a los sindicalistas les tenemos un seguimiento” y en particular “sabemos de algunos que son unos corruptos” refiriéndose en concreto a Padrón en CANTV y a Alfonso Brito, un asesor laboral (que podrán serlo, aclaramos nosotros, pero no es la justicia militar la encargada de administrar la justicia de los civiles). Es un interrogatorio de una sola vía, el “coronel” pregunta, el trabajador responde. Influir bajo presión de la evidente fuerza militar para que se entregue y abandone a los trabajadores en sus reivindicaciones es el objetivo. Julio Polanco se mantiene incólume. Luego de más de dos horas de interrogatorios que violan los derechos civiles de cualquier ciudadano es “liberado”, no sin antes informarle que “la Guardia Nacional abrirá las puertas de la inspectoría”.
12. El jueves 11 de marzo la Guardia Nacional, a la mejor usanza de anteriores tiempos, despliega sus soldados para abrir la inspectoría. Los compañeros de la FUSBEC, que hasta el momento sólo han contado con sus propias fuerzas, deben ceder ante la fuerza militar para evitar la represión. Se apartan y realizan una asamblea que desnuda el accionar complaciente de las tendencias sindicales y partidos políticos para que nada cambie mientras desde la institucionalidad del Ministerio del Trabajo y la Coordinación Regional del Trabajo se mantienen las amenazas de “inhibirse” de todos los reclamos que se tienen introducidos mientras la ineficacia en la atención a los trabajadores se mantiene. Oferta de algo a favor de los trabajadores en ninguna parte se menciona. El “trabajo” necesario debe ser hecho por la fuerza militar en este caso ya que la policía está en manos de la derecha, la del Pollo Salas Feo.
13. Ese mismo jueves 11 de marzo los dirigentes de la FUSBEC son convocados a la sede de la Brigada Blindada a solicitud del General Clíver Alcalá, comandante de la Brigada Blindada y de la Guarnición del Estado Carabobo. En ella, se discute en su nombre a través de su “asesor laboral”, el coronel Gustavo Romero, lo de la toma. Lo que le habían dicho a Julio Polanco en la tarde y noche del miércoles, ese jueves a mediodía se repite: “ustedes tomaron las vías de hecho”, “la ley no los ampara”, “han victimizado al inspector”, “Clíver está muy arrecho con todos ustedes”. Lo obvio resulta a todos los ojos. La paz laboral en Carabobo pasa por Clíver Alcalá y sus instancias “laborales” antes que las propias del Estado como son su Ministerio del Trabajo y las inspectorías bajo su dependencia. Según el “asesor laboral” del general Clíver Alcalá, él tiene las puertas abiertas para que los trabajadores le traigan sus problemas porque también él tiene la plena intensión de solucionarlos. Los métodos de la clase obrera ya no se justifican porque él también propugna el “socialismo”. Claro, eso mismo se les dice a los patronos que sin chistar le exponen sus problemas con los trabajadores. Clíver Alcalá se coloca por tanto por encima de la lucha de clases, con su evidente bonapartismo tratará de darles a unos y a otros lo que asuma corresponderles mientras defiende la conciliación entre ellas. Él está ahí mandatado para eso, importan muy poco las instituciones civiles, eso sí, que los trabajadores no intenten las vías de hecho porque Clíver procederá con las de derecho, la acción represiva militar, a nombre del “socialismo”. FUSBEC, sin embargo, deja en claro que los métodos de la clase obrera se respetan, planteando que cuando las vías del derecho se agotan la clase usará las de hecho.

La experiencia vivida por los trabajadores, más que una derrota temporal al ceder ante la fuerza militar y sus claras intenciones de intimidación y amedrentamiento, se revierte más bien a favor de ellos que permanecen con sus fuerzas intactas luego de 9 días de toma. Las máscaras de muchos se cayeron pues demostraron que fue muy poco lo que hicieron para brindarle solidaridad efectiva a los trabajadores de la FUSBEC que pusieron todo de sí para hacer públicas la denuncia de que las inspectorías del trabajo de Carabobo lo que hacen es colocarse del lado de los patronos al ignorar los reclamos de los trabajadores y sus representantes sindicales.

En consecuencia, los militantes verdaderos del PSUV que activamos en el movimiento obrero carabobeño asumimos que el partido se encuentra entrampado por la ausencia de una política hacia los trabajadores que responda a la crisis económica que se manifiesta en las salidas devaluatorias del salario de los trabajadores y en el incremento acordado por el gobierno bolivariano de los precios regulados o no de la cesta básica alimentaria. Tampoco hace algo por los despidos que diariamente se realizan en la zona industrial. Son los militantes de base quienes nos movilizamos por esto aunque en principio lo hayamos expresado en la ineficiencia de la institución encargada de dirimir los reclamos que hacen los trabajadores. Una lucha va ligada a la otra. El salario con que cobran la fuerza de trabajo, que es lo único que pueden vender los trabajadores, resulta cada vez menor, mientras los patronos mantienen o hasta incrementan su tasa de ganancia y siguen robando la plusvalía que los que aún tienen trabajo les producen. Una política de los trabajadores debe unir por tanto ambas reivindicaciones para atraer hacia la FUSBEC los sindicatos clasistas luchando por mejores condiciones laborales y salariales y la defensa del trabajo frente a sus patronos, y a la par exigiendo al Presidente Chavez un aumento general de sueldos y salarios mientras en su autonomía frente a las imposiciones gubernamentales y militares también lo hacen por el adecentamiento de las instituciones que deben velar por los derechos y reclamos de los trabajadores frente a los desmanes de los patronos. Los trabajadores de la FUSBEC mantenemos en alto las banderas de la clase obrera carabobeña para alcanzar  el socialismo, sin burócratas, con autonomía e independencia  de clase  frente a los patronos capitalistas y  las imposiciones oficiales que perjudiquen a los  trabajadores

Tal como lo señalábamos antes, el oportunismo de algunas corrientes sindicales mostró la indiferencia ante la autonomía manifestada por los trabajadores de la FUSBEC. En función de la conciliación descarada intentaron salvarse mostrando una solidaridad en las palabras que no se concretó en los hechos, mientras una corriente sindical, la Alfredo Maneiro de Luz Coromoto Chacón, defendía las imposiciones burocráticas emanadas desde el Ministerio del Trabajo al avalar la “inhibición” de los reclamos laborales que reposan en las gavetas de la inspectoría “Pipo Arteaga”.

La presencia amedrentadora e intimidante de la Brigada Blindada y su comandante, el general Clíver Alcalá, lo que demuestra es la profunda confusión en el manejo de los aspectos fundamentales del proceso revolucionario en que encuentra el gobierno bolivariano. Ante la inoperancia oficial de las instituciones civiles del Estado es la bota militar quien tiene que asumir su salvamento. Y es porque no tienen otra función que esa. El Estado capitalista se encuentra en plena descomposición pero las fuerzas armadas siguen siendo la fuerza con que dependen para darle el sostén. Los trabajadores de la FUSBEC demostramos los métodos que debe usar la clase obrera. Clíver Alcalá que los entienda en vez de querer imponer los suyos por defender al Estado capitalista. Hoy con esta pequeña acción quisimos hacérselo entender, pero sin duda la radicalidad del movimiento obrero carabobeño próximamente se lo demostrará porque la FUSBEC sigue captando más sindicatos cada día al verse ellos representados en esa federación porque su accionar como clase es el correcto. Y no sólo por el derecho que les asiste al hacer la toma de la inspectoría sino porque también saldrán en apoyo de los trabajadores por el derecho al trabajo y las mejores condiciones laborales y salariales ante las inclementes políticas económicas que se manifiestan en el alto costo de la vida que los patronos están deseosos de seguir aplicando.

LA PRÓXIMA TOMA DE LA INSPECTORÍA ESTÁ CERCA Y CON EL APOYO DE MUCHOS MÁS TRABAJADORES.
QUE LOS CAPITALISTAS PAGUEN SU CRISIS. QUE LOS TRABAJADORES ASUMAN EL PODER.
EL GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES PRIMER PASO AL VERDADERO SOCIALISMO.

FUSBEC
18/03/2010