Nosotros no
mentimos nunca
Respuesta al
PSL de Venezuela
A
Simón Rodríguez Porras, candidato a diputado del Consejo Legislativo de Mérida
por el Partido Socialismo y Libertad (PSL) no le gustó el artículo “Vamos con
Chirino”, que Jorge Altamira firma en Prensa Obrera Nº 1.238 (6/9). No expresa
su desencanto, sin embargo, por medio de una controversia política, sino
mediante el recurso de denunciar al contrincante por mentiroso. Este método se
ha vuelto habitual en la corriente internacional a la que pertenece Rodríguez
Porras, quien asegura que “el PO o Altamira mienten”. Esperamos que lo que
sigue demuestre quién tiene la razón y que no tengamos que sufrir un 7-D.
Veamos punto por punto las cuestiones tratadas.
1)
Rodríguez Porras rechaza que “en
Venezuela, la izquierda ha ido a la rastra del chavismo durante casi una década”,
porque, asegura, “(Orlando) Chirino nunca
reivindicó a Chávez como revolucionario ni se subordinó políticamente a su
gobierno o a sus partidos”.
Esa
aseveración de Rodríguez Porras es rebatida por el propio Chirino: “Nos ufanamos -escribió en 2007 el actual
candidato a presidente del PSL- de haber
sido la primera agrupación política, como el PST-La Chispa (Partido Socialista
de los Trabajadores) de haber propuesto el nombre de Hugo Rafael Chávez Frías
como candidato presidencial. El Presidente recuerda las reuniones y actos que
impulsábamos desde la urbanización La Quizanda, en Valencia, o desde el sector
de los textileros en Aragua. Nosotros tenemos una historia impecable”
(Aporrea.org, 10/4/07).
2)
En otra parte de su escrito, Rodríguez Porras dice: “El nacimiento de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) no ocurrió
por obra del ‘aliento del gobierno’ (…), sino como la concreción de una enorme
rebelión de las bases obreras contra la dirección golpista de la Confederación
de Trabajadores de Venezuela. Las mismas bases que en setiembre de 2002
rechazaron la tentativa gubernamental de crear una nueva central”.
Sin
embargo, en el año 2000, cuando el oficialismo intentaba renovar la conducción
de las centrales y federaciones sindicales mediante la figura “democrática” del
referendo, Chirino no sólo respaldó esa convocatoria chavista; además, él mismo
integró las listas del oficialismo y fue candidato a la Federación de
Trabajadores de Carabobo (Fetracarabobo), mientras Aristóbulo Isturiz lo era a
la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV). Ese intento fracasó y la CTV y
las federaciones continuaron en manos de la burocracia afín a Acción
Democrática, del ex presidente Carlos Andrés Pérez.
La
CTV perdió todo respaldo de los trabajadores y quedó destruida a partir de su
papel golpista durante el lock-out petrolero de 2002-2003. Fue entonces, y
efectivamente con el “aliento del gobierno”, que se creó la central Unete. A
tal punto fue así que Chirino en persona asistió a la asamblea de la OIT, en
2003, y fue presentado allí por el representante del gobierno de Chávez: “El director general del Trabajo, Ricardo
Dorado, informó ayer, vía telefónica desde Ginebra, que la CTV quedó sin
vocería en la 91ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), que se está celebrando en Ginebra, Suiza. Señaló que el representante de
Venezuela ante el encuentro de este año es el integrante de la Unión Nacional
de Trabajadores, Orlando Chirino” (Aporrea.org, 11/6/03).
3)
En su artículo en Prensa Obrera, Altamira recuerda que “en las parlamentarias pasadas, sus candidatos (los del PSL) se
presentaron en la lista de un partido, el PPT, que abandonó el chavismo
orgánico por un acercamiento a la oposición gorila”. Rodríguez Porras
considera “insólito” ese párrafo y dice: “En
el marco de un acuerdo electoral con el PPT, la USI, que no tenía legalidad
electoral nacional, participó en las elecciones parlamentarias con su propio
programa, el mismo que el PO valora hoy como ‘de independencia de clase’.
Después de dichas elecciones, en las que el PPT participó sin alinearse con la
derecha ni con el chavismo, ese partido se dividió: un sector regresó al
chavismo y otro se alineó con la derecha”.
El
PPT sólo abandonó el chavismo en febrero de 2010, cuando el gobernador de Lara,
Henry Falcón, renunció al PSUV y se afilió al PPT. Los coqueteos del PPT con la
derecha gorila son un dato de la realidad: en las elecciones regionales de ese
mismo año, el partido aceptó el respaldo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD)
para su candidato a gobernador de Amazonas. En 2012, como dice Rodríguez
Porras, el PPT volvió a las filas de Chávez y un sector “se alineó con la
derecha”; es decir, se consolidó en la línea de las elecciones amazónicas de
2010.
4)
En cuanto a los medios de información, Rodríguez Porras admite que apoyaron la
decisión gubernamental de no renovarle la concesión a Radio Caracas Televisión
(RCTV) en 2007: “En aquel momento nuestra
corriente socialista reclamó al gobierno de Chávez que castigara a todos los
golpistas civiles y militares, y en el caso de los medios de comunicación que
expropiara a RCTV, Venevisión, Globovisión y Televen, y fueran entregados a los
periodistas, empleados y comunidades para que estos los controlaran y
administraran”.
El
control de los medios por parte de organizaciones populares no puede surgir de
un “reclamo al gobierno”. Así formulado, tal reclamo no tiene posibilidad
alguna de prosperar y sólo queda la estatización de los medios; esto es, el
control de la prensa por parte del bonapartismo, la estatización del flujo
informativo, de las frecuencias de aire que constituyen el capital principal de
una empresa periodística.
5)
Rodríguez Porras considera también que constituye un “exabrupto histórico” de
Altamira sostener que hubo controles obreros independientes en las empresas
nacionalizadas. En verdad, el artículo de Prensa Obrera dice: “Lo que distingue al enfrentamiento electoral
en Venezuela que se desarrolla en este momento no es la ‘naturaleza’ burguesa
de los contendientes, sino que el chavismo ha agotado sus tendencias
movilizadoras y es, por sobre todo, un chaleco de fuerza para el movimiento
obrero independiente, como lo demuestra la proclamación de la central sindical
estatizada, por un lado, y el descabezamiento de los ‘controles obreros’
independientes que se habían establecido en las empresas nacionalizadas, por el
otro”.
Como
se ve, “controles obreros” está puesto entre comillas y, por cierto, esos
organismos fueron descabezados por decisión presidencial. El último caso fue el
de Sidor, cuando el “trabajador-presidente” De Oliveira fue destituido porque
no pudo impedir que los tercerizados de esa empresa paralizaran Ciudad Guayana
el día en que Chávez se proponía hacer ahí un acto de campaña electoral. El
“control obrero”, tal como lo entiende el chavismo, es una pared para contener
la lucha obrera.
6)
Del Fadess (Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato),
Altamira dice que “llama al derrocamiento
del chavismo por los gorilas”. Rodríguez Porras lo desmiente con el
argumento de que el Fadess “no ha llamado
a votar por ninguno de los candidatos presidenciales, ni mucho menos a un
‘derrocamiento’”. Extrañamente, el candidato a diputado de Mérida no se
refiere a una cita incluida en el texto de Prensa Obrera, en la que Rodrigo
Penzo, dirigente del Fadess, dice: “Estamos
cerca de una gran oportunidad de poner al gobierno en una situación de
confrontación con el electorado y la decisión popular del pueblo venezolano,
que sabrá escoger su propio destino” (Primicias 24, 26/7/12).
Es
cierto que, con esas declaraciones, Rodrigo Penzo intentaba poner distancias
respecto de Chirino, también dirigente del Fadess, cuando él y Froilán Barrios
-otro directivo del Fadess- respaldaron al candidato gorila, Henrique Capriles.
Barrios fue aun más lejos, y en un acto público dijo: “Luego de 14 años de atropellos laborales, es un deber de los
trabajadores derrotar a este gobierno” (Primicias 24, 14/8/12). Hace apenas
unas cuantas semanas, el 22 de agosto, José Bodas, militante del PSL y
dirigente de C-Cura, acompañó a Rodrigo Penzo y a Barrios en un juicio laboral
al gobierno (Entornointeligente.com, 23/8/12).
De
ahí que Prensa Obrera se pregunta si el PSL tiene un balance político de su
actuación durante los últimos años, de modo de avanzar en la perspectiva de
construir un partido obrero y socialista en Venezuela.
Alejandro
Guerrero
Informe:
Roberto Yepez,
Opción
Obrera, Venezuela
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