Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

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Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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miércoles, 3 de enero de 2018

El precio de la gasolina como expresión del fetichismo de la mercancía

El precio de la gasolina como expresión del fetichismo de la mercancía



 A primera vista una mercancía parece algo trivial y que se entiende por sí misma[1]

Según la  lógica…  elemental y pequeño burguesa, sería correcto y prioritario aumentar el precio de la gasolina, debido a la diferencia abismal entre nuestro precio de venta interno y el precio externo promedio mundial, el cual estimamos a un dólar el litro. Sí tomamos como referencia el precio de un dólar del mercado negro, el precio de venta de nuestra gasolina de más alto octanaje sería de menos de una cienmilésima de dólar por un litro, o como asentamos en otro escrito como ilustración, un camión cisterna de 37.000 litros de gasolina vale acá, menos de tres dólares. También la diferencia interna, solo en bolívares, sin meternos con dólares de ningún tipo de cambio, con el precio de una botella de agua de 1,5 litros  compraríamos unos 2000 litros de gasolina. Al leer este escrito la diferencia sin duda será mayor.

¿De dónde proviene, entonces, el carácter enigmático del producto del trabajo, en cuanto adopta la forma de una mercancía?

Esta elevación del precio de la gasolina, ayudaría según los mismos promotores y conversos a mejorar la economía, disminuir el déficit fiscal, se invertiría en la misma industria de refinación y paremos de contar, para ellos son respuestas concretas a problemas concretos,  muy terrenales dentro del marco capitalista añadiríamos nosotros. Es bueno recordar, que varias veces se elevó el precio de la gasolina, y no sucedió nada de lo prometido.

Se trata sólo de una relación social determinada de los hombres entre sí, que aquí adquiere para ellos la forma fantástica de una relación de cosas entre sí

Sigamos “terrenalmente”, la gasolina no es regalada, y si así fuera ¿quién pierde o se desprende de algo por ese regalo? Para obtenerla se realiza una tarea o un trabajo muy arduo, desde la exploración, la perforación, la producción, su traslado hasta la refinería, su proceso de destilación,  su almacenamiento y por último su distribución para la venta al consumidor. ¿Quién es el dueño desde que está en el subsuelo, como materia prima, hasta su venta para el consumo? Hay dos clases de consumidores, sus dueños y los otros, a los dueños les debe costar igual que a los otros, ese costo debe ser para seguir produciéndola, si es así producimos para venderla y obtener un beneficio.

Lo que ante todo interesa en la práctica  a quienes intercambian productos es saber cuánto obtendrán a cambio de ellos, es decir  la proporción en que se intercambian entre sí. Cuando esa proporción adquiere cierta fijeza habitual, les parece proveniente de la naturaleza misma de los productos del trabajo”

Antes, por muchos años los venezolanos la consumimos a un precio muy barato por debajo de su valor  y exportábamos, y podíamos mantener la producción. A los otros se les vendía de acuerdo al precio internacional.
 Sin embargo, ¿es verdaderamente el precio de la gasolina barata o cuasi regalada lo que nos tiene así como estamos en la quiebra económica del país y con PDVSA  destruida? Su causa es otra.

Por lo tanto, la gasolina se debe vender, tener un ingreso que nos dé para nuestro consumo y para seguir produciéndola, es decir que a nosotros nos beneficie. ¿Será posible, de qué manera?

“La determinación de la cantidad de valor por la duración del trabajo es, pues, un secreto oculto bajo el movimiento aparente de los valores de las mercancías. Pero si bien su solución muestra que la cantidad de valor no se determina por azar, como parecería, no hace desaparecer la forma que representa esa cantidad como una relación de magnitud entre las cosas, entre los productos mismos del trabajo”

Ahora se produce para nosotros y no hay exportación. No hay producción para la venta externa, sin embargo transita una cantidad considerable para el exterior fraudulentamente  a través del contrabando,  extracción ilegal

En consecuencia el valor no lleva escrito sobre la frente lo que es. Antes bien, de cada producto del trabajo hace un jeroglífico”

Tenemos una gran mafia permitida de delincuentes internos, es tácito, por ejemplo, que provee a Cúcuta, la mayor ciudad fronteriza aledaña a Venezuela, de la mayor parte del consumo de su parque automotor. Cantidad que pudiese ser vendida a precio preferencial, mayor que el precio para nosotros y menor al precio estándar de Colombia, el gobierno venezolano autorizó e intentó hacer algo semejante con menos de 10 estaciones de servicio de gasolina, cifra ridícula, y no fue capaz de llevarlo a cabo. ¡Vivan las mafias!

Pero esa forma adquirida y fija del mundo de las mercancías, su forma dinero, en lugar de revelar los caracteres sociales de los trabajos privados y las relaciones sociales de los productores, no hace otra cosa que obscurecerlos”

Referido a la necesidad de determinar el anticipo de su valor en el mercado para producirla y colocarle el precio de acuerdo a esto, es tan necesaria, o racional como la del anticipo a un asalariado, para poder pagar el precio y poder consumirla, así como es necesario consumir todas las necesidades básicas de una familia venezolana, pero he ahí la contradicción aquella es prioridad ,esta no solo no  lo es, sino que  la violan día tras día, es sin ambages algo criminal, razonamiento este no apto o digerible para un desesperado patriota.

Las formas que manifiestan a primera vista que pertenecen a un período especial en el cual la producción y sus relaciones rigen al hombre en lugar de ser regidas por él, parecen, para su conciencia burguesa, una necesidad tan natural como el propio trabajo productivo”

Determinar el costo de producción para un asalariado, para poder satisfacer sus necesidades básicas reales, no para “vivir  viviendo” en la miseria, porque así como la producción de gasolina no puede efectuarse sin recuperar su costo,  así mismo los productores y además  dueños de ese producto,  los trabajadores tienen  que reponer su costo para vivir plenamente y no solo seguir reproduciendo el capital, a costa de su desdicha.

La economía moderna… ¿Acaso su primer dogma no es el de que las cosas, por ejemplo los instrumentos de trabajo, son por naturaleza capital, y cuando se los quiere despojar de ese carácter puramente social se comete un crimen de lesa naturaleza?

Esto último es lo que no dice nadie, lo cual tiene que ver con cuanto debe ser el salario mínimo para cubrir el conjunto de bienes requeridos para cubrir sus necesidades básicas. Que tiene un costo  en especies o su equivalente en bolívares.  Respecto a la gasolina, esa parte para el consumo interno,  luego de cubierta debe tener un excedente para la venta foránea.

Si pudiesen hablar, las mercancías dirían: es posible que nuestro valor de uso interese al hombre. Por nuestra parte, como objetos, ello nos tiene sin cuidado

Un argumento, muy trillado, justificando un aumento, es que el precio actual subsidia a los poderosos económicamente, no al común que no tiene auto particular, obviando que Venezuela se mueve a través del transporte colectivo y el de carga, el cual ya es imposible de aprovecharlos por los precios existentes.

Las mercancías no pueden ir por sí mismas al mercado, ni por sí mismas intercambiarse unas por otras. Por tanto debemos dirigir la mirada hacia sus guardianes y conductores, es decir, hacia sus poseedores. Las mercancías son cosas, y por consiguiente, no oponen al hombre resistencia alguna

A tal punto hemos llegado que las inmensas reservas de petróleo y gas, no se pueden explotar porque no hay dinero suficiente para emprenderlas, y no solo es dinero, como sí se tuvo en décadas anteriores, esto es una parte del problema político integral que enfrenta la clase dominante a través de sus administradores, el gobierno de turno.

La causa no es difícil de encontrar,  pero no se puede rehabilitar sobre las mismas bases sociales. La incapacidad del capitalismo para reunir esas condiciones necesarias para hacer frente a la actual crisis capitalista global, se acrecienta en Venezuela, donde su particularidad es que por cerca de 100 años, su desarrollo “natural” burgués, combinado con muchos vestigios latifundistas fue abortado por el  impulso de una renta petrolera aberrante conformando  una burguesía en conjunto con sus gobiernos la más parásita de América Latina hasta el día de hoy.  

La alternativa económica capitalista, no se la podemos dar nosotros entregando en bandeja de plata a través de nuestro sacrificio su recuperación.  El problema aún mayor es la "izquierda" intelectual que pretende darles las herramientas  que le permitan apuntalar su dominación política y de clase

José Capitán

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[1] Esta cita y las siguientes son de Marx, Karl seleccionadas de El Capital tomo I, primera sección parte IV del capítulo 1 “Carácter fetichista de la mercancía y su secreto” que demuestran la vigencia de Marx sobre la Crítica a la economía política en estos momentos en crisis del Capitalismo mundial.


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