Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



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miércoles, 26 de febrero de 2014

Contra el accionar de los cuerpos parapoliciales y de las guarimbas, por fascistas - Por una salida de conjunto de los trabajadores para enfrentar la crisis capitalista


Entre el golpismo gorila y el autogolpe “chavista”
Contra el accionar de los cuerpos parapoliciales y de las guarimbas, por fascistas
Por una salida de conjunto de los trabajadores para enfrentar la crisis capitalista

La situación nacional sigue entrabada por parte de focos activos llamados guarimbas, diseminados generalmente en el interior de barrios de clase media y avenidas adyacentes. La manifestación y el derecho a la protesta, sobre todo masivo, está lejos de esas actividades cuyos alcances son quemas de instalaciones, transportes, e inclusive asesinatos, sobre todo al colocar trampas, miguelitos (mangueras con clavos), vallas de alambres, algunos con púas, o el quitado del alcantarillado en pase de calles.

Para enfrentar las guarimbas se responde con represión por parte de policías y la GNB, apoyados en algunos casos por brigadas de choque armadas, mal llamados “colectivos revolucionarios”, integrados por sectores desclasados y malandros (lumpen) financiados por distintos niveles de gobierno. El accionar de una oxigena a la otra para que se repita el ciclo con mayor incremento de la violencia entre facciones opuestas, a todas luces minoritarias.

El golpismo gorila con las guarimbas pretende dar cuenta al mundo que estamos en guerra civil y que se requiere la respuesta urgente de los “Estados democráticos” del planeta para que intervengan en su apoyo. Las bandas parapoliciales motorizadas demuestran la debilidad del gobierno de Maduro al no poder controlarlas y también el recurrir a ellas para enfrentar a los golpistas.

Ambas salidas desvían la atención del pueblo y los trabajadores de la abierta situación de crisis económica que les afecta y que se infiltra cada vez más hacia la crisis política.

Los estudiantes están en su pleno derecho a manifestar la incapacidad del gobierno en controlar el tema de la seguridad pública o de otros que los afectan. Sin embargo, sectores dirigidos por la reaccionaria ultraderecha nacional e internacional desde las redes sociales, revierten tal derecho a la protesta impidiendo que otros estudiantes u otros sectores sociales del pueblo y los trabajadores lo puedan asumir de manera colectiva en concentraciones masivas. El manual de terrorismo guarimbero promueve el voluntarismo individual de la acción efectista y suplanta el reclamo válido de la protesta por el vacuo de que renuncie el presidente.

Desde el gobierno, por el otro lado, se les ha dado patente de corso a los mal llamados “colectivos revolucionarios” de claro corte fascistoide, usados hoy contra las guarimbas, que también lo han sido para amedrentar las luchas de los trabajadores por sus derechos laborales, o en las protestas populares que reclaman por el derecho a los servicios públicos, salud o vivienda. Son el complemento a la represión con las fuerzas del orden del Estado con la policía y la guardia nacional. Cuando la tarifa es suficiente hasta el sicariato entra en sus “trabajos”. Son la demostración del lumpen imprescindible para ciertos factores de poder político en el gobierno como en otros tiempos las bandas armadas y/o cabilleras de AD y COPEI.

Las dos salidas conducen a lo mismo: la del golpismo de la derecha, sin posibilidad porque no cuentan con el apoyo militar necesario, y la del autogolpe chavista para profundizar el estado de excepción y hacer pasar por la fuerza el ajustazo, que por ahora tampoco puede ser llevado a cabo porque implicaría la implosión definitiva del "legado" de Chavez y su famosa unión cívico-militar. Ninguna salida apunta contra las fabulosas ganancias del capital de la banca y los grandes pulpos nacionales y extranjeros, verdaderos causantes de la crisis económica.

La crisis económica para ser solventada requeriría de cuantiosas inversiones para continuar el derroche descomunal en corrupción y fuga de divisas, y es hasta posible que desde el capital financiero internacional le sea ofertado al gobierno, sólo sí son barridos del mapa el remanente que permite que aún sobreviva la base chavista con sus misiones en alimentación, salud y educación. Los planes golpistas de desestabilización por parte de la derecha son la consecuencia de la provocada por los gobiernos de Chavez y Maduro al ser permisivos con la fuga de 150.000 millones de dólares de las reservas internacionales por la clase social capitalista. Tirios y troyanos siguen en el juego conflictivo porque todavía la renta petrolera es cuantiosa y apetecible para cualquier parásito, los todavía altos precios del petróleo es lo que está condicionando todo. No es una Ucrania lo que vemos en Venezuela, y cuando los precios del barril petrolero caigan por debajo de los 80 dólares, será peor que en Sudán.

La vorágine continúa y la clase obrera permanece al margen de estas actividades, respondiendo local y aisladamente ante los efectos de la crisis. De las agrupaciones de izquierda, una minoría sólo se limita a clamar independencia política y autonomía sin aterrizar en un plan de luchas concretas que movilice a las masas afectadas por la crisis con el desabastecimiento y la carestía de los productos y bienes de primera necesidad. El resto mayoritario de la izquierda termina haciendo el coro del "coco" del golpe que se estaría dando para postrarse aún más ante el gobierno y los militares.

El llamado del PSL a la Unidad de Acción Sindical y a otras agrupaciones sindicales y populares a un “Encuentro Nacional Sindical y Popular de Sectores en Lucha para discutir un Plan Económico y Social de Emergencia y un Plan de Movilización Nacional en Defensa de los Derechos de los Trabajadores y el Pueblo” es la salida a las ofertadas por una minoría social en pugna por los restos todavía cuantiosos de un país en bancarrota.

POR UNA SALIDA DE CONJUNTO DE LOS TRABAJADORES PARA ENFRENTAR LA CRISIS CAPITALISTA Y REVERTIR LA POSIBILIDAD DEL GOLPISMO GORILA O EL AUTOGOLPE “CHAVISTA”

Opción Obrera
26/02/2014

viernes, 21 de febrero de 2014

Venezuela: Golpismo gorila y autogolpe chavista


Comunicado del Partido Obrero de Argentina
Venezuela: Golpismo gorila y autogolpe chavista

En menos de diez semanas el chavismo pasó de la victoria electoral en las elecciones municipales a una crisis política, cuyo desarrollo lleva inevitablemente un cambio de régimen político; ni el oficialismo puede seguir gobernando en los términos que lo venía haciendo, ni la oposición encuentra una metodología que la mantenga unificada. Ocurre que la desorganización económica ha alcanzado proporciones gigantescas, que borran en la práctica el alcance de aquellas elecciones, cuando la oposición fracasó en el propósito de convertirlas en un plebiscito que produjera una caída del gobierno. Se ha creado un impasse gigantesco en su conjunto. El gobierno triunfante es incapaz de detener la marcha implacable del derrumbe de la economía y la irrupción consiguiente de un estallido social, mientras a la oposición acicateada por este derrumbe social viene de una derrota político-electoral, que ha acentuado la división en sus filas. El desabastecimiento alcanza al 30% de la oferta de productos y la industria y las importaciones se paralizan como consecuencia de una situación cambiaria terminal, porque el gobierno no puede ofrecer divisas a los tipos de cambio legales, porque provocaría una hemorragia financiera por la vía del mercado paralelo.

El inmovilismo del gobierno ha sido explotado por el ala derecha de la oposición, que entiende que no hay margen para esperar a la convocatoria de un referendo revocatorio del presidente Maduro, en 2016, cuando lo habilita la Constitución. Esta vieja fracción de derecha de la oposición gorila, ha desechado la tesis del jefe de la oposición, Henrique Capriles, para quien no hay posibilidad de inclinar la balanza política en la calle, en tanto no se produzca una deserción de la masa de la población que sigue respaldando al chavismo. Las movilizaciones que comenzaron a principios de febrero, a partir del agravamiento de la inseguridad en los ‘campus’ universitarios donde prevalece el movimiento estudiantil opositor, le ha dado la razón a todo el mundo: el inmovilismo del gobierno ha creado una situación explosiva; el ritmo de la crisis no habilita una posición de espera; la oposición no ha ganado para su campo a la masa chavista; el gobierno responde con un aparato de represión legal y paralegal, que muestra el vaciamiento de su base popular.

Como ocurre en una posición de ‘zugzwang’, en el ajedrez, no se puede mover ninguna pieza. De ahí que se ofrezcan salidas bizarras, como la del teórico del ‘socialismo del siglo XXI’ Hanz Dietrich, que ha llamado a formar un gobierno de coalición con Capriles, o la propiciar una mediación internacional. La posibilidad de un golpe gorila está fuera del radar, por más que la invoquen D’Elia o el ex vicerrector de Schuberoff, Atilio Borón, porque las armas las tienen las fuerzas armadas controladas por el chavismo y porque Obama tampoco lo impulsa. Al gobierno norteamericano le interesa, en primer lugar, que el presidente colombiano Santos sea reelecto y que prosiga la negociación de paz con las Farc. El triángulo del golpismo gorila está formado por el ahora detenido Leopoldo López, por el paramilitar colombiano Uribe y por los fascistas norteamericanos del Tea Party. Se trata de un menú indigesto incluso para la burguesía mundial y los principales gobiernos imperialistas. Quienes están obligados a impedir que la situación venezolana degenere son, especialmente, Cuba, Brasil, Argentina y, en última instancia, Colombia. Raúl Castro y Dilma Roussef no solamente tienen un punto de encuentro en las crecientes inversiones brasileñas (constructoras, petroleras) en Cuba sino en los gobiernos de El Salvador y Nicaragua, que deben bastante a la maquinaria electoral que Brasil viene usando con éxito en diversos países.

Las alternativas que podría negociar el tándem lulo-castrista son, sin embargo, limitadas. Venezuela enfrenta una crisis económica y social fuera de lo corriente. El ‘ajuste’ que plantea su desequilibrio financiero es enorme; Venezuela necesitaría un gran financiamiento internacional, que estaría condicionado a que su gobierno ponga un freno brutal al sistema de planes sociales. El ‘ajuste’ se convertiría en un ‘harakiri’ para el chavismo; sería incompatible con el gobierno y el régimen político vigentes. Una posibilidad de golpismo oficial retomaría una alternativa ya mentada en la prensa internacional en el pasado reciente, o sea la de un gobierno transicional de militares chavistas, encargado de una normalización política. Sería una especie de golpe de Jaruzelski, el militar polaco ‘comunista’ y ‘prosoviético’, que presidió, precisamente por eso, la transición de Polonia al capitalismo y a la Otan. La oposición gorila lo recibiría con un gran repudio, por supuesto, pero por sobre todo con una aun mayor expectativa, porque un golpe de esa característica habría minado en forma irreversible la autoridad histórica del movimiento bolivariano. D’Elia y Borón saludarían con regocijo, en un caso así, lo que, en su ignorancia, sería el sepulcro del chavismo.

La perorata ‘cristinista’ de que “los extremos se juntan”, podría encontrar en Venezuela una confirmación inédita, pues las marchas opositoras, con un definido propósito golpista, solamente podrían materializarse en el caso de que el propio chavismo oficialice un estado de excepción, o sea de arbitrariedad estatal. Las reivindicaciones estudiantiles opositoras son justas; es lamentable que no las hayan levantado, en Venezuela, las juventudes ‘socialistas’, como en Argentina sí las levanta la Fuba – y priva, de paso, a la derecha de un arma de demagogia popular. Nos referimos a las movilizaciones contra las violaciones, intentos de secuestros y secuestros efectivos de universitarias, atropellos criminales que cuentan, en Argentina, con complicidad policial. Lo mismo vale para la lucha contra el desabastecimiento y contra la carestía o contra el enriquecimiento descomunal de los capitalistas amigos y los sobreprecios de obras públicas. Pero, al revés de lo que ocurre en Argentina, en Venezuela, este movimiento tiene una dirección política de derecha y definidamente golpista. Esto es lo que importa a la hora de su caracterización. Al mismo tiempo, la represión criminal por parte de grupos chavista paralelos, que son designados como “colectivos”, con la complicidad del poder político, pone al desnudo una tendencia reaccionaria y fascistizante del oficialismo, cuya implicancia política es apuntalar la tendencia a la instauración de una dictadura. Las conspiraciones que impulsa la derecha, valiéndose de una demagogia democrática y popular, deben ser combatidas en primer lugar con la movilización de masas y, por sobre todo, con el pasaje del poder político y la estructura social a los trabajadores, a la clase obrera. Venezuela está gobernada por una camarilla política y económica y por la llamada ‘boliburguesía’.

Fruto de la crisis se están desarrollando movilizaciones obreras, por ejemplo en la industria automotriz, en este caso encabezadas por la UNT[en realidad por la CBST, N.R.], dirigida por el chavismo. Los trabajadores exigen la nacionalización de la industria para asegurar los puestos de trabajo. Se trata, sin embargo, de una reivindicación insuficiente, esto a partir del fracaso impresionante de las nacionalizaciones chavistas, que han colaborado con el derrumbe industrial. Lo que importa es el control y la gestión obrera colectiva de la economía nacionalizada, lo cual implica un gobierno de trabajadores. Aun con estas limitaciones, ante las protestas patronales, tanto el poder judicial como la guardia nacional intervinieron contra los trabajadores. La burocracia sindical movilizó el domingo pasado a los trabajadores petroleros y automotrices para apoyar al gobierno. Un sector minoritario encabezado por dirigentes petroleros clasistas rechazó esta cooptación y convocó a un Encuentro Nacional Sindical y Popular de Sectores en Lucha para discutir un Plan Económico y Social de Emergencia y un plan de movilización nacional en defensa de los derechos de los trabajadores y el pueblo. El problema de la independencia política del movimiento obrero sigue siendo el problema fundamental de la situación política venezolana.

Jorge Altamira
21/02/2014




lunes, 17 de febrero de 2014

Más sobre el golpe de estado con lo del 12 de febrero - Duérmete niño duérmete ya, que viene el coco y te comerá


Más sobre el golpe de estado con lo del 12 de febrero
Duérmete niño duérmete ya, que viene el coco y te comerá
De eso se trata, y les está saliendo bien

El coco es el golpe, mejor es dormir. No significa que “el coco” no exista, o que no pueda “venir”, pero como en la canción de cuna, se trata de que al sujeto a quien le será aplicado, se duerma.

Golpes hay de muchos tipos
Desde el clásico, sangriento o no, donde se cumple el hecho (de facto) de sacar del medio al gobernante y colocarse el líder o una junta, y donde los militares siempre están de por medio. Hay autogolpes donde la persona que ejerce el gobierno no se va, sino que mediante esa acción se fortalece porque está débil o porque necesita imponer una política que de otra forma no se la van aprobar o va a generar resistencia o protestas.

El ejemplo italiano, actual y “molto importante”
Hace tres días se dio un autogolpe del Partido Democrático, actualmente en el gobierno de Italia, en donde el ex primer ministro Letta fue obligado (conminado) a dimitir para ser sustituido por Matteo Renzi, Alcalde de Florencia y también de ese partido. En sus elecciones internas, votada por la cúpula del partido, 136 votos fueron a favor de la propuesta de Renzi, 16 en contra y 2 abstenciones.

Por la crisis económica la Italia “democrática” ha tenido tres primeros ministros en dos años y dos meses, designados para el cargo sin el respaldo de las urnas. Otra ironía más, el último elegido en las urnas, en noviembre del 2011, fue el fascista Berlusconi. El cavalieri hace 10 meses apoyó un acuerdo para formar el gobierno de Letta, ahora el inescrupuloso Matteo Renzi saca otro, previo pacto con Berlusconi para reformar la ley electoral. Luego saca a su compañero de partido Letta, y continúa la alianza con la nueva centroderecha –un partido hecho a la medida por Berlusconi luego de dividir su anterior coalición de partidos– para poder conformar el gobierno. Este autogolpe expresa el intento de darle aliento, desde la centroizquierda, a la burguesía por su crisis política e institucional, un nuevo plan de los capitalistas contra los trabajadores italianos.

El caso venezolano
Un artículo escrito por el intelectual chavista, R. Hernández Montoya, en Aporrea[1], comentando los sucesos recientes, arguye que la violencia achacada al gobierno es errada porque tal violencia no le conviene a éste. De la siguiente forma despliega su erudición:

El Derecho Romano pregunta ante cualquier crimen: «¿A quién conviene?», «¿a quién beneficia?», es decir, en latín, ¿cui bono? o ¿cui prodest?”.

Ante la disyuntiva entre los dos bandos, el gobierno o la MUD, la respuesta el intelectual la concluye en una defensa a Maduro. Para nosotros la pregunta es así: ¿A quién le conviene utilizar la violencia?

Dos muertos en 15 minutos en el mismo sitio, uno de cada bando, “con video y todo”, le permite al gobierno y a la MUD olvidarse de la ofensiva y la contra ofensiva de la guerra económica, con el colofón de decir, por parte de Maduro, que quien venga a protestar en la vía pública sin un permiso aprobado no será permitido o de lo contrario será “privado de libertad” con todo el peso de la ley. Los representantes del gobierno y los de la MUD no van presos, van los que protestan, el pueblo llano movilizado por cualquiera de los dos bandos.

¿Cómo sigue la función? o “El show debe continuar”
Aquí el único control de precio y ganancia es sobre el precio del salario del trabajador y su ganancia, que se queda en los mostradores de los vendedores de las alimentos y bienes de primera necesidad, con una inflación de más del 56% y subiendo. Aquí los que salen ganado sin la protesta son los empleadores, es decir, los patrones privados y públicos.

Al gobierno y a los patronos les interesa pasar una política de ajustes en contra del pueblo para salir de la crisis. Los dos bandos, gobierno y la oposición de derecha, se pelean los beneficios, cada quien busca sacar su mejor tajada. Esto realmente está dividido entre una clase social que dirige la economía, por un lado, y nosotros, inmersos dentro de una sociedad capitalista dirigida por el chavismo y su PSUV, por el otro lado. Quien gobierna un Estado burgués, por más que se diga socialista, representa a ese Estado. Ahora bien, para los trabajadores, ¿cuál es nuestra ofensiva económica?, o mejor dicho, sobre nuestra resistencia, ¿qué buscamos? Buscamos una mejor forma de vida, y eso se consigue tras un salario que pueda satisfacer nuestras demandas, nuestra necesidades con mejoras en las condiciones de trabajo, también eficiencia de los servicios públicos urbanos y rurales para no morirnos de mengua ante las miserias que nos dan por el trabajo, o para otros siquiera uno porque están desempleados.

Nuestra mejor ofensiva económica es una alternativa contraria al empobrecimiento, una salida auténtica que cambie de la resistencia a estas relaciones de producción, y su crisis económica, a salir de ella. Realicemos asambleas con las bases para discutir un paro nacional contra el hacernos pagar los costos de la bancarrota económica sobre nosotros, contra el golpismo y por un programa de reivindicaciones de los trabajadores.

Hacemos eco del planteamiento del PSL llamando a un “Encuentro Nacional Sindical y Popular de Sectores en Lucha” para discutir un “Plan Económico y Social de Emergencia” y otro “plan de movilización nacional en defensa de los derechos de los trabajadores y el pueblo”. Sólo precisamos: esa debe ser la agenda inmediata de las próximas reuniones de la Unidad de Acción Sindical, para concretar un plan de lucha nacional que desde abajo le dé respuesta, sin falsos atajos, a la grave crisis que atraviesa el pueblo y los trabajadores.

Los trabajadores podemos garantizar el beneficio de lo que producimos si gobernamos sobre lo que producimos

Opción Obrera
17/02/2014


[1] “¿Cui bono?” Roberto Hernández Montoya, 15/02/2014, www.aporrea.org

viernes, 14 de febrero de 2014

Respecto a los sucesos del 12 de febrero “La derecha se monta sobre el fracaso económico chavista” … mientras la izquierda se queda impávida


Respecto a los sucesos del 12 de febrero
“La derecha se monta sobre el fracaso económico chavista” … mientras la izquierda se queda impávida

La porción entre comillas de nuestro título corresponde a una declaración que diera Orlando Chirino, dirigente del PSL, y que recoge el periodista argentino Diego Rojas[1] el jueves 13 de febrero de los corrientes en una entrevista que le realizara. El agregado posterior es evidentemente nuestro porque Orlando Chirino en esa entrevista no explica el por qué la izquierda no ha capitalizado con la movilización autónoma y bajo las banderas de clase el resquemor que deja en el pueblo el fracaso económico chavista. Siendo una verdad absoluta lo del fracaso económico del gobierno de Maduro, lo que se expresa en la pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora y la inminencia de un ajuste descomunal que ya se vive con la escasez y el desabastecimiento de los artículos de primera necesidad, la inflación sin control y más medidas que puedan volver a contemplar otra devaluación y tarifazos como con la electricidad y otros servicios públicos o con la gasolina, la izquierda mayoritaria, reformista y conciliadora ha preferido seguir defendiendo lo que considera un gobierno “progresista”, mientras un sector de ella minoritario no consigue el cómo hacer trascender sus planteamientos para dar el cambio efectivo de conjunto.

El 12 de febrero se convocó a la juventud
Los jóvenes del país convocaron a una jornada de movilizaciones respecto a una nueva fecha en su día. Mientras los sectores chavistas se dejaban movilizar por la institucionalidad del aniversario desde el gobierno con exaltaciones al patriotismo por el bicentenario de la batalla de La Victoria, los de la oposición se concentraban y marchaban para denunciar la evidente situación de deterioro económico y social a casi un año de gobierno de Nicolás Maduro. Que los sectores políticos dirigentes de la derecha en la MUD con sus dos tendencias (la de Capriles, conciliadora con el gobierno, y la de Leopoldo López, María Corina Machado o Antonio Ledezma, de abierto rechazo), les ofrecieran la logística de los actos, marchas y concentraciones en distintas ciudades de importancia en el país, indica en mucho que ni la derecha estaba muerta luego de los resultados electorales de diciembre pasado ni que la polarización política entre sectores que defienden el Estado capitalista y burgués sea un tema acabado.

Quizás haya sido una sorpresa, tanto para el gobierno como para la misma derecha, que la capacidad de convocatoria en Plaza Venezuela en Caracas tuviera mayor acogida de la esperada y que, adicionalmente, no sólo asistieran a ella sólo jóvenes y estudiantes. Lo que sí resulta una sorpresa es que el gobierno les haya dejado la “cancha libre” hasta la sede de la Fiscalía, dejándola totalmente desprotegida, y colocase en La Hoyada a dos cuadras a la PNB para evitar cualquier posible transcurrir posterior, más aún a sabiendas que los sectores golpistas de la derecha ya tenían un plan desestabilizador preparado luego de haber denunciado el gobierno las convocatorias previas por parte de su sector más radical en la MUD.

El cierre de la marcha frente a la Fiscalía (Ministerio Público), sin la presencia de algún fiscal que los atendiera, transcurrió sin incidentes, allí los representantes estudiantiles y los personeros de la derecha volcaron en sus palabras tanto la condición antidemocrática de mantener presos en la ciudad de Coro a los detenidos en Táchira y reclamar por su libertad como en denunciar la grave situación de escasez, desabastecimiento, costo de la vida, caos en la salud y hasta la criminalización de la protesta social. Todo hacía presumir que con la movilización realizada ganaban tanto el gobierno con su tolerancia a permitirla como la derecha en haberla logrado, como si en el marco de la democracia burguesa se pudiesen resolver las abiertas contradicciones antes mencionadas. Sin embargo, mientras los convocados y sus dirigentes iniciaban su retiro de las inmediaciones, un grupo se dirigía tanto hacia la Plaza La Candelaria como hacía la parte sur de la Plaza Carabobo con el fin de promover disturbios. Nadie puede explicar la pasividad de las fuerzas del orden al iniciarse las acciones de vandalismo, tampoco el ataque franco a la sede del Ministerio Público. Antes de esto son asesinados un miembro de los colectivos chavistas del 23 de Enero y un estudiante de los convocados. Maduro ha dicho que entre ambos asesinatos medió apenas 15 minutos y que los disparos fueron hechos con la misma arma de fuego. Del segundo hay registros en video de cuando es alcanzado por el disparo, como si ex profeso se tuviera preparada la escena, así como uniformados y civiles, entremezclados, disparando a mansalva con pistolas a los “estudiantes”. La candidez del gobierno en la supuesta sorpresa de la convocatoria perdería así valor, y por el contrario, pudiera entenderse como una acción concertada por arriba (puesta en escena) entre ciertas fuerzas represivas del Estado (del SEBIN como constan en algunas fotos y videos en las redes sociales), colectivos chavistas en “defensa de la revolución” y “estudiantes” revoltosos y/o desadaptados.

Maduro y la excusa del “golpe” promovido por la derecha fascista y el imperialismo
Con los sucesos posteriores a los de la concentración en el Ministerio Público el gobierno aprovechó para denunciar un “golpe de estado” en curso alegando un guión similar al del 2002. Si bien políticamente se pueden dar distintos tipos de “golpes de estado” que tiendan al desalojo del poder de quienes lo detentan, y hasta con alguno se afecte esencialmente la economía del país para así obligar a un cambio político no esperado, el “golpe de estado clásico” necesita del factor militar para llevarse a cabo y en los actuales momentos la derecha pareciera que no cuenta con tal apoyo para darlo si nos remitimos a la experiencia del 2002. Lo “clásico”, sin embargo, no excluye al “auto golpe”.

En abril de 2013, luego de las elecciones donde Maduro ganara dramáticamente la presidencia y cuando también se hablaba de un “golpe” que violentara sus resultados, publicamos en nuestro blog el artículo titulado “Ante un nuevo intento desestabilizador de la oposición de derecha, EL GOLPE SE CONTRARRESTA EN LAS CALLES, VENGA DE DONDE VENGA”[2]. Hoy, el “VENGA DE DONDE VENGA” sigue estando sobre la palestra, y con mayor razón las fuerzas movilizadas de los trabajadores y el pueblo lo deben contrarrestar en las calles con un plan de luchas basado en su organización que dé respuesta a la caótica situación económica por la cual pasamos, sin esperar que Maduro o cualquier otro personero del gobierno lo advierta, y de paso, intentar darle respuesta obviando la participación directa de los explotados y el pueblo que son los únicos a los que un golpe de estado en última instancia es dirigido.

Para Maduro la mesa está servida
Los intentos de “golpe” son la excusa perfecta para preparar un plan que persigue dos fines. El primero es fortalecer una base social del chavismo desencantado por lo mismo que denuncia la derecha pero que ante la ausencia o la falta de alternativa independiente lo vuelve a encarrilar. El segundo es hacer pasar por mampuesto que toda iniciativa autónoma de reclamos válidos por los explotados respecto a sus salarios, despidos, o arremetida patronal, que necesariamente deben ser llevados a los niveles de protesta en las calles para ser escuchados, tenga connotación “golpista” y pueda seguir siendo criminalizado desde el gobierno tras una mayor regimentación laboral y social. La crisis económica por la que pasa el país hasta el momento quienes la han pagado han sido los explotados, y como no se vislumbra desde el gobierno ninguna acción que realmente se la haga pagar a los explotadores, se acentuará hacia los primeros.

Un golpe o un autogolpe es la respuesta buscada ante una batalla campal con muertos de ambos bandos, promovida para justificar la mejor salida para los factores políticos y económicos del status quo pues restringe las libertades democráticas, y por tanto, el derecho a la protesta y al de reunión pública, obligando a los explotados por vía de fuerza a pagar el ajuste económico y social en curso. El Estado venezolano está lo suficientemente militarizado, por aceptación del propio Maduro[3], para imponer por la vía de los hechos el violentar las libertades democráticas. Esa es una de las aristas del golpe “VENGA DE DONDE VENGA” que los explotados debemos de considerar, y que por boca de Maduro, ya comenzó a expresarse con exigirnos “permisos” y su aprobación para que podamos manifestar en las calles cuando hasta la CRBV y el propio Chavez lo contradicen[4], pero, por el contrario, han hecho aplaudir al alto mando militar.

La izquierda y el mirarse el ombligo le deja el camino abierto al golpe venga de donde venga
La izquierda en general se está mirando el ombligo mientras la crisis económica empeora, también contempla impávida el accionar de la derecha en la oposición y en la que medra en abundancia en el gobierno “socialista”. Las alharacas de Maduro luego de los sucesos del 12 de febrero han conseguido que parte de las bases del chavismo asuman que la protesta social y obrera es “golpista”, de allí que aprueben la detención de Leopoldo López creyendo que con ello saldrán del marasmo en que les está dejando la economía en crisis del país. La izquierda plegada al chavismo sabe que es el gobierno el responsable de la grave situación política y económica que sobrellevamos los trabajadores y las comunidades. Mientras la impunidad ha permitido que la lucha contra la corrupción se haya convertido en palabrerío y ahora el estandarte del gobierno sea la “paz”, los funcionarios públicos que permitieron la fuga de divisas por 150.000 millones de dólares desde 2003 existiendo un control de cambios que lo impediría, o aquellos que desde el SITME también lo hicieran con otros 20.000 millones, siguen campantes en esta administración pública de Maduro mientras las medidas de la mal llamada “contraofensiva económica” les sigue permitiendo a los capitalistas dilapidar la renta petrolera.

Hace falta una contraofensiva política que imponga el cambio a favor de los explotados y para eso la autonomía frente al gobierno debe ser demostrada levantando las banderas de la independencia política y de clase y por la defensa irrestricta de las libertades democráticas, el primer paso es un frente de izquierda y de los trabajadores que organice el descontento generalizado con una salida de conjunto. Es la única posibilidad que impida el golpe venga de donde venga y además haga pagar a los capitalistas por la crisis que sólo ellos han creado con la anuencia del gobierno bolivariano que les ha permitido la fuga descarada de las divisas y sin haber puesto todavía tras las rejas al primero de los grandes capitalistas o banqueros o a algún verdaderamente notable funcionario público que se lo ha convalidado.

Para salir de la crisis, y evitar el golpe venga de donde venga, hay que confiscar los capitales de las grandes industrias y la banca y ponerlos en función de los trabajadores y el pueblo. Hay que suspender el pago de la deuda externa que desangra aún más las escasas divisas. Hay que nacionalizar el comercio exterior bajo control de los trabajadores y el pueblo para racionalizar las importaciones y colocarlas en función del interés social de las grandes mayorías, y con los excedentes propulsar la recuperación y el desarrollo de una industrialización propia que obligue a los empresarios a producir nacionalmente al contrario de la economía de puertos que fomentan para obtener mejores ganancias. Y también y fundamentalmente, hay que hacer que el salario mínimo sea igual al valor de la cesta básica familiar de 5 personas a la par que indexado mensualmente al valor de la inflación. Estas son las salidas transicionales al socialismo, algo que ni la derecha de la MUD ni la del gobierno querrán imponer por sus contubernios con los capitalistas, pero para eso necesitamos el Frente de Izquierda y de los Trabajadores que las levante para hacer realidad el gobierno obrero y popular.

EL GOLPE SE CONTRARRESTA EN LAS CALLES, VENGA DE DONDE VENGA
POR UN FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES QUE SEA LA DIRECCIÓN HACIA EL GOBIERNO OBRERO Y POPULAR
POR LA CONFISCACIÓN DE LOS CAPITALES DE LA GRAN INDUSTRIA Y LA BANCA Y SU CONTROL POR PARTE DE LOS TRABAJADORES
POR LA NACIONALIZACIÓN DEL COMERCIO EXTERIOR BAJO EL CONTROL DE LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO
SALARIO MÍNIMO IGUAL A LA CESTA BÁSICA FAMILIAR DE 5 PERSONAS INDEXADO MENSUALMENTE CON EL VALOR DE LA INFLACIÓN
LA CRISIS NO LA CREAMOS LOS TRABAJADORES NI EL PUEBLO, LA CREARON LOS CAPITALISTAS ¡QUE PAGUEN ELLOS LOS COSTOS!

Opción Obrera
14/02/2014

lunes, 10 de febrero de 2014

¡Solidaridad con los trabajadores y la juventud de Bosnia y Herzegovina! EE.UU. y la UE, ¡Manos fuera de Bosnia!


Declaración del Centro Rakovsky sobre Bosnia
¡Solidaridad con los trabajadores y la juventud de Bosnia y Herzegovina! 
EE.UU. y la UE, ¡Manos fuera de Bosnia!

¡La caldera de Bosnia finalmente ha estallado! En un país desgarrado por la guerra fratricida hace sólo dos décadas y que languidece bajo una estructura estatal inflada y disfuncional impuesta por los EE.UU mediante los Acuerdos de Dayton en 1995, un país donde la tasa de desempleo se sitúa oficialmente en 27,5%, aunque otros estimaciones la calculan cercana al 45%, y donde el desempleo entre los jóvenes de 18-29 años de edad se eleva oficialmente a 57%, era sólo cuestión de tiempo para que una explosión social tuviera lugar. La clase obrera y la juventud de la ciudad de Tuzla, un centro industrial, tomó la iniciativa el 4 de febrero y el levantamiento, ahora en su sexto día, se ha extendido como fuego en la pradera a casi la totalidad de la Federación de Bosnia y Herzegovina (BiH), con la capital Sarajevo y las principales ciudades de Mostar, Bihac y Zenica a la cabeza, así como el neutral y autónomo Distrito Brčko. La República Srpska, en cambio, apenas resiente la situación.

¡Esta es la más pura de la lucha de clases! La insurrección en Tuzla comenzó como una protesta contra el cierre de las fábricas privatizadas entre 2000 y 2008. Un centro industrial y cultural floreciente bajo la Federación Socialista de Yugoslavia, Tuzla vio sus fábricas químicas, de muebles y otras industrias, saqueadas por la antigua burocracia en forma de privatización. ¡Los nuevos propietarios realmente ni siquiera estaban interesados ​​en el valor excedente de la producción! Habiendo vendido los activos, muchos de ellos se declararon en bancarrota y despidieron a los trabajadores sin indemnización. A los trabajadores se les deben salarios atrasados ​​de hasta 27 meses y, además, exigen tanto la indemnización por despido como la atención médica y el pago de pensiones. Naturalmente, todas estas demandas económicas han pasado a segundo plano ya que las protestas se han convertido en una verdadera insurrección. En Tuzla, el edificio del gobierno del cantón local ha sido destruido. En Sarajevo, los manifestantes incendiaron los edificios de la Presidencia de Bosnia y Herzegovina y la sede del gobierno cantonal. El pueblo ha generalizado su crítica al régimen, cantando "¡Ladrones!", y planteó la consigna de "¡Revolución!", poniendo así la cuestión del poder político en la agenda. Sin embargo, la insurrección parece ser totalmente espontánea y los jóvenes y trabajadores aún tienen que desarrollar las formas de organización que puedan representar de forma realista una alternativa a la estructura de poder existente. Por otro lado, además de la confianza en sí mismo que la destrucción de los edificios del gobierno ha inculcado en los trabajadores, la lucha también ha alcanzado ya algunos triunfos políticos iniciales con la renuncia de los jefes de los cantones de Tuzla y Sarajevo y de todo el gobierno del cantón de Zenica-Doboj. También algunas consignas muy importantes han sido presentadas por las masas, incluso en esta etapa temprana. En Tuzla, "¡Abajo el gobierno!", ha sido moneda común. Las consignas por la protección del derecho al trabajo y la abolición de los privilegios de los políticos, una gran cantidad debido a la naturaleza fragmentada y en cascada de las estructuras del Estado, son importantes. Tal vez lo más sorprendente es que los rebeldes de Bosnia pidan ¡la abolición de los imperialistas Acuerdos de Dayton!

La dificultad más formidable para el movimiento de masas viene de los miedos internalizados de un resurgimiento de la extrema violencia y crueldad que vivió Bosnia-Herzegovina en la guerra civil de los años 1992-1995 y la consiguiente hostilidad casi racista entre los tres principales grupos religiosos étnico-culturales, en particular entre los bosnios, predominantemente musulmanes, y los serbios, predominantemente cristianos ortodoxos, con los croatas católicos romanos al pie cerca de los bosnios. Pero hay buenas noticias en este frente también. Un evento muy importante se ha producido en los últimos días, cuando varios cientos de manifestantes marcharon en Banja Luka, la sede del gobierno de la República Srpska, coreando consignas llamando a "la unidad entre todos los grupos étnicos de Bosnia". En el otro extremo, en la ciudad bosnio-croata de Mostar, las sedes de los partidos musulmán bosnio SDA y croata HDZ (Ustasha), fueron incendiados, lo que demuestra que las masas tienen una clara tendencia a romper con los nacionalismos o las identidades religiosas. Si esa fuese la tendencia de incluso una minoría considerable de los tres pueblos de Bosnia y Herzegovina, esto traería una gran energía y el potencial para el proceso revolucionario inminente en el país.

Los imperialistas han estado jugando un papel cuasi-colonialista en Bosnia y Herzegovina desde la firma de los Acuerdos de Dayton. Así, no es casual que la Embajada de EE.UU. en Sarajevo haya emitido una declaración que, después de reconocer algunas de las demandas del pueblo en rebelión de la boca para afuera, se niega rotundamente a permitir toda forma de violencia, en particular contra las fuerzas de policía y, por supuesto, los edificios del gobierno. Dada la brutalidad con que la policía bosnia manejó las protestas de los trabajadores en los primeros días de las manifestaciones en Tuzla, resulta una ironía esta defensa de los EE.UU. a las fuerzas policiales del gobierno. ¿Es una coincidencia que Stefan Füle, Comisario de la Unión Europea (UE) para la Política de Ampliación y Vecindad Europea, también desaliente el recurso a la violencia? ¡No! El imperialismo está muy al tanto en que los eventos deben tomar un curso más sostenido, nacerá una situación revolucionaria y, por tanto, está advirtiendo a los trabajadores y a los jóvenes de Bosnia y Herzegovina ¡que no van a permitir un derrocamiento violento del sistema político!

Pisando los talones de la caída del gobierno rumano, de las manifestaciones incesantes por largos meses en Bulgaria, de masivas protestas contra la situación económica de Eslovenia, por la revuelta de 2008 y las luchas de clase trascendentales de 2010-2013 contra la Troika y los gobiernos sucesivos en Grecia, y de los acontecimientos espectaculares en Parque Gezi, realmente la rebelión de un pueblo, en Turquía el pasado verano, el levantamiento en Bosnia y Herzegovina adquiere un significado adicional. Los Balcanes están plagados de fervor revolucionario. ¡Es la clase obrera y la juventud de esta desafortunada región la que reunirá el espectro múltiple de los pueblos de esta geografía en y a través de la actividad revolucionaria!

¡Solidaridad con la clase obrera y la juventud de Bosnia y Herzegovina!
¡Abajo la restauradora y saqueadora nueva burguesía de Bosnia y las otras ex-repúblicas yugoslavas!
¡Poder para el pueblo trabajador de Bosnia!
¡Hacia la Federación Socialista de los Balcanes!
¡Hacia los Estados Unidos Socialistas de Europa!
¡Viva la revolución mundial!

Partido Revolucionario de los Trabajadores (EEK), Grecia
Partido Revolucionario de los Trabajadores (DIP), Turquía
Centro Socialista de los Balcanes “Christian Rakovsky”
REDMED (www.redmed.org)

10 de febrero 2014

En Sarajevo
En Sarajevo
En Sarajevo
En Sarajevo
En Sarajevo
En Tuzla
La sede del edificio de gobierno en Tuzla

martes, 4 de febrero de 2014

EL GOBIERNO CÍVICO-MILITAR DE NUEVO CRIMINALIZA LA PROTESTA OBRERA - Detenidos José Bodas, secretario general de la FUTPV, y nueve trabajadores más


EL GOBIERNO CÍVICO-MILITAR DE NUEVO CRIMINALIZA LA PROTESTA OBRERA
Detenidos José Bodas, secretario general de la FUTPV, y nueve trabajadores más

Cuando realizaban una asamblea frente a los portones de la refinería de Puerto La Cruz en horas de la mañana del lunes 3 de febrero exigiendo por la discusión de la contratación colectiva petrolera, fueron detenidos por la GNB José Bodas, Endy Torres, Jesús Tirado, William Párica, Emiro Millán, José Duarte, Omar Párica, Wladimir Carvajal, Leonardo Ugarte y Jesús Girado.

La contratación colectiva petrolera está vencida desde octubre de 2013 y su discusión se lleva a cabo de la forma más antidemocrática entre las autoridades de PDVSA y sus marionetas, un sector de la FUTPV. Todos los otros ejecutivos electos no abyectos al plan patronal han sido impedidos de participar de la discusión. Previamente fueron calificados e imputados 2 secretarios ejecutivos: Iván Freites de la refinería de Paraguaná (Amuay y Cardón) y Robert González de la refinería El Palito, ahora vienen contra el secretario general y trabajador de la refinería de Puerto La Cruz. Estos compañeros fueron los más votados en las tres refinerías más importantes del país en las únicas elecciones hechas en la FUTPV.

Los trabajadores solicitan un ajuste salarial de 150%, sin embargo la mesa negociadora propuso un 80%. “Quieren pagarnos 40% este año y el resto después, situación que no permitiremos”. “119 bolívares es una burla para nosotros los trabajadores”.

Antiguamente el contrato colectivo petrolero, por lo avanzado de sus cláusulas, para cualquier sindicato no petrolero era el techo a alcanzar. Ahora se ha convertido en su contrario, está por el piso y los patronos lo usan hasta de modelo para impedir cualquier avance por encima del contrato petrolero con un salario casi en el mínimo nacional.

Al momento de escribir esta nota aún no se sabía el momento en que serían presentados ante el juez de control y leídos los cargos de los que se les acusa. Tampoco si serán llevados a juicio o sometidos como a 3.000 trabajadores y luchadores sindicales en todo el país a régimen de presentación con limitación de sus actuaciones sindicales.

Para el Estado venezolano las refinerías del país, entre otras áreas, son zonas declaradas de seguridad según la ley del mismo nombre, y la misma se usa de pretexto para impedir la protesta obrera y/o social porque podrían “atentar” sus trabajadores o el pueblo a su cotidiano accionar. El exabrupto es de tal magnitud que por hacer una asamblea ante el portón por donde entran y salen los trabajadores de la refinería se les puede calificar de terrorismo o de asociación para delinquir.

La detención y represión a Bodas y los nueve representantes sindicales y trabajadores petroleros ocurre luego de ser presentado ante la comisión de alto nivel de la OIT, que en días pasados estuvo en el país, un rosario de pruebas que demuestran el incremento exacerbado de la arremetida patronal privada y pública contra el movimiento obrero venezolano así como la notoria intervención desde las instituciones laborales adscritas al gobierno bolivariano bajo claros signos de regimentarlo y flexibilizarlo violentando, con el apoyo de los cuerpos judiciales, policiales y militares, derechos laborales consagrados en las leyes venezolanas.

El mensaje es claro por parte del gobierno de Maduro a los trabajadores, si reclaman el estamento militar estará presto a acallarlos pues en esencia se les estará declarando en rebeldía frente a su “democrático y socialista” gobierno, y eso no es otra cosa que obligarlos a cargar con los costos de la crisis por la que está pasando el país en la actualidad. Como establecen los compañeros de UNETE al denunciar la detención de Bodas y los otros nueve trabajadores petroleros: “Ahora a la organización de los trabajadores para defender sus derechos en Venezuela se le califica de acuerdo al Código Penal como ASOCIACION PARA DELINQUIR y a la discusión de contrato colectivo se le denomina EXTORSION, TERRORISMO, O VIOLACION A LA SEGURIDAD DE LAS INSTALACIONES PETROLERAS”.

No basta con la solidaridad expresada en las palabras, es menester la movilización de los trabajadores para frenar de una buena vez los intentos desde el gobierno en criminalizar la protesta obrera y social y a la vez reivindicar sus derechos políticos como clase. Hay que aprovechar la oportunidad de la unidad de acción estructurada en razón de la visita de la comisión de alto nivel de la OIT para plantear un plan de luchas que contemple:
  • Por la libertad sindical sin injerencia del CNE y del RNOS.
  • No a la criminalización de la protesta laboral y por la derogación de todas las leyes anti-obreras.
  • Por la defensa y el derecho irrestricto a huelga.
  • Por la contratación colectiva y el reconocimiento salarial por todo el tiempo de retraso que alarguen sus discusiones.
  • Contra toda regimentación gubernamental basada en normativas laborales que sean impuestas y a la vez cercenen derechos alcanzados por la contratación colectiva.
  • Por un salario mínimo igual a la cesta básica familiar de 5 personas y su indexación mensual para contrarrestar los efectos de la inflación y la devaluación; por un aumento general de sueldos y salarios.
  • Por el fin de la tercerización y/o el trabajo eventual, y de ser éste temporal con iguales condiciones a los que tienen los trabajadores fijos.

LIBERTAD PLENA Y SIN CORTAPISAS YA PARA LOS TRABAJADORES PETROLEROS PRESOS

Opción Obrera
04/02/2014

lunes, 3 de febrero de 2014

SOBRE LA VISITA DE LA MISIÓN DE LA OIT EN VENEZUELA EN ENERO DE 2014


Prensa Opción Obrera 27 Enero - Febrero 2014

SOBRE LA VISITA DE LA MISIÓN DE LA OIT EN VENEZUELA EN ENERO DE 2014

La OIT creada en 1919, más antigua que la ONU, es un organismo internacional tripartito cuya función sobre los países que la suscriben es recomendar sobre las relaciones del trabajo para evitar conflictos y salvaguardar la explotación en “sana paz”.

Desde 1917 la ley que regía al trabajo en Venezuela era la Ley de Talleres y Establecimientos Públicos, la cual se sustituyó con la Ley del Trabajo emitida en 1928, entre otros detalles con la cooperación de un delegado de la OIT. El reglamento de esa ley, casi exclusivamente relacionada con los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales, no llegó a sancionarse y para su cumplimiento se encomendó al Ministerio de Policía (Relaciones Interiores); también, no por casualidad, en esos años fueron acontecimientos, entre otros, la creación de la Federación Obrera de Venezuela fomentada por la dictadura y cuya representación asistió a las reuniones de la OIT.

Ahora en enero tuvimos una visita de una comisión de la OIT, solicitada en principio por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela, FEDECAMARAS, máximo organismo empresarial, debido según ellos a incumplimientos por parte del gobierno a esas instancias, sin embargo, la alianza sindical “Unidad de Acción” representada por 4 centrales sindicales independientes del gobierno, UNETE,  CTV, CODESA,  CGT, y varias corrientes sindicales donde participó la FLEC, lograron concertar una reunión con la misión de la OIT que se realizó el miércoles 29 de Enero para aprovechar el momento y denunciar la situación del movimiento obrero venezolano con base a las violaciones a la libertad sindical, la contratación colectiva, el derecho a huelga y la criminalización de la protesta obrera.

En esa reunión fue presentado un pliego con serias denuncias de incumplimientos por parte del gobierno de seis convenios suscritos por Venezuela: la libertad sindical (Convenio 87), contratación colectiva (Convenio 98), discriminación política (Convenio 111), tripartismo y diálogo social (Convenio 114), contratación colectiva de los empleados públicos (Convenio 154) y seguridad y salud de los trabajadores (Convenio 155). Dicho pliego, sin embargo, aún no ha sido hecho público al seno de las bases de los trabajadores luego de entregado a los representantes de la OIT.

Del mismo modo fueron expuestos varios razonamientos respectivos por cada central y 31 presentaciones testimoniales de casos bien diversos y demostrativos de la arremetida patronal desde el gobierno y el sector privado en contra de gremios y trabajadores. Estaban representaciones de toda Venezuela, Guayana, Oriente, Caracas, Región Central, Zulia y Los Andes, y áreas como petróleo, azúcar, cemento, fábricas recuperadas, aluminio, hierro, acero, electricidad, alimentos, los casos de SOUTO y CIVETCHI, asociaciones de médicos, jubilados, empleados públicos, instituciones como la Asamblea Nacional, la Alcaldía de Libertador en Caracas, Instituto de Canalizaciones del Zulia, trabajadores de la salud, docentes y empleados universitarios, entre otros. Como resultado de las 31 denuncias testimoniales no se puede menos que concluir que el gobierno es enemigo de los trabajadores.

¿Qué se puede esperar de la OIT?

Lo importante es no generar falsas expectativas, pero parece que sucede todo lo contrario. Las declaraciones, recogidas por diferentes voceros de los participantes de la reunión, cifran sus esperanzas en que la misión de la OIT elabore un informe que sea llevado al Consejo de Administración en la 103ª asamblea del organismo, en Ginebra, y que allí se decida la instalación de una comisión permanente en el país.

Hay que reconocer que es un avance el que se haya dado una unidad de distintos sectores de trabajadores y federaciones sindicales, aunque fuese en base a la visita de la OIT. Nunca, ni en el siglo pasado ni en el actual, se había dado una reunión unitaria de esas centrales sindicales y ahora se formalizó la alianza “Unidad de Acción”, pero en función a la comisión de la OIT y sus esperanzas en sus respuestas. También se están realizando reuniones de esta unidad de acción con los empresarios organizados en FEDECAMARAS, y se hace el llamado al dialogo y a las reuniones tripartitas incluyendo al gobierno.

La salida no presupone motivar a las bases de los trabajadores por su independencia política como clase aunque manifieste “cierta” autonomía frente al gobierno bolivariano. Los acuerdos “unitarios” así alcanzados representan el deseo de las centrales sindicales en conseguir una salida “concertada” en el marco de la conciliación de clases que fuerce al gobierno a sentarse a una mesa tripartita bajo la exigencia de un cuerpo supra-nacional como es la OIT.

La independencia política de la clase obrera venezolana para avanzar a través de la UNETE debe medir al detalle ese esquema “concertado” para no postrar sus bases a la espera de lo que decida la OIT y por el contrario ganar a las de las otras centrales sindicales hacia una salida de los trabajadores que frene definitivamente la arremetida anti-obrera de los patronos y la regimentación laboral desde el gobierno y las instituciones del Estado en su apoyo.

El diálogo, para nosotros los explotados, no se pide, se impone para que nos reconozcan, y eso porque nos podemos hacer valer con nuestros métodos como clase. Esperar que con el diálogo, implícitamente por sus argumentos o deseos conciliadores, logremos enderezar las desviaciones laborales existentes es vivir en las nubes y fomenta ilusiones en la paz laboral en pleno momento histórico donde el capital en nuestro país está signado por la crisis que carga sus costos sobre los hombros de la clase trabajadora.

Reconocernos por lo que valemos y llegar a acuerdos con el explotador privado o público es arrancarles las concesiones con la lucha.

¿Cómo avanzar?

Para Opción Obrera el alcance nacional, e inclusive el alcance mas allá de nuestras fronteras, provendrá de la forma como nos hagamos sentir, organizándonos, movilizándonos y luchando con nuestras propias herramientas donde la ocupación de las fábricas, el paro o la huelga, el control obrero auténtico sobre la producción y los registros contables de la gestión administrativa, serán los medios para alcanzar nuestros requerimientos tanto locales, regionales como nacionales.

Opción Obrera plantea que la Unidad de Acción contemple la lucha por los siguientes puntos:
  • Por la libertad sindical sin injerencia del CNE y del RNOS.
  • No a la criminalización de la protesta laboral y por la derogación de todas las leyes anti-obreras.
  • Por la defensa y el derecho irrestricto a huelga.
  • Por la contratación colectiva y el reconocimiento salarial por todo el tiempo de retraso que alarguen sus discusiones.
  • Contra toda regimentación gubernamental basada en normativas laborales que sean impuestas y a la vez cercenen derechos alcanzados por la contratación colectiva.
  • Por un salario mínimo igual a la cesta básica familiar de 5 personas y su indexación mensual para contrarrestar los efectos de la inflación y la devaluación; por un aumento general de sueldos y salarios.
  • Por el fin de la tercerización y/o el trabajo eventual, y de ser éste temporal con iguales condiciones a los que tienen los trabajadores fijos.
Opción Obrera
03/02/2014


Representantes de la industria del Cemento
La representante del cemento Lafarge
José Leje por Agropatria
Trabajadores despedidos de la AN
Kayrel Ojeda por los trabajadores de CIVETCHI
Iván Freites de PDVSA
Julio Polanco a nombre de FUSBEC
Denunciando la situación en PETROCASA
Rubén Gonzalez de FERROMINERA
Leonel Griset de SIDOR
Denunciando la situación en SOUTO
Mario Villegas de los trabajadores de la prensa
Aldo Torres de CORPOELEC
Denunciando la situación en el sector azucarero
La comitiva de la OIT