Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



Comunícate con nosotros por los siguientes buzones de correo:

info@opcionobrera.org
opcionobrera@yahoo.com
opcionobrera@hotmail.com





miércoles, 6 de marzo de 2013

El chavismo sin Chávez - Adonde va Venezuela


El chavismo sin Chávez
Adonde va Venezuela

Se abre una nueva etapa política en Venezuela, Chávez deja un vacío que todos sabemos nadie puede llenar,  se le podrá denominar la etapa de “el chavismo sin Chávez” cuyas características o primeros pasos son importantes para continuar la estabilidad de las relaciones sociales de producción ya que en estos 14 años de gobierno no han cambiado la estructuras de dominación capitalistas. La constitución, como cualquier otra constitución, nunca podrá determinar el socialismo, nada más absurdo pensar que lo escrito en un papel pueda ejercer el rol de cambio.

El andamiaje de la república bolivariana de Venezuela sigue siendo la de una estructura burocrática que parasita con la renta petrolera. Sin Chavez al mando se cuestiona su sostenimiento en el corto plazo.

Chaves como árbitro de la lucha de clases, como Bonaparte, supo mantener un equipo atado a sus dictados que ahora no se garantiza porque no se vislumbran características políticas de lo mismo en quienes dejó encargados del gobierno. La ausencia de Chávez dará pie a una etapa de incertidumbre o desequilibrio político dentro del chavismo debido a los intereses particulares que resaltarán de sus más cercanos aspirantes a ejercer el poder. Por ahora Maduro liderizará, como Chávez recomendó sucesoriamente, pero luego, cuando las aguas se calmen, saldrán a relucir o postularse una buena cantidad de auto-llamados “herederos” que terminarán representando intereses particulares y/o sectores económicos que demandarán querer sobresalir en beneficio de las relaciones sociales existentes. Lo obvio, adicionalmente, serán las luchas de  liderazgos y fracciones internas entre las camarillas civiles y militares desde diferentes cargos e instituciones del Estado.

Para EEUU, Chavez representó un estorbo debido a no haber nacido su gobierno bajo su promoción, sin embargo, en concreto la situación le garantizó, además de un poco más del 5% de su consumo de petróleo, la existencia de miles de empresas norteamericanas que conforman el armado y la producción manufacturera en el país y un tratado contra la doble tributación con el cual se beneficiaban del mercado venezolano; en perspectiva, esto que es esta reserva de petróleo más grande del mundo. En este sentido Chávez no fue más que de palabra antiimperialista, pues está más que claro que para a Obama y su equipo, más que a nadie, un proceso de sublevación o protestas que le dañe su comercio y la estabilidad política de la región debe ser evitado, de allí su preocupación en apoyar el tránsito de Venezuela, sin Chavez, hacia un régimen sumiso que les mantenga su ventajoso intercambio comercial.

China, por su parte, previamente expresó sus diferencias sobre la continuación en el otorgamiento de nuevos préstamos precisamente ante su temor a la ausencia definitiva de Chávez y los frenó, sin embargo respaldó que el traslado del oro venezolano, que se encontraba almacenado en otras partes, se viniera al país a la vez que pidió más coordinación con los compromisos contraídos por lo invertido en el Fondo Chino en particular.

Para Cuba, quienes les han dado su bendición a Maduro, lo esencial será en tratar de mantener los intercambios comerciales de petróleo por servicios que la burocracia en el poder en la isla insistirá en seguir ofreciendo por lo beneficioso que le resultó a Chavez en su gobierno por el tema de las misiones sociales.

Las preocupaciones de los acuerdos bilaterales de gobierno a gobierno, nada transparentes, con Irán, Rusia, Bielorrusia, Vietnam, se harán sentir aunque no se vislumbra pasen como pasó en Libia donde el chavismo apoyo a Gadhafi con compromisos comerciales libios-venezolanos, o como ahora, por la próxima caída de otro asesino como lo es Al Asad en Siria, del mismo modo.

Por acá en Latinoamérica las preocupaciones de Bolivia, Argentina y Ecuador serán las de mantener los muchos intereses económicos en acuerdos comerciales suscritos con Venezuela a través de Chavez, acuerdos que nada tienen que ver con los trabajadores de los diferentes países y sí con sus empresarios.

Colombia merece atención especial. Santos ofrece sus buenos oficios para que Venezuela pueda tener una transición democrática y en paz, ahora que se deben convocar a elecciones para determinar quién será el nuevo mandatario de su país vecino. “Saludamos al vicepresidente Nicolás Maduro y al presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello. Tengan la seguridad de que cuentan con todo nuestro apoyo para que Venezuela tenga una transición democrática en paz y tranquilidad”, que agradezca el empeño en la ayuda que el gobierno venezolano con Chavez le ha dado para enrumbar a Colombia por la estabilidad de su gobierno, muestran en otras palabras lo que significan la entrega de Pérez Becerra y el secuestro en una cárcel venezolana de Julián Conrado.

Toda esta estructura fundamentada en acuerdos internacionales de provecho de primer orden para los nombrados países, y sus burguesías, pudiera pender de un hilo si en consecuencia Nicolás Maduro no demuestra un liderazgo cercano al que tuvo Chavez. Obviamente, las primeras palabras oficiales de Washington serán para apoyar el tránsito de Venezuela hacia un régimen democrático, pero eso no servirá para disimular la peor pesadilla para EEUU si se desata un largo, y hasta violento, proceso de inestabilidad en el país de las mayores reservas de petróleo del mundo.

Por último, y no menos importante, es necesario destacar la labor de Chávez hacia la izquierda al lograr cooptarla en su gran mayoría, mientras al resto la neutralizaba, fundía o aislaba, haciendo aún más difícil demostrar a las masas y a los trabajadores el impase que significa para el país el producto del parasitismo de la renta petrolera y el masivo endeudamiento que será el lastre que en últimas condiciones terminará de darle forma al devenir político al corto plazo. Los rasgos evidentes de una crisis económica que intentó afrontar el gobierno encargado mientras Chavez aún vivía, serán los que terminen de deformar la realidad política luego de su muerte. Que los trabajadores y el pueblo no sean los que paguen los costos de esta crisis solo será posible desde una óptica de ellos por su autonomía y con independencia de clase. El partido de los trabajadores que se plantee su propio gobierno es el paso que nos toca dar con mucha mayor razón.

Opción Obrera
06/03/2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario