Opción Obrera es la sección venezolana de la CRCI (Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional)

Propulsamos el desarrollo de una política proletaria al seno de los trabajadores tras su independencia de clase y una organización de lucha para su liberación de la explotación e instaurar El Gobierno de los Trabajadores, primer paso hacia el socialismo.

Ante la bancarrota capitalista mundial nuestra propuesta es que:


¡¡LOS CAPITALISTAS DEBEN PAGAR LA CRISIS!
¡LOS TRABAJADORES DEBEN TOMAR EL PODER!



Comunícate con nosotros por los siguientes buzones de correo:

info@opcionobrera.org
opcionobrera@yahoo.com
opcionobrera@hotmail.com





jueves, 14 de noviembre de 2013

BRASIL - Una quiebra “empresaria” que anticipa una bancarrota general


BRASIL
Una quiebra “empresaria” que anticipa una bancarrota general

La caída en desgracia de Eike Batista, con el pedido de intervención judicial de la petrolera OGX, la mayor empresa del grupo, representa la escala terminal del proyecto de Lula de poner en pie una burguesía de “grandes campeones nacionales”.

Sin fondos para cubrir sus compromisos, OGX fue forzada la semana pasada a entrar con un pedido de quiebra preventiva, con deudas superiores a 5.000 millones de dólares. La petrolera anunció, asimismo, que interrumpiría la producción en la mayoría de sus yacimientos en la Bahía de Campos, por inviabilidad económica. La compañía fue removida de la Bolsa de Sao Paulo. Su valor de mercado, que había llegado a fines de 2010 a 43.000 millones de dólares, cayó a menos de 200 millones.

Entre 2004 y 2012, el grupo Batista (EBX) estructuró y abrió el capital de seis compañías: OGX (petróleo), LLX (logística), MPX (energía), MMX (minería), OSX (industria naval) y CCX (carbón y minería). Como la petrolera sería la fuente de recursos financieros para irrigar a todo el complejo, el desguace del grupo -que se inició en julio con el traspaso de MPX a capitales alemanes- es la única perspectiva realista, lo cual dejará sin cobrar sumas enormes a numerosos acreedores, incluidos grandes fondos internacionales.

El valor de las seis empresas llegó a ser estimado en cerca de 100.000 millones de dólares. Todas fueron creadas en sectores regulados de la economía, en base a “expectativas” de negocios y beneficios determinados por los estrechos lazos de Batista con el gobierno del PT. Eike atrajo ingentes inversiones antes de haber sacado siquiera una gota de petróleo.

El surgimiento de OGX lleva todas las características de la fase de la ‘post-crisis’ de 2008, cuando la política de expansión monetaria de la FED norteamericana multiplicó la especulación financiera, principalmente en las economías periféricas. Cuando la empresa abrió el capital ese año, Brasil recibía el investment grade (grado de inversión) por parte de los calificadores internacionales de riesgo.

Una aventura financiera

Además de captar recursos en el mercado financiero, OGX obtuvo créditos por 5.100 millones de dólares del BNDES (el banco de fomento del gobierno), que se convirtió en uno de sus mayores accionistas. Dilma Roussef apoyó esta aventura financiera cuando insinuó que la petrolera de Batista podría obtener acceso a la tecnología de Petrobras. Eike financiaba las campañas políticas de la coalición lulista y era el mayor propagandista del “milagro” brasileño. La fortuna personal de Batista, que había llegado en marzo de 2012 a 34.500 millones de dólares, ahora simplemente se evaporó.

La mano del gobierno permitió a Batista vender parte de su paquete accionario en junio, poco antes de admitir una drástica reducción en la estimación de reservas en sus pozos. Entre los que quedaron con los papeles de deuda de OGX en la mano están grandes fondos internacionales como Pimco y BlackRock, entre otros. Grupos de inversores minoritarios anuncian procesos contra EBX y contra los órganos reguladores del mercado de capitales, que hicieron la vista gorda a las maniobras de Batista. La posibilidad de proceder a una refinanciación de la deuda está bloqueada por el rápido agotamiento del período post-crisis, y el ingreso en una etapa de aumento de las tasas de interés y de fuga de capitales hacia los países centrales. Los que prefieren ignorar el alcance de la crisis mundial, lo hacen a su propio costo.

Las derivaciones económicas de conjunto de este derrumbe aún no están claras. Entre los acreedores de EBX están grandes bancos comerciales, como Bradesco, Itaú, Santander y BTG Pactual, que vienen cortando gastos para formar un colchón preventivo contra las posibles quiebras en serie de las empresas del grupo. Según Thomson Reuters, estas empresas tenían una deuda líquida a fines de 2012 de 7.000 millones de dólares, pero se descuenta que es mayor. Los bancos estatales, BNDES y Caixa Económica, aún no informaron sus pérdidas vinculadas con esta bancarrota.

La insolvencia de OGX es sólo una parte del default en la deuda externa privada brasileña. Son crecientes los temores de que el déficit externo (aumento de la deuda externa privada) y al agujero fiscal (aumento de la deuda pública) de Brasil produzcan una fuga abrupta de capitales, que convierta a la burguesía nacional en un enorme Eike Batista.

Edgar Azevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario